miércoles, 13 de septiembre de 2017

Del destete.


Ya antes del verano empezó a rondar mi mente la idea de destetar a la chiquinina. La verdad es que desde que hicimos el plan padre y duerme del tirón por la noche, hemos estado más de un año que la lactancia ha sido muy cómoda para mí, y estabilizadas en tres o cuatro tomas al día. Cuando la peque cumplió los dos años empecé a notar un poco de desgaste psicológico, y antes del verano más aún. Supongo que se juntó con el cansancio mental y físico, la necesidad de vacaciones, cosas del curro... En fin, mis circunstancias personales. Lógicamente, ella no quiere destetetarse, si no lo habría hecho ya solita, pero yo tampoco lo quería hacer de forma brusca o que le supusiera mucho malestar a ella.

Parto de la base de que la lactancia debería llegar hasta donde el bebé y/o la madre deseasen llegar. Tengo en cuenta las necesidades de mi niña, pero también tengo que ser responsable conmigo misma, y mantener una situación que me genera desgaste no es respetuoso para mí. Muchos piensan que elegir el momento de destete por parte de la madre no es respetuoso para el bebé (o niñ@), pero se puede hacer de muchas maneras que tengan en cuenta al lactante también.

La primera forma, y la más extendida es "no ofrecer (teta), no negar (cuando pida teta)". A mí "no ofrecer, no negar" no me ha servido para nada, porque era la forma habitual de funcionar desde que la peque cumplió los seis meses. Ella tomaba cuando quería y yo nunca le ofrecía cuando ella no pedía. Después de dieciocho meses funcionando así, estaba claro que no se iba a destetar con ese plan maestro. Así que pasé a la estrategia de ofrecer alternativas y negarme un poquito. Que ha sido lo que ha ido funcionando.

Lo he hecho sin planificar, como me ha ido saliendo de forma natural, sin marcarme plazos y sin prisa. Ya digo que llevo como seis meses reduciendo poco a poco las tomas. Lo primero que hice, aprovechando el frío de la primavera, fue explicarle que no le iba a dar en la calle. Cuando estábamos en la calle y pedía, le ofrecía agua o comida, y le decía que le daría al llegar a casa. En muy poco tiempo dejó de pedir en la calle, porque además está más entretenida y no se acuerda casi nunca. Así quitamos la toma de después del cole: nos íbamos directamente al parque y allí jugaba y merendaba sin acordarse de la teta. Cuando empezó a hacer calor para ir al parque después del cole, ya se había acostumbrado a merendar sin teta, aunque al llegar a casa yo no me podía sentar en el sofá y me tenía que poner a hacer cosas o a jugar con ella, porque durante mucho tiempo si me veía sentada en el sofá se acordaba y me pedía teta.

La siguiente toma que quitamos fue la de la noche. Esto fue un poco casual, porque pasó un día antes de las vacaciones, que nos sentamos en una terraza a tomar algo antes de cenar y me tomé un vino. Pensamos que después la peque se dormiría con Dani, pero no quiso con él y la tuve que dormir yo sin darle teta. La verdad es que lo entendió bien, me pidió agua y se durmió sin mucho problema, así que eso me animó para intentarlo otras noches. Algunos días no había manera y le tenía que dar, otros días ofreciéndole leche o agua o un cuento, colaba. Pero en pocas semanas ya se dormía conmigo todas las noches sin darle esa toma. Yo creo que desde antes de las vacaciones ya no ha vuelto a tomar para dormir.

Y la toma que nos queda es la de por la mañana, que estamos en ello. De momento entre diario ya no está tomando. Le ofrezco leche cuando se levanta y le está valiendo. Pero los fines de semana, que nos despertamos todos juntos en la cama, sí que me pide siempre y le suelo dar. También me sigue pidiendo a veces y cuando no le vale nada más (comida, bebida, mimos o juegos), pues le doy, qué remedio. Sé que el destete no es un proceso lineal, que es lento y con sus retrocesos, si se quiere hacer bien, así que intento no tener prisa y no desesperar. También ayuda un pensamiento que me viene a la cabeza que es que no sé cuando será la última vez que mi pequeña tomará pecho y en el fondo me apetece terminar pero sé que lo echaré de menos.

Hubo un momento durante las vacaciones que estuvo casi tres días sin tomar ni pedir ninguna vez y me acojoné un poco. Yo pensaba con una mezcla de susto y pena, y un poco de esperanza ¡A ver si se me ha destetado de repente! Pero no, siguió pidiendo por las mañanas y alguna vez más suelta. La semana pasada tomó un día por la tarde, pero lo dejó enseguida porque no debía salir ná de ná. Eso sí, espero que con el tiempo también se le pase la obsesión que tiene con mis tetas, porque ya no me pide mucho, pero se pasa el día con la mano metida por mi escote. El otro día las miraba y me decía "mamá, tiene tetas, son muy bonitas" XDDD Me imagino que las echará un poco de menos.

En fin, que lo estoy intentando hacer de la mejor manera posible, pero también ella lo pone bastante fácil, porque la gran mayoría de las veces que me pide le digo que no, le ofrezco otras cosas y casi siempre se conforma, bastante resignada. Parece que estamos cerrando otra etapa juntas, que yo la recordaré con mucho cariño, y espero que a ella le haya aportado mucho para el resto de su vida.

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