lunes, 2 de junio de 2014

Viaje a Tokio (VII): Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.

Sigo con el viaje a Tokio, a ver si lo termino antes de las vacaciones, que se me va a juntar con el que haremos en Julio a Baviera...

El jueves nos levantamos sobre las ocho y media. Hoy nuestro plan era ir a Akihabara y al museo Edo-Tokyo, pero como el pronóstico del tiempo dice que mañana va a llover decidimos dejarlo para mañana, así en el museo estaremos a cubierto y calentitos. Así que hoy hacemos nuestro plan para el viernes. Desayuno en el Starbucks, que va a ser una rutina ya en el viaje, y un momento de relax, de planificar el día y despertarnos un poco. Cogemos el metro y nos acercamos hasta la estación de Shinjuku (De la C06 a C03 y transbordo de F15 a F13, ).

Salimos por Kabukicho y damos una vuelta por la zona. Es todavía temprano y no hay casi gente, pero es curioso ver los sitios extraños que hay: putis, sitios de streaptease, locales para ver porno, love hotels... Buscamos el Don Quijote, que es una cadena de grandes almacenes, pero como no lo encontramos, cruzamos la estación de tren de Shinjuku para ir hacia el Goberment Building. La estación es impresionante de grande y cuando salimos hacia la zona oeste de la estación cambia mucho el paisaje. Ahora estamos rodeados de rascacielos y se nota que es una zona de negocios. En el edificio del ayuntamiento subimos al mirador de la torre sur, que es el que se puede ver casi los 360 grados. Hacemos muchísimas fotos de Tokio desde la altura. Las vistas son impresionantes y el día es muy bueno. Sólo falla que la presión no es lo suficientemente alta y no podemos ver el Fuji desde allí, porque en los días más claros se puede ver.

Un edificio curioso en Shinjuku

Las calles de Kabukicho

Tokyo Government Building

Vistas de Shinjuku

La Tokyo Sky Tree al fondo

El parque Yoyogi

El Park Hyatt Tokyo.

Al fondo se ve el Fuji en los días claros.

La gente en el mirador norte.

Los rascacielos de Shinjuku desde abajo.

Después de descansar un rato en el mirador, decidimos ir a comer a Roppongi Hills, que es un centro comercial gigante. Cogemos de nuevo el metro desde Shinjuku hasta Roppongi (E27 a E23). Comemos en un restaurante japonés, aunque parece algo tipo Vips pero de allí. Comemos donburi acompañado de sopa de miso y ensalada, cada uno de una cosa diferente, y está buenísimo, a parte de ser bastante barato.

Anuncio en el metro.

Mi comida.

La comida de Andrea.

Después de la comida nos damos un buen paseo hasta Tokyo Tower, que es la que se parece a la Torre Eiffel. De camino vemos un Don Quijote y para allá que vamos. Nos tiramos un buen rato viendo la cantidad de chumindas que venden. Llegamos a la torre y nos hacemos unas cuantas fotos, pero decidimos no subir porque ya está anocheciendo y también hemos tenido suficientes vistas desde las alturas esta mañana. Descansamos en los alrededores de la torre comiendo uno de los famosos crepes tokiotas. Hay muchos puestos de crepes por todas partes, pero al final este es el único que comeremos en todo el viaje.

Vista de la torre desde Gaien Higashi Dori

La torre.

Desde debajo.

El crepe.

Ichijoji con la torre detrás.

Para terminar la tarde de centros comerciales vamos a Tokyo Midtown, que es otro enorme centro comercial. Damos una vuelta y encontramos un bar muy fashion con happy hour, así que aprovechamos para tomar unos vinos y unas cerves a 700 y 500 yenes, respectivamente. Como estamos bastante cansados, volvemos hacia el hotel y compramos la cena en un Seven Eleven, unos sandwiches y unos fideos con cosas, que hacemos con el hervidor que hay en la habitación. Después de cenar y aprovechar un rato la wifi, nos vamos a dormir, que ha sido un día bastante movido y largo.

Vinito blanco.

Al día siguiente, viernes, vamos a ver Akihabara y el museo Edo-Tokyo, y el pronóstico nos dice que va a llover.

Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

sábado, 31 de mayo de 2014

C'est fini... el mes de las flores.

Ale, otro mes más para la saca. Y ya estamos prácticamente en veranito, hoygan. Así da gusto que se pase la primavera. La única pega es que este año no he comprado flores ni ná. Estoy siesa. Sólo las rosas que me regaló Dani por Sant Jordi. Que acabaron devoradas por los conejos... Es lo que tiene que sea una de sus chuches favoritas.

Hoy sábado me quedo de Rodríguez, porque mi señor marido se va de despedida de soltero. Aunque más bien es un cumpleaños, porque creo que no van ni a vislumbrar teta. O me ha engañado vilmente para que yo me quede tranquila. En fin, que se van a pasarlo bien, con tetas o sin ellas. Por ello, y porque mis padres están pasando el finde fuera también de juerga con amigos, voy a aprovechar el día para hacer cosas para mí misma, maiself. Véase (que hace mucho que no hago listas):

  • Sacar la ropa de verano y guardar la de invierno. Sí, estoy mu loca y no voy a esperar al cuarenta de mayo. Alguna chaquetita dejaré fuera, por si refresca, pero ya estoy hasta los huevos de ver las bufandas y los jerseys de lana, ya limpitos y lavados, en medio del salón. Porque hasta que algo no se vacía no se puede volver a llenar... En fins, entretenimiento del bueno.
  • Depilarme y arreglarme las uñas. Cosas que nos encanta hacer a las chicas, o que ya no queda más remedio cuando empiezas a ser la prima de Chewie, o cuando has estado currando con tu macetohuerto y las uñas parecen las de un gañán cualquiera.
  • Adecentar un poco la terraza. Esta no sé si será hoy, mañana o un día de estos, pero le empieza hacer falta un repasillo serio, chapa y pintura, preparación para las cenas de verano.
  • Tomar el sol. Si el tiempo lo permite, esta tarde pienso tomar el sol en mi terraza, que pa' algo la tengo. Con cuidadín y protección, eso sí. A ver si voy pillando tonillo para la boda que tenemos en cuatro semanas. Como los jachondos del ayuntamiento no abren las piscinas hasta el finde que viene, tengo que poner remedio casero.
  • Salir por Madrid con Andrea. Que hace bastante que no lo practicamos. Eso sí, hoy los vinicos tendrán que ser pocos y controlados, que anoche me pasé un poco, me vine arriba, y ahora estoy con un poco de resaquilla digestiva (prefiero no ser más explícita para no ofender sensibilidades ajenas).
Y ya. Que se me ha pasado el mes muy rápido, casi parece que nos fuimos antes de ayer a la casa rural en Semana Santa y ya sólo me quedan cuatro semanitas para las vacaciones de verano. A ver si junio es tan disfrutable como mayo y también se pasa volando.

domingo, 25 de mayo de 2014

Soy una cocinillas... hoy, dos recetas con obleas.

Nunca me han gustado mucho las empanadillas que se hacían en mi casa, con obleas tipo La Cocinera y fritas. Me resultaban muy pesadas. Ahora en casa, hemos descubierto un nuevo uso para esas obleas y lo usamos un montón para los días que no sabemos qué hacer de cena: minipizzas.

Para hacer las minipizzas sólo hay que poner las obleas (las que se quiera por persona, nosotros comemos entre tres y cuatro cada uno, depende del hambre que tengamos) en la bandeja del horno, encima de un papel de horno, y poner por encima lo que se quiera: queso y jamón cocido o cualquier otro fiambre o embutido, atún, pimiento, cebolla, champiñones, pollo, tomate... En una cena también de aprovechamiento, porque se le puede poner por encima cualquier cosa que tengamos en la nevera. Se meten al horno a 180 grados y en cinco minutos están hechas.

Además, el otro día, después de darle unas vueltas y haber hecho el apfelstrudel, me apetecía algo dulce con manzana, pero no tenía ganas de ponerme a hacer los strudel, así que cogí un par de obleas, les puse por encima unas rodajas finitas de manzana, espolvoreé por encima un poco de azúcar y canela, y lo metí al horno unos cinco minutos a 180 grados. Rápido, muy limpio y súpersencillo para un postre no muy pesado pero muy rico. No sé como llamarlas, según Dani son minipizzas de manzana, pero queda un poco raro el nombre. Mientras me lo pienso, lo recomiendo como alternativa fácil y rápida al strudel (sé que no tiene nada que ver, pero con la vaguería y el antojo de un postre de manzana al horno, da el pego).



PD: Feliz domingo, pero... ¡¡¡id a votar todos, leñe!!!

jueves, 22 de mayo de 2014

Para las novias del año que viene.

Como bien sabe cualquiera que me lea un poco, soy una gran fan de los vestidos de novia desde que era pequeña. Durante la adolescencia lo dejé un poco, pero desde que empecé a preparar la boda, me ha vuelto a dar fuerte. Así que, como estos días ha sido la Barcelona Bridal Week me apetece hacer un repaso de lo que más me ha gustado. Y si le sirve para alguna novia que se case el año que viene, mejor.

Pronovias

Pronovias

Pronovias

Rosa Clará

Rosa Clará

Detalle manga

Cymbeline

Cymbeline

Cymbeline

Cymbeline

Hannibal Laguna

Inmaculada García

Jesús Peiró

Jesús Peiró

lunes, 12 de mayo de 2014

Cole nooooo...

Creo que eso es lo que decimos todos de canijos los lunes por la mañana. Y más después de dos semanas muy cortitas, por el puente y los días libres adicionales. Ole.

Unas cuantas cosas que contar: Que en el puente me lo pasé como una enana. Que qué verde es Irlanda. Qué bonita la costa del Norte y la Calzada del Gigante. Que cuantas cervezas y vinitos nos hemos tomado, y qué bien se está en los pubs (propiamente irlandeses). Que qué soltura con el castellano se gasta ya nuestro irlandés favorito. Y que qué gusto da ver a los amigos de verdad, con los que parece que no pasa el tiempo porque la confianza sigue siendo la misma. A ver si me entretengo en escribir y editar fotos para una entrada de Irlanda del Norte.

Este finde pasado, nos fuimos el sábado a ver el nuevo monólogo de Goyo Jiménez. Y que muy bien. Algo irregular porque hubo ratos que lloré de la risa y otros que no me hizo tanta gracia, pero en general muy divertido y recomendable.

Y qué mal la vuelta al cole. Por suerte fueron solo tres días la semana pasada porque volví el miércoles a currar. Y esta semana es de cuatro días porque el jueves es San Isidro. Y así nos vamos aclimatando, que desde Semana Santa casi no trabajo ni una semana entera. Y después de esta semana a pensar en celebraciones múltiples: cumpleaños sorpresa-no-tan-sorpresa, boda en Salamanca y ya después las vacaciones.

Que nos vamos a Conil (sí, Dani se ha dejado convencer otro año mas). Y después nos vamos a Múnich y a darnos un garbeo por Baviera. Peazo vacaciones me esperan. Una se tiene que consolar pensando en más vacaciones, que los días postvacaciones son mu malos.

Y ya.