Absurdeces en memeces.
Como hacía mucho que no le daba al meme, voy a aprovechar uno enviado por una compañera del hospital. Se supone que se describen una serie de situaciones absurdas/vergonzantes y debes decir si te han ocurrido o no. A fin de mantener mi salud mental y la de cualquiera que se pase por aquí, he suprimido unas cuantas (eran cincuenta) y me he quedado con las que me han hecho más gracia, un poco a mi libre albedrío.
Aquí va...
1. Que se te caiga el chicle de la boca cuando estás hablando.
Supongo que alguna vez me habrá pasado. Aunque es más habitual que esté haciendo una pompa y el chicle salga volando. Me da una rabia...
2. Saludar a alguien en la calle por equivocación.
Soy tan despistada que, lo habitual es que me saluden y no darme cuenta. Normalmente voy ensimismada en mí misma (valga la rebuznancia) y no me fijo en la gente con la que me cruzo.
3. Golpearte con una puerta o algo transparente.
¿La puerta tiene que ser transparente? XD Es que siempre me voy dando hostiazos con todo. La última gorda fue el año pasado, que yo salía de un baño en un bareto, con puertas abatibles (como las del lejano oeste) y a la vez entró un tío y me dio con la puerta en la frente. Vi estrellitas y todo. Y me salió un chichón como cuando era pequeña.
4. Llamar 2 o más veces al mismo número cuando te han dicho: “No, te has equivocado”.
Bueno, cuando trabajas de teleoperador es normal que te pase esto alguna vez. Gajes del oficio...
5. Pensar algo divertido, empezar a reír y que la gente te mire raro.
Reírme a carcajadas, no. Pero sonreírme sí, muy a menudo. El otro día, esperando el ascensor con Dani, me sonreí por una cosa que nos había dicho Antonio. No me miró raro porque ya nos conocemos un poco y sabía en qué pensaba, pero si llega a ser otro...
6. Golpearte con un árbol/poste/cartel mientras caminas.
Alguna vez, seguro. Soy una con los hostiazos, ya lo he dicho.
7. Intentar chuparte el codo.
Claaaro... ¿Y quién es el listo que no lo ha intentado, cuando eres pequeño y te dicen que es imposible? Como dicen por ahí: dime que es imposible, porque ¿sabes qué? yo me crezco ante lo imposible... Más o menos.
8. Al leer el punto anterior, intentaste chupar tu codo.
No, ya lo he intentado suficientes veces para saber que no puedo XD
9. Mandar un mensaje de texto a la persona incorrecta.
Mmm... No lo recuerdo, supongo que no. Pero sí me han dicho cosas por el mesenger que no iban dirigidas a mí. Es lo que tiene estar a varias conversaciones... ¬¬
10. Ponerte el zapato izquierdo en el pie derecho y/o viceversa.
Nein. Lo que sí he hecho es ponerme una sandalia de un par diferente en cada pie y casi salir a la calle con ellas.
11. Salir con la etiqueta de la ropa nueva a la calle.
Tampoco es tan grave, ¿no?
12. Ahogarte con tu propia saliva.
Es lo que popularmente se conoce como añusgarse (en mi pueblo por lo menos se dice así). Es jodío cuando te pasa en clase o en una reunión y te pones como una granada intentando no toser...
13. Ir a un lugar en tu coche y volver caminando.
Joderrrr... Esto es ya de demencia. Si voy a un sitio en coche o moto es porque no está cerca como para ir caminando, y seguro que luego no me da por volver en transporte público
14. Confundir la sal con el azúcar.
Por suerte en mi casa están en armarios diferentes de la cocina, y no corro ese peligro.
15. Tragarte un insecto sin querer.
Creo que nunca me los he llegado a tragar, pero en primavera, en la moto, con la visera del casco abierta, algún mosquito en la boca se ha colao. Lo escupes y ya está. Para qué negarlo.
16. Has intentado tomar un sorbete con la boca pero se te va por la nariz/ojos.
¿Pero qué clase de pregunta es ésta? Me ha recordado a lo de comerse el colacao a cucharadas y que te salga por la nariz. Eso sí, cuando era pequeña. Lo del sorbete no lo había oído ni experimentado nunca.
17. Dormir y despertarte todo babeado.
Más que babearme a mí misma, últimamente babeo el hombro de otro :P Si me despierto, se lo limpio con la sábana y ya está. Todavía no se ha quejado XD
18. Dormirte en clase.
¡Hombre, por supuesto! Aunque mi especialidad era dormirme en la biblioteca en época de exámenes. Me apoyaba así en el brazo y me echaba unas siestas impresionantes.
19. Contar algo y olvidarte de lo que hablabas.
Si alguien ha oído hablar de Dory, ya puede hacerse una idea de como funciona mi memoria. Me olvido de lo que he dicho, de lo que estoy diciendo y, sobre todo, de lo que me dicen.
20. Dejar el coche sin freno de mano y que se vaya cuesta abajo.
Y que se te estampe contra un árbol XDDD
Esto me recuerda a alguien, y no soy yo :P
21. Ponerte la ropa al revés o del lado equivocado.
¡Sí! Y cuantas más veces, mejor. Porque, para quien no lo sepa, significa que van a hacerte un regalo. Me pasa constantemente con los calcetines y alguna vez con las bragas XD
22. Ir a votar y no llevar el DNI.
No me ha pasado nunca, pero es mucho peor ir a coger un avión y no llevar documentación, ¿no? Y luego yo me considero torpe...
23. Tragarte el chicle.
¡Puag, qué asquete! Me habrá pasado una vez inmailaif, pero conozco a alguien que se los tragaba por sistema... ¿No dicen que luego no se cagan?
24. Ir a comprar y no llevar pasta.
Ir de cañas y no llevar pasta. Ir a cenar y no llevar pasta. Ir de copas y no llevar pasta. Ir al cine y no llevar pasta. Ir a desayunar y no tener pasta. Ir al estanco, al kiosco, a coger el metro... ¿Con eso vale? Tengo una relación amor/odio con el cajero...
25. Encender el cigarrillo al revés e intentar fumarlo.
Tanto como intentar fumarlo, no, pero chamuscar el filtro sí que lo he hecho alguna vez.
26. Ir caminando, que se te salga el zapato y tener que volver a buscarlo.
Pues alguna vez ha salido volando una sandalia, liberada de mi pie, por ir andando deprisa. Y sí, he vuelto a buscarla (a la pata coja) porque no me gusta eso de dejar las cosas tiradas por el suelo. Ni lo de andar descalza por la calle.
27. Quemarse los pies con la arena y disimular.
¡Disimular es de nenazas! Lo que hay que hacer es pegar saltitos, o dar pequeños gritos histéricos mientras corres hacia el agua o hacia la toalla. Así es más divertido.
28. Salir o entrar al agua y que se te baje el bañador.
¡Ejem! Debo reconocer que alguna vez me he tirado de cabeza a la piscina con un bikini bandeau* (léase bandó) y he acabado con la parte de arriba en los tobillos, casi. Y roja como un pimiento morrón, claro. Ideas de bombero retirao que tengo de vez en cuando.
*Para quien no sepa a qué me refiero sólo tiene que poner bikini bandeau en el buscador de imágenes por excelencia y ponerse morao de ver mujeres voluptuosas con el susodicho modelito.
29. Que se te caigan objetos al inodoro.
Yesverigüel. Lo último fue el cortaúñas, y es un asco y un coñazo: vete a por los guantes de goma, pesca en el váter, lávalo con lejía o quémalo... Pff...
30. Entrar al baño del género equivocado.
Presupuesto, y más si los dibujicos son un poco ambiguos. Entre un rombo pistacho y un semicírculo mostaza cualquiera atina...
31. Hacer una cola de 3 horas que no era para lo que querías.
Bueno, no era para lo que YO quería, sino para lo que ÉL quería. Y fueron sólo dos horas y cuarenta y cinco minutos... [Léase con vozchanante] Ay, Mark Tedin, Mark Tedin... Lo que hago por amor, hay que joderse.
Cuanta tontería y qué poco sentido común. En fins...
Lo que digo siempre... ¡Viva el egocentrismo! Que el blog es mío y hago con él lo que quiero.
Aquí va...
1. Que se te caiga el chicle de la boca cuando estás hablando.
Supongo que alguna vez me habrá pasado. Aunque es más habitual que esté haciendo una pompa y el chicle salga volando. Me da una rabia...
2. Saludar a alguien en la calle por equivocación.
Soy tan despistada que, lo habitual es que me saluden y no darme cuenta. Normalmente voy ensimismada en mí misma (valga la rebuznancia) y no me fijo en la gente con la que me cruzo.
3. Golpearte con una puerta o algo transparente.
¿La puerta tiene que ser transparente? XD Es que siempre me voy dando hostiazos con todo. La última gorda fue el año pasado, que yo salía de un baño en un bareto, con puertas abatibles (como las del lejano oeste) y a la vez entró un tío y me dio con la puerta en la frente. Vi estrellitas y todo. Y me salió un chichón como cuando era pequeña.
4. Llamar 2 o más veces al mismo número cuando te han dicho: “No, te has equivocado”.
Bueno, cuando trabajas de teleoperador es normal que te pase esto alguna vez. Gajes del oficio...
5. Pensar algo divertido, empezar a reír y que la gente te mire raro.
Reírme a carcajadas, no. Pero sonreírme sí, muy a menudo. El otro día, esperando el ascensor con Dani, me sonreí por una cosa que nos había dicho Antonio. No me miró raro porque ya nos conocemos un poco y sabía en qué pensaba, pero si llega a ser otro...
6. Golpearte con un árbol/poste/cartel mientras caminas.
Alguna vez, seguro. Soy una con los hostiazos, ya lo he dicho.
7. Intentar chuparte el codo.
Claaaro... ¿Y quién es el listo que no lo ha intentado, cuando eres pequeño y te dicen que es imposible? Como dicen por ahí: dime que es imposible, porque ¿sabes qué? yo me crezco ante lo imposible... Más o menos.
8. Al leer el punto anterior, intentaste chupar tu codo.
No, ya lo he intentado suficientes veces para saber que no puedo XD
9. Mandar un mensaje de texto a la persona incorrecta.
Mmm... No lo recuerdo, supongo que no. Pero sí me han dicho cosas por el mesenger que no iban dirigidas a mí. Es lo que tiene estar a varias conversaciones... ¬¬
10. Ponerte el zapato izquierdo en el pie derecho y/o viceversa.
Nein. Lo que sí he hecho es ponerme una sandalia de un par diferente en cada pie y casi salir a la calle con ellas.
11. Salir con la etiqueta de la ropa nueva a la calle.
Tampoco es tan grave, ¿no?
12. Ahogarte con tu propia saliva.
Es lo que popularmente se conoce como añusgarse (en mi pueblo por lo menos se dice así). Es jodío cuando te pasa en clase o en una reunión y te pones como una granada intentando no toser...
13. Ir a un lugar en tu coche y volver caminando.
Joderrrr... Esto es ya de demencia. Si voy a un sitio en coche o moto es porque no está cerca como para ir caminando, y seguro que luego no me da por volver en transporte público
14. Confundir la sal con el azúcar.
Por suerte en mi casa están en armarios diferentes de la cocina, y no corro ese peligro.
15. Tragarte un insecto sin querer.
Creo que nunca me los he llegado a tragar, pero en primavera, en la moto, con la visera del casco abierta, algún mosquito en la boca se ha colao. Lo escupes y ya está. Para qué negarlo.
16. Has intentado tomar un sorbete con la boca pero se te va por la nariz/ojos.
¿Pero qué clase de pregunta es ésta? Me ha recordado a lo de comerse el colacao a cucharadas y que te salga por la nariz. Eso sí, cuando era pequeña. Lo del sorbete no lo había oído ni experimentado nunca.
17. Dormir y despertarte todo babeado.
Más que babearme a mí misma, últimamente babeo el hombro de otro :P Si me despierto, se lo limpio con la sábana y ya está. Todavía no se ha quejado XD
18. Dormirte en clase.
¡Hombre, por supuesto! Aunque mi especialidad era dormirme en la biblioteca en época de exámenes. Me apoyaba así en el brazo y me echaba unas siestas impresionantes.
19. Contar algo y olvidarte de lo que hablabas.
Si alguien ha oído hablar de Dory, ya puede hacerse una idea de como funciona mi memoria. Me olvido de lo que he dicho, de lo que estoy diciendo y, sobre todo, de lo que me dicen.
20. Dejar el coche sin freno de mano y que se vaya cuesta abajo.
Y que se te estampe contra un árbol XDDD
Esto me recuerda a alguien, y no soy yo :P
21. Ponerte la ropa al revés o del lado equivocado.
¡Sí! Y cuantas más veces, mejor. Porque, para quien no lo sepa, significa que van a hacerte un regalo. Me pasa constantemente con los calcetines y alguna vez con las bragas XD
22. Ir a votar y no llevar el DNI.
No me ha pasado nunca, pero es mucho peor ir a coger un avión y no llevar documentación, ¿no? Y luego yo me considero torpe...
23. Tragarte el chicle.
¡Puag, qué asquete! Me habrá pasado una vez inmailaif, pero conozco a alguien que se los tragaba por sistema... ¿No dicen que luego no se cagan?
24. Ir a comprar y no llevar pasta.
Ir de cañas y no llevar pasta. Ir a cenar y no llevar pasta. Ir de copas y no llevar pasta. Ir al cine y no llevar pasta. Ir a desayunar y no tener pasta. Ir al estanco, al kiosco, a coger el metro... ¿Con eso vale? Tengo una relación amor/odio con el cajero...
25. Encender el cigarrillo al revés e intentar fumarlo.
Tanto como intentar fumarlo, no, pero chamuscar el filtro sí que lo he hecho alguna vez.
26. Ir caminando, que se te salga el zapato y tener que volver a buscarlo.
Pues alguna vez ha salido volando una sandalia, liberada de mi pie, por ir andando deprisa. Y sí, he vuelto a buscarla (a la pata coja) porque no me gusta eso de dejar las cosas tiradas por el suelo. Ni lo de andar descalza por la calle.
27. Quemarse los pies con la arena y disimular.
¡Disimular es de nenazas! Lo que hay que hacer es pegar saltitos, o dar pequeños gritos histéricos mientras corres hacia el agua o hacia la toalla. Así es más divertido.
28. Salir o entrar al agua y que se te baje el bañador.
¡Ejem! Debo reconocer que alguna vez me he tirado de cabeza a la piscina con un bikini bandeau* (léase bandó) y he acabado con la parte de arriba en los tobillos, casi. Y roja como un pimiento morrón, claro. Ideas de bombero retirao que tengo de vez en cuando.
*Para quien no sepa a qué me refiero sólo tiene que poner bikini bandeau en el buscador de imágenes por excelencia y ponerse morao de ver mujeres voluptuosas con el susodicho modelito.
29. Que se te caigan objetos al inodoro.
Yesverigüel. Lo último fue el cortaúñas, y es un asco y un coñazo: vete a por los guantes de goma, pesca en el váter, lávalo con lejía o quémalo... Pff...
30. Entrar al baño del género equivocado.
Presupuesto, y más si los dibujicos son un poco ambiguos. Entre un rombo pistacho y un semicírculo mostaza cualquiera atina...
31. Hacer una cola de 3 horas que no era para lo que querías.
Bueno, no era para lo que YO quería, sino para lo que ÉL quería. Y fueron sólo dos horas y cuarenta y cinco minutos... [Léase con vozchanante] Ay, Mark Tedin, Mark Tedin... Lo que hago por amor, hay que joderse.
Cuanta tontería y qué poco sentido común. En fins...
Lo que digo siempre... ¡Viva el egocentrismo! Que el blog es mío y hago con él lo que quiero.
4 comentarios:
Tampoco hiciste todaaaa la colaaa...
Porque esperar en la silla de fuera técnicamente no es hacer cola ¿no?
Lo del freno de mano dire en mi defensa que si que lo puse pero no del todo y el pobre coche de mi padre acabo con maletero bastante más pequeño. Esta en cuesta ¿vale?
Mailof, te recuerdo que yo ya hacía cola mientras jugabas la última ronda, allí, solita y abandonada, guardándote el sitio. Así que, que me sentara un rato en una silla, tampoco me parece reseñable ¿no? ;P
xxDDDD
Muy ingeniosa, mancantao! Tienes un humor muy chanante, y lo cuentas genial!
Ale, qué pelota.
Un saludo, y me alegro haber pasado hoy por aquí, en un día de perros como el que he tenido me ha venido fenomenal leer esto. xxDDD
Se acepta todo el peloteo que haga falta. Quejarme no me voy a quejar XD
Me alegro de verte y leerte por aquí, Quico, y que te hayas olvidado un poco del día de perros con mis tontunas.
Un saludete!
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