martes, 22 de abril de 2008

De frikimóvil, cine y un poco de locura.

Capítulo 1: Y llegó a nuestras vidas.

El viernes el frikimóvil se introdujo en mi vida. La verdad es que yo estaba un poco obcecada con el C4, porque me encanta profundamente, pero resulta que el Stilo está muy bien. Me gusta mucho más de lo que pensaba, sobre todo la potencia, para qué nos vamos a engañar, y también el acabado deportivo, la dirección super-asistida para aparcar y el Darth Vader de peluche que ya vive en la bandeja trasera.

Como mi pichurri es una bellísima persona ya me ha dejado llevarlo un par de veces, aunque no me lo merezca (yo sólo le he dejado el mío una vez :P). En fin, que mola un puñao, pero todavía tenemos que estrenarlo... ¡Ejem!

Me encanta, aunque mi cuñao
se empeñe en que es de chuloputas.


Capítulo 2: Diagnóstico clínico, como una puta cabra.

Es la respuesta que últimamente suelo dar cuando me piden mi opinión profesional. En EPS del domingo pude leer un artículo muy interesante sobre el aumento de la psicopatología en nuestra sociedad. Se llama ¿Estamos todos locos? Me parece interesante el trasfondo del artículo, que es una reflexión que deberíamos hacer todos.

Que a la gente cada vez le cueste menos pedir ayuda a un psiquiatra o un psicólogo me parece una buena noticia (sobre todo para mí, como profesional), pero creo que todavía queda mucho que hacer para que la gente de a pie considere los trastornos mentales una enfermedad y no un estigma.

Otra idea del artículo que me da mucho que pensar es que "hay un mayor grado de exigencia y expectativa respecto al bienestar emocional, y ha bajado el umbral de tolerancia al sufrimiento." Creo que es una reflexión muy cierta y de algún modo me parece que los modelos que nos proponen de perfección se refieren a todos los aspectos de nuestra vida: aspecto físico, familia, pareja, posición socioeconómica... Cualquiera aspira a ser lo más feliz posible, y en cuanto falla una parte de nuestra vida se nos viene el mundo encima porque no somos capaces de ser felices.

Ser feliz no consiste en que todo sea perfecto o en evitar cualquier tipo de sufrimiento. Eso sólo existe en la televisión. Ser feliz es intentar que todo sea lo mejor posible incluso cuando las cosas no van tan bien como quieres.

Capítulo 3: El placer del séptimo arte.

El domingo estuvimos en el cine viendo Rebobine, por favor, la nueva película de Michel Gondry. La verdad es que las dos películas anteriores de este director me habían gustado muchísimo. Olvídate de mí me parece una de las mejores historias que he visto y La ciencia del Sueño es muy original en su parte visual.

La historia de Rebobine, por favor no es tan perfecta, es más bien sencilla, y la parte visual no es tan original, pero es una buena película, con una historia que no es la típica, con unos buenos actores (Jack Black se sale) y con momentos geniales (cuando graban Los Cazafantasmas... XD).

PD: El CD de música para viajar está en marcha. Creo que será un poco de todo...



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