Pues nada, después de varios meses postergando y temiendo un poco el momento, con una primavera muy fría que no nos ayudaba a tomar la decisión, y una niña poco motivada a dejar atrás los pañales, tuvo que venir la profe de la chiquinina a decirnos "el lunes me la traéis sin pañal y con cuatro mudas por si acaso". Esto fue hace dos semanas justas.
Y el proceso ha sido así:
El fin de semana antes del primer día, compra de braguitas molonas y múltiples mensajes para ponerla en situación tipo "el lunes estrenamos las braguitas", "el lunes vas a ir sin pañal al cole como fulanito", etc.
Primer día, en casa por la mañana me monta un berrinche del copón cuando le pongo las braguitas en lugar del pañal. Se tira llorando veinte minutos diciendo que quiere pañal. Al final la calmo y se le pasa el berrinche. Tiene tres escapes en la guarde y uno por la tarde en casa. No salimos de casa porque llovía. Va al orinal o váter cada diez minutos.
Segundo día, cero escapes. Por la tarde vamos al parque y pide pis en la calle tres o cuatro veces. Hace pis en la calle y no tiene ningún escape.
Resto de días estas dos semanas ha tenido un escape un día en casa que iba a hacer pis al baño ella sola. Hemos hecho vida completamente normal porque pide pis y caca desde el segundo día. Cada vez aguanta más tiempo y sabe perfectamente cuando tiene ganas. En casa se gestiona ella sola con el orinal o en el váter con el adaptador y el escalón, y los usa indistintamente. En el cole avisa a la profe cuando tiene ganas y va ella sola. Fuera de casa no pone pegas a ningún baño y si nos pilla en la calle la cogemos en volandas y listo. Hemos llevado una muda extra durante unos días, aparte de la que llevamos siempre, pero no nos ha hecho falta.
De momento mantenemos el pañal para dormir de noche porque se levanta casi siempre con él bastante lleno. El de la siesta en la guarde ya no se lo ponen. En el coche no hemos hecho ningún viaje largo, pero los primeros días le puse un empapador en la silla por si se le escapaba, aunque no ha hecho falta.
Y nos falta a nosotros tomar un poco más de conciencia, porque lo ha puesto tan fácil que a veces se nos olvida que no lleva pañal, no hace falta preguntarle si tiene ganas porque siempre avisa, y muchas veces se nos olvida que haga pis antes de salir de casa. Y claro, luego nos toca en la calle de mala manera XD
En conclusión, que tanto prepararnos con orinal y cuentos de hacer pis no sirvió de mucho. La niña estaba más que madura para controlar pero le cuesta mucho lanzarse a los cambios a no ser que se sienta completamente segura. A veces hay que animarla un poco, y en este caso ha sido su profe la que ha dado el empujoncito final.
lunes, 30 de abril de 2018
miércoles, 25 de abril de 2018
Nos compramos una casa.
Dicen que la hipoteca une a una pareja más que cualquier otra cosa, porque si te separas y no quieres saber nada de la otra persona, vale, pero la hipoteca la tienes que seguir pagando sí o sí. Pues en estas nos vamos a meter. De cabeza y sin flotador.
Ahora que se acerca el momento y parece que se va haciendo más real, me siento más cómoda para escribir aquí sobre el tema, pero todo comenzó en agosto del año pasado. En ese momento se iban a cumplir cinco años de contrato de alquiler de nuestra casa y, como las negociaciones para prorrogarlo no fueron bien, decidimos empezar a mirar para comprar. La búsqueda de casa merece un capítulo aparte, así que no me voy a extender. El caso es que en noviembre encontramos un piso que nos cuadraba bastante, en la zona que nos gusta, orientación sur, piso alto, con terraza y reformado. Y de precio bastante ajustado. La parte menos buena es que era un poco más pequeño que nuestra casa y con dos habitaciones. Después de haber visto muchas mierdas y bastante caras, o alguna que estaba bien pero no nos cuadraba del todo, nos lo pensamos poco e hicimos una oferta al día siguiente. Por circunstancias ajenas, desde que firmamos el contrato de arras en noviembre, no habíamos podido poner una fecha para la firma, pero ya más o menos lo tenemos encaminado para que nos entreguen la casa el mes que viene.
Y ahora que se vuelve más real, que hemos dado ya el preaviso a los caseros, que ya sí que sí todo empieza a rodar, pues agobia e ilusiona a partes iguales. Y que se nos haya juntado con la búsqueda de cole y con el despido inesperado de Dani, tampoco ayuda a que últimamente esté tranquila y relajada.
Así que está siendo una primavera de muchos cambios y tenemos por delante empezar muchas cosas, una etapa diferente. Esperemos que sea para mejor y que en el futuro recordemos con guasa y cariño esta época.
Ahora que se acerca el momento y parece que se va haciendo más real, me siento más cómoda para escribir aquí sobre el tema, pero todo comenzó en agosto del año pasado. En ese momento se iban a cumplir cinco años de contrato de alquiler de nuestra casa y, como las negociaciones para prorrogarlo no fueron bien, decidimos empezar a mirar para comprar. La búsqueda de casa merece un capítulo aparte, así que no me voy a extender. El caso es que en noviembre encontramos un piso que nos cuadraba bastante, en la zona que nos gusta, orientación sur, piso alto, con terraza y reformado. Y de precio bastante ajustado. La parte menos buena es que era un poco más pequeño que nuestra casa y con dos habitaciones. Después de haber visto muchas mierdas y bastante caras, o alguna que estaba bien pero no nos cuadraba del todo, nos lo pensamos poco e hicimos una oferta al día siguiente. Por circunstancias ajenas, desde que firmamos el contrato de arras en noviembre, no habíamos podido poner una fecha para la firma, pero ya más o menos lo tenemos encaminado para que nos entreguen la casa el mes que viene.
Y ahora que se vuelve más real, que hemos dado ya el preaviso a los caseros, que ya sí que sí todo empieza a rodar, pues agobia e ilusiona a partes iguales. Y que se nos haya juntado con la búsqueda de cole y con el despido inesperado de Dani, tampoco ayuda a que últimamente esté tranquila y relajada.
Así que está siendo una primavera de muchos cambios y tenemos por delante empezar muchas cosas, una etapa diferente. Esperemos que sea para mejor y que en el futuro recordemos con guasa y cariño esta época.
viernes, 13 de abril de 2018
La escuela de Jackie Rueda, mi cámara y yo.
Llevo unos días dándole vueltas a esta entrada y cómo escribirla. No sé cómo llegué a conocer la escuela de Jackie Rueda, pero sí que puedo asegurar que ha sido todo un descubrimiento y ha cambiado mi forma de hacer fotos.
Hace unos meses, ya más o menos instaurada mi rutina con el yoga, decidí hacer alguna cosa más para mí. Para no perderme en el rol de madre, ni en la rutina de trabajo-parque-casa. Y siempre me ha gustado hacer fotos, de hecho hago muchísimas fotos, todos los días, y si nos vamos de viaje más todavía. Así que empecé a mirar cursos de fotografía online. Al principio dudaba entre la escuela de Jackie y los cursos de Hello Creatividad, pero después de ver el estilo de Jackie y las opiniones sobre sus cursos, me decidí a probar.
Empecé por Aventura, que es un minicurso de una semana sobre fotografía de viajes (mi favorita). Seguí por L'Atelier, que es un señor curso de cuatro semanas sobre fotografía básica. Durante esas cuatro semanas Jackie explica de forma muy clara conceptos básicos de fotografía y propone ejercicios. Ella misma corrige los ejercicios, así que he aprendido un montón con ellos. Yo ya tenía algunas nociones (de exposición, encuadre, etc.) pero este curso me ha servido para aprender a mirar, a pensar la foto antes de hacerla, a ver la luz y entender la exposición. Desde el primer día de curso puse mi cámara en modo manual y de ahí no se ha movido, y cada vez noto que me resulta más fácil y rápido ajustar los parámetros para que la foto esté bien expuesta. También me he atrevido con temas de fotografía que nunca había probado, y con otros que no les daba la importancia que tienen.
Pero como una imagen vale más que mil palabras, ahí van unas cuantas que hice durante las cuatro semanas de curso.
Y algunas que he hecho después del curso:
No hace falta tener un camarón reflex para hacer el curso, de hecho yo lo hice con una compacta. Es verdad que mi cámara tiene modo manual, y así pude aprovechar todo lo que nos enseñaba Jackie sobre la exposición. Y también es cierto que tras hacer el curso me apetece muchísimo comprarme una reflex y varios objetivos, pero como me han dejado una muy buena, de momento voy resistiendo la tentación.
Como profesora Jackie es muy cercana, tiene mucha paciencia y siempre una palabra amable. Sabe transmitir de forma muy sencilla conceptos complejos, tiene una envidiable capacidad de comunicación. Y es una fuente inagotable de inspiración. Y la comunidad que forman sus alumnos es acogedora y cálida, colaboradora y con muchas ganas de aprender.
El último minicurso que he hecho ha sido la semana pasada, y todavía no lo he digerido del todo porque tenía muchísima información. Ha sido Lazos, sobre cómo fotografiar a las personas que quieres (en mi caso, sobre todo la chiquinina). Y me ha dado un montón de ideas, mucha inspiración y futuros proyectos que tengo en mente. Para este curso ya me habían dejado la reflex, pero sorprendentemente estoy usando más el móvil, dándole más importancia a la parte creativa que a la técnica*.
¿Y todavía tienes ganas de más? Pues sí, me apetece hacer otros cursos con Jackie, como Librologie para aprender a hacer un buen libro de fotografías y guardar ahí los recuerdos, o L'Atelier II, que es un curso de fotografía avanzada también de cuatro semanas para profundizar más aún (pero éste tendrá que esperar a que tenga mi propia reflex** y la controle bien).
Mientras tanto, tengo muchos ejercicios pendientes por hacer de los diferentes cursos, intento participar en el juego de la vuelta al mundo de Jackie, me gustaría también empezar algún proyecto de 52 semanas o 365 días, y sigo en la comunidad de alumnos a través de Flickr, que me da muchas ideas, mucho feedback y crítica constructiva.
En fin, que la escuela de Jackie ha reanimado mis ganas de hacer fotos, y veo que he dado un salto cualitativo que sin muchas de las cosas aprendidas hubiera sido complicado.
*Al viaje a Galicia sí que me llevé la reflex y volví con cientos de fotos, mucha más práctica y bastante insatisfecha. Pero es lo que tiene saber un poco más de algo, que la autocrítica también aumenta de forma exponencial XD
**Sobre la compra de la cámara tengo que decir que creo que es inminente (porque me puede el ansiaputa más que nada). Me falta hacer una recolección de fondos y ya está XD
Hace unos meses, ya más o menos instaurada mi rutina con el yoga, decidí hacer alguna cosa más para mí. Para no perderme en el rol de madre, ni en la rutina de trabajo-parque-casa. Y siempre me ha gustado hacer fotos, de hecho hago muchísimas fotos, todos los días, y si nos vamos de viaje más todavía. Así que empecé a mirar cursos de fotografía online. Al principio dudaba entre la escuela de Jackie y los cursos de Hello Creatividad, pero después de ver el estilo de Jackie y las opiniones sobre sus cursos, me decidí a probar.
Empecé por Aventura, que es un minicurso de una semana sobre fotografía de viajes (mi favorita). Seguí por L'Atelier, que es un señor curso de cuatro semanas sobre fotografía básica. Durante esas cuatro semanas Jackie explica de forma muy clara conceptos básicos de fotografía y propone ejercicios. Ella misma corrige los ejercicios, así que he aprendido un montón con ellos. Yo ya tenía algunas nociones (de exposición, encuadre, etc.) pero este curso me ha servido para aprender a mirar, a pensar la foto antes de hacerla, a ver la luz y entender la exposición. Desde el primer día de curso puse mi cámara en modo manual y de ahí no se ha movido, y cada vez noto que me resulta más fácil y rápido ajustar los parámetros para que la foto esté bien expuesta. También me he atrevido con temas de fotografía que nunca había probado, y con otros que no les daba la importancia que tienen.
Pero como una imagen vale más que mil palabras, ahí van unas cuantas que hice durante las cuatro semanas de curso.
Y algunas que he hecho después del curso:
No hace falta tener un camarón reflex para hacer el curso, de hecho yo lo hice con una compacta. Es verdad que mi cámara tiene modo manual, y así pude aprovechar todo lo que nos enseñaba Jackie sobre la exposición. Y también es cierto que tras hacer el curso me apetece muchísimo comprarme una reflex y varios objetivos, pero como me han dejado una muy buena, de momento voy resistiendo la tentación.
Como profesora Jackie es muy cercana, tiene mucha paciencia y siempre una palabra amable. Sabe transmitir de forma muy sencilla conceptos complejos, tiene una envidiable capacidad de comunicación. Y es una fuente inagotable de inspiración. Y la comunidad que forman sus alumnos es acogedora y cálida, colaboradora y con muchas ganas de aprender.
El último minicurso que he hecho ha sido la semana pasada, y todavía no lo he digerido del todo porque tenía muchísima información. Ha sido Lazos, sobre cómo fotografiar a las personas que quieres (en mi caso, sobre todo la chiquinina). Y me ha dado un montón de ideas, mucha inspiración y futuros proyectos que tengo en mente. Para este curso ya me habían dejado la reflex, pero sorprendentemente estoy usando más el móvil, dándole más importancia a la parte creativa que a la técnica*.
¿Y todavía tienes ganas de más? Pues sí, me apetece hacer otros cursos con Jackie, como Librologie para aprender a hacer un buen libro de fotografías y guardar ahí los recuerdos, o L'Atelier II, que es un curso de fotografía avanzada también de cuatro semanas para profundizar más aún (pero éste tendrá que esperar a que tenga mi propia reflex** y la controle bien).
Mientras tanto, tengo muchos ejercicios pendientes por hacer de los diferentes cursos, intento participar en el juego de la vuelta al mundo de Jackie, me gustaría también empezar algún proyecto de 52 semanas o 365 días, y sigo en la comunidad de alumnos a través de Flickr, que me da muchas ideas, mucho feedback y crítica constructiva.
En fin, que la escuela de Jackie ha reanimado mis ganas de hacer fotos, y veo que he dado un salto cualitativo que sin muchas de las cosas aprendidas hubiera sido complicado.
*Al viaje a Galicia sí que me llevé la reflex y volví con cientos de fotos, mucha más práctica y bastante insatisfecha. Pero es lo que tiene saber un poco más de algo, que la autocrítica también aumenta de forma exponencial XD
**Sobre la compra de la cámara tengo que decir que creo que es inminente (porque me puede el ansiaputa más que nada). Me falta hacer una recolección de fondos y ya está XD
viernes, 6 de abril de 2018
Terminando mejor que empezó.
Ésta ha sido una semana bastante mala y estresante, por el curro y por la incertidumbre de cosas que vienen en breve. En fin, que he estado bastante agobiada y hasta me ha dado un tic nervioso en el ojo. También me empeño en hacer cosas (como cambiar hábitos poco saludables) en un momento en que a lo mejor no es el más adecuado, con todo lo que tengo por delante (solicitud de cole, hipoteca, mudanza, temas sanitarios variados), así que voy a priorizar estar tranquila y tomarme las cosas con calma en lugar de exigirme tanto.
Y practicar más yoga, que hace tres semanas que no voy y creo que mi paz mental también lo está notando.
Por otro lado la semana parece que acaba con mejoras y alegrías. Ayer cuando volvía a casa por primera vez este año vi algunos vencejos y eso me puso muy contenta. En mi cabeza significa buen tiempo, calorcito, fuera abrigo y menos ropa, vacaciones de verano, piscina y terracitas, excursiones y actividades al aire libre. Y cuando lo pienso se me pone una sonrisa en la boca :)
Con el mal tiempo que ha hecho hasta ahora, ni siquiera he tenido algún día que me oliera a primavera, así que me sorprendió bastante verlas ayer. Normalmente no aparecen hasta finales de abril, pero si eso significa que ya va a cambiar el tiempo, pues bienvenidos sean.
Y ya.
Y practicar más yoga, que hace tres semanas que no voy y creo que mi paz mental también lo está notando.
Por otro lado la semana parece que acaba con mejoras y alegrías. Ayer cuando volvía a casa por primera vez este año vi algunos vencejos y eso me puso muy contenta. En mi cabeza significa buen tiempo, calorcito, fuera abrigo y menos ropa, vacaciones de verano, piscina y terracitas, excursiones y actividades al aire libre. Y cuando lo pienso se me pone una sonrisa en la boca :)
Con el mal tiempo que ha hecho hasta ahora, ni siquiera he tenido algún día que me oliera a primavera, así que me sorprendió bastante verlas ayer. Normalmente no aparecen hasta finales de abril, pero si eso significa que ya va a cambiar el tiempo, pues bienvenidos sean.
Y ya.
martes, 3 de abril de 2018
Tres años (adiós a mi bebé).
La peque tiene claro desde hace días que el martes es su cumpleaños. Y hemos estado planeando qué íbamos a llevar al cole para los amigos, qué quiere de regalo de cumple o qué tarta le gusta para soplar las velas. Se nota mucho que mi chiquinina ya no es mi bebé. Es mi niña pequeña, que todavía me sigue necesitando mucho (y espero que toda la vida, yo todavía necesito mucho a mi madre también), pero cada vez es más independiente, una personita con ideas propias (a veces muy fijas), su personalidad y forma de ser.
A los tres años no toca revisión en el pediatra, aunque yo la voy pesando y midiendo de vez en cuando, más por la ilusión que me hace ver lo que crece que por otra cosa. La gente dice que está grande, pero sigue en su línea de niña pequeña y menuda. Ahora mide sobre 92 cm y pesa un poco menos de 14 kilos, siguiendo su línea habitual de crecimiento. Come sobre todo lo que le gusta, en eso ha salido a su padre, aunque por lo menos los gustos son un poco más variados.
Últimamente se le junta que no le ve mucha gracia a lo de ser mayor, con que nosotros tampoco tenemos mucha prisa para que crezca, así que tenemos varios frentes (como el de la operación pañal) en stand by. Sobre el tema de los pañales a mí se me ha juntado también la pereza con el frío, a ver si ahora en breve empieza un poco de mejor tiempo, lo que significa menos capas de ropa que cambiar con los escapes, y le damos el último empujón al tema. No es algo que me quite el sueño, de aquí a septiembre hay tiempo de sobra.
El tema del colecho tampoco nos quita el sueño, es más, dormimos los tres a pierna suelta excepto alguna patada que me llevo en mitad de la noche, y algún codazo que se lleva Dani por los ronquidos. No tenemos tampoco ninguna prisa porque la peque nos deje solos por la noche, se avecinan grandes cambios (casa, cole, trabajo, horarios...) y tampoco nos sale forzar un cambio más cuando ella no lo demanda. Sigue necesitando coger el sueño acompañada. Seguramente después podría dormir sola en si habitación, pero como todavía hay noches que pide agua o me llama, prefiero no tener que estar dando paseos por el pasillo. Seguramente con el cambio de casa le compraremos una cama de mayor, aunque no sé si irá a su cuarto o al nuestro. Iremos probando.
Me llama mucho la atención la capacidad de razonar y el pensamiento simbólico que tiene ya. Tiene muchísima fantasía, se monta unas historias jugando sola que a veces alucino. Ya estamos de lleno en la fase de preguntar absolutamente todo. Entre el "qué es eso" y el "para qué sirve" nos pasamos el día descubriendo el mundo y cómo funciona. A veces me hace unas preguntas que me dejan con el culo torcío. El otro día me pregunta "Mamá, ¿para qué sirven las palabras?" y me dejó así 0_o. Luego me dí cuenta que unos niños estaban jugando a decir la contraseña para subir al tobogán, y se refería a eso, pero menuda preguntita... También me hace mucha gracia cuando dice cosas de mayor. Ayer fueron a buscarme a la estación de tren en coche y cuando me monto me pregunta "¿Qué tal el trabajo, mamá?" XD Otras veces cuando pregunta cosas y le contesto, se queda callada un rato y casi se pueden oír sus circuitos neuronales trabajando a toda máquina. A mí me parece la niña más lista del mundo, pero supongo que les pasa a todas las madres.
Tiene su forma de ser, es tímida y un poco miedosa, muy, muy cauta. Tiene una capacidad de tolerancia a la frustración y la demora que ya la quisieran muchos adultos. Es simpática y curiosa, muy vergonzosa. Es cariñosa cuando quiere y con quien quiere, como tiene que ser. Ha salido un poco cuadriculada, aunque tiene facilidad para adaptarse a los cambios. No le cuesta nada compartir, a pesar de ser hija única. Es muy cuidadosa con las cosas y con los demás. También es muy sensible y sentida, le afectan mucho las acciones de los demás, lo que le dicen y le hacen, y le cuesta todavía defenderse.
En fin, que hoy hace tres años que llegó a mi vida para ponerlo todo patas arriba y mejorarla con creces. Mi bebé ahora es mi niña pequeña y ser su mamá es de las cosas más bonitas de mi vida.
¡Felicidades chiquinina!
A los tres años no toca revisión en el pediatra, aunque yo la voy pesando y midiendo de vez en cuando, más por la ilusión que me hace ver lo que crece que por otra cosa. La gente dice que está grande, pero sigue en su línea de niña pequeña y menuda. Ahora mide sobre 92 cm y pesa un poco menos de 14 kilos, siguiendo su línea habitual de crecimiento. Come sobre todo lo que le gusta, en eso ha salido a su padre, aunque por lo menos los gustos son un poco más variados.
Últimamente se le junta que no le ve mucha gracia a lo de ser mayor, con que nosotros tampoco tenemos mucha prisa para que crezca, así que tenemos varios frentes (como el de la operación pañal) en stand by. Sobre el tema de los pañales a mí se me ha juntado también la pereza con el frío, a ver si ahora en breve empieza un poco de mejor tiempo, lo que significa menos capas de ropa que cambiar con los escapes, y le damos el último empujón al tema. No es algo que me quite el sueño, de aquí a septiembre hay tiempo de sobra.
El tema del colecho tampoco nos quita el sueño, es más, dormimos los tres a pierna suelta excepto alguna patada que me llevo en mitad de la noche, y algún codazo que se lleva Dani por los ronquidos. No tenemos tampoco ninguna prisa porque la peque nos deje solos por la noche, se avecinan grandes cambios (casa, cole, trabajo, horarios...) y tampoco nos sale forzar un cambio más cuando ella no lo demanda. Sigue necesitando coger el sueño acompañada. Seguramente después podría dormir sola en si habitación, pero como todavía hay noches que pide agua o me llama, prefiero no tener que estar dando paseos por el pasillo. Seguramente con el cambio de casa le compraremos una cama de mayor, aunque no sé si irá a su cuarto o al nuestro. Iremos probando.
Me llama mucho la atención la capacidad de razonar y el pensamiento simbólico que tiene ya. Tiene muchísima fantasía, se monta unas historias jugando sola que a veces alucino. Ya estamos de lleno en la fase de preguntar absolutamente todo. Entre el "qué es eso" y el "para qué sirve" nos pasamos el día descubriendo el mundo y cómo funciona. A veces me hace unas preguntas que me dejan con el culo torcío. El otro día me pregunta "Mamá, ¿para qué sirven las palabras?" y me dejó así 0_o. Luego me dí cuenta que unos niños estaban jugando a decir la contraseña para subir al tobogán, y se refería a eso, pero menuda preguntita... También me hace mucha gracia cuando dice cosas de mayor. Ayer fueron a buscarme a la estación de tren en coche y cuando me monto me pregunta "¿Qué tal el trabajo, mamá?" XD Otras veces cuando pregunta cosas y le contesto, se queda callada un rato y casi se pueden oír sus circuitos neuronales trabajando a toda máquina. A mí me parece la niña más lista del mundo, pero supongo que les pasa a todas las madres.
Tiene su forma de ser, es tímida y un poco miedosa, muy, muy cauta. Tiene una capacidad de tolerancia a la frustración y la demora que ya la quisieran muchos adultos. Es simpática y curiosa, muy vergonzosa. Es cariñosa cuando quiere y con quien quiere, como tiene que ser. Ha salido un poco cuadriculada, aunque tiene facilidad para adaptarse a los cambios. No le cuesta nada compartir, a pesar de ser hija única. Es muy cuidadosa con las cosas y con los demás. También es muy sensible y sentida, le afectan mucho las acciones de los demás, lo que le dicen y le hacen, y le cuesta todavía defenderse.
En fin, que hoy hace tres años que llegó a mi vida para ponerlo todo patas arriba y mejorarla con creces. Mi bebé ahora es mi niña pequeña y ser su mamá es de las cosas más bonitas de mi vida.
¡Felicidades chiquinina!
domingo, 1 de abril de 2018
Marzo pasado por agua.
Vaya mes de lluvias que nos hemos llevado. Estoy con unas ganas de buen tiempo que no puedo con ellas, pero creo que habrá que esperar un poco más para quitarnos el abrigo y guardar el paraguas. Aparte de la lluvia, marzo nos ha traído las flores y un road trip por Galicia que me ha sentado fenomenal para descansar y desconectar del trabajo. Y hablando de trabajo, también ha sido un mes de malas noticias, pero bueno, habrá que tirar para adelante, no queda mucho más.
Y ya :)
Manifestación feminista, celebrando el cumple del primo y mi miniyogui. Sakura, viajes con mapa y mimosas. Dunas, hórreos y playas en el road trip por Galicia. |
Y ya :)