Hoy he ido a una entrevista de trabajo. Ha surgido gracias a un conocido, no tiene nada que ver con mi campo profesional y es sólo para un mes, pero algo es algo. La verdad es que hasta ahora no había buscado nada fuera de la psicología clínica, pero cuando me comentaron esta oportunidad y el ver que sólo era un mes, me animó a hacerlo. Así, por lo menos, salgo todos los días de casa. Además el trabajo está al lado de la oficina de Dani, y con su mismo horario, así que podemos compartir el trayecto de ida y vuelta todos los días.
En fin, que el ir a hacer la entrevista me ha recordado a mis días pre-PIR. Además la entrevista era en el mismo sitio en el que ya había hecho otra entrevista, así que me he sentido transportada en el tiempo al año 2006, más o menos.
La verdad es que fue una época que los trabajos no me disgustaban demasiado, me servían para ahorrar y poder pagarme los caprichos y las vacaciones de verano. Siempre he pensado que fue una buena práctica para el PIR, porque se necesita mucha empatía, paciencia y mano izquierda para trabajar en atención al cliente. No sé, lo mismo me lo pienso y busco algo para después de éste, mientras sigo buscando algo de lo mío. O no, porque acabo tan asqueada de volver a trabajos de "teleoperadora del infierno" que prefiero volver a mi estado actual de "feliz y contenta en su casa" XD
El tiempo lo dirá.
martes, 29 de enero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
Un poco de todo.
Hoy toca entrada de popurrí y mezcla total.
Uno. Después de unos días con faringitis (cortesía de mi maridito), no hay mejor momento para recuperarse que el viernes. Bueno, bien del todo no estoy, pero ya no aguanto más tiempo metida en casa. Me da igual que llueva, nieve o truene, yo este finde salgo sí o sí.
Dos. Nuestro querido conejito va creciendo. Parecía que no, pero ha ganado casi 400 gramos en tres o cuatro semanas. La última vez que le llevé al vete, a finales de Diciembre, pesaba un kilo justo, y ya va camino del kilo y medio... Eso sí, está hipermegamaxiadolescente. No es que nos haya empezado a querer montar y esas cosas, pero está espídico, no para de correr, juguetear e intentar mordisquear todo lo que se le pone a tiro. Pero también ha aprendido ya a no morder los cables (casi todos) ni las sillas de salón. Eso sí, el catálogo del Ikea lo tiene destrozado... Y es muy mimoso, siempre tiene que estar en la misma habitación en la que estoy yo (o Dani) y me sigue a todas partes por la casa, y cuando está tranquilo se sube encima para que le haga mimos. Dejo testimonio gráfico de la evolución:
Tres. Ayer estuve hablando seriamente con Dani de un tema al que llevo dándole vueltas unos meses. Fue un alivio desahogarme y que él lo entendiera y se lo tomase tan bien. Es un tema muy personal y no voy a contar aquí de qué se trata. Sólo quería decir que mi maridito es el mejor y cada día que pasa me alegro más de estar con él.
Cuatro. El plan de viajar a Japón en un futuro cercano ha sido desechado... Oooooohhhh :( Peeero, hay varios planes alternativos pululando por aquí: ir a esquiar a Sierra Nevada, una escapada a Canarias para quitarme el blanco nuclear que estoy cogiendo, un posible viajecito a Nueva York... En fin, si sale alguno (o varios) se me quitará la espinita de Japón, aunque sea por un ratito XD
Cinco (y sin rima, oiga). Últimamente estoy bastante cocinillas, aunque todavía le tengo que pillar el punto al horno nuevo. Creo que en breve podré publicar un par de entradas con más recetas, entre ellas una lasaña, que nunca me había atrevido a hacer, pero tengo que pulirla antes de publicarla :P
Seis. Sigo con mi búsqueda de trabajo. Ains. Está malamente la cosa, pero bueno, malo será que no encuentre nada este año. Entre tanto, a ver si la semana que viene, ya sin faringitis ni leches, empiezo a hacer alguna de las cosas que me había propuesto para este año.
Y siete. Un poco de musicote para celebrar que es viernes: :)
Me flipa un montón que toquen sin batería "tradicional" y no se note nada... Y el banjo... Me recuerda mucho a otra forma original de hacer canciones muy bonitas y profundas, aunque a Vedder le haya dado por el ukelele XD
Uno. Después de unos días con faringitis (cortesía de mi maridito), no hay mejor momento para recuperarse que el viernes. Bueno, bien del todo no estoy, pero ya no aguanto más tiempo metida en casa. Me da igual que llueva, nieve o truene, yo este finde salgo sí o sí.
Dos. Nuestro querido conejito va creciendo. Parecía que no, pero ha ganado casi 400 gramos en tres o cuatro semanas. La última vez que le llevé al vete, a finales de Diciembre, pesaba un kilo justo, y ya va camino del kilo y medio... Eso sí, está hipermegamaxiadolescente. No es que nos haya empezado a querer montar y esas cosas, pero está espídico, no para de correr, juguetear e intentar mordisquear todo lo que se le pone a tiro. Pero también ha aprendido ya a no morder los cables (casi todos) ni las sillas de salón. Eso sí, el catálogo del Ikea lo tiene destrozado... Y es muy mimoso, siempre tiene que estar en la misma habitación en la que estoy yo (o Dani) y me sigue a todas partes por la casa, y cuando está tranquilo se sube encima para que le haga mimos. Dejo testimonio gráfico de la evolución:
Tres. Ayer estuve hablando seriamente con Dani de un tema al que llevo dándole vueltas unos meses. Fue un alivio desahogarme y que él lo entendiera y se lo tomase tan bien. Es un tema muy personal y no voy a contar aquí de qué se trata. Sólo quería decir que mi maridito es el mejor y cada día que pasa me alegro más de estar con él.
Cuatro. El plan de viajar a Japón en un futuro cercano ha sido desechado... Oooooohhhh :( Peeero, hay varios planes alternativos pululando por aquí: ir a esquiar a Sierra Nevada, una escapada a Canarias para quitarme el blanco nuclear que estoy cogiendo, un posible viajecito a Nueva York... En fin, si sale alguno (o varios) se me quitará la espinita de Japón, aunque sea por un ratito XD
Cinco (y sin rima, oiga). Últimamente estoy bastante cocinillas, aunque todavía le tengo que pillar el punto al horno nuevo. Creo que en breve podré publicar un par de entradas con más recetas, entre ellas una lasaña, que nunca me había atrevido a hacer, pero tengo que pulirla antes de publicarla :P
Seis. Sigo con mi búsqueda de trabajo. Ains. Está malamente la cosa, pero bueno, malo será que no encuentre nada este año. Entre tanto, a ver si la semana que viene, ya sin faringitis ni leches, empiezo a hacer alguna de las cosas que me había propuesto para este año.
Y siete. Un poco de musicote para celebrar que es viernes: :)
Me flipa un montón que toquen sin batería "tradicional" y no se note nada... Y el banjo... Me recuerda mucho a otra forma original de hacer canciones muy bonitas y profundas, aunque a Vedder le haya dado por el ukelele XD
lunes, 14 de enero de 2013
El asombroso Spiderman (o los viajes en el tiempo).
Hoy he terminado de leer un libraco que me trajeron los reyes. Bueno, lo elegí yo el día 5 que fuimos a una tienda de cómics, pero Dani aprovechó la coyuntura y me lo envolvió para el día siguiente.
Seiscientas y pico páginas de aventuras del héroe enmascarado. Menudo tochaco. Lo mejor ha sido acordarme de cuando leía esas mismas historias en mi preadolescencia, gracias a los cómics de mi hermano. Es curioso cómo algunas cosas tontas te llevan directamente a otras épocas de tu vida y traen muchos recuerdos con ellas. Es como volver a ver El hacón y la flecha o La princesa prometida. O como escuchar Dire Straits en el coche. Mola.
Lo que me recuerda que hace poco vimos la última película de Spiderman y me decepcionó bastante. Me gustaron más las de Tobey McGuire. No sólo por Tobey (que me emociona profundamente con esa carica de no haber roto un plato en su vida), sino porque ésta última es demasiado seria y sensiblera, pierde totalmente el punto de humor que caracteriza a Spiderman y que, hasta cierto punto, tenían las anteriores.
Y eso, ahora voy con los de Terry Pratchett que tengo pendientes.
Seiscientas y pico páginas de aventuras del héroe enmascarado. Menudo tochaco. Lo mejor ha sido acordarme de cuando leía esas mismas historias en mi preadolescencia, gracias a los cómics de mi hermano. Es curioso cómo algunas cosas tontas te llevan directamente a otras épocas de tu vida y traen muchos recuerdos con ellas. Es como volver a ver El hacón y la flecha o La princesa prometida. O como escuchar Dire Straits en el coche. Mola.
Lo que me recuerda que hace poco vimos la última película de Spiderman y me decepcionó bastante. Me gustaron más las de Tobey McGuire. No sólo por Tobey (que me emociona profundamente con esa carica de no haber roto un plato en su vida), sino porque ésta última es demasiado seria y sensiblera, pierde totalmente el punto de humor que caracteriza a Spiderman y que, hasta cierto punto, tenían las anteriores.
Y eso, ahora voy con los de Terry Pratchett que tengo pendientes.
domingo, 6 de enero de 2013
Y fin de las fiestas...
Lo primero de todo, como no he escrito nada desde Nochevieja... ¡Feliz año! Tengo muchas esperanzas en este 2013, espero que sea un buen año para mi y, sobre todo, para la gente que quiero.
Y ahora ya voy al meollo de la cuestión.
Yo ya escribí la carta a los Reyes, con tiempo, no sea que por dejarlo para el último momento no les fuera a dar tiempo y se les olvidara algo de lo que he pedido. Sólo quedaba esperar a que vinieran anoche porque yo tenía los deberes hechos. O eso creo. Sí, yo creo que este año he sido muy buena, porque me han traído todo lo que pedí. Las cosas materiales que pedí y más... Lo inmaterial habrá que esperar a ver cómo se desarrolla el año.
Bueno, voy con la lista.
Los Reyes me han traído una Desi porner francesa... Mmm... Vale, me explico. Me han traído un HTC Desire X, recién llegado desde Francia, vía Amazon. De hecho, estoy escribiendo este post desde mi móvil nuevo ^^
También han caído el último libro de Terry Pratchett y un tomo enorme de Spiderman (este lo elegí yo ayer, pero me ha gustado igual).
Taaaambién me han regalado mi nueva colonia favorita. No he cambiado de marca, porque sigue siendo de DKNY, pero en vez de Be Delicious, ahora me gusta Women. Huele a ropa limpia, mmm...
Más cosas: un naranjo para la terraza. Qué bien va a quedar con mi limonero. Una bufanda y un gorro grises, con pompones, para más señas. Un bolso muy chulo de parte de mi bro y unas botas de mis papis. ¡Ah! Y otro bolso de mis cuñados.
Y ya, que no es poco :)
Con este jolgorio de regalos da gusto despedir las fiestas. Aunque lo que menos me va a gustar de terminar las navidades va a ser que Dani termina sus vacaciones y ya no le voy a tener todo el día conmigo, sin saber en qué día vivimos, en la espiral descendente del paro y/o los días libres... El deber le reclama :P
Ahora, a volver a la cómoda y confortable rutina.
Y ahora ya voy al meollo de la cuestión.
Yo ya escribí la carta a los Reyes, con tiempo, no sea que por dejarlo para el último momento no les fuera a dar tiempo y se les olvidara algo de lo que he pedido. Sólo quedaba esperar a que vinieran anoche porque yo tenía los deberes hechos. O eso creo. Sí, yo creo que este año he sido muy buena, porque me han traído todo lo que pedí. Las cosas materiales que pedí y más... Lo inmaterial habrá que esperar a ver cómo se desarrolla el año.
Bueno, voy con la lista.
Los Reyes me han traído una Desi porner francesa... Mmm... Vale, me explico. Me han traído un HTC Desire X, recién llegado desde Francia, vía Amazon. De hecho, estoy escribiendo este post desde mi móvil nuevo ^^
También han caído el último libro de Terry Pratchett y un tomo enorme de Spiderman (este lo elegí yo ayer, pero me ha gustado igual).
Taaaambién me han regalado mi nueva colonia favorita. No he cambiado de marca, porque sigue siendo de DKNY, pero en vez de Be Delicious, ahora me gusta Women. Huele a ropa limpia, mmm...
Más cosas: un naranjo para la terraza. Qué bien va a quedar con mi limonero. Una bufanda y un gorro grises, con pompones, para más señas. Un bolso muy chulo de parte de mi bro y unas botas de mis papis. ¡Ah! Y otro bolso de mis cuñados.
Y ya, que no es poco :)
Con este jolgorio de regalos da gusto despedir las fiestas. Aunque lo que menos me va a gustar de terminar las navidades va a ser que Dani termina sus vacaciones y ya no le voy a tener todo el día conmigo, sin saber en qué día vivimos, en la espiral descendente del paro y/o los días libres... El deber le reclama :P
Ahora, a volver a la cómoda y confortable rutina.