sábado, 22 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (V). El lago Ness.

Este día es especial, vamos en busca de Nessie, lo más típico que se puede hacer en Escocia. ¡Qué emoción! El día anterior nos acostamos bastante tarde, pero aún así la peque se despierta como a las seis, que ya entra luz por la ventana. La hemos puesto a dormir en una de las camas individuales, con la cuna como barrera para que no se caiga (el colchón de la cuna era un poco malillo), así que me acuesto con ella y dormimos otro rato. A las ocho y media es el desayuno y la señora de la casa tiene una trona portátil para Sofía. Es muy curiosa, porque es como un trozo de tela para engancharla y que no se caiga de la silla y la señora nos cuenta que es muy práctico para comer fuera de casa porque se puede llevar en el bolso y no ocupa mucho espacio. El día anterior le dijimos que queríamos desayuno continental, seguimos sin atrevernos con el Schottish Breakfast, así que tomamos café y tostadas, y la peque un yogur, y zumo de naranja. Como tenemos el crucero por el lago Ness a las doce, nos duchamos tranquilamente, nos preparamos y salimos hacia el lago para verlo un poco como a las diez y media. Sofía se queda dormida, así que damos una vuelta con el coche haciendo un poco de tiempo, y no paramos mucho en los miradores porque está lloviendo.

La trona portátil.
A las doce menos cuarto vamos al hotel Clansman y el parking está completo, pero el vigilante del parking le explica a Dani que puede aparcar un poco más allá en la carretera. Sofía y yo nos quedamos en el parking para no tener que andar por la carretera, que no tiene casi arcén. Cuando llega Dani, cruzamos la carretera por debajo por un túnel que conecta el parking con el embarcadero. El crucero es de Loch Ness by Jacobite, y es el más sencillo, dura una hora y nos costó 14 libras cada uno. En la taquilla doy el correo de confirmación y nos dan el tiquet para subir al barco. Esperamos un poco a que llegue el barco, haciendo fotos y hay un montón de familias, algunos españoles. Por suerte ha dejado de llover y está saliendo el sol, pero hay bastante viento y hace fresco. Subimos al barco cuando llega y nos sentamos dentro que tienen mesas con bancos bastante cómodas, con ventanales amplios para no perderte las vistas. Lo que más nos llama la atención del lago es lo oscuro que es, después leo que es porque es muy profundo y porque la tierra de esa zona tiene mucha turba y eso oscurece aún más el fondo. Vamos hasta Urquhart castle mientras por la megafonía van contando cosas del lago, salimos fuera a echar fotos y hay gente que tiene contratada la visita al castillo así que se bajan allí. Nosotros seguimos de vuelta al embarcadero. Hace fresco y bastante aire así que vamos dentro. Hay cafetería, pero no tomamos nada y wifi que sí que aprovechamos. Y la peque también aprovecha para tomar teta un par de veces. Me quedo sin batería en la cámara, menos mal que en el coche la puedo cargar. A la una desembarcamos y cogemos el coche para ir a comer a Drumnadrochit. En la guía recomiendan el Fiddler's, tiene restaurante y bar con food truck en la terraza. Justo enfrente hay un parking y dejamos allí el coche. Como hace sol y se está bien comemos en la terraza. Dani un sándwich/bocadillo caliente de jamón york y queso, yo fish and chips y nos calientan el potito de Sofía, que también pilla un poco de todo lo demás, sobre todo patatas. La comida está bien y es económica para ser un sitio tan turístico.

El barco que nos llevará de crucero por el lago Ness.
Urquhart Castle.
Acercándonos a Urquhart Castle.
Otra de Urquhart Castle.
Las aguas azul petróleo del lago Ness.
El Fiddler´s.
Vamos a comer.
Seguimos dando la vuelta al lago y Sofía se vuelve a dormir. Por el lado Este hay menos gente y la carretera es peor, sobre todo cuando pasa cerca de la orilla es casi de un carril con passing places, para cuando te cruzas con otros coches. Paramos en Dores para tomar una en el Dores Inn, recomendación de la guía. Las vistas del lago desde la terraza son espectaculares, pero hace mucho viento y está chispeando, por lo que entramos al bar. Tomamos una cerve, yo sin alcohol, y le damos la merienda a la chiquinina. Fuera del pub está la caravana donde vive un señor que se dedica a buscar a Nessie, Steve Feltham.
Vista del lago desde el extremo sur.
La carretera por la orilla Este.
Vista del lago desde la orilla Este.
La playa de Dores.
La playa de Dores.
La caravana de Nessie Hunter.
Terminamos de dar la vuelta al lago y vamos a un Tesco que está a la entrada de Inverness a comprar más yogures, potitos y fruta para Sofía, y alguna guarrada para nosotros. También compramos cena para cenar en la habitación, porque estamos bastante cansados como para buscar un sitio para cenar, después de estar todo el día fuera. También aprovechamos para echar gasolina en el Tesco, que no es muy cara, unas 40 libras. De vuelta en la habitación, jugamos un rato con Sofía, le damos la cena y cenamos nosotros unos sándwich, y a las nueve y media estamos todos en la cama.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (IV). De Stonehaven a Inverness.

Nuestro tercer día en Escocia. Es el día que vamos a hacer más millas, un día un poco de transición, así que empezamos temprano. A las siete y media se despierta la niña. Nos levantamos a desayunar, porque ayer cenamos temprano y hay bastante hambre. El desayuno está bastante bien porque es buffet y con bastantes cosas: yo desayuno tostada y bollería con un chocolate de máquina, y después un huevo frito con bacon, champiñones y tattie scone, y un zumo de naranja; la peque un poco de tostada y yogur, y Dani con su café y tostadas le llega. Después nos duchamos, recogemos las maletas y hacemos check out. Ya pagamos el día anterior la habitación, así que sólo tenemos que dejar la llave. Cogemos el coche y nos ponemos rumbo a Braemar, con parada en el castillo de Balmoral. Son 40 millas hasta Balmoral, y tardamos más de una hora, por carreteras secundarias, y algunos trozos terciarias... Cuando llegamos a Balmoral nos damos cuenta de que el castillo está cerrado. Abre al público de primeros de Abril a últimos de Julio, así que a estas alturas del partido, ná de ná. Como la peque está durmiendo, me bajo del coche para echar un vistazo, pero desde fuera no se ve nada, me conformo haciendo unas fotos desde el puente al río Dee. En el parking del castillo hay una tienda y servicios, repostamos y seguimos hacia Braemar.

Camino a Balmoral
El río Dee
Cuando llegamos, son 9 millas y tardamos solo quince minutos, esperamos todavía un rato en el coche hasta que la chiquinina se despierta de la siesta. Nos acercamos al castillo y lo vemos desde fuera. Es más bien un torreón grande, pero nos gusta. Comemos en Braemar en una cafetería. Dani quiche de chorizo, yo un sándwich de salmón y a Sofía le calientan el potito y se lo traen en plato del Ikea con trona del Ikea, todo muy family friendly, para ser una cafetería pequeña de un pueblo pequeño, nos sorprende un poco, pero ya veremos que es lo habitual.

Entrada al castillo.
Castillo de Braemar.
Castillo de Braemar.
Seguimos hacia Pitlochry, que es un pueblo pequeñito hacia el sur. Está a 40 millas y tardamos algo más de una hora en llegar. En el foro había leído que era bonito, y no está mal pero tampoco es espectacular. Muy pintoresco. Damos una vuelta y tomamos una cerveza Dani y yo un chocolate caliente, y le damos la merienda a Sofía, en el Old Mill's Inn, un sitio muy bonito, al lado del riachuelo, y que conserva el molino en funcionamiento.

Camino a Pitlochry




El Old Mill's Inn
Pitlochry
La peque entretenida mientras recargamos pilas.
Pitlochry
Seguimos ruta hasta Inverness. Hemos dado un poco de rodeo, bajando hacia el sur bastante, pero la carretera que va hacia Inverness desde aquí es mejor y está desdoblada a ratos. Nos quedan 80 millas y tardamos más de hora y media en hacerlas. Pasamos de largo Inverness y cruzamos el puente para llegar a North Kessock, que es donde está la guest house. Sofía se ha echado otra siesta de camino. Nuestro alojamiento se llama Mount Pleasant, y nos cuesta un par de vueltas encontrarlo, ya que está en una zona de chalets con una numeración extraña en las calles. Hacemos check in, y nuestra anfitriona nos explica el funcionamiento. Tenemos una habitación familiar con una cama de matrimonio y dos individuales, y además nos han puesto una cuna para la peque, es grande y está limpia. Como es pronto, volvemos a Inverness. Miro en la guía algún sitio para cenar y ponen el Café 1 bastante bien. Damos un poco de vueltas con el coche hasta que lo encontramos y conseguimos aparcar. En el restaurante nos dan mesa a las nueve y media, en una hora, así que nos vamos a dar una vuelta mientras tanto. Vemos el castillo, el río Ness y un poco el centro. Para la cena nos tienen preparada una trona y tienen menú para peques. Cenamos una hamburguesa para mí, steak para Dani y mini fish and chips para Sofía, que disfruta como una enana de la cena, comiendo patatas sobre todo y un poco de pescado. Después de cenar nos vamos a dormir porque es bastante tarde para los horarios que estamos haciendo tan europeos.

Inverness
Inverness
Inverness

viernes, 14 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (III). De St. Andrews a Stonehaven.

¡Feliz viernes! Sigo con nuestro viaje en coche por Escocia.

Nuestro primer día entero en Escocia. La noche la he pasado regular. Duermo cinco horas del tirón y Sofía se despierta a tomar teta. Luego ya no duermo profundamente, porque la niña se mueve mucho. Nos levantamos a las ocho porque habíamos pedido el desayuno a las ocho y media. El señor de la guest house nos da conversación mientras nos da el desayuno. Sólo hay otra huésped además de nosotros, que debe ser británica también. Comemos tostadas y un sándwich, yo de queso y Dani de beicon, café con leche y zumo. La peque una galleta y un yogur. Dejamos el scottish Breakfast para otro día, no nos atrevemos aún, porque no estamos acostumbrados a desayunos tan contundentes. Nuestro anfitrión nos ayuda a buscar un supermercado por Internet porque necesitamos comprar pañales y comidas para la peque. Hacemos la maleta, cargamos el coche y pagamos la habitación. El señor me lo cobra directamente en la tarjeta a través de Booking, para no tener que dárselo en efectivo. Vamos al supermercado para comprar pañales, algún potito más, yogures y fruta para Sofía, y patatas, galletas y guarradas en general para nosotros. En total 17£.

Ponemos el GPS rumbo a St Andrews. Son sólo 16 millas y tardamos como media hora. Llegamos como a las once y aparcamos en la misma calle del castillo, parece que no hay que pagar por el aparcamiento, o por lo menos no vemos ninguna señal. Dani se pone a la peque en la mochila y vemos el castillo desde fuera. La entrada nos parece un poco cara para ser un castillo casi derruido. Echamos algunas fotos y damos un paseo por el centro, vemos la universidad y nos acercamos a la catedral. Se supone que también hay que pagar por entrar en la catedral, pero las puertas están abiertas y nadie controla el paso, así que entramos a echar unas fotos. La chiquinina pide teta y nos sentamos en un banco al lado de la costa, así descansamos todos un ratito. Volvemos dando un paseo, bordeando por la costa.

Típica cabina telefónica.
Castillo de St Andrews.
La entrada al castillo.
Una casa en St Andrews.
La universidad.
La universidad.
La universidad.
La catedral.
La catedral
El castillo.
La siguiente parada es el castillo de Glamis. La peque se echa una siesta en el coche mientras llegamos. Son unas 25 millas y tardamos menos de una hora en llegar. Estamos allí como a la una. La entrada nos cuesta 11£ cada uno. El castillo es bastante chulo, pero tenemos bastante hambre, así que vamos lo primero a la cafetería a comer. Para calentar el potito nos dan una tetera gigante con agua caliente porque no pueden usar el microondas, así que montamos un poco de show, porque después de sumergir el potito en el agua ardiendo un rato, no había huevos a sacarlo sin quemarnos los dedos. Al final Dani le pide a una camarera que nos vacíe la tetera y aún así nos cuesta sacar el potito, que está ardiendo. A Dani no le gusta su sándwich de pollo al curry así que cambiamos y le doy mi bocata de bacon y brie. La comida nos cuesta unas 16£, los dos sandwiches y dos bebidas. Hacemos el tour del castillo, aunque un poco regular, yo no me entero de mucho porque la peque está un poco tontorrona porque tiene sueño. Aunque va en la mochila no puede dormirse. Al terminar el tour, que te enseña bastantes habitaciones ambientadas de época y la historia del castillo, salimos a los jardines a hacer unas fotos. Durante el tour está prohibido sacar fotos, por lo que no tenemos ninguna de dentro. La peque disfruta correteando un rato por el césped y nosotros del día tan estupendo que nos está haciendo.

Llegando al castillo de Glamis.
La carretera de entrada.
El castillo.
La parte trasera del castillo.
Correteando en los jardines. 
Nos vamos como a las tres y media. Ponemos el GPS rumbo a Dunnotar castle. Son unas 40 millas y tardamos sobre una hora en llegar, bien porque es casi todo carretera buena. En el parking del castillo hay un kiosco y mesas de picnic, le damos a Sofía la merienda y tomamos un agua y una coca cola. Para entrar al castillo hay que pagar la entrada, pero decidimos verlo solo desde fuera. Es impresionante, allí enclavado encima de un acantilado sobre el mar. No sé si el interior merecerá la pena, pero parar un rato a contemplar el paisaje sí que es casi obligatorio. Llevamos a la chiquinina en la mochila porque el terreno no es como para que ella esté andando sola. Me pongo morada a hacer fotos. Ahí van unas pocas:


Vamos al hotel que está en Stonehaven a las afueras de la ciudad, el Lairhillock Lodge y hago el check in mientras la chiquinina se echa otra siesta en el coche. El hotel me recuerda a los lodge de carretera de EEUU. La señora de recepción muy maja. No tenían preparada la cuna, pero la prepara enseguida. Nos recomienda cenar en el pub del hotel que está al lado, el Lairhillock Inn, y nos parece bien porque está un poco en medio de la nada. Cenamos un plato cada uno (noodles con ternera y espaguetis con albóndigas), una cerveza y una copa de vino blanco por 37£, que pagamos con tarjeta. Tienen trona para la peque, como casi todos los pubs que hemos visitado. Volvemos al hotel y a dormir. La peque se duerme como a las nueve y media y nosotros poco después, tras aprovechar un poco la wifi.

La Tennents al parecer está malísima.
Podíamos estar en la Route 66.