viernes, 13 de marzo de 2015

Adiós a un grande.



Ayer, 12 de Marzo, me sorprendió bastante amargamente la noticia de la muerte de Terry Prattchet. Aunque no fuera muy inesperada, porque fue diagnosticado de Alzheimer hace ya unos años, el hombre ha seguido escribiendo tantas novelas, que casi se podía olvidar su enfermedad. Daba la impresión de que iba a ser casi inmortal...

En fin, que me ha dado mucha pena porque desde hace muchos años era uno de mis escritores favoritos. Una de las primeras entradas de este blog está dedicada a Mundodisco y todavía recuerdo como si hubiera sido hace unos meses, mi primera toma de contacto con el mundo fantástico del señor Prattchet. Fue hace ya casi diez años, gracias a un compañero de trabajo un poco friki, que me descubrió dos cosas geniales que he conservado todos estos años: la genialidad de este escritor y un restaurante árabe en Chueca que me encanta.

Todavía me sigue sorprendiendo cómo en sus novelas se mezcla la fantasía, con el humor, con la crítica social y la metafísica, y me cuesta creer que ya no vaya a disfrutar de nuevas aventuras de la Muerte, de las brujas, del comandante Vimes, de los magos, de los pequeños hombres libres o de la gente de Ankh Morkpork.

Se nos ha ido alguien a quien he admirado y seguiré haciéndolo por su inteligencia, su creatividad y su sentido del humor, que por suerte fue generoso y quiso compartir su arte con los demás.

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Todos los hijos de puta son hijos de puta, pero algunos hijos de puta son hijos de puta.
-- Terry Pratchett, El País del Fin del Mundo.

Un matrimonio siempre se compone de dos personas dispuestas a jurar que solamente la otra ronca.
-- Terry Pratchett, El quinto elefante.

El problema de tener una mente abierta, por supuesto, es que la gente se empeña en llegar y tratar de poner cosas dentro.
-- Terry Pratchett.

:'(

miércoles, 11 de marzo de 2015

Síntomas y molestias del embarazo.

Hoy voy a hablar de algo muy divertido, la peor parte del embarazo, las benditas molestias que he tenido a lo largo de estos meses de preñez. Sí, porque no todo es fantástico y maravilloso en el milagro de la vida. Hay veces que estás con la cabeza dentro del váter echando el higadillo o con los pies doloridos como si hubieras andado veinte kilómetros, que te preguntas ¿por qué esta mierda me parecía tan buena idea hace unos meses? Tiene sus cosas geniales, claro, pero hoy voy con las putadillas :P

Tengo que hacer un inciso y comentar que esta entrada ha pasado por el filtro de Dani debido a que las hormonas y la mente humana son maravillosas y ya casi no me acuerdo de lo mal que lo pasé en el primer trimestre, y eso que todavía no ha terminado el embarazo. Aún así, el recuerdo de ese periodo no es muy agradable, pero creo que lo pasé peor de lo que mi cabeza ha guardado. En fin, voy a ello.

En el primer trimestre tuve una amplia variedad de molestias gastrointestinales. De hecho, mi médico de cabecera no sabía si era cosa del embarazo o que tuve varias gastroenteritis bastante seguidas. Al principio, nada más enterarme que estaba embarazada, e incluso unos días antes de hacerme el test, tenía molestias como de regla y dolor en los pechos, los sentía como con mucha tensión y dolor cuando me movía. Esto duró unas cuantas semanas, por lo menos hasta la semana 10-12. Sobre la semana 5 empecé con retortijones y algo de diarrea, sobre todo por la tarde-noche, no me pasaba todos los días y en dos o tres semanas se me pasó del todo, pero tuve días de no poder ir a trabajar. Y en la semana 6 llegaron mis amigos, las náuseas y los vómitos, que se han quedado todo el embarazo conmigo, aunque por suerte bastante controlados con el cariban. Creo que la última vez que vomité fue sobre la semana 23, porque la matrona me pidió que intentara dejar el cariban. No lo he vuelto a intentar, claro. Durante todo el primer trimestre, a pesar del cariban, he tenido sensación de asco y revoltijo por la tarde-noche, pero sobre la semana 15 o 16 por suerte se pasó. También he tenido muchos ascos con los olores que también desaparecieron sobre esas semanas. El cuerpo me pedía sólo hidratos de carbono, y los tres primeros meses me he alimentado casi en exclusiva de pasta, arroz y sándwiches de jamón y queso. El dulce y la fruta no lo podía ni oler, cosa que ha cambiado radicalmente a partir del quinto mes, que me he puesto ciega de chocolate valor puro con almendras y he comido mucha más fruta de la que como habitualmente. He notado desde el principio del embarazo que me mareo mucho más en el coche o el bus, cosa que no me pasaba desde que era pequeña. Era más intenso en el primer trimestre, pero me sigue pasando todavía. También he tenido dolores y calambres abdominales, que eran por la distensión de los ligamentos que sujetan el útero, según va creciendo éste. Me recomendaron tomar paracetamol si era muy molesto pero no lo he necesitado y con reposo se pasaba rápido. Y por último, para cerrar un maravilloso primer trimestre que me casqué, desde la quinta o sexta semana, hasta la 16, que dejé de currar, tenía muchísimo cansancio. Creo que no he estado tan cansada en toda mi vida, un agotamiento tan intenso que llegaba a casa por la noche y sólo me podía tumbar en el sofá, y eso que dormía unas diez horas diarias...

El segundo trimestre lo recuerdo algo mejor. Ya no tenía dolor de pechos, ni tanta sensación de asco, ni tanto cansancio. Sí he tenido alguna náusea matutina, pero casi siempre las podía controlar sin llegar a vomitar. He empezado a comer como una descosida al sentirme mejor en ese aspecto. Cuando la tripa ha empezado a crecer, yo he empezado a dormir peor, porque tenía la costumbre de dormir boca arriba o casi boca abajo, y con la tripa no se puede. Desde que empecé a dormir de lado lo hago con un cojín entre las piernas, para que no me duelan las caderas. También he empezado a hacer pis con mucha más frecuencia, y ya desde la semana 20 me he tenido que levantar todas las noches una vez (sobre las cinco era mi hora clave). Desde antes de la semana 20, más o menos, empecé con contracciones de Braxton Higgs, sobre todo al andar, cuando la peque se mueve mucho y al dar vueltas en la cama por la noche, pero sólo las he tenido seguidas y regulares en un par de ocasiones. Otra cosa que noté, bastante molesta, entre la semana 24 y la 30, aproximadamente, ha sido mucho picor en la barriga. Ha coincidido justo cuando más me ha empezado a crecer la tripa, había días que no me podía dormir del picor y se me empezó a aliviar cuando empecé a echarme aceite de almendras antes de irme a la cama.

En el tercer trimestre he tenido algún día de reflujo y ardor de estómago, pero pocos días (para lo que soy yo con el estómago y las digestiones). En estas últimas semanas me tengo que levantar alguna noche a tomar un Almax, por el reflujo que no me deja dormir. Como la tripa ha crecido un montón, y mi peso a la par, he tenido dolores de espalda y de pies después de estar un tiempo de pie o andando, o después de estar mucho tiempo sentada en la misma postura. He dormido cada vez peor. Aparte de seguir dando vueltas, por no encontrar la postura, como en el segundo trimestre, he empezado a levantarme un par de veces o tres a hacer pis, y he tenido muchas noches de desvelarme y no dormirme en un par de horas, dándole vueltas a lo que nos espera en unas pocas semanas... También he notado que tengo la capacidad pulmonar de una pulga, y me ahogo subiendo escaleras o cuestas. Algo del síndrome del nido he tenido, aunque no muy exagerado (todavía me quedan unas semanas así que no canto victoria aun). Otra cosa que noto desde hace unas semanas, que no es mía pero como si lo fuera, es que la peque tiene ataques de hipo. Hipo fetal, que lo llaman. He leído que es síntoma de bienestar fetal, que sus pulmones y su diafragma están madurando. Pero para mí es raro, porque se nota como una vibración rítmica, como si tuviera un tic en toda la tripa. Y cuando le pasa a las cinco de la mañana contribuye bastante a mis despertares y desvelos... Sobre el séptimo mes me ha empezado a salir la línea nigra, que es un oscurecimiento de la línea alba, y el ombligo también se ha oscurecido y ha empezado a salirse para fuera, aunque todavía no llega a salirse del todo, dependiendo de la postura está plano o un poco hacia fuera. De los últimos síntomas que he empezado a tener desde hace unas semanas también, como en la semana 32, son sofocos. Ahora entiendo por qué me dicen que qué suerte por haberme librado del calor, porque de vez en cuando me entran unas calorinas y unos sudores que parezco menopáusica. De hecho, he empezado a llevar un abanico en el bolso. Y desde hace unos días (tres o cuatro) he empezado a tener alguna contracción dolorosa, muy aislada, como mucho dos o tres al día, pero se nota que no son las contracciones "de prueba". Esperemos que la chiquinina quiera esperar al menos una semana más, para estar a término.

Y hasta ahí todo lo que me ha ocurrido hasta ahora, que no es poco, aunque quitando las náuseas y vómitos descontrolados del principio, tampoco creo que haya tenido un mal embarazo. En general creo que está siendo bueno con los achaques típicos. De aquí al final del embarazo todavía espero más insomnio y molestias musculares, por el peso de la tripa, y no sé si me libraré de la hinchazón en los pies, las hemorroides y el estreñimiento. De momento sí, crucemos los dedos :)

lunes, 9 de marzo de 2015

Algo diferente, a la española.

En casa (es decir, Dani y yo) somos de series, es prácticamente lo único que vemos en la tele (exceptuando al Chef Ramsay que Dani es fan), pero las vemos siempre desde el disco duro (a no ser que sea algún capítulo suelto de Bones, Castle o similar cuando la tele está puesta como de fondo) y nunca o casi nunca vemos ficción española. Nos gustan más las series con capítulos cortos y de humor tipo IT Crowd o Big Bang Theory, aunque también vemos otras cosas como Sherlock.

Por eso, cuando Dani me puso el jueves pasado un capítulo de El Ministerio del Tiempo, me sorprendió bastante. Primero porque eran más de las diez, aunque yo creo que en un principio lo puso para ver cómo era, sin ánimo de ver el capítulo entero. Segundo porque lo vimos desde la página de RTVE en la XBox. Tercero porque era una serie española (que aparte de algún capítulo de Los Misterios de Laura, yo creo que no hemos visto ninguna). La última sorpresa fue que lo que vimos nos gustó y terminamos el capítulo, el sábado vimos el segundo, también en la web, y creo que hoy hay intención de ver el tercero que lo echan en la tele (OMG!).

En fin, que la serie mola bastante (por ahora) y es diferente a lo que normalmente es la ficción española. Sorprende que sea una serie de ciencia ficción y que, para variar un poco, no intente llegar a todos los públicos a cualquier precio (vamos, metiendo niños, abuelos, matrimonio y adolescentes/jóvenes para que todos nos identifiquemos).

Hay cosas que creo que están bien hechas y que ayudan a que la serie enganche:

  • No se lían a dar explicaciones científicas o técnicas sobre los viajes en el tiempo (que cada uno se monte la película que quiera). Esto me parece una deferencia como espectadora, no somos tontos, no necesitamos todo mascadito, y aceptamos los pactos de ficción.
  • No quiere ser Doctor Who ni una serie internacional. Los españoles semos asín, y no está mal que la serie mantenga ciertas cosas con las que nos sentimos identificados. Que el ministerio sea un ministerio español, con todas sus particularidades y estereotipos me parece un acierto.
  • Se ven tetas, dicen palabrotas y el humor es bastante pop. Lo de las tetas no es algo que me emocione, pero tiene que ver con lo que decía antes de llegar a todos los públicos cueste lo que cueste. Creo que la serie está dirigida a un público adulto o adulto/joven y muchas referencias de la serie van dirigidas a ese sector. Lo del humor y las referencias a la cultura pop (los afrancesados de 1808 preguntando a los jevis de la Gran Vía, la referencia a Terminator o el punto de Maneras de vivir) también me han gustado mucho.
Por lo demás, sólo queda esperar que la serie mantenga el nivel, y que no la cancelen muy rápido. Tiene un buen equilibrio entre el drama, el humor y la parte histórica, y mantener ese equilibrio me parece complicado. De momento habrá que esperar a ver cómo se las apañan con los nazis esta noche.

jueves, 5 de marzo de 2015

35 semanas y sigue la cuenta atrás.

Siento que últimamente no hablo de otra cosa, pero tener una barriga del tamaño de un balón reglamentario de baloncesto, con una personita dentro que le gusta patearme las costilla, no ayuda a pensar en otra cosa. Hoy hago 35 semanas de embarazo, lo que significa que me quedan dos semanas para estar a término (es decir que si nace la chiquinina ya no se consideraría prematura) y cinco semanas para salir de cuentas. Y como muchísimo me quedan seis semanas y seis días para conocer a la peque. Ainssss... se acerca el momento de la verdad.

Mientras tanto intento seguir haciendo vida "normal" (o todo lo normal que se puede hacer a estas alturas. Se agradecen mucho estos días que está haciendo tan buen tiempo y tan buena temperatura. Mola que ya estén floreciendo los almendros que hay por la calle y apetece más salir a la calle, dar paseítos y quitarse capas de ropa. Aunque lo paseítos cada vez son más cortos y más lentos, porque como me pase medio pelo, ahí están las contracciones acechando para saltar. De hecho el domingo a última hora me acongojé un poco porque eran bastante regulares, cada diez minutos, y me duraron dos o tres horas, no se me pasaba ni en la cama, y durante la noche tuve molestias y dolores como de regla. Por suerte la cosa no fue a más, pero me sirvió para platearme preparar las cosas que nos falta.

Así que esta semana he estado preparando la maletilla de la peque para el hospital (ya está preparada en su cuarto) y he empezado a meter cosas en nuestra bolsa (mudas limpias, sujes y camisetas de lactancia, una bata, ropa para salir del hospital después de...), aunque no puedo tenerla finiquitada hasta el día que nos vayamos a parir, porque hay cosas que usamos todos los días, sobre todo las de aseo.

También hemos terminado de montar la cuna de colecho que nos hemos currado, a partir de una de Ikea. Esto tendrá su propia entrada, aunque se puede ver en muchos sitios ideas de gente que ya lo ha hecho (que es de donde yo saqué la idea), en sitios como Ikea Hackers o en Piratas del Ikea. Ya puedo decir que si nosotros lo hemos conseguido, más fácil no puede ser, porque no somos muy manitas ni aficionados al bricolaje. Lo que sí somos es muy ahorradores y nos ha costado como una cuarta parte de lo que pueden llegar a costar las cunas de colecho que venden.

Y lo que nos queda es elegir guardería, cosa que me trae un poco por el camino de la amargura, no sólo por tener que ir a ver guarderías, que es un coñazo pero no lo podemos posponer ya más, sino porque me recuerda el momento que tendré que dejar a mi peque al cuidado de unos desconocidos y me tendré que ir a trabajar. Y eso, que será casi después de un año (o más) sin currar, me va a dar una pena infinita. En fin, no voy a pensarlo aún, que me quedan unos cuantos meses para que esto ocurra.

Por lo demás, nos quedan cositas, pero no muy importantes, así que se puede decir que estamos preparados para que la chiquinina venga cuando quiera. Otra cosa es a nivel psicológico, que eso creo que no me haré a la idea hasta que la tenga en brazos, pero no quita que tenga ya muchas ganas de que llegue ese momento.

Ainsssss, qué ganas de tener a esa cosita pequeña y tierna en brazos.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Pruebas y seguimiento del embarazo (segundo trimestre).

Bueno, sigo contando cómo ha sido el seguimiento en mi embarazo. Si a alguien le interesa el tema aquí puede leer lo que pasó en el primer trimestre.

En el segundo trimestre, que va de la semana 13 a la 28, tuve las siguientes pruebas y visitas:

Visita a urgencias (esto no es seguimiento normal del embarazo, aunque creo que todas las primerizas hacemos alguna que otra vista a urgencias durante el embarazo). Estando de 14+3 hice mi primera visita a urgencias por un dolor abdominal que me duraba ya un par de días y no se me pasaba con el reposo. Fue tras un fin de semana duro con mis padres ingresados en el hospital, lo que creo que contribuyó bastante. Me hicieron una eco para ver que estaba todo bien, una analítica de orina y tomaron las constantes. El diagnóstico fue dolor mecánico y el tratamiento paracetamol cada ocho horas y un poco de reposo.

Segunda visita a la matrona. Fue en la semana 16. Básicamente me pesó y tomó la tensión. Me dijo que de peso iba bien. También me hizo un monitor doppler durante unos segundos para escuchar el latido del feto. Al principio me avisó que no me asustara si no lo encontraba rápido, porque al ser el feto pequeño aún se mueve mucho, pero lo encontró muy rápido. Me dio cita para la semana 22.

Ecografía del segundo trimestre. Fui justo estando de 20 semanas. En esta ecografía nos llevamos el mayor susto de todo lo que llevo de embarazo. La ginecóloga nos avisó de lo mismo que en la semana 12, que iba a mirarlo todo con calma y que nos diría algo al terminar, que no nos preocupáramos. Empezó con una ecografía vaginal para medir el cuello del útero (esto lo hacen para ver el riesgo de parto prematuro), y luego siguió con una eco abdominal para ver y medir todos los órganos del feto. Esta vez no había residente, así que no nos enterábamos de mucho. Nos hizo cambiar de ecógrafo porque decía que no se veía bien un riñón de la niña, y después vino otra ginecóloga para confirmar lo que ella veía en la exploración. En ese momento ya estábamos de los nervios porque se veía claramente que la cosa no iba bien. Nos dijeron que se veían unos quistes en los plexos coroideos, que por sí solos no eran indicativos de nada, que lo más probable es que se reabsorbieran sin más, pero que también se veía una anormalidad en la arteria subclavia derecha y que no veían bien los riñones por la postura de la niña, pero que parecían que eran más grandes de lo normal. Que cualquiera de esas cosas por separado no era preocupante, pero que los tres hallazgos juntos podían ser indicativos de una anomalía cromosómica. Nos dieron cita para cuatro días más tarde, el lunes siguiente, para repetir la eco y si se confirmaban los hallazgos, me recomendaban hacer una amniocentesis. Nos confirmaron que era niña (no se veía colita), pero salimos tan chafados y preocupados que casi ni lo asimilamos.

Segunda ecografía del segundo trimestre. Como os podéis imaginar pasamos los peores cuatro días de todo el embarazo esperando a hacer esta ecografía. Nos la hizo otra ginecóloga diferente, experta en diagnóstico prenatal, y también estaban presentes las dos ginecólogas que nos hicieron la anterior. Confirmó que los quistes eran más pequeños que cuatro días antes, por lo que les quitó mucha importancia y dijo que no aumentaban el riesgo de síndrome de Down (aumentan el de síndrome de Edwards únicamente, pero si también hay otros marcadores). Nos confirmó el ARSA (arteria derecha subclavia aberrante), pero nos explicó que es algo completamente funcional, que muchas personas lo tienen y no lo saben porque no implica ningún problema. Por último nos dijo que los riñones estaban bien. El ARSA aumentaba un poco el riesgo de síndrome de Down, pero aún así seguía siendo bajo (menos de 1/1500), por lo que no me recomendaba hacer la amniocentesis, y continuar con el seguimiento normal del embarazo. Nos enseñó un momento a la niña en 3D y nos dieron fotos de la ecografía. Como es normal, salimos muy (extremadamente) aliviados y contentos de esta consulta, sabiendo que nuestra niña estaba bien.

La chiquinina a las 20 semanas

Tercera visita a la matrona. Fue en la semana 22, y marcó el inicio de las regañinas de mi matrona (por el peso, claro). La dinámica fue la misma que en las otras visitas: peso, tensión y doppler para escuchar el corazón de la nena. También me revisó los resultado de la ecografía. Me comentó que había cogido más peso del recomendado y que intentase salir a caminar todos los días, moderarme con la cantidad de comida y que probase a dejar el caribán. Me dio cita para la semana 28 y para comenzar el curso de preparación al parto también en la semana 28.

Analítica del segundo trimestre y test de O'Sullivan. Me los hicieron en el hospital estando de 24 semanas. Me hicieron análisis de sangre, de orina y la curva corta de glucosa. Lo primero fue entregar el pis. Y después, antes de la analítica, me dieron un bote de líquido que tiene 50 gramos de glucosa, me dijeron que me lo tenía que tomar en menos de 10 minutos y después esperar una hora sin moverme mucho (estando sentada la hora entera, aunque podía ir al servicio). La bebida no está mal, sabe a naranja dulce pero no mucho, y estaba fresquita y me la tomé bastante rápido porque estaba en ayunas y tenía hambre. No tuve mareos ni náuseas y a la hora fui a que me sacaran la analítica y ya está.

Consulta segundo trimestre en obstetricia. Estaba de 26+4. Me dieron los resultados de la analítica. Todo bien menos la glucosa, que salió un poco alta después del test de O'Sullivan, así que el médico me dio una dieta para hacerla durante tres días y al cuarto volver a hacerme la curva de glucosa larga. Me miraron la tensión, el peso y me hicieron un doppler para escuchar a la chiquinina.

Segunda visita a urgencias. Toda primeriza va a urgencias de vez en cuando y yo no iba a ser menos :P Fue estando de 26+6, por contracciones regulares, no dolorosas que no se me pasaban con el reposo. En parte me acojonó un poco el ginecólogo que me vio unos días antes, porque le pregunté si era normal tener contracciones (las tenía desde la semana 20 aproximadamente, pero no me parecía importante porque no me dolían) y me dijo que si tenía contracciones que fuera a urgencias, sin explicarme si tenían que doler, ser regulares ni ná de ná (un figura el gine, vamos). Me hicieron una ecografía vaginal para medir el cuello del útero y otra abdominal para ver a la peque, una analítica de orina y me tomaron las constantes. En principio todo estaba bien pero me dijeron que me iban a hacer monitores un rato para ver las contracciones, al ver en los primeros veinte minutos que había dinámica de contracciones cada 5 minutos, me dejaron durante dos horas. Después de 45 minutos ya no tenía, pero por si acaso estuve allí las dos horas. Después me hicieron otra ecografía vaginal para ver que el cuello del útero no se había acortado. El diagnóstico fue dinámica no efectiva. Tratamiento: reposo cuando me ocurra y volver a urgencias si van a más o las contracciones son dolorosas.

Test de tolerancia oral a la glucosa o de sobrecarga oral de glucosa. Es lo que llaman la curva larga. Me la hice en la semana 27. Es parecida a la curva corta pero dura tres horas. Antes de la prueba hay que hacer una dieta bastante estricta durante tres días. Es una dieta muy rica en hidratos de carbono, de más de 2000 calorías, por lo que para mi era bastante abundante. Tenia que comer casi una barra entera de pan al día entre todas las comidas y yo no como casi nunca pan, y hay que pesar los alimentos en crudo, pero aparte de eso no fue muy horrible (la dieta, la curva un poco más). El día de la prueba al llegar me pincharon de entrada para ver la glucosa basal (en ayunas), después me dieron un bote que tiene 100 gramos de glucosa (en lugar de 50) para tomarlo en diez minutos. También sabe a naranja y está fresquito aunque cuesta más tomarlo que el de 50 porque es muy dulce y un poco más espeso. Después te pinchan otras tres veces a los 60, 120 y 180 minutos, para tomar los niveles de glucosa. Yo a la media hora me empecé a encontrar fatal, muy mareada, pero no con náuseas sino como si tuviera un bajón de tensión y me fuera a desmayar. Me tumbaron en un sillón reclinable y me pusieron frío en la nuca y se me pasó un poco, pero allí me pasé las tres horas de la prueba porque cuando me incorporaba me volvía a marear. Al final ya me encontraba mejor, pero menos mal que fui acompañada.

Segunda consulta del segundo trimestre en obstetricia. Fue estando de 27 semanas, para los resultados de la curva larga. Me volvieron a tomar la tensión y escuchamos el corazón de la peque. Me dijeron que estaba todo bien, así que terminamos las pruebas y el seguimiento del segundo trimestre con buenas noticias: todo va dentro de la normalidad :)