viernes, 27 de junio de 2014

Sorry, we're closed...



Pues ná, que hoy es mi último día laborable antes de las tres semanazas de vacaciones que me he cogido este año. Mañana tomamos rumbo a Salamanca y nos vamos de boda (sí, el evento de este año, que no falte). ¿He dicho ya lo que me molan las bodas? ¿Y que las bodas de amigos son la leche? Buenovaledeacueeeerdo, dejo ya el tema bodas. El domingo volvemos a Conil de la Frá, a pasar una semana de relax, playa, dormir, comer atún encebollao y cazón, siestas, cañas, mojitos de Jorge, repetir y mezclar en el orden que se desee... Ains, qué ganas de playa. Creo que el culo ya me va oliendo un poco a arena. Y después de la playa, nos vamos a Munich y a recorrer Baviera en coche. Planazo, vamos. Y todo en compañía de mi maridito, que no se puede pedir más, ni mejor compañía.

Pues nada, que no creo que pase mucho por aquí hasta finales de Julio. Si acaso alguna visita rápida para dar envidia (y cuanto más cochina, mejor). 

¡Feliz verano!

jueves, 26 de junio de 2014

Viaje a Tokio (IX): Asakusa, Ueno y Shibuya.

El sábado por la mañana nos levantamos como siempre, sin madrugar demasiado, pero no muy tarde para no perder la mañana. Es nuestro último día completo en Japón y queremos aprovecharlo. Tomamos nuestro desayuno en el Starbucks y vamos al metro para hacer el viaje hasta Asakusa (De la C06 a la C07 y transbordo para ir de la G06 a la G19), es el día que más tiempo pasamos en el metro.

Salimos de la estación por la salida 3 y vamos a ver Kaminarimon, o la puerta del trueno, con sus dos dioses protectores a los lados. Hay muchísima gente, aunque nos parece normal porque es sábado y hace un día estupendo. Mientras sacamos fotos a la puerta, se acercan dos chicas y nos preguntan si nos pueden hacer una encuesta (en inglés, claro). Dicen que están haciendo un estudio sobre la influencia del desastre de Fukushima en el turismo internacional. Nos hace una cuantas preguntas sobre nuestra idea de Japón antes del viaje y una vez que ya hemos conocido el país. Al terminar nos regalan una tarjeta muy bonita en agradecimiento. Una experiencia curiosa. Después paseamos por Nakamise-dori, que es una calle llena de tiendecitas, sobre todo de recuerdos y productos típicos (para gaijin como nosotros, vamos). Tengo que reconocer que alguna chuminada cayó :)

Kaminarimon

Nakamise-Dori

Llegando al templo

Un jardín a la entrada del templo.

El templo Senso-ji es uno de los más famosos y bonitos de Tokio. Es un templo budista y está dedidado a Kannon, la diosa de la misericordia. Llegamos a la puerta del templo y vemos la pagoda de cinco pisos, el edificio principal (en el que Andrea se atreve a hacer una ofrenda), también vemos el Asakusa-jinja, que es un santuario sintoísta que está en el mismo recinto del templo. En este santuario vemos una celebración Shichi‐go‐san, como las que vimos en el templo Meiji.

La puerta del templo

La puerta y la pagoda

Las lámparas en la puerta.

El recinto del templo




Después de ver el templo damos un paseo hasta el río Sumida para ver el Tokyo Skytree y el edificio de la Cerveza Asahi, con su famoso "cagarro dorado", que dicen que representa la espuma de la cerveza... En fin. Damos un paseíto por el parque que es la ribera del río y volvemos a la estación para comer algo. De camino nos encontramos un café de conejos. Es como una tienda en la que venden conejos y en la planta de arriba tienen una cafetería en la que puedes estar con los conejos. No nos entretenemos mucho, sólo unas cuantas fotos, y nos acordamos de Polete, que nos espera en Madrid. En la estación de JR Dani nos hace un poco de chantaje y acabamos comiendo en una barbacoa coreana, otra vez. La verdad es que el sitio está muy bien, más moderno que la otra barbacoa, y bastante económico. No llega a los 4000 yenes entre los tres, con cervezas y todo. Damos otro paseíto por la zona para bajar la comida y cogemos el metro hasta Ueno (G19 a G16).

El río Sumida y Tokyo Skytree

El famoso "cagarro dorado".

Un conejito ^^

Comiendo de barbacoa coreana... guanmortaim.

En los puestos que hay cerca de la estación no cabe ni un alma, está petadísimo de gente, así que ni nos podemos acercar a ver qué es lo que venden, así que decidimos entrar en el parque. Vemos el estanque con los nenúfares gigantes. De caminno a Bentendo, que es un templo octogonal, hay una zona con puestos de comida y mesas al aire libre, muy agradable, los yakitoris tienen muy buena pinta, pero acabamos de comer hace un rato, así que no los probamos. Vemos también Kiyomizu Kannon-do, que nos hace gracia porque en Kioto nos gustó mucho el Kiyomizu-dera.

Bentendo

Aunque parezca mentira, todo eso es un estanque.

Tras el paseo por el parque estamos cansados, pero como es el último día, Andrea y yo hacemos frente común para pasar un rato por Shibuya de compras. Entramos en el 109 y nos damos una vuelta, pero la ropa que hay nos resulta bastante rara, cosas muy aniñadas/cursis/monas pero a la vez un poco provocativas. Buscando información sobre ello, he descubierto que ese centro comercial es la meca del estilo gyaru. Después entramos en el Forever 21 y ahí sí que cae algo. Cruzamos por última vez el famoso cruce de Shibuya y entramos en el Tokyu (otro centro comercial) para comprar los últimos recuerdos para la familia. Volvemos al hotel a dejar las compras y salimos a cenar. Entre que es tarde y que estamos hechos polvo, no nos comemos mucho la cabeza y vamos a un italiano que está enfrente del hotel. Cuando terminamos sólo nos queda hacer la maleta e irnos a dormir. Al día siguiente nos tenemos que despedir de Tokio. Por suerte nos llevamos muchas experiencias geniales, recuerdos y miles de fotos con las que podremos revivir estos días desde casa.

Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

miércoles, 18 de junio de 2014

Las ilusiones ópticas de OK Go

El nuevo vídeo de OK Go me parece flipante. Casi supera al archiconocido vídeo de las cintas de correr.

Y como estamos a miércoles, pero mañana es fiesta y tengo planazo, me vale como musicote del miércoles-viernes :P



Mola.

martes, 17 de junio de 2014

Viaje a Tokio (VIII): Akihabara y museo Edo-Tokyo.

El viernes nos levantamos y nos acercamos a tomar el consabido café al Starbucks. Con la barriga contenta ponemos rumbo a Akiba (que es como llaman los tokiotas a la zona de Akihabara). Está chispeando y hace bastante fresco, pero eso no hace nos desanimemos, porque tenemos un día completito por delante.

Cogemos el metro (Estaciones de la C6 a C8 y transbordo para ir de la H6 a la H15). Cuando salimos del metro estamos rodeados de edificios llenos de tiendas de electrónica, salones de juegos y de frikadas varias. Entramos a varios centro comerciales, a un edificio entero lleno de máquinas recreativas, a una tienda llena de figuras de anime. Al final, después de que Dani nos de la chapa un buen rato con las tablets y cacharros que se quiere comprar, acabamos comprando algunos souvenires para la familia. Andrea y yo nos compramos el típico paraguas transparente, por 400 yenes, que nos parece muy económico, y ese día nos viene al pelo. Comemos en un Mos Burger que vemos por allí y después de comer cogemos el JR hasta Ryogoku, que son dos paradas desde Akihabara.

Edificios en Akiba
Recreativas extrañas...Type or die!
Recreativas frikis...
Típica recreativa de Japón
Recreativas para sacarse fotos y retocarlas.
Curioso el anuncio de la siesta en el regazo de una chica...
Figuras de anime
Más figuras de anime
Bajo las vías del tren...

La entrada al museo Edo-Tokyo cuesta 600 yenes cada uno. Este museo cuenta la historia de la ciudad. Tiene una reproducción del puente de Nihombashi, muchas miniaturas que ilustran cómo era la cuidad en la época Edo cuenta la evolución hasta su occidentalización tras la segunda guerra mundial. Muy recomendable. Le echamos tres horas y nos encantó. En la puerta tienen paragüeros con cierre, lo que nos viene genial para dejar los paraguas mojados, y dentro tienen taquillas donde dejar las bolsas y abrigos, que son gratuitas. La tienda de recuerdos también merece la pena.

Ordenadas filas para entrar al tren.
Reproducción del teatro Kabuki dentro del museo.
Miniatura de la ciudad.
Preciosas ilustraciones antiguas.
Otra miniatura del puente Nihombashi y el río.
Alucinantes los detalles de las miniaturas.
Al salir llueve y es de noche, así que no nos apetece mucho dar una vuelta por la orilla del río Sumida, así que vamos al hotel, dejamos nuestras compras, y nos vamos a tomar unas cervezas al Hobgoblin, que está cerca del hotel. Ya que estamos allí aposentados, cenamos una ensalada y unas salchichas con patatas fritas por no buscar otro sitio. Entre la cena y las cervezas nos gastamos 9000 yenes, que es la cena más cara del viaje, pero bueno, a menos de 30€ cada uno al cambio tampoco está tan mal... A las once o así, después de todo el día danzando, nos vamos a la cama bastante cansados. Al día siguiente, sábado, nos espera un día soleado en Asakusa, Ueno y vuelta a Shibuya.

Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

viernes, 13 de junio de 2014

Me mola.

Hoy estoy contenta. Miro la entrada de ayer y parezco ciclotímica. A ver si voy a estar regulera de la azotea... Bueno, casi todos los loqueros estamos un poco así, supongo que mientras sólo sea que me animo con una mañana de compras, no será grave :P

Me mola que es viernes, y luego iré con mi maridito a tomar unos vinitos, a nuestro recién descubierto nuevo bar favorito: Cerca de casa, con variedad de vinos, nos ponen buenas tapas y nos tratan bien. No se le puede pedir más. Bueno, a lo mejor un poco de espacio, por que es enano, pero no se puede ser perfecto.

Me mola que he encontrado mi nueva camiseta favorita (muchos nuevos favoritos por aquí, lo sé) y creo que no me la voy a quitar en todo el verano. Es superchula, con un estampado molón, fresquita para el calor y holgada para no marcar mi nuevo michelín favorito. Bueno, no es favorito, pero nuevo sí. El año que viene estará destrozada y tendré que buscarme otra, pero mientras aguante le voy a dar tralla. Es lo que tiene el ciclo de la camiseta favorita.

Me mola hacerme la manicura. No soy muy de pintarme las uñas, pero me relaja arreglármelas. Y me relaja mucho más si me las arregla alguien que sepa. Es más caro, lo sé, pero es un momento de relax parecido a ir a la peluquería. Te dejas mimar y durante un rato te olvidas de todo lo demás.

Me mola que hoy me escaparé un poco antes, porque total, todo el mundo estará al partido de fútbol y nadie me va a echar en falta durante esos noventa minutos.

En fin, que lo dejo ya. Que hacía mucho que no escribía una entrada eufórica de los viernes (desde que tengo el turno de tarde no es lo mismo). Así que para no perder las buenas costumbres, les dejo con el musicote :)

Del nuevo disco de Damon Albarn, Everyday Robots, me mola esta canción: Heavy Seas of Love