Ingredientes:
- Un huevo (o un par de claras de huevo).
- Un yogur desnatado.
- Una chucharadita de café de levadura química.
- Entre ocho y diez cucharadas soperas de salvado de avena.
- Edulcorante, azúcar o miel.
- Para variaciones: cacao, canela, fruta, pasas...
Precalentar el horno a 180º sin aire, con calor arriba y abajo. En un bol batir el huevo y mezclar con el yogur hasta que quede todo bien mezclado. Añadir el salvado de avena y mezclar todo hasta que quede como una pasta húmeda. Añadir la levadura y mezclar bien. Poner azúcar, edulcorante o miel al gusto para endulzar. Poner un papel de horno encima de la bandeja. Para cada galleta poner una cucharada sopera bien llena de la masa sobre el papel. Salen entre 8 y 10 galletas. Hornear durante 10-15 minutos hasta que empiecen a dorarse. Y ya está.
Duran bastante bien en un taper o tapadas con papel de aluminio unos cuantos días. Yo me las llevo para merendar al trabajo y un par de galletas llenan bastante. Y lo mejor es que están bastante ricas.
De las variaciones, la última que he hecho es ponerle como un cuarto de manzana cortada en daditos muy pequeños y un poco de canela a la masa, antes de hacer las galletas en la bandeja de horno. Quedan muy ricas de sabor y más esponjosas por la humedad de la manzana, lo que no sé es si aguantarán tantos días como las "básicas".
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