¡Ya está aquí!

¡Ya está conmigo! ¡Ya está en casita! ¡¡¡Mi tessssoorooo!!! ¡¡¡¡¡QUÉ BONICA ES LA JODÍAAAAA!!!!!

Y cualquiera que pase por aquí pensará ¿qué le ha dao a esta tía loca?, y con razón. Me explico. Nunca he creído en el amor a primera vista, pero ayer me sucedió. Estaba bastante convencida, aunque soltar unos miles de euros siempre duele un poco, sobre todo al bolsillo. Pero bueno, yo iba a recogerla y pensaba para mí misma No creo que se me quede pequeña pronto, seguro que le voy a dar mucho uso y vamos a pasar grandes momentos juntas, lo vamos a disfrutar de lo lindo, etc, etc, etc... Como si me tuviese que autoconvencer todavía.

Pero fue verla en la calle, cuando la sacó el señor mecánico, subirme encima de ella, oír el ronroneo de su motor, sentirla entre mis piernas y... caí locamente enamorada de ella. Si es que una se puede enamorar de una moto, claro.

Pero vamos, a las pruebas me remito, es que ES una belleza.

Con ese rojo reluciente y ese bastidor y esas líneas suaves y esa figura afilada y ese amortiguador rojo y ese corazoncito de dos cilindros en uve y... y... y... Ya, vale, ya paro, que me embalo.

Creo que a partir del jueves o el viernes que viene ya dejará de llover y nevar y estas inclemencias climáticas que hay ahora, y por fin podré hacerle el rodaje como es debido a mi nueva adquisición :)