miércoles, 4 de julio de 2012

De los mitos de las bodas (III).

Aunque haya lectores que me pidan encarecidamente que el blog vuelva a su ser habitual y me deje de flores y tocados, creo que eso no va a ser posible hasta mediados de agosto, más o menos ;)

Eso sí, prometo un relato pormenorizado sobre el viaje de novios, que sé que interesa mucho más y seguro que será más entretenido.

Mientras tanto, sigo con mi monotema...

Más mitos que he llegado a conocer sobre las bodas (y el matrimonio).

La novia se encargará de casi todo. Bueno, siempre que pienso en eso me vienen a la mente las siguientes palabras de alguien muy cercano: "Mi única misión era estar allí y decir que sí". Olé. Entre este extremo y el otro creo que hay muchos matices y situaciones que dependen básicamente de la forma de ser de cada uno. En mi caso, como Dani es un vago y un pasota, y yo soy una obsesiva con necesidad de tenerlo todo bajo control, pues sí que me he encargado yo de casi todo. De buscar los posibles sitios de celebración, mirar cómo se hacía el papeleo, buscar invitaciones y regalos para los invitados, etc. Luego, hacía una selección de lo que me gustaba, se lo enseñaba a Dani y decidíamos entre los dos. Pero no es algo nuevo, es una parte de nuestra forma de funcionar como pareja (aunque a veces me desespere un poco) y nos pasa igual cuando organizamos un viaje o buscamos piso, por ejemplo.

El matrimonio cambia la relación, serás más (o menos) feliz. El otro día le oí comentar a alguien que lleva casi un año casada que le habían preguntado qué tal la vida de casada, y que contestó que ni se acordaba de estar casada. Vamos, que exactamente igual que antes de la boda. Sí es cierto que puedes sentirte más ñoña ante la perspectiva de casarte. Es un compromiso, un proyecto en común, me hace ilusión y por ello últimamente estoy como más ñoñita. Pero para los que pretenden que el matrimonio salve su relación, están apañados (igual que los que tienen niños para arreglar su matrimonio... a esos habría que encerrarlos, porque encima implican a un pobre niño en la cuestión, pero eso es otro tema aparte). Como también están equivocados los que piensan que el matrimonio va a fastidiar su relación, va a hacerla aburrida, su mujer va a engordar y se va a terminar el sexo... Aunque no te cases, si no haces nada por evitarlo, la rutina acaba apareciendo en todas las relaciones, no tiene nada que ver con casarse o no.

Esto es algo muy importante que he aprendido en mi más o menos corta experiencia de vida: se pueden cambiar pequeñas cosas, pequeños hábitos o manías, aprender a comunicarse mejor, aprender a llevarse mejor, pero nadie cambia su forma de ser. Tú no puedes cambiar la forma de ser de alguien y nadie va a cambiar su forma de ser por ti. Y si te dicen lo contrario, te están mintiendo.

Los nervios previos son inevitables. En fin, esto depende de la forma de ser de cada uno, claro. Ya he dicho que hay ideas relacionadas con la boda que pueden llegar a estresar mucho (tenerlo todo bajo control, intentar contentar a todo el mundo, querer que salga todo perfecto...), pero fuera de eso, creo que los nervios que vayas a sufrir dependen de tu forma de ser. Si te pones malo de los nervios ante un examen, un viaje largo, una entrevista de trabajo, organizar una comida familiar o tener que comprar los regalos de navidad, pues lo más normal será que también te pongas de los nervios ante la tarea de organizar una boda. Si eres un pasota, como mi futuro, lo normal es que notes ligeros nervios los días previos a la boda. XD

También he leído que hay novias que se preocupan mucho porque tienen sueños o pesadillas con la boda. Desde mi forma de entenderlo (como humilde psicóloga), los sueños o pesadillas la mayoría de las veces suelen reflejar las preocupaciones de nuestro día a día. Si la boda es algo que ocupa mucho de tu tiempo y espacio mental, es normal que aparezcan esos sueños. Yo he soñado muchas veces con la boda en los últimos meses, la mayoría de las veces que las cosas no salían bien, lo que refleja mi preocupación. Sin ir más lejos, anoche soñé que el día de la boda el vestido que llevaba no era el mío, el ramo era muy cutre, todo el mundo llegaba tarde y yo decía "¡Así yo no me caso!" y me piraba. Pensándolo ahora me da risa, pero cuando lo estaba soñando fue un poco angustioso.

XD

Casarse cuesta mucho dinero. De esto creo que ya hablé de pasada, pero merece la pena dedicarle un apartado propio. Leyendo foros de bodas he visto auténticas barbaridades en torno a este tema: gente que tiene que pedir un crédito para organizar su boda, gente que decide que la boda la paguen los padres de los novios, gente con presupuestos exorbitantes... A ver, lo mismo es que soy muy pragmática, que me importa un huevo lo que piensen los demás, o que soy poco tradicional en este tema, pero mi idea es que si te quieres casar, gástate el dinero que tengas/puedas gastarte. ¿Qué sentido tiene endeudarse con una boda? Si puedes hacerlo gratis: el papeleo es gratis, el casarse por el juzgado es gratis y no te tienes que gastar nada más. Todo lo demás son cosas que te apetece añadir: invitar a tu familia, buscar un vestido bonito, el ramo, las invitaciones, los detalles...

No le encuentro ningún sentido a que todo el mundo tenga que invitar 200 personas a un menú de 180€ con cóctel, entrantes, pescado, carne, postre y cinco horas de barra libre, llevar un vestido de Rosa Clará de unos 3000€, comprar detalles para los invitados carísimos, llevar un ramo de 200€, invitaciones de las mejores, irte de viaje de novios a las Seychelles o a las Maldivas... Que si tienes el dinero para hacerlo y te apetece, pues ole por ti, pero si tienes que endeudarte para hacer esto sólo porque es lo que hace todo el mundo y es lo que se espera que hagas... Mal.

Y ya, que tengo que hacerme la comida y seguir preparando la maleta :)

lunes, 2 de julio de 2012

Y yo con estos pelos... (II)

Cinco días... Uff... Los días en la playa me han sentado fenomenal, pero ya estamos en la recta final. Aunque eso no va a hacer que siga contando cositas de mi pequeña boda.

Otra cosa que me ha costado un triunfo encontrar y que al final no tiene nada que ver con lo que había pensado en un principio, es el tocado que llevaré en el pelo. Cada vez hay más novias que prefieren llevar en el pelo un adorno al tradicional velo, sobre todo las que se casan por lo civil. Hay muchas posibilidades, desde las clásicas peinas a flores naturales.











Vistos en Etsy, El tocador de la novia, Lia Terni y Style me pretty.

Pues eso, yo tenía idea de una cinta estilo romántico, pero no quedaba bien con el peinado que he decidido. Y finalmente, mis padres me han regalado dos horquillas preciosas de nácar en forma de flor.


lunes, 25 de junio de 2012

La semana que viene...

Este fin de semana ha sido mi segunda despedida. La verdad es que la disfruté un montón y estaba mucho más relajada que en la primera (ya me había hecho a la idea de la diadema-polla en la cabeza XD). Las chicas me pasaron a buscar por casa el sábado a media tarde. Habían hecho unas camisetas molonas para todas. En las suyas ponía "Ana en Madrid se casa", y en la mía ponía "¡¡¡Sí, me caso!!! Ana en Madrid", y había un dibujo de playmovil-chica rubia con flequillo y con el pirulí de fondo. Me gustó un montón, todo un detallazo y muy personalizado. También me hicieron una diadema-tocado hecho a mano.

Me tapo un poco :P

Bueno, pues sin saber dónde me llevaban cogimos el metro rumbo a Madrid. Cuando salimos a la Gran Vía no tenía ni idea de donde podíamos ir... Hasta que llegamos a la Chocita del Loro, ¡me llevaba a ver un monólogo! Entonces el misterio era a quién íbamos a ver. Pues no me lo quisieron decir las jodías, así que esperé hasta que Goyo Jiménez salió al escenario. Tenía muchas ganas de verle y no había tenido la oportunidad todavía... y superó mis espectativas, y eso que no nos habló de los americanos... Hubo varios momentos que lloré de la risa. XD

Después de descargar muchas tensiones y un buen chute de endorfinas gracias a las risas, nos fuimos a cenar a un sitio muy chulo en Tribunal. Y después de la cena nos fuimos al Independance, al cual también le tenía muchas ganas, llevábamos meses diciendo que teníamos que ir, y también superó mis espectativas. Me lo pasé genial, la música estupenda, la compañía inmejorable, y mi camiseta con superpoderes hizo que terminásemos hablando con un montón de gente... ¡Hay que repetirlo!

Bueno, eso que lo disfruté un montón y que no hay palabras para agradecérselo a la organizadora de mis dos despedidas, que han sido mucho mejores de lo que nunca me hubiese imaginado... ¡Has dejado el listón altísimo, maja! XD

Ains...

Y hoy he estado terminando de organizar cosas, sobre todo de los centros de mesa, que es lo único que me queda por hacer. Mañana me voy a Conil hasta el viernes, para tomar un poco el sol y no ser "la novia cadáver 2" y para relajarme y olvidarme de las cosas de la boda unos días. La verdad es que no estoy nerviosa, para lo que soy yo, pero sí que estoy con el run-run casi todo el día... A la vuelta la sólo me quedará una semana.

Que por cierto, hoy una amiga me ha dicho "¡Que la semana que viene te casas!" y me ha entrado un poco de hormigueo en la punta de los dedos XD

La semana que viene... Si me lo dicen hace un año, no me lo creo. Tengo unas ganas de que llegue ya...

Y ya, ¡¡¡que me voy a la playa!!!

:)

lunes, 18 de junio de 2012

De los mitos de las bodas (II).

Sigo con los mitos que empecé el otro día.

Los detalles y la personalización son importantes. Esto es cierto, pero sólo me lo parece en parte. Por un lado, me parece que el personalizar tu boda hace que la sientas "más tuya". Cosas como las invitaciones personalizadas, hacer las tarjetas de agradecimiento con un mensaje especial, hacer cosas tú mismo, coordinar colores, detalles que dejen ver tu forma de ser, tus gustos o aficiones pueden hacer más bonita y personal tu boda... Pero hay un peligro grande en esto, que es perderse en los detalles y que los árboles no te dejen ver el bosque. Esto me ocurre mucho viendo páginas que publican fotos de bodas reales. Muchas veces lo único que sale en las fotos son esos detalles, que hacen muy bonito, pero me dejan pensando que las fotos que he visto podrían ser de una boda o de cualquier otro evento. Y eso puede pasar también cuando te encuentras inmersa en la preparación de la boda, y estar tan pendiente de los detalles que te olvidas de que es un día especial, para celebrarlo con la gente que quieres y pasarlo bien, y lo demás es accesorio.

Todo puede estar bajo tu control. Como psicóloga puedo asegurar que nunca puedes tener todo bajo control. Es más, casi todo está fuera de tu control. Como persona bastante obsesiva y controladora, me cuesta creérmelo y tenerlo en mente. El creer que puedes tener casi todo bajo control, si lo sumas a la idea de que los detalles son importantes, puede llevarte a un nivel de angustia muy elevado. Hay muchas cosas que no puedes controlar cuando preparas una boda. Sí, te centras en que todo esté lo mejor posible, pero no puedes controlar el tiempo, por ejemplo, o la conducta de los demás. No puedes controlar cómo se comporten tus familiares y amigos. Pero son así siempre, pretender que se van a comportar exactamente como tú quieres, sólo porque te casas, no es realista.Cuando llegue el día... lo mejor será intentar relajarse y no pensar en cómo te gustaría que saliesen las cosas, sino simplemente intentar disfrutarlas.

Todo tiene que (y va a) salir perfecto. Esto está muy relacionado con lo anterior. Te has esforzado mucho planeando todo, has dedicado mucho tiempo y energía, has pensado y planeado hasta el último detalle. Por lo tanto, todo debería salir bien. Pues no. Te gustaría que todo salga bien, pero el hecho de desearlo va a hacer que suceda. De hecho, como casi todo no está bajo control, es probable que algunas cosas no salgan bien. Que te manches el vestido, que llueva, que alguien se caiga bailando, que a alguien le siente mal el alcohol, que os olvidéis de hacer alguna sorpresa que habías planeado, que tu madre se ponga muy nerviosa, que a alguien no le guste la comida, o el sitio, o el vino, o los camareros... Seguro que algo saldrá mal, pero lo interesante sería no darle más importancia de la que tenga y disfrutar de todo lo que saldrá bien, de estar con tu pareja, familia y amigos y de la fiesta que has organizado para celebrarlo.

Es importante que tus invitados se lleven un buen recuerdo. Hay una cosa que no se debe olvidar mientras preparas una boda: es TU boda. Bueno, tuya y de tu pareja. De nadie más. Todo el mundo puede dar su opinión o consejo, pero eres libre de tomarlo o dejarlo. Porque a veces los demás lo hacen con su mejor intención, pero no se dan cuenta de la presión que pueden llegar a ejercer. Por eso creo que es importante hacer lo que sientas que quieres hacer. Porque es imposible que a todo el mundo le guste todo. Y me parece mejor que uno se sienta cómodo y haciendo lo que es su idea de una boda, a intentar contentar a la mayoría y al final sentir que lo que estás haciendo no es lo que te gustaría haber hecho.

Intentaré seguir con más cositas si tengo tiempo, que como me dicen mucho últimamente... ¡Ya no queda ná! :)

viernes, 15 de junio de 2012

De los mitos de las bodas.

Desde que Dani y yo decidimos casarnos he visitado muchas páginas, blogs y foros dedicados al tema de la boda. Son de mucha ayuda cuando no tienes ni idea de que tienes, puedes y/o quieres hacer. Cualquier cosa que se te ocurra, alguien ya la ha hecho antes y lo ha contado en internet, lo cual facilita mucho la vida, todo hay que decirlo. Pero si te sumerges en exceso en este mundillo puedes llegar a perder la perspectiva y volverte una novia-loca-obsesionada que ha perdido el norte. Yo hago esfuerzos para no volverme eso. De verdad.

Leyendo las experiencias de otra gente, parece que casarse es lo mejor que te puede pasar en la vida, que te embarga un sentimiento de felicidad indescriptible, que todo es fantástico y maravilloso... Cuando lo que yo siento la mayoría de las veces es un poco de agobio por tener que organizar algo tan grande, algo de expectación por no saber cómo saldrá todo, y bastantes ratos de ilusión, no lo voy a negar. Pero no he vivido los últimos meses en una nube, como dicen muchas novias por ahí.

Organizar una boda me parece una de las tareas más difíciles a las que me he enfrentado en mi vida. Involucra a muchas personas, muchos detalles y mucho dinero, por lo que en los últimos meses ha consumido casi todo mi tiempo y mi atención. Y eso que nuestra boda no es demasiado grande ni demasiado complicada. Claro, todo depende de las ganas que tengas de complicarte, y del tiempo y el dinero que quieras invertir en ello. Al fin y al cabo, puedes casarte en el juzgado un martes con un par de testigos y se acabó. Pero eso tampoco era lo que queríamos (aunque debo reconocer que ha habido momentos en que me han dado ganas de mandar todo a la mierda y hacerlo así, a la manera austera-total).

Será que nunca he sido demasiado romántica. O que no entiendo el romanticismo como la mayoría de las mujeres lo entienden. O que le doy más importancia a otras cosas en mi relación que al romanticismo. No sé, prefiero una cena en cualquier sitio con una buena conversación que una cena a la luz de las velas en un restaurante de postín y aburriéndome... Cosas así.

Por eso quería escribir un poco acerca de algunas situaciones, ideas o circunstancias que se explican en blogs y foros, que me han sorprendido porque yo no las he experimentado igual.

Esto es lo mejor que te puede (y que te va a) pasar. O como diría una conocida, "Lo mejor que hemos hecho en la vida ha sido casarnos, ¿verdad, cariño?" o algo parecido, también iba un poco borracha, y a lo mejor era algo como la exaltación de la amistad, pero con el matrimonio... Pues no sé qué decirte. Me siento más orgullosa de haberme sacado el PIR, por ejemplo. Y, emocionalmente hablando, me gustó mucho más irme a vivir con Dani de lo que está siendo el proceso de casarme con él. Que no digo que no sea algo bueno, si no me gustase la idea no lo estaría haciendo, pero de ahí a que sea lo mejor que he hecho... Además, no creo que el hecho de casarnos cambie mucho nuestra relación. Es más, me gustaría que siguiese igual ya que estoy muy contenta así. Aunque el otro día leí algo que me gustó mucho, de una chica, bastante feminista, que siempre había visto el matrimonio como algo contractual, como un acuerdo, como algo que te ata a otra persona. Hasta que encontró la persona adecuada, con la que quiso casarse, y después descubrió que el matrimonio para ella había significado una base segura sobre la que hacer muchos proyectos a medio y largo plazo. Me gustó esa idea.


El vestido tiene que ser TU vestido. Esto lo he leído repetidamente: "me probé nosécuantosmil vestidos y cuando me puse ése, supe que era MI vestido." Que si te embarga una felicidad absoluta, que si parece que te ha tocado el espíritu santo, que si te sientes transportada al éxtasis... Y ya no hay ninguna duda más, es ÉSE. Pues mira, yo me probé unos cuantos vestidos y elegí el que más me gustaba, estaba dentro de presupuesto y me quedaba bien. Y ya. Me sentí bien cuando lo encontré porque buscar vestido de novia para mí fue una actividad bastante estresante y sentí alivio cuando al fin terminé de buscar, pero de ahí al éxtasis va un trecho grande. Luego hay chicas que después de comprarlo a veces no se sienten seguras de si han elegido bien y lo viven como un auténtico drama, porque claro, las demás parecen tan felices y seguras, que si ellas dudan será porque algo va mal. Pues no, será que eres humana y dudas como todo el mundo, digo yo...

Hay más, que seguiré escribiendo en otro post. Esto me parece suficiente parrafada por hoy.