La chiquinina lleva todo el invierno preguntando cuando va a nevar, y lógicamente no entiende que sea invierno y no esté nevando todo el santo día, como le cuentan en el cole que es el invierno. El mes pasado hicimos un intento de subir a Navacerrada un sábado, para jugar un rato en la nieve y que se le quite el trauma, pero no hubo manera porque estaba hasta los topes y desde Cercedilla estaba la carretera completamente parada. Tampoco somos muy madrugadores los fines de semana, así que era de esperar. Nos dimos un paseo por Cercedilla y comimos en un sitio bastante bien:
restaurante Yeyu. Pero la peque se quedó con el disgusto de no pisar la nieve.
Como mi pequeña no se iba a quedar con las ganas de nieve, hace un par de semanas
le propuse obligué a Dani a pasar un finde en el pueblo y, aprovechando el viaje, subir a la Covatilla a que la niña se quitase las ganas. Y p'allá que nos fuimos el sábado por la mañana, sin madrugar mucho, como es nuestro estilo, comimos por el camino y según llegamos subimos a la estación de esquí. La verdad es que no había casi nieve, pero estuvimos un rato jugando y haciendo muñecos de nieve, tirando bolas, tomamos un café y se acabó. Rato en la nieve conseguido.
El resto del fin de semana fue como suelen ser allí en el pueblo: comer, beber y dar un paseíto por el campo. El domingo comimos en un sitio estupendo en Candelario después de tomar el aperitivo en una terraza al sol. Y después de comer para casa, que teníamos a los conejos solos desde el sábado por la mañana.
Así que ésa ha sido nuestra aventura de este año con la nieve. La verdad es que el año pasado fue más sencillo, con mucha más nieve y más cerca de casa, pero este año nos ha tocado un invierno primaveral y poco más podíamos hacer.
Así estaba la Covatilla hace justo ocho años:
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Igualita :\ |
Y me entraron un poco de ganas de volver a hacer snowboard, pero se me quitaron rápidamente acordándome del cansancio y los moratones en el culo XD
y ya.