sábado, 30 de junio de 2018

Junio de las primeras veces.

En junio hemos estrenado un montón de cosas, empezando por la casa nueva, que ya es nuestra casa y estamos viviendo allí. Ha sido la primera vez que nos han hecho la mudanza y, si alguna vez nos volvemos a mudar, repetiremos seguro. Qué dinero más bien invertido. Hemos estrenado al fin armario de verano, con sus vestidos y sus sandalias (conjuntadas). El domingo estrenamos temporada piscinera al fin, que ya teníamos muchas ganas (la chiquinina y yo, que a Dani siempre hay que obligarle). Esta semana la chiquinina ha ido por primera vez al cine, a ver la película de Pocoyó, a mí me pareció un poco timo, porque eran varios capítulos seguidos, pero ella lo disfrutó mucho. Tengo ya ganas de llevarla a ver una peli de verdad. La peque también ha estrenado corte de pelo, fresquito para el calor que estamos teniendo. Y hemos estrenado ya verano, por supuesto, por todo lo alto, con ola de calor incluida.

Ya ha llegado me época del año favorita. Es una pena que este año no pueda irme de vacaciones a principios de verano, que es cuando más me gusta, pero luego me esperan casi dos meses sin trabajar, que no veo el momento de que llegue ya. Ains.

Rosas, conejines y juegos de primos.
Dándole a la plastilina, conjuntadas y en la piscina.
Mudanza, regalos molones y primera vez en el cine. 

jueves, 21 de junio de 2018

De inicios casi desapercibidos.

Contando los días para recorrer este caminito. 

Ya ha llegado el verano. Nueve meses esperando a que volviera y casi ni me doy cuenta de que empieza hoy mi época favorita del año. Te ha costado llegar, meteorológicamente hablando, pero cuando la has hecho ha sido pisando fuerte. Con un calorazo que me sudan todas las partes del cuerpo, vamos. Anoche ya tuvimos que poner el ventilador para dormir. Y ayer me puse el primer vestido de la temporada.

Casi se me pasa la fecha porque llevo toda la semana inmersa en la mudanza y en intentar dejar la casa un poco organizada antes de mañana, que vuelvo a trabajar. Ha sido una semana de agotamiento, no sólo físico, por el trabajo que es abrir cajas y colocarlas, sino también mental, porque hay que pensar como organizar todo lo que teníamos en una casa con menos espacio.

Pero hecho está, más o menos, y sólo me queda empezar a disfrutar del verano y pensar a ver qué día estrenamos la temporada piscinera.

¡Y ya queda menos para las vacaciones! 😊

jueves, 31 de mayo de 2018

Mayo de novedades.

Este mes se han concretado cambios que llevaban mucho tiempo en el aire, como que hemos firmado al fin la compraventa de la casa, que tenemos plaza en el cole que nos gustaba para la chiquinina, o que tengo jefa nueva. Ha sido un mes tan movido que se me ha pasado volando. Y ya estamos en junio, con el verano y mis megavacaciones a la vuelta de la esquina. ¡Qué ganas! :D

Salidas nocturnas en pareja, manicura de boda y paisajes manchegos.
Haciendo guacamole, pueblito bueno y pisando la nieve.
Estrenando casa, día de los frikis y la próxima aventura. 

Pero antes del verano nos espera el cambio de casa. A ver si no agota todas mis fuerzas que hasta agosto no puedo parar.

Y ya.

sábado, 19 de mayo de 2018

Pequeñas reflexiones sobre Los Vengadores.

Aunque dudo mucho que cualquiera que le interese la película no la haya visto aún, estas pequeñas reflexiones van sin hacer ningún spoiler.

Primero. THOR. ¡Oh, Thor! Sólo tú sigues siendo el único y verdadero dios. Y qué peazo de dios. Eso sí, pagar diez euros de entrada para que salga vestido toda la película no sé si me renta. Es que en la de Ragnarok dejó el listón muy alto 😋

Todo un dios nórdico. 
Segundo. El doctor Extraño le ha hecho un adelantamiento a Ironman, por la derecha y quitándole las pegatinas, en la carrera del carisma. Se coloca en cabeza y tiene pinta de ir a ganar.

¿Veremos esta escena en la siguiente? 
Tercero. Me reafirmo en lo que dije hace dos años, después de ver Civil War: ni #teamcapi, ni #teamironman, yo soy fan de Spiderman. Me alegro mucho de que Marvel haya recuperado mi personaje favorito y lo haya puesto donde debe estar y como debe ser.


Y cuarto. Mención de honor para la barba del Capitán América. Es alucinante cómo al ponerle una barba de macho, vestirle de oscuro y no decir más de tres frases en toda la peli, ha hecho que suba veinte puntos en el molómetro. Esto ya lo había leído en Twitter antes de ver la película, y no le daba mucha credibilidad, pero tengo que afirmar que es un hecho constatado.

Twitter: fuente de odio y sabiduría a partes iguales. 

Y ya.

viernes, 18 de mayo de 2018

Reconciliándome con el rosa.


Cuando era pequeña no me gustaba nada el rosa. Bueno, más bien nunca me ha gustado el rosa, hasta hace bien poco nunca he tenido nada de color rosa. El rosa era un color de chicas, y lo que me transmitían era que las chicas éramos peores que los chicos en muchas cosas. No me gustaba ser peor que otros, así que no me gustaba ser femenina, débil, lenta, emocionalmente inestable, miedosa y menos lista. Me gustaba correr "como un chico", jugar al baloncesto con los chicos de clase, nadar más rápido que los chicos o, cuando ya he sido más mayor, conducir "como un hombre"... Vamos, toda una sarta de estereotipos y prejuicios, ideas machistas insertadas bien hondo en mis creencias, que me ha costado muchos años repensar y discutirme a mí misma.

Y la maternidad me ha ayudado mucho a hacerlo. A replantearme mi forma de pensar. A ser consciente de que si a mi hija le gusta el rosa está bien, no es ni mejor ni peor por ello. Sólo quiero que sea libre de elegir lo que quiera, que sea quien ella decida ser, y no porque la sociedad le diga que tiene que ser de una manera u otra. Si ella prefiere la ropa rosa y con brilli brilli, está bien. Y si en el futuro le gusta otra cosa, pues también estará bien. Ser madre también me ha hecho reconciliarme con mi parte femenina. Darme cuenta que las mujeres somos muy fuertes. Ver cómo mi cuerpo era capaz de dar a luz y alimentar los primeros meses a mi bebé me ha hecho sentir muy empoderada, aunque suene tópico y contradictorio.

Me estoy reconciliado con el rosa. Con la idea de que lo femenino es igual de bueno que lo masculino. Que si quiero puedo dejar de depilarme los sobacos, cortarme el pelo al dos, no usar joyas ni gota de maquillaje o ir siempre en deportivas. Y si quiero también puedo pintarme las uñas, llevar tacones, ponerme escote y vestir de rosa. Hacer lo que me guste, lo que me venga en gana. Y cambiar si quiero cambiar. Que como mujer soy diferente de los hombres en muchas cosas y parecida en muchas otras. Y también existen esas semejanzas y diferencias entre las mujeres. Porque somos personas, y cada una debería ser como es sin sentirse menos o juzgada por ello.

Toda esta reflexión porque me he dado cuenta de que iba con la chaqueta y los zapatos rosas. Quién me ha visto y quién me ve XD