domingo, 20 de julio de 2014

Viajar con conejos (segunda parte).

Ya escribí mi experiencia tras haber hecho varios viajes con Paul en el coche, recogida en esta entrada del año pasado. Este año la experiencia ha cambiado, porque íbamos con dos conejos, en lugar de uno, aunque los destinos han sido similares: en Semana Santa a Ávila y la semana pasada a Cádiz, con escala en Salamanca a la ida, pasando una noche allí.

Esta vez los conejos fueron en el transportín. Es un transportín bastante grande, caben los dos holgados, se pueden hasta tumbar los dos sin molestarse, pero no metimos la esquinera porque con ella sí que iban a ir un poco apretados. A la ida a la playa, como eran bastantes horas, les puse un empapador dentro del transpotín, por si se les escapaba algún pis, que no acabaran empapados, pero en las paradas empezaban a morderlo y acabaron perdidos de polvo de celulosa, que es lo que llevan dentro los empapadores. A la vuelta vinieron sin nada, y no hubo pis ni ná, a pesar de las seis horas y pico de coche. Los consejos que ponía en la otra entrada los mantengo:

  • Llevar el transportín sujeto con el cinturón de seguridad para que no se mueva.
  • Durante el viaje no suelen comer o beber, pero ofrecerle comida y bebida en las paradas, que están más tranquilos.
  • Tapar la jaula con un pañuelo o tela para que no le dé el sol directo.
  • Cuidado con el calor, que se pueden poner muy malitos. Si paramos no dejarles solo dentro del coche al sol.
  • Intentar conducir lo menos brusco posible, para que no se resbale por toda la jaula o el transportín en las curvas o en frenadas.
  • No poner música muy alta.
  • Si tenemos oportunidad de hablarle y acariciarle durante el trayecto, también se tranquilizará más.
Este año Paul ha ido mucho más tranquilo en los trayectos. Me parece que la presencia de Damara le tranquiliza mucho. Sin embargo ella lo ha pasado un poquito peor, o por lo menos es lo que parecía. Durante los viajes Paul ha cogido su posición de espatarrado, que es como menos se menea, y en las paradas comía heno y bebía agua, lo que me hacía pensar que iba bastante bien. Damara ha ido más hecha una bolita, con algún derrape en alguna curva. También ha comido un poquitín de heno en las paradas, pero no quiso beber nada. En los dos trayectos largos, al llegar enseguida se han puesto a comer y hacer sus conguitos, lo cual ha sido muy tranquilizador (eso para mi).

Como este año también hemos hecho viajes al extranjero (que ahí sí que es prácticamente imposible llevarles), hemos tirado del tío Álex, que nos ha hecho el grandísimo favor de encargarse de los conejines y estar con los bichos en casa gran parte del día. Así se pasan casi todo el día sueltos por casa. Vamos, que están mejor que cuando están con nosotros.

Así que, un año más puedo decir que llevarnos a los conejines de vacaciones ha sido positivo, aunque en el coche vayamos como una carreta de feria, con más trastos y equipaje que nada, pero es una tranquilidad tenerles con nosotros y saber que están bien.

martes, 8 de julio de 2014

Viaje a Tokio (y X): Vuelta a Madrid, consejos y resumen.

Termino el diario con nuestro viaje a Tokio, por fin, que pasado mañana nos vamos a Baviera y se me van a acumular los viajes :P

El domingo salimos a desayunar a las nueve. A las diez ya estamos haciendo check out en el hotel porque el día anterior dejamos hechas las maletas. Vamos en el metro a Tokyo Station y compramos los billetes para el siguiente Narita Express. Nos toca esperar un rato en el andén. Cuando llega el tren buscamos nuestros asientos y nos disponemos a pasar el rato que dura el trayecto hasta el aeropuerto. Yo termino de escribir las notas para hacer este diario. Me siento un poco melancólica, se nos acaban las vacaciones y nos vamos de Japón, que es uno de mis sitios preferidos en el mundo. Ya en el tren vamos haciendo planes para volver algún día, ir con Andrea a conocer Kioto, pasear otra vez por Nara, ver los castillos y los templos de la zona de Kansai... En fin, que no nos hemos ido y ya queremos volver.

En el aeropuerto facturamos el equipaje y pasamos los controles de seguridad. En el avión nos vuelve a tocar separados. Este viaje no me agobia tanto porque vamos a llegar a Madrid a la hora de cenar y si no duermo nada, tendré mi cama esperándome en casa. Al final es lo que ocurre, que en el vuelo de Tokio a Roma no duermo nada de nada, pero me dedico a ver una película (El llanero solitario) y a leer en mi kindle. Dani al otro lado del pasillo hace la momia, envuelto en la manta, se queda sobado gran parte del vuelo, así que no me sirve de mucho entretenimiento, aparte de reírnos un poco Andrea y y yo de su posición de momia para dormir. Eso sí, en el vuelo de Roma a Madrid me quedo tronchada antes de que despegue el avión y duermo las dos horas y pico que dura el vuelo.

A las once y pico llegamos a Madrid, nos han venido a buscar por lo que llegamos enseguida a casa y directamente nos echamos a dormir. Para nosotros con el jet lag son las siete de la mañana, sin haber dormido casi nada, así que se puede decir que nos quedamos inconscientes nada más meternos en la cama.

Como consejos para todo aquel que quiera ir a Japón, desde mi experiencia puedo decir:

  • Ya sabéis que soy muy partidaria de organizar por tu cuenta los viajes en lugar de hacerlo organizado o por agencia. Es muchísimo más barato, y en Japón es especialmente fácil porque es un país muy seguro, la gente es muy amable con los turistas y la única pega es el idioma, pero chapurreando inglés (por nuestra parte y por la de la mayoría de los japoneses) se puede vencer la barrera.
  • Lee mucho antes de ir allí. Yo saqué la información del foro de los viajeros, el blog Japón por libre, hyperdia para los trayectos en tren y la página Disfruta Tokio.
  • Los vuelos los miramos en Skyskanner y el hotel en Booking y en Tripadvisor.
  • Cambia dinero antes de ir allí. Las dos veces que hemos ido hemos cambiado en nuestro banco y el cambio ha sido mejor que el que había allí al llegar. El dinero a cambiar, depende de cada uno. Allí son menos propensos a usar la tarjeta de crédito que en USA, por ejemplo. Calculamos comidas, transportes, excursiones y algunas compras, como 100 euros cada día y al final nos sobró algo que tuvimos que volver a cambiar a la vuelta.
  • Es imposible verlo todo, absolutamente todo, por lo que hay que priorizar. Por eso hemos preferido ver sólo Tokio a hacer una ruta por el país y verlo casi todo a medias. Así tenemos excusa para volver. Ah, y también me parece importante dejar tiempo para descansar, tomar unas cervezas, hacer unas compras, echar una siesta... 
  • Haz muchas fotos. Al final son el mejor recuerdo del viaje, lo que te queda cuando llegas a casa. Pero sin obsesionarse tanto por sacar buenas fotos que al final no se "mira" lo que estás viendo. Cuando revisaba las fotos que había hecho allí, antes de volver, me parecían una mierdecilla comparadas con la realidad. Ahora cada vez me parecen más bonitas y me hacen poder volver a los sitios que visitamos.
Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

Pues nada, que ahora me da penica terminar estas entradas del viaje, que me han hecho revivir esos días de turisteo y lo bien que lo pasamos. En fin, menos mal que ya me voy a hacer otro viajecito chulo y a la vuelta contaré todo con pelos y señales, aquí.

viernes, 27 de junio de 2014

Sorry, we're closed...



Pues ná, que hoy es mi último día laborable antes de las tres semanazas de vacaciones que me he cogido este año. Mañana tomamos rumbo a Salamanca y nos vamos de boda (sí, el evento de este año, que no falte). ¿He dicho ya lo que me molan las bodas? ¿Y que las bodas de amigos son la leche? Buenovaledeacueeeerdo, dejo ya el tema bodas. El domingo volvemos a Conil de la Frá, a pasar una semana de relax, playa, dormir, comer atún encebollao y cazón, siestas, cañas, mojitos de Jorge, repetir y mezclar en el orden que se desee... Ains, qué ganas de playa. Creo que el culo ya me va oliendo un poco a arena. Y después de la playa, nos vamos a Munich y a recorrer Baviera en coche. Planazo, vamos. Y todo en compañía de mi maridito, que no se puede pedir más, ni mejor compañía.

Pues nada, que no creo que pase mucho por aquí hasta finales de Julio. Si acaso alguna visita rápida para dar envidia (y cuanto más cochina, mejor). 

¡Feliz verano!

jueves, 26 de junio de 2014

Viaje a Tokio (IX): Asakusa, Ueno y Shibuya.

El sábado por la mañana nos levantamos como siempre, sin madrugar demasiado, pero no muy tarde para no perder la mañana. Es nuestro último día completo en Japón y queremos aprovecharlo. Tomamos nuestro desayuno en el Starbucks y vamos al metro para hacer el viaje hasta Asakusa (De la C06 a la C07 y transbordo para ir de la G06 a la G19), es el día que más tiempo pasamos en el metro.

Salimos de la estación por la salida 3 y vamos a ver Kaminarimon, o la puerta del trueno, con sus dos dioses protectores a los lados. Hay muchísima gente, aunque nos parece normal porque es sábado y hace un día estupendo. Mientras sacamos fotos a la puerta, se acercan dos chicas y nos preguntan si nos pueden hacer una encuesta (en inglés, claro). Dicen que están haciendo un estudio sobre la influencia del desastre de Fukushima en el turismo internacional. Nos hace una cuantas preguntas sobre nuestra idea de Japón antes del viaje y una vez que ya hemos conocido el país. Al terminar nos regalan una tarjeta muy bonita en agradecimiento. Una experiencia curiosa. Después paseamos por Nakamise-dori, que es una calle llena de tiendecitas, sobre todo de recuerdos y productos típicos (para gaijin como nosotros, vamos). Tengo que reconocer que alguna chuminada cayó :)

Kaminarimon

Nakamise-Dori

Llegando al templo

Un jardín a la entrada del templo.

El templo Senso-ji es uno de los más famosos y bonitos de Tokio. Es un templo budista y está dedidado a Kannon, la diosa de la misericordia. Llegamos a la puerta del templo y vemos la pagoda de cinco pisos, el edificio principal (en el que Andrea se atreve a hacer una ofrenda), también vemos el Asakusa-jinja, que es un santuario sintoísta que está en el mismo recinto del templo. En este santuario vemos una celebración Shichi‐go‐san, como las que vimos en el templo Meiji.

La puerta del templo

La puerta y la pagoda

Las lámparas en la puerta.

El recinto del templo




Después de ver el templo damos un paseo hasta el río Sumida para ver el Tokyo Skytree y el edificio de la Cerveza Asahi, con su famoso "cagarro dorado", que dicen que representa la espuma de la cerveza... En fin. Damos un paseíto por el parque que es la ribera del río y volvemos a la estación para comer algo. De camino nos encontramos un café de conejos. Es como una tienda en la que venden conejos y en la planta de arriba tienen una cafetería en la que puedes estar con los conejos. No nos entretenemos mucho, sólo unas cuantas fotos, y nos acordamos de Polete, que nos espera en Madrid. En la estación de JR Dani nos hace un poco de chantaje y acabamos comiendo en una barbacoa coreana, otra vez. La verdad es que el sitio está muy bien, más moderno que la otra barbacoa, y bastante económico. No llega a los 4000 yenes entre los tres, con cervezas y todo. Damos otro paseíto por la zona para bajar la comida y cogemos el metro hasta Ueno (G19 a G16).

El río Sumida y Tokyo Skytree

El famoso "cagarro dorado".

Un conejito ^^

Comiendo de barbacoa coreana... guanmortaim.

En los puestos que hay cerca de la estación no cabe ni un alma, está petadísimo de gente, así que ni nos podemos acercar a ver qué es lo que venden, así que decidimos entrar en el parque. Vemos el estanque con los nenúfares gigantes. De caminno a Bentendo, que es un templo octogonal, hay una zona con puestos de comida y mesas al aire libre, muy agradable, los yakitoris tienen muy buena pinta, pero acabamos de comer hace un rato, así que no los probamos. Vemos también Kiyomizu Kannon-do, que nos hace gracia porque en Kioto nos gustó mucho el Kiyomizu-dera.

Bentendo

Aunque parezca mentira, todo eso es un estanque.

Tras el paseo por el parque estamos cansados, pero como es el último día, Andrea y yo hacemos frente común para pasar un rato por Shibuya de compras. Entramos en el 109 y nos damos una vuelta, pero la ropa que hay nos resulta bastante rara, cosas muy aniñadas/cursis/monas pero a la vez un poco provocativas. Buscando información sobre ello, he descubierto que ese centro comercial es la meca del estilo gyaru. Después entramos en el Forever 21 y ahí sí que cae algo. Cruzamos por última vez el famoso cruce de Shibuya y entramos en el Tokyu (otro centro comercial) para comprar los últimos recuerdos para la familia. Volvemos al hotel a dejar las compras y salimos a cenar. Entre que es tarde y que estamos hechos polvo, no nos comemos mucho la cabeza y vamos a un italiano que está enfrente del hotel. Cuando terminamos sólo nos queda hacer la maleta e irnos a dormir. Al día siguiente nos tenemos que despedir de Tokio. Por suerte nos llevamos muchas experiencias geniales, recuerdos y miles de fotos con las que podremos revivir estos días desde casa.

Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

miércoles, 18 de junio de 2014

Las ilusiones ópticas de OK Go

El nuevo vídeo de OK Go me parece flipante. Casi supera al archiconocido vídeo de las cintas de correr.

Y como estamos a miércoles, pero mañana es fiesta y tengo planazo, me vale como musicote del miércoles-viernes :P



Mola.