Y se acabaron definitivamente las vacaciones...
Bueno, se le acabaron a Dani. Yo sigo de vacaciones hasta el 15 de septiembre, y luego ya estaré de excedencia. Esta segunda parte de las vacas ha sido mucho más relajada. El domingo nos volvimos del pueblo porque echábamos de menos nuestra cama, sobre todo la peque, que estaba durmiendo regular. De vuelta en casa ha cogido otra vez su ritmo de sueño, menos el sábado por la noche que tuvimos juerga a las cinco de la mañana... Pero son momentos puntuales.
La semana la hemos aprovechado bastante. Hemos comido por ahí todos los días, hemos ido a la sesión teta y de compras, hemos estado un ratin en la piscina, hemos paseado y tomado cañas, hemos disfrutado mucho de estar los tres juntos todo el día, hemos visitado a amigos que han sido papis (guanmortaim), hemos visto a los abuelitos... Ayer, para despedir las vacaciones, cenamos japo en la terraza, con Andrea y Alex. Que vaya desastre de terraza que tengo este año, por lo menos he conseguido que no se me mueran muchas plantas. En fin, que me voy del tema...
Hoy ya nos hemos quedado solitas otra vez la peque y yo, echando de menos al marido y padre de la familia, a ver si nos toca el euromillón y podemos pasar de depresión postvacacional y mierdas similares. Qué duro la vuelta a la rutina...
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