A medio día estaba viendo en la tele a José Andrés y me he acordado de esta polémica que tantas controversias suscita entre los aficionados a la cocina en general, y los programas de cocina en particular. José Andrés ha pasado a conocerse por la sociedad española (bueno, o por la gente que me rodea) como el cocinero guarro de TVE. ¿Por qué este apelativo tan poco amistoso? ¿Tiene razón de ser? ¿Es justo y motivado? Depende, como todo en este mundo.
Si tenemos en cuenta que Arguiñano lleva en nuestras casas desde tiempos inmemoriales (yo le recuerdo de cuando iba al cole todavía ¿hace 12 o 13 años?), pues tiene un poco de explicación. Porque Arguiñano yo creo que es un poco obsesivo-compulsivo: es don Limpio en persona, ve un gotita de algo en la encimera y friega la cocina de arriba abajo. Yo entiendo que siendo profesional las cosas tienen que ser así, y no hay más vueltas, pero en nuestras casas dudo que haya muchas personas que lleven a rajatabla esa limpieza y ese orden que caracterizan a Karlos. Por otro lado es mucho más cercano y hace su programa pensando en el día a día de la gente.
Y un buen día llega a nuestros hogares José Andrés, que no es tan obsesivo, le gusta guarrear con la comida, pringarse las manos, le pide a sus duendecitos que le hagan las cosas... y crea polémica entre la audiencia. Sí, a veces se pasa con el sobeteo de la comida, y cada vez que dice lo de los duendecitos me pone mala, pero es otra forma de ver la vida. Como en esta vida nada es blanco o negro, por suerte o por desgracia, no me voy a inclinar por ninguno de ellos. Me gusta cada uno en su estilo, sabiendo que el mío está en el punto medio entre los dos.
Si tenemos en cuenta que Arguiñano lleva en nuestras casas desde tiempos inmemoriales (yo le recuerdo de cuando iba al cole todavía ¿hace 12 o 13 años?), pues tiene un poco de explicación. Porque Arguiñano yo creo que es un poco obsesivo-compulsivo: es don Limpio en persona, ve un gotita de algo en la encimera y friega la cocina de arriba abajo. Yo entiendo que siendo profesional las cosas tienen que ser así, y no hay más vueltas, pero en nuestras casas dudo que haya muchas personas que lleven a rajatabla esa limpieza y ese orden que caracterizan a Karlos. Por otro lado es mucho más cercano y hace su programa pensando en el día a día de la gente.
Y un buen día llega a nuestros hogares José Andrés, que no es tan obsesivo, le gusta guarrear con la comida, pringarse las manos, le pide a sus duendecitos que le hagan las cosas... y crea polémica entre la audiencia. Sí, a veces se pasa con el sobeteo de la comida, y cada vez que dice lo de los duendecitos me pone mala, pero es otra forma de ver la vida. Como en esta vida nada es blanco o negro, por suerte o por desgracia, no me voy a inclinar por ninguno de ellos. Me gusta cada uno en su estilo, sabiendo que el mío está en el punto medio entre los dos.
Y una vez zanjada (o no) esta cuestión, ahí va otra receta de regalo:
Tarta de manzana ultrafácil.
Ingredientes:
- 6 cucharadas soperas de harina.
- 6 cucharadas soperas de leche.
- 6 cucharadas soperas de azúcar.
- 2 huevos.
- 100gr. de mantequilla.
- 2 manzanas reineta.
- Mermelada de melocotón.
Preparación:
Se ponen en un bol todos los ingredientes menos una de las manzanas, que es para decorar. Se tritura todo con la batidora hasta que quede como una crema. Se enharina un molde de horno y se vierte la mezcla. Se decora con la otra manzana en gajos. Se hornea unos 30 minutos a 180ºC. Cuando al pincharla con un palillo salga limpio se le da brillo con la mermelada de melocotón rebajada con agua caliente y se gratina un poco para que quede doradita.
Más fácil imposible. Vamos, esto lo hace hasta un mico con los ojos cerrados.