Al rico solete invernal.

Últimamente mi cuerpo ha sufrido un aumento de masa, de medidas a lo ancho, que en ciertas partes mola, he redescubierto un escote que no sabía que iba a volver a salir, pero que a nivel de lorza abdominal ya no me produce tanto regocijo... Ains.

Que sí, que ya sé que antes me faltaba algún kilillo, que dejar de fumar tiene infinitos beneficios para mi cuerpo y este pequeño inconveniente, que no voy a dejar de comer lo que me salga de... esta frase no va por buen camino... lo que se me antoje, los riojas con tapa, las cañitas con pincho, las guarrerias varias, los absolutcontónica del Gato, las lentejas de mamá, los albariños con pulpo y un largo etcétera que no hace falta enumerar. Arg.

Por ello, ya que no me encuentro con ganas de privarme de comer y beber, decidí que tendría que aumentar mi actividad física, que desde que terminó mi rotación en la interconsulta se ha reducido a menos tres. Jo.

Y, a todo esto, alguien se preguntará ¿qué cohones tiene que ver esto con el título del post? ¿Ein?

Pues que, a falta de piscina municipal y aprovechando el buen tiempo, me estoy aficionando a los paseos al solete por el centro al salir de currar. Porque da gustico caminar con el sol caldeando el cuerpo cuando te paras en un semáforo. Y mola ver el paisaje urbano del centro a mediodía. Y me gusta mirar a la gente con la que me cruzo. Y anima escuchar a Supersubmarina de fondo. Y después de una hora andando a buen ritmo te sientes mejor, como más activa y satisfecha. Supongo que serán los opiáceos endógenos esos. ¡Bien!

Y si esto no funciona, siempre me consuela pensar en la visión que tiene mi niño de mi ganancia de peso: le gusto más porque hay más de mí XD

De cosas del feisbuk.

Ahora que Antuán se ha hecho un feisbuk y el mundo no se ha terminado (tanto resistirse pa' luego ná, si es que...), creo que viene al caso enseñar aquí el perfil de un gran amigo de nuestra infancia (de la infancia de los que rondamos los treinta, claro). No tiene desperdicio:

El perfil de Oliver Atom.



Con todo lujo de detalles, hasta los anuncios personalizados. Y eso de que Cristiano es primo de Mark Lenders ya nos lo olíamos desde hace tiempo XD

Y que feliz finde, salid con los colegas y dejaos de tanto internete :P

Sin prisas (o de momentos de epifanía).

Ayer tuve un momento de iluminación, de epifanía... una revelación. Y un mundo nuevo se abrió ante mis ojos y todo era más claro, más sencillo... como más mejor... nosesimexplicobien... Pues no, tendré que hacerlo un poco mejor.

Resulta que estaba yo a las ocho y cuarto de la mañana haciendo una tutoría con mi tutora PIR (como su propio nombre indica), y ella me preguntaba que qué tal estaba, en general en todos los aspectos de mi vida. Y yo que sí, que muy bien tó, pero me quedé con la coplilla durante toda la mañana. Vamos que a las horas, cuando volvía en metro a casa (lugar muy adecuado para reflexiones varias y devorar libros, entre otras cosas), me quedé pensando y, quitando las Navidades que no han sido para tirar cohetes, en general estoy tranquila. Y me invadió una sensación de paz muy agradable. Y me di cuenta que últimamente ya no corro, ya no persigo nada en concreto, no tengo ningún objetivo importante a corto plazo (o por lo menos ninguno vital), no tengo prisa, estoy a gusto donde estoy y no me apetece cambiar las cosas.

Creo que nunca me había sentido así. Siempre, o por lo menos desde que empecé a tener una mentalidad medio adulta, había tenido muy claro cual era el siguiente paso, tanto en lo profesional como en lo personal: termina la carrera, pasar curso por año, exámenes en febrero, junio y septiembre, estudiar el PIR, sacar la plaza, hacer la residencia, tener pareja, conservar pareja un tiempo suficiente, buscar un piso de alquiler, independizarme, tener una vida adulta... Uf, cansa sólo de pensarlo...

Ahora que mi vida está más o menos estable, y que hasta dentro de un año y pico no me tengo que plantear mi futuro profesional, me apetece descansar y disfrutar. Porque sí, supongo que la felicidad está en buscar los objetivos que deseas e intentar conseguirlos. Pero también es sentarte a disfrutarlos cuando los has conseguido. Y cuando me aburra de disfrutarlos, ya me buscaré objetivos nuevos, que siempre hay tiempo para todo.

Supongo que todo esto me pasa porque últimamente estoy superñoña (guanmortaim). Y para demostrarlo, el musicote de hoy va acorde con mi estado de ánimo ^^

Una de miles...

Imagínense una semana de Enero que haceunfrioquesetecongelanlaspelotis y lo que haga falta. No creo que sea complicado a día de hoy.

Imagínense que llega la hora de dormir y, a pesar de la calefacción a todo trapo, las sábanas parecen recién sacadas del congelador.

Imagínense unos pies sin una gota de sangre y más fríos que el hielo polar (que es más frío que cualquier otro hielo, comprobado científicamente, cienporcienpuroalgodón).

Y finalmente, imagínense que él, noche tras noche, haciendo un alarde de valentía y masoquismo a partes iguales, todas las noches, sin saltarse ni una sola ¿eh?, se mete en la cama, tantea un poco el terreno y te dice (con tono de haber aceptado su inexorable destino): Veeengaaa... Ponme los pies que te los calieeeentooo...

Si eso no es amor, que baje quien tenga que bajar y lo vea ^^

También es una de las muchas razones por las que me encanta que vivamos juntos, aunque no todas son tan egoístas por mi parte, que conste :P

De vuelta y media...

No, no ha sido un buen inicio de año. Y sí, han sido dos semanas bastante angustiosas, pero afortunadamente la cosa ha tenido la mejor resolución que podía tener. Y pasando por cosas así te das cuenta de lo importante que es cuando pides salud para los que quieres, y de lo impotente y perdida que te sientes cuando falta.

Pero bueno, no quiero ponerme melodramática, ya que bien está lo que bien acaba. Y para celebrarlo, un vídeo de un primo pequeño de mi bolita de pelo (qué cosa más mona ^^) y el eterno propósito de escribir un poco más a menudo por aquí ;)



Y ya