domingo, 28 de febrero de 2021

Febrero apresurado

Entre que tiene menos días y que hemos entrado en velocidad crucero de la rutina, después de las navidades, de la nevada y acontecimientos varios de enero, febrero se me ha pasado visto y no visto. Cosas que han pasado (aunque haya sido un poco desapercibidas): Seguimos pasando los fines de semana bastante caseros, aunque nos han levantado por fin el confinamiento y pudimos salir del pueblo a hacer una excursión al campo. Han florecido las mimosas y los almendros, cerezos y ciruelos, lo que mola mucho porque recuerda que la primavera está a la vuelta de la esquina. Se nota que ya va anocheciendo más tarde y a las siete todavía hay algo de luz. Hemos seguido con los viernes de pizza, cocinando los fines de semana y retomado los aperitivos en la terraza (como en el confinamiento), pero también hemos vuelto a salir a comer fuera y a tomar algo. He empezado a hacer ganchillo/crochet, a ver cómo va esto. Hemos comprado una cama con canapé, una mesa de centro (y varias moñadas más en Ikea) y estamos pensando en comprar un sofá nuevo. Se nota que ahora pasamos mucho más tiempo en casa. 

Y poco más. Ya entrando en Marzo, estoy esperando ansiosa la Semana Santa, porque me voy a coger vacaciones como de colegio, y aunque no vayamos a ir a ningún sitio, seguro que descanso y disfruto de mi chiquinina y de mi maridito sexy. 


Ikea, crochet y atardeceres.
Mimosas, excursiones y sakura.
Terraceo, comidas caseras y más compras.

A ver si estas cuatro semana se me pasan tan rápido como febrero :P

viernes, 12 de febrero de 2021

Invencible.

Eso dice Dani que soy, ahora que tengo las dos dosis de la vacuna puestas y ya ha pasado más de una semana de la segunda. Y yo cuando lo escucho pienso en los OkGo.


Pero vamos, que yo no he cambiado en nada lo que hago en el día a día. Sigo con mascarilla perpetua fuera de casa y en el trabajo. Sigo con el gel hidroalcohólico y el lavado de manos frecuente. Sigo sin salir de casa nada más que para llevar a la chiquinina al cole, ir a trabajar y dar algún paseo. Sigo evitando entrar en sitios cerrados. Y sigo confinada en este pueblucho infernal, así que no hacemos ni excursiones. Vamos, que mi vida ahora mismo es como cuando empezó la desescalada pero con trabajo. 

La segunda dosis, que yo la estaba temiendo, no fue para tanto. Estuve más jodida que con la primera, un par de días que me dolía (o más bien me molestaba) todo el cuerpo  cansancio y malestar general, pero nada más. No sé si es bueno o malo, me hace dudar de si mi cuerpo habrá generado inmunidad, pero bueno, por mucha vacuna creo que no nos vamos a librar pronto de todo esto. Según la preventivista de mi trabajo, la vacuna sirve para no enfermar gravemente, pero sí puedes coger el bicho y contagiar a otros. 

Yo sigo pensando que queda mucho por investigar de este bicho, que aún hay muchísimas cosas de su transmisión y de las diferentes reacciones que produce en la gente que no entendemos. 

Pero sólo podemos seguir haciendpo lo que está en nuestra mano para no enfermar y no contagiar a los más vulnerables.