Antes de empezar esta entrada, dos aclaraciones: a) cuando uno está falto de sueño, las funciones cognitivas no están al cien por cien, y puede que el filtro falle y se digan algunas tonterías, y b) desde hace un año o poco más, mi maridito ha ido dejando las magic y ha vuelto a querer jugar al rol. Y quiere que yo juegue con él. Y yo, que soy bastante pasivo-agresiva, ejerzo mi resistencia pasiva ante su insistencia. Y en eso estamos.
Pues resulta que el sábado estamos dando un paseo, a ver si la niña se duerme un rato, y me dice Dani, "¿Quieres ser una superheroína? ¿Con superpoderes?" Yo, que ya sé de qué va el tema, le miro con cara de circunstancias (porque igual me podía haber dicho una elfa, una contrabandista espacial, un pistolero o una padawan jedi). "Podrías ser superbuenorra... O supermamá... Vestida con una licra ajustada..." (Aquí empezó una parrafada de barbaridades* que incluían no sé qué de un rayo de plasma y unos pechotes. Eso sí, siempre consigue subirme la moral) Y le contesto, "sí, supermilf**... No, espera... Megamilf." "Y tendrías superpoderes de madre. Hacer croquetas..." "Y encontrar cualquier cosa... ¡Hasta calcetines desparejados!" "Y podría dormir a cualquier bebé... ¡O a cualquier persona!" "Y tu lema sería ¿a que voy y lo encuentro?"
En fin, que el cansancio es mu malo para las conversaciones filosóficas.
Y ayer vimos, por fin, Los Vengadores 2. A Dani le gustó. A mí me gustaron Thor y Ironman, como siempre. Y se me hizo eterna. Que son dos horas y veinte de película. Y la vimos con cinco o seis interrupciones de la peque. Así que creo que no fue la mejor película para volver a intentar ver algo de cine en casa.
Y qué suerte tiene la Pataki, qué bien se lo ha montado la jodía :P
*Pobrecito, estamos pasando una época un poco árida. Tenemos una bebé de cinco meses y tal...
**MILF es una cosa muy bonita que me dice mi marido, a la cual he ganado el derecho desde que soy madre. No está mal... Por lo menos mi marido me sigue viendo frungible XD
lunes, 28 de septiembre de 2015
sábado, 26 de septiembre de 2015
Y sigo (más o menos) igual.
Hace ya un tiempo, bastantes años de hecho, puse por aquí mi yo simpsoniano y mi yo southparkiano. Un tiempo después puse mi yo pocoyizado. Pues hoy traigo mi yo peanutizado, de Peanuts, o de Snoopy y Carlitos, para que nos entendamos...
Pues sí, sigo rubia, con flequillo y vaqueros, poco cambio con los años. Últimamente un poco más de ojeras y arrugas, del cansancio, pero el estilo es similar.
Bueno, el que quiera moñear un rato y verse cómo queda, aquí.
Pues sí, sigo rubia, con flequillo y vaqueros, poco cambio con los años. Últimamente un poco más de ojeras y arrugas, del cansancio, pero el estilo es similar.
Bueno, el que quiera moñear un rato y verse cómo queda, aquí.
jueves, 24 de septiembre de 2015
Saben aquél que diu...
...que una noche, de repente, de la forma más inesperada, tu hija duerme ocho horas seguidas. Muy inesperadamente, porque te costó dormirla un montón y al final cayó a las diez y media. Y tú te acuestas a las once y pico, como todos los días. Y a las cuatro y media te despiertas, miras el reloj, y piensas qué raro que no se haya despertado todavía, a ver si aguanta media horita más... Y te vuelves a despertar a las seis y media, miras el reloj y no te lo crees. Miras que la niña sigue en su cuna, y como no ha cambiado de postura, la tocas a ver si respira y está bien. Tu marido te pregunta que qué pasa, que si no se ha despertado aún y os miráis en la cama con una mezcla de felicidad y estupor. Y ya la niña se despierta y dice que tetita, que lleva muchas horas sin comer. Bueno, o es lo que se interpreta de sus quejas.
Y ese día mola, te las prometes felices, imaginando un mundo en el que vuelves a dormir del tirón toda la noche, con una bebé que es una bendita a tu lado en su cuna, durmiendo como un tronquete. Pero la noche siguiente (y todas las subsiguientes) la realidad te abofetea en la cara y te espeta pringá, que te lo has creído. Y sigues durmiendo a ratos, con despertares cada cinco, cuatro, tres o dos horas. Unas noches dos veces y otras cinco o seis (esas noches que se pierde la cuenta). Unas noches se despierta, come y sigue durmiendo, y otras se desvela a las cuatro durante un par de horas...
Y caes en la cuenta de que sigues siendo la madre de una bebé de cinco meses, y que lo normal es eso, que se despierte, unas noches más y otras menos. Y que lo de dormir toda la noche no va con la mayoría de los bebés lactantes. Aunque algún día llegará.
Y será tan bonito cuando llegue...
Y ese día mola, te las prometes felices, imaginando un mundo en el que vuelves a dormir del tirón toda la noche, con una bebé que es una bendita a tu lado en su cuna, durmiendo como un tronquete. Pero la noche siguiente (y todas las subsiguientes) la realidad te abofetea en la cara y te espeta pringá, que te lo has creído. Y sigues durmiendo a ratos, con despertares cada cinco, cuatro, tres o dos horas. Unas noches dos veces y otras cinco o seis (esas noches que se pierde la cuenta). Unas noches se despierta, come y sigue durmiendo, y otras se desvela a las cuatro durante un par de horas...
Y caes en la cuenta de que sigues siendo la madre de una bebé de cinco meses, y que lo normal es eso, que se despierte, unas noches más y otras menos. Y que lo de dormir toda la noche no va con la mayoría de los bebés lactantes. Aunque algún día llegará.
Y será tan bonito cuando llegue...
martes, 22 de septiembre de 2015
Y se acabó el verano.
Mañana por la mañana empieza el otoño y siento una mezcla de nostalgia y vértigo.
Este verano ha sido agotador, por el calor y por la falta de sueño de tener una bebé tan pequeña. Este verano no he ido a la playa (fui en primavera unos días), y he ido dos ratos a la piscina, literalmente. Este verano sí que hemos terraceado mucho, casi todos los días, después del preceptivo paseo por el parque. Este verano no me he tomado ni un tinto de verano, sí que he tomado un par de copas de albariño, pero la cerveza sin y el agua sucia (o cocacola light sin cafeína) han sido mis bebidas. Este verano no hemos ido de viaje fuera de España, pero los días en Coruña y el finde en la casa rural estuvieron muy bien. Este verano he disfrutado a tope de mi chiquinina, aunque algunos ratos han sido desesperantes, pero creo que ha sido cuando he empezado a disfrutar realmente de la maternidad. Este verano siempre lo recordaré con mucho cariño. Este verano se me ha hecho muy corto y cada vez veo más cerca el momento de reincorporarme al trabajo y me da una pereza que me muero.
A ver si el otoño lo disfruto tanto o más que el verano, pero que no se me pase tan rápido, porfa, que noto cómo se me escapan los días a puñados.
Este verano ha sido agotador, por el calor y por la falta de sueño de tener una bebé tan pequeña. Este verano no he ido a la playa (fui en primavera unos días), y he ido dos ratos a la piscina, literalmente. Este verano sí que hemos terraceado mucho, casi todos los días, después del preceptivo paseo por el parque. Este verano no me he tomado ni un tinto de verano, sí que he tomado un par de copas de albariño, pero la cerveza sin y el agua sucia (o cocacola light sin cafeína) han sido mis bebidas. Este verano no hemos ido de viaje fuera de España, pero los días en Coruña y el finde en la casa rural estuvieron muy bien. Este verano he disfrutado a tope de mi chiquinina, aunque algunos ratos han sido desesperantes, pero creo que ha sido cuando he empezado a disfrutar realmente de la maternidad. Este verano siempre lo recordaré con mucho cariño. Este verano se me ha hecho muy corto y cada vez veo más cerca el momento de reincorporarme al trabajo y me da una pereza que me muero.
A ver si el otoño lo disfruto tanto o más que el verano, pero que no se me pase tan rápido, porfa, que noto cómo se me escapan los días a puñados.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
Nuevas cosas bonitas de bodas.
Aunque estoy a tope con las entradas sobre maternidad, me sigue gustando mirar cosas de bodas, vestidos bonitos y flores preciosas. Aquí van unas cuantas que me han gustado últimamente:
Vestidos de novia para 2016.
Novias reales:
Flores y decoración:
Fotos: Style me pretty, BCN bridal week, Jesús Peiró.
Vestidos de novia para 2016.
Jesús Peiró |
Jesús Peiró |
Cymbeline |
Cymbeline |
Cymbeline |
Cymbeline |
Inmaculada García |
Inmaculada García |
Inmaculada García |
Inmaculada García |
Inmaculada García |
Isabel Zapardiez |
Jesús Peiró |
Jesús Peiró |
Pronovias |
Pronovias |
Pronovias |
Flores y decoración:
Fotos: Style me pretty, BCN bridal week, Jesús Peiró.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
¡Felicidades!
Hoy es el cumple de Dani, treinta y cuatro palos que le caen (como me cayeron a mí en julio), pero él mejora con los años como el buen vino.
¡Felicidades, mi amor! Espero que cumplas muchos más y que lo sigamos celebrando juntos durante mucho tiempo.
Pide un deseo y sopla la espada láser :P
¡Felicidades, mi amor! Espero que cumplas muchos más y que lo sigamos celebrando juntos durante mucho tiempo.
Pide un deseo y sopla la espada láser :P
viernes, 4 de septiembre de 2015
Como la vida misma (con un bebé de cinco meses).
En un foro de maternidad encontré unas tiras cómicas de una mamá y artista que dibuja sobre la maternidad y la lactancia. Dos en especial me han encantado. Se llama Heather Cushman Dowdee.
Me gusta porque me veo reflejada en ellas.
Feliz viernes y buen finde :)
Me gusta porque me veo reflejada en ellas.
Feliz viernes y buen finde :)
jueves, 3 de septiembre de 2015
Cinco meses.
Pues me da la sensación de acabar de escribir la entrada de los cuatro meses y ya estoy con otra. Va a ser verdad que esto se pasa volando y hay que aprovechar al máximo, aunque las primeras semanas parece que el tiempo no pasa.
Mi chiquinina ya tiene cinco meses y está para comérsela. Tiene unas mollitas en los brazos y en las piernas para morderlas, y unos mofletes redonditos preciosos. Es toda ojos, aunque todavía no tiene el color muy definido pero parece que los ha sacado de su padre en todo. Tiene unas maninas suaves y gorditas que le encanta mirar y chuparse. Y las orejitas se le están desabrochando un poco, pero yo la veo aún más guapa y graciosa.
Este mes ha aprendido a hacer la croqueta en el otro sentido, de boca abajo a boca arriba. También coordina cada vez mejor ojo-mano-boca, aunque a veces le cuesta atinar con ciertas cosas en la boca. Se mantiene sentada muy estirada y sólo hay que sujetarla un poco. Le encanta estar sentada en nuestro regazo para poder cotillearlo todo. Eso hace que cada vez muestre más curiosidad por lo que comemos, como casi siempre está encima cuando comemos, mira mucho la comida y cómo nos la llevamos a la boca. A ver si eso ayuda cuando empecemos con la alimentación complementaria. También estamos en la fase de chuparlo y babearlo todo, y no ganamos para baberos, los deja empapados en cuestión de minutos. En el carro ya va sentada, aunque en la posición más tumbada porque de momento no aguanta ella sola, pero aún así sigue sin gustarle mucho. Donde estén los brazos de mamá o papá, que se quite todo lo demás, que desde ahí se ve muy bien el mundo.
Las vacaciones fueron un poco descontrol del sueño, llegué a pensar que estaba con una crisis de crecimiento porque se estuvo despertando cada hora y media muchas noches. Para mi fue una paliza, pero parece que al volver a casa se ha vuelto a regular y tiene dos o tres despertares en las doce horas que suele dormir. Nada como la cama propia para dormir bien. Es bastante regular en los horarios, por las noches la dormimos siempre sobre las nueve o diez, porque más tarde "se pasa de vueltas" y cuesta mucho más dormirla, cuando no se coge un berrinche. Las siestas últimamente cuesta más que las haga y descanse bien, porque como no vaya en la mochila o esté con la teta en la boca, se suele despertar bastante rápido.
Los berrinches a última hora hemos mejorado un montón, primero porque ya sabemos ver cuando está cansada y procuramos que no acabe el día agotada. Este mes sólo recuerdo que haya tenido uno o dos. También es que hemos descubierto que el ruido del secador la calma mucho y, cuando entra en barrena y veo que no puedo calmarla, enchufamos el secador y eso le ayuda a parar.
Sin embargo los viajes en coche nos los ha puesto muy fáciles, casi siempre va dormida o se entretiene si le doy algún juguete o si le canto. Y eso que ya hemos hecho unos cuantos viajes largos. Los más largos, que fueron el de ida a Coruña y vuelta al pueblo, al final ya estaba bastante tontorrona, pero después de seis horas de coche, en su sillita que no puede cambiar de postura, bastante bien aguantó, que hasta nosotros íbamos con el culo dolorido...
Una de las mejores cosas que han pasado este mes es que ha empezado a reírse a carcajadas. No lo hace mucho, ni con grandes carcajadas, es más bien un eheheeeheh cuando algo le hace gracia, suele sonreír más que reírse la mayoría de las veces, pero cuando se carcajea es muy gracioso. En esto se parece a su madre, ya que yo no suelo carcajear mucho, y mi risa es bastante silenciosa... Vamos, que aunque no tenga la típica risa contagiosa de bebé, es para comérsela.
De peso y talla no sé cómo vamos, porque este mes no toca revisión, aunque ya usa casi toda la ropa de seis meses o 68 centímetros. La de 62 le va quedando pequeña. Y cada día está más rolliza, así que no me preocupa mucho. Seguimos con lactancia materna exclusiva y a demanda, y demanda mucho, la tía. Eso de que cuanto más mayores más espacian tomas en su caso no se cumple. A ver, durante la noche sí, se nota bastante que aguanta más horas, pero durante el día suele pedir cada dos o tres horas como mucho. Ya he aprendido a no mirar mucho el reloj y así es mucho más relajado todo. Este mes tampoco he tenido ningún problema con la lactancia, así que genial.
Le sigue costando un poco irse con otras personas que no seamos su padre o yo. Con las abuelas tiene un pasar, pero al abuelo le tiene un poco traumatizado, porque le hace pucheros sólo con verle. Eso sí, las pocas veces que la coge y la niña está contenta se le cae la baba a tope.
Por lo demás, es una bebé muy simpática y fácil de llevar. No suele llorar, aunque es verdad que se pasa el día en brazos, no le gusta mucho el carro, pero a nosotros no nos importa. Lo más que hace es quejarse un poco cuando no está cómoda. Pero de esto, de llorar y quejarse, ya hablaré otro día, que si no me extiendo demasiado.
En fin, que sólo queda un mes para que haga medio año que llegó a nuestras vidas, y todavía hay ratos que flipo mucho cuando pienso que tengo una hija. Algunos momentos han sido duros, pero cómo me hace sentir y lo que la quiero compensa todo el cansancio y los cambios infinitos de pañal con plasta. No me imaginaba que iba a ser así, pero me gusta mucho ser la mamá de mi chiquinina.
Mi chiquinina ya tiene cinco meses y está para comérsela. Tiene unas mollitas en los brazos y en las piernas para morderlas, y unos mofletes redonditos preciosos. Es toda ojos, aunque todavía no tiene el color muy definido pero parece que los ha sacado de su padre en todo. Tiene unas maninas suaves y gorditas que le encanta mirar y chuparse. Y las orejitas se le están desabrochando un poco, pero yo la veo aún más guapa y graciosa.
Este mes ha aprendido a hacer la croqueta en el otro sentido, de boca abajo a boca arriba. También coordina cada vez mejor ojo-mano-boca, aunque a veces le cuesta atinar con ciertas cosas en la boca. Se mantiene sentada muy estirada y sólo hay que sujetarla un poco. Le encanta estar sentada en nuestro regazo para poder cotillearlo todo. Eso hace que cada vez muestre más curiosidad por lo que comemos, como casi siempre está encima cuando comemos, mira mucho la comida y cómo nos la llevamos a la boca. A ver si eso ayuda cuando empecemos con la alimentación complementaria. También estamos en la fase de chuparlo y babearlo todo, y no ganamos para baberos, los deja empapados en cuestión de minutos. En el carro ya va sentada, aunque en la posición más tumbada porque de momento no aguanta ella sola, pero aún así sigue sin gustarle mucho. Donde estén los brazos de mamá o papá, que se quite todo lo demás, que desde ahí se ve muy bien el mundo.
Las vacaciones fueron un poco descontrol del sueño, llegué a pensar que estaba con una crisis de crecimiento porque se estuvo despertando cada hora y media muchas noches. Para mi fue una paliza, pero parece que al volver a casa se ha vuelto a regular y tiene dos o tres despertares en las doce horas que suele dormir. Nada como la cama propia para dormir bien. Es bastante regular en los horarios, por las noches la dormimos siempre sobre las nueve o diez, porque más tarde "se pasa de vueltas" y cuesta mucho más dormirla, cuando no se coge un berrinche. Las siestas últimamente cuesta más que las haga y descanse bien, porque como no vaya en la mochila o esté con la teta en la boca, se suele despertar bastante rápido.
Los berrinches a última hora hemos mejorado un montón, primero porque ya sabemos ver cuando está cansada y procuramos que no acabe el día agotada. Este mes sólo recuerdo que haya tenido uno o dos. También es que hemos descubierto que el ruido del secador la calma mucho y, cuando entra en barrena y veo que no puedo calmarla, enchufamos el secador y eso le ayuda a parar.
Sin embargo los viajes en coche nos los ha puesto muy fáciles, casi siempre va dormida o se entretiene si le doy algún juguete o si le canto. Y eso que ya hemos hecho unos cuantos viajes largos. Los más largos, que fueron el de ida a Coruña y vuelta al pueblo, al final ya estaba bastante tontorrona, pero después de seis horas de coche, en su sillita que no puede cambiar de postura, bastante bien aguantó, que hasta nosotros íbamos con el culo dolorido...
Una de las mejores cosas que han pasado este mes es que ha empezado a reírse a carcajadas. No lo hace mucho, ni con grandes carcajadas, es más bien un eheheeeheh cuando algo le hace gracia, suele sonreír más que reírse la mayoría de las veces, pero cuando se carcajea es muy gracioso. En esto se parece a su madre, ya que yo no suelo carcajear mucho, y mi risa es bastante silenciosa... Vamos, que aunque no tenga la típica risa contagiosa de bebé, es para comérsela.
De peso y talla no sé cómo vamos, porque este mes no toca revisión, aunque ya usa casi toda la ropa de seis meses o 68 centímetros. La de 62 le va quedando pequeña. Y cada día está más rolliza, así que no me preocupa mucho. Seguimos con lactancia materna exclusiva y a demanda, y demanda mucho, la tía. Eso de que cuanto más mayores más espacian tomas en su caso no se cumple. A ver, durante la noche sí, se nota bastante que aguanta más horas, pero durante el día suele pedir cada dos o tres horas como mucho. Ya he aprendido a no mirar mucho el reloj y así es mucho más relajado todo. Este mes tampoco he tenido ningún problema con la lactancia, así que genial.
Le sigue costando un poco irse con otras personas que no seamos su padre o yo. Con las abuelas tiene un pasar, pero al abuelo le tiene un poco traumatizado, porque le hace pucheros sólo con verle. Eso sí, las pocas veces que la coge y la niña está contenta se le cae la baba a tope.
Por lo demás, es una bebé muy simpática y fácil de llevar. No suele llorar, aunque es verdad que se pasa el día en brazos, no le gusta mucho el carro, pero a nosotros no nos importa. Lo más que hace es quejarse un poco cuando no está cómoda. Pero de esto, de llorar y quejarse, ya hablaré otro día, que si no me extiendo demasiado.
En fin, que sólo queda un mes para que haga medio año que llegó a nuestras vidas, y todavía hay ratos que flipo mucho cuando pienso que tengo una hija. Algunos momentos han sido duros, pero cómo me hace sentir y lo que la quiero compensa todo el cansancio y los cambios infinitos de pañal con plasta. No me imaginaba que iba a ser así, pero me gusta mucho ser la mamá de mi chiquinina.