De viernes, percances a los treinta y bodas.
Por fin es viernes. Uf... Me ha costado superar mi primera semana completa (gracias a los puentes y tal) tras las vacaciones. Pero ya ha llegado el finde y en un par de horas estaré de camino a casa, para comer y echarme una buena siesta.
Lo del percance ha sido bastante risible. He tenido que cumplir 30 años para hacerme mi primera pitera (también conocida como brecha en la cabeza). Tranquilidad, no ha sido grave. No ha necesitado grapas ni otras intervenciones aparte de agua oxigenada y mimitos de vez en cuando. Tendré que aprovechar ahora lo que no tuve de pequeña... Hay que echarle un poco de morro y tampoco Dani se hace mucho de rogar con los mimos ^^
Lo que me da un poco de cosa es la sesión de peluquería que tengo, porque mañana nos vamos de boda. Ya se sabe que a algunas peluqueras les gusta masajear la cabeza como si les fuera la vida en ello. Tendré que pedir delicadeza...
Y eso, que al fin ha llegado la boda de mi cuñao. Creo que ya he dicho alguna vez que soy muy fan de las BBCs, soy así de hortera, qué le voy a hacer. Pero desde que soy más mayor y se casa la gente de mi edad (más o menos), las bodas me gustan más aún. Supongo que será que puedo desparramar más (sobre todo si no son de familia). Las tres últimas me lo pasé genial y espero que la de mañana sea igual o mejor. Con que llegue al nivel de desparrame de la despedida de soltera ya será impresionante XD
Pues ná, que ya haré la crónica un día de estos, cuando se me pase la resaca :P
Y ya.