lunes, 16 de septiembre de 2019

Cosas que he aprendido con la muñeca rota.

Como alguno sabréis, llevo 27 días con la muñeca escayolada, ya que me la rompí el 20 de agosto haciendo el cabra en el río (sí, cuento los días). En teoría, si todo ha ido bien, este viernes me retirarán la férula al fin. Dentro de tres días y medio, o unas 90 horas, minuto arriba  minuto abajo (sí, cuento la horas). Afortunadamente parece que la fractura ha sido muy limpia, sin desplazamiento y según el traumatólogo, casi seguro que no me dará problemas.

Pero estar un mes sin poder usar la mano derecha, siendo diestra, es difícil  Y más siendo madre de una chiquinina de cuatro años. No me quiero ni imaginar lo que hubiera sido con una bebé o una niña más pequeña. Ahora que ya no me duele ni me molesta puedo hacer casi de todo, pero al principio no podía ni abrocharme un pantalón.

Dicen que de cualquier experiencia, por mala que sea, se puede aprender algo y estos son mis aprendizajes en estas últimas semanas:

Me cuesta muchísimo dejarme ayudar y pedir ayuda. Esto me lo voy a tener que mirar, porque no me hace ningún bien. No sé por qué me molesta tanto pedir ayuda o no ser capaz de hacer las cosas. Me imagino que tiene que ver con lo difícil que me resulta tener ese sentimiento de incapacidad. Pero viniendo de alguien que se dedica a ayudar a los demás, tiene bemoles que me cueste tanto sabiendo que todo el mundo necesita ayuda en algún momento de su vida.

Relacionado con lo anterior, me cuesta mucho delegar. Esto ya sé que viene de mi perfeccionismo y mi necesidad de control. Intento ser más tolerante con la incertidumbre y cada vez tengo más claro que mi forma de hacer las cosas no es ni la única ni la mejor. Poco a poco.

La chiquinina es mucho más autónoma de lo que me imagino. Nada como la necesidad para dar un empujón y hacerla crecer un poco de golpe. Aquí también tendré que hacer yo el esfuerzo de no hacerle las cosas cuando ya esté bien, porque para ella es mucho más cómodo.

Se me da muy bien manejarme con la izquierda. Pensaba que era mucho más negada con esta mano, pero a día de hoy puedo hacer casi todo con la izquierda, menos escribir. Se me da muy bien comer e incluso cocinar cosas fáciles.

Lo que peor llevo es no poder peinarme y no poder conducir. Nadie en mi entorno cercano tiene el pelo largo, así que no puedo pedir nada más allá de una coleta. Qué ganas tengo de poder recogerme el pelo en condiciones. Y de no depender del transporte público si no me apetece cogerlo.

La fotografía se ha convertido en mi afición favorita. He podido hacer fotos estas semanas con el móvil (y menos mal, porque he tenido un par de proyectos en marcha), pero echo de menos coger la réflex y salir a hacer fotos. Me ha dado mucha pena no poder seguir buscando los tesoros de La Vuelta al Mundo y tener que conformarme con los que ya tenía, pero al menos he podido terminarlo.

Se puede ir a la piscina con escayola. No es que me haya metido a nadar, pero con Dani trabajando y la chiquinina aún de vacaciones, quedarme en casa con ella no era una opción. Encontré en Amazon una funda que es como un gorro de piscina para el brazo, y en vez de meterme me quedaba sentada en el borde mientras la chiquinina se bañaba. También la he usado para ducharme y es verdad que es completamente estanca. Una ayuda para que el final del verano no haya sido tan terrible.

Si te rascas es peor. Los primeros días me molestaban mucho los picores, pero la única vez que he intentado rascarme metiendo algo fino y alargado por debajo del vendaje, luego me ha dolido un montón la zona, y eso que lo hice con mucho cuidado. Pero empiezas a rascar y ya no puedes parar. Después de eso he aprendido a ignorar el picor y al poco rato se me pasa. No te rasques, que es peor. De verdad.

Y ya. Espero que la mayoría de estos aprendizajes no me sirvan de nada en un futuro porque no entra en mis planes romperme más huesos. O eso espero, plis.

viernes, 13 de septiembre de 2019

¿A-ha han vuelto?

Me aprovecho del título de esta genial canción de Lori Meyers para hablar de un tema que no tiene nada que ver con ellos.

Últimamente estoy descubriendo YouTube y los youtubers. No es que lo haya empezado a usar ahora, pero hasta hace poco solo lo usaba para escuchar música y ponerle vídeos de canciones infantiles a la chiquinina. Pero desde hace unos meses Dani empezó a seguir algunos canales de los que me ponía vídeos a la hora de cenar. Y a día de hoy estoy enganchada a unos cuantos de esos canales. Si no tenía suficiente con perder el tiempo en Instagram, toma YouTube también XD

Aquí van mis recomendaciones, aunque como soy una señora de mediana edad ya, que se rompe huesos, probablemente los conoceréis :P

El primer youtuber que me conquistó fue Jaime Altozano. Lo descubrimos por sus vídeos sobre las bandas sonoras de algunas de nuestras películas favoritas: Star Wars, El Señor de los Anillos o Harry Potter. Lleva ya unos años explicando cómo funciona la música y me ha ayudado a refrescar cosas que sabía pero que hacía muchos años que no recordaba. Antes del verano estuvimos una temporada viendo sus vídeos mientras cenábamos y la chiquinina se hizo muy fan de él (decía que cuando íbamos a quedar con Jaime XD).



A raíz de ver los vídeos de Jaime, conocí también a Ter y a Quatum Fracture. Ter es la pareja de Jaime, una arquitecta millennial con una visión muy peculiar de la sociedad y el mundo que nos rodea. Habla sobre todo de temas relacionados con la cultura pop y la estética, y tiene mucha gracia, la jodía. Crespo, que es Quatum Fracture, es un divulgador científico, que habla sobre todo de física. Hace que este tema sea entretenido y fácil de comprender, y sus vídeos tienen unas animaciones muy curradas.





Otro canal que disfruto un montón es el de El Comidista. El canal del blog de Mikel López Iturriaga (sí, el hermano famoso de Juanma López Iturriaga XD) tiene mucho sobre comida (recetas, críticas, catas a ciegas, etc.) pero sobre todo mucho humor. Mikel es un gran comunicador y transmite su pasión por la comida.



Últimamente también estamos siguiendo el canal de Shauntrack. Este maestro de música, productor musical y multiinstrumentista, convertido a divulgador musical, analiza canciones de muchos estilos, aunque se nota que le va el rock y el heavy metal. También hace versiones rockeras de canciones y la de A-ha (de ahí el título de la entrada) es una de nuestras favoritas.



Y ya. Quizá haga otra entrada con más canales que me molan :)

sábado, 31 de agosto de 2019

Agosto en tres tercios.

Como los toros... Los tercios han sido: trabajar hasta el día 9, vacaciones hasta el día 20 y después estar lesionada por mi accidente en la ruralidad.

Hemos seguido haciendo muchos planes y excursiones, como espero que sigamos haciendo estas tres semanas que nos quedan de verano y también durante el otoño.

Lo que peor llevo de mi convalecencia es que tengo mis retos fotográfico abandonados, porque con una sola mano y es complicado usar la réflex.

La parte buena es que seguramente en tres semanas me quiten la férula. Cruzad los dedos y mandadme buena suerte XD

Planes por Madrid.
Juegos de piscina  moras tempranas y el río.
Accidentes, en la Granja y de festival.

domingo, 25 de agosto de 2019

Accidentada.

Lo que tiene ir al pueblo y pensar que todavía eres una jovenzuela y no una señora de mediana edad, es que puedes acabar un poco escacharrá, como me ha pasado a mí. El día 20 tuve un pequeño accidente en el río y me he roto el radio en la muñeca derecha.

Conclusión: se acabaron mis vacaciones en el pueblo tres días después de haber empezado. Un rollo, vamos. Encima al ser diestra me limita bastante para hacer cosas. Y eso para una madre puede ser bastante desesperante. De momento lo que peor llevo es no poder recogerme el pelo y no poder conducir. Pero bueno, que todos los males que nos pasen sean estos...

Y hasta que me quiten la férula no queda otra que armarse de paciencia, intentar disfrutar de lo que nos queda de verano y rezar para que no me llamen para trabajar en estas semanas que voy a estar manca (aunque con la suerte que estoy teniendo últimamente no me extrañaría que esto ocurra).

De momento no lo llevo mal porque Dani tiene aún horario intensivo y mis padres nos ayudan un montón, pero a ver qué pasa la semana que viene,  que no están y que Dani vuelve a su horario normal. Y a ver cómo llevamos la vuelta al cole...

Y poco más. No prometo pasar mucho por aquí porque escribir con la izquierda es un coñazo supino.

viernes, 2 de agosto de 2019

Diversificándome.

Mi maridito dice que soy una influenser*. Lo dice porque tengo una cuenta de Instagram sobre viajes y he empezado a escribir un blog sobre los viajes. Si os apetece pasaros, se llama Arrastrando la maleta**. Ahí voy actualizando algunas entradas que había escrito para este blog, y también voy escribiendo sobre los nuevos viajes que hacemos. Así que, ale, visitadme, que los viajes nuevos los pondré por allí.

Y ya. Yo venía a hablar de mi libro blog.

*Me lo dice de cachondeo, pero yo sé que es real. Desde hace cuatro años soy una influenser del copón. Si no me creéis, deberíais ver ésta charla Ted de Bei del blog Tigriteando. Así sabréis que nuestros followers son lo más importante del mundo.

**Esta expresión la he cogido prestada de mi madre, que cuando yo era pequeña le escuchaba decir que lo que más le gustaba en el mundo era arrastrar la maleta. Se refería a viajar, claro. Y me imagino que me ha transmitido tanto su pasión que ahora es una de las cosas más importantes y gratificantes de mi vida.