Andar descalzos y comer helados.
Aunque parezca mentira, hoy le damos la bienvenida al verano de 2017. Mentira porque llevamos dos semanas de temperaturas infernales con una ola de calor que ya la quisiera Julio... Me he estado acordando de los calores que pasamos el año pasado, con una ola de calor tras otra y muy largas. En fin, a ver si se normaliza un poco y podemos disfrutar más de los primeros días del verano.
Lo del título lo he leído en estos días en las RRSS, no sé dónde exactamente. "El verano es para andar descalzos y comer helados". Lo estamos cumpliendo ya a la perfección y ni hemos empezado. En casa la chiquinina y yo somos pies negros. Dani no, siempre lleva zapatillas de casa. No sólo porque nos haga falta una asistenta con urgencia, es que ir descalzo es de lo mejor del verano (y a los peques les viene genial para el desarrollo de los pies y de la pisada). Y los helados, mola un montón ver cómo la peque los devora. Entre eso y la piscina, creo que este verano ya lo va a disfrutar de verdad.
Y eso, que nos quedan menos de cuatro semanas para las vacaciones. Tengo muchas ganas ya, a estas alturas del año el curro ya se hace un poco cuesta arriba, pero sólo falta el último esfuerzo. Mientras llega, seguiremos engañando a la mente con tardes de piscina, desayunos en la terraza, helados al salir de yoga y andar descalza todo lo que se pueda.
Así lo hemos celebrado esta mañana. |
Bienvenido, veranito :)
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