martes, 21 de octubre de 2014

Más cosas bonitas de bodas.

Antes de ponerme a tope con cosas de embarazo y bebés, sigo con cosas de bodas que me gustan, que no sé si dentro de unos meses voy a tener tiempo para embelesarme con vestidos delicados, flores preciosas y fotos emocionantes :P

De las últimas semanas me han gustado:

Detalles en vestidos que dan ganas de volver a casarse.

Usar el velo como mangas, me encanta.

Un vestido colorido.

Mangas y espalda preciosas.

Una espalda espectacular.

Encaje+recogido+flores :)
Flores y decoraciones.

Un ramo que me ha dejado sin palabras...

Flores y velas para decorar.

Centros de flores coloridas.
Muchas luces en el techo.

Me encantan las fotos de boda aquí-te-pillo-aquí-te-mato.




Y en Las Vegas no sólo se hacen bodas de Elvis y Marilyn...


Y ya.

lunes, 20 de octubre de 2014

Munich y Baviera en coche. Munich (I).

Bueno, empiezo a contar nuestro viaje a Baviera, lleno de cosas chulas y cervezas gigantes :)

El jueves 10 de Julio nos levantamos tranquilamente a las nueve, aunque yo llevaba desde las seis despierta, le había dado de comer a los conejines, me había leído todo el Feedly, había vuelto a mirar cómo se iba del aeropuerto de Múnich al hotel... Antes de las diez y media estamos en Barajas, porque mi padre nos hace el favor de llevarnos. Buscamos los mostradores de Lufthansa, facturamos la maleta y conseguimos las tarjetas de embarque. Tardan una barbaridad porque al parecer están cambiando el sistema informático. Pasamos el control de seguridad, buscamos la puerta de embarque y nos tomamos un café con un croisant, bastante malo y carísimo. Embarcamos al poco rato. En el avión nos dan de comer, lo que se agradece bastante porque llegamos a Múnich a las tres. Nos dan pollo con tomate y patatas fritas, que no está mal. Cuando llegamos la maleta sale enseguida y nos dirigimos al S-Bahn, que es como el cercanías en Alemania. De camino a la estación vemos unas máquinas para comprar los billetes del tren, antes de salir del aeropuerto, y los compramos allí mismo. Nos cuestan 10,40€ cada uno. En la estación el tren está en el andén, así que nos subimos y buscamos sitio. A los pocos minutos sale. Cogemos la línea S8 hasta Rosenheimer Platz, que es la estación más cercana al hotel. Tarda media hora en llegar, sin transbordos ni nada.

Al llegar a Rosenheimer Platz miramos el mapa de la estación para saber hacia donde salir. El hotel está a tres manzanas de la salida. Pasamos por un Holiday Inn, un Novotel y casi hemos pensado que nos hemos perdido, cuando llegamos por fin. El hotel es el Motel One Deutsches Museum. Es un hotel bastante básico, pero moderno, limpio y con buena ubicación. Al hacer check in nos dicen que tenemos que pagar la estancia porque no hacen check out, ya que no tienen servicios que puedan suponer más cargos (servicio de habitaciones, minibar o llamadas). Pagamos y preguntamos por el parking, porque el lunes cogeremos el coche. Nos dicen que son 12€ al día y que está abierto 24 horas. Nos parece un precio razonable. Subimos a dejar la maleta en la habitación y mandamos mensajes con la wifi.

Salimos del hotel a las cinco con la idea de dar una vuelta y cenar algo. Hace frío y mal tiempo, está chispeando, así que salimos con las cazadoras y el paraguas. De camino al centro me compro un trozo de pizza en un puesto, porque estoy canina desde la una que hemos comido en el avión. Vemos Isartor, el ayuntamiento viejo (Altes Rathaus) y Marienplatz. Cuando lo ve, Dani piensa que el ayuntamiento nuevo (Neues Rathaus) es una iglesia. Como estamos algo cansados y el tiempo no acompaña, decido llevarle a Hofbrauhaus para empezar por todo lo alto. Pero antes de ir hacia allí, compramos un mapa por 20 céntimos en la oficina de turismo del ayuntamiento.

Hofbrauhaus es la cervecería más famosa de Múnich y yo creo que la más grande (o eso parece, por lo menos). Aunque son las siete de la tarde, ya hay muchísima gente, pero conseguimos una mesa libre al fondo del todo. Pedimos dos Hofbrau Original de un litro (cerveza básica del sitio), unas salchichas wiener y unas bratwurst blancas. De postre pedimos un apfelstrudel que me sabe a gloria. Hay fotos que lo atestiguan, pero no las voy a subir aquí :P

Nuestras primeras Hofbrau.

Mmmm... Apfelstrudel... *babeo*


Después de la merienda-cena, nos damos otro paseíto por Marienplatz, y nos vamos al hotel a dormir, porque yo estoy bastante hecha polvo.

El viernes a las seis ya está amaneciendo, ya he dormido nueve horas, pero me doy la vuelta y sigo durmiendo otras tres horas. Nos levantamos tranquilamente, y nos vamos hacia el centro. De camino desayunamos en una cafetería dos capuchinos y dos croissants (para variar un poco, desayuno estándar de todos los viajes). Pasamos por Isartor y vamos hasta Viktualienmarkt, que es un mercado al aire libre. Paseamos por sus puestos y después pillamos el carrillón del ayuntamiento. Entramos en la iglesia de St. Peter pero están dando misa y no podemos hacer fotos, así que nos damos un paseo por Kaufinger y Neuhauser Strasse, viendo por el camino las iglesias que hay en estas calles y el museo de caza y pesca con su jabalí en la puerta. Llegamos a Karlstor y Stachus. Volvemos hacia el centro dando una vuelta alrededor de la catedral. Una de las torres está en obras, lo que afea un poco las fotos, pero es impresionante aún así. Entramos pero nos quedamos también sin fotos por la misa, mala suerte.

Isartor
Altes Rathaus

Puesto de verduras en Viktualienmarkt.

El carrillón del ayuntamiento.

Todos atentos al carrillón.

Paseo por Kaufinger Strasse

Karlstor.

El museo de caza y pesca.

Las torres de la catedral.

Interior de la catedral.
Al salir de la catedral hace sol y aprovechamos para sentarnos en una terraza, en Agustiner am Dom. Dani se toma una cerveza de trigo y yo un spritz. Después del aperitivo seguimos con el paseo por Marienhof hasta Max Joseph Platz. Entramos a comer en un sitio normalito, yo pasta al estilo muniqués, con queso y cebolla frita, muy rica, y Dani una hamburguesa, con dos Paulaner de medio litro nos sale por 36€ la comida. Después, decidimos volver un rato al hotel para echar una siesta, ya que es pronto. Nos hemos adaptado enseguida al horario alemán. Además, como me he dejado la guía en Madrid, aprovechamos la wifi del hotel para mirar sitios para comer que recomiendan en el foro de Los Viajeros.

Pasta al estilo muniqués.
A media tarde, descansados, volvemos paseando al centro y hacemos merienda-cena en el Agustiner que hay enfrente de HB. Hay menos gente que en HB y se está más tranquilo, y la comida es igual de buena o mejor. Tomamos unas cervezas rubias con medio codillo al estilo muniqués (que es asado, en lugar de cocido como en el norte de alemania), riquísimo. El camarero es un poco sieso y no nos quiere cobrar con tarjeta los 27€ que nos cuesta la cena. Como es pronto, damos otro paseo por Marienplazt y nos sentamos en una terraza en Rosenstrasse a tomar otra cerve tranquilamente. Volvemos al hotel y nos tomamos la última en el lobby, que es viernes y hay que aprovechar.

Medio codillo. Riquísimo.
Todavía nos quedan dos días en Munich y muchas cosas que ver, pero nuestras vacaciones siempre lo tomamos con calma, y estos días no van a ser diferentes ;)

Las entradas sobre el viaje a Munich y Baviera en coche:
Preparativos y presupuesto.
Múnich (I).
Múnich (II).
Castillo de Neuschwanstein.
Ratisbona.
Núremberg.
Salzburgo.
Cerezas, comidas, cochazos y resumen.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Trimestre nuevo, vida nueva.

Bueno, ahora que ya se lo he contado, más o menos, a todas las personas importantes de mi entorno (a mis pires me ha costado un poco, pero bueno), puedo decirlo ya aquí sin miedo a que nadie lo tome mal. Mmmm... A ver cómo lo enfoco. Mejor lo digo directamente.

Estoy embarazada.

A mí todavía me cuesta creerlo a veces. Sobre todo cuando me encuentro bien, porque vaya primer trimestre que me he cascado. Primero retortijones y diarreas (que es muy bonito y agradable), y después náuseas, vómitos y cansancio infinito. Todo precioso. Para que luego digan que el embarazo es maravilloso. A ver, que tiene cosas que molan. Algunas. Sobre todo poder ver lo que está creciendo dentro de ti, y que se parece a una personita, es emocionante. Y hace que me lo crea un poco más. Y escuchar cómo late el corazón. Se te cae una lagrimilla cuando lo escuchas la primera vez. Y la segunda. Y la tercera...

¿Y que cómo he llegado a esto? Pues nada, un día se te despierta el instinto maternal, sobre todo porque ves que estás al lado de la persona adecuada para formar una familia. Pero la persona adecuada no lo sabe (que es adecuada para formar una familia) y no se ha planteado nunca si quiere hacerlo. Así que tras unos meses de hablar sobre ello, acaba queriendo (aunque no lo reconozca abiertamente). Y ahí empieza La Búsqueda. Esto da para otro post que ya escribiré otro día. Y un buen día, tras muchas cervezas alemanas y vinos riojanos, te haces El Test (ya hablaremos de esto) y es positivo. Y te bajas a comprar cerveza 0'0 y tinto de verano sin alcohol porque esa noche celebras tu cumpleaños.

Lo mejor es cuando se te pasa el acojone, ves que todo va bien, y empiezas a contárselo a la gente. Mola. Porque las alegrías compartidas son mejores.

En los últimos días han pasado un montón de cosas. He tenido a mis padres ingresados. Sí, a los dos. Son así de inseparables, les gusta hacerlo todo juntitos. Han sido días de mucha tensión, susto y agotamiento físico y mental, pero por suerte ya están los dos en casa y parece que se ha quedado en un susto nada más. También me empiezo a encontrar mejor físicamente. Estoy menos agotada, aunque tengo más dolores cuando me canso, y las náuseas ya no son tan frecuentes. Y creo que llevo más de una semana sin vomitar... ¡Ole! Y, por último pero no menos importante, por fin estoy de baja y no volveré a trabajar hasta dentro de muchos meses, cuando ya sea mamá. En realidad no es una baja, sino una prestación por riesgo laboral, y es una de las cosas buenas que tiene mi empresa, que como trabajamos con población que supone mucho riesgo, a las embarazadas enseguida nos manda a casa.

Me va a venir estupendamente para pasar el embarazo tocándome la barriga, y nunca mejor dicho, porque desde hace una semana me ha salido una panza de repente que ya no es mi michelín. Y mola tanto que me paso el día manoseándola :)

Y también me va a venir bien para pasar unos días en casa, porque mi querido maridito, futuro padre de mis vástagos, me ha pegado un buen catarro y vivo con la nariz pegada a un clínex :(

En fin, que ahora que tendré más tiempo, y un nuevo tema de reflexión, espero pasarme más a menudo por aquí, a seguir contando mis peripecias.

miércoles, 1 de octubre de 2014

De autorreproches, excusas y disculpas.

Últimamente de vez en cuando viene a mi mente la siguiente conversación mental:
-¡¡Chsss!! ¡Rubia! Que tienes megahipermaxiabandonao el blog ese tan bonico que de vez en cuando escribes.
+Yaaaa... Ya lo séeeeee... Pero últimamente estoy taaaan perraca. Además, no tengo mucho que contar.
-¿Cómo que no? ¿Y el peazo viaje a Alemania? Que al final te van a dar las uvas, como todos los años.
+Yaaaa... Pero tengo que seleccionar las fotos, y retocarlas un poquito, y son muchasmil, y me da una pereza.... *Bostezo* Además estoy muy cansada y tengo muy poco tiempo.
-Qué mentira. Tienes el mismo tiempo que siempre, con ponerte un rato, una mañana, alguna chorradilla puedes ir contanto.
+Es verdad. Pero estoy taaaan cansada. Mira cómo tengo la casa, patas arriba. A ver si cuando tenga un poco más de tiempo me pongo a todo.
-Pero mira que eres...
+Ya lo sé. A ver si mañana... :(

Y así pasan los días, y las semanas, y a lo tonto me planto en Octubre sin haber escrito apenas en todo el verano. En fin. Que pronto espero tener más tiempo para actualizar. Y más temas para escribir. Pero tengo que esperar unos días más para ponerme al tema. Y no sólo por perrería. Un poco sí, pero no sólo :P

Sólo para redimirme un poco, pongo al miniGroot bailongo, que siempre alegra el día ^-^

martes, 23 de septiembre de 2014

Entre idas y venidas.

Este ha sido un fin de semana duro, y no porque se haya terminado el verano, que siempre es un motivo de tristeza para mí. Ha sido un finde de viajes largos y cansados, de ida y vuelta, de hospital, tanatorio y cementerio, de días largos y noches cortas en un hotel, de atascos, de pizzitas y platazo de macarrones, de "más triste que Badajoz un domingo"...

Y aparte de eso, que ya está aquí el otoño, lo que no contribuye a mejorar el ánimo. Aunque el doodle de Google sea bonito. Aunque el amarillo y el naranja sean mis colores favoritos. Aunque sea época de recoger moras y castañas. Aunque otra vez me pueda arrimar a Dani en la cama sin asarnos de calor.

Bueno, si lo pienso, el otoño no está tan mal, aunque haya empezado bastante regular. Pero me da en la nariz que va a ser un buen otoño.