miércoles, 11 de marzo de 2015

Síntomas y molestias del embarazo.

Hoy voy a hablar de algo muy divertido, la peor parte del embarazo, las benditas molestias que he tenido a lo largo de estos meses de preñez. Sí, porque no todo es fantástico y maravilloso en el milagro de la vida. Hay veces que estás con la cabeza dentro del váter echando el higadillo o con los pies doloridos como si hubieras andado veinte kilómetros, que te preguntas ¿por qué esta mierda me parecía tan buena idea hace unos meses? Tiene sus cosas geniales, claro, pero hoy voy con las putadillas :P

Tengo que hacer un inciso y comentar que esta entrada ha pasado por el filtro de Dani debido a que las hormonas y la mente humana son maravillosas y ya casi no me acuerdo de lo mal que lo pasé en el primer trimestre, y eso que todavía no ha terminado el embarazo. Aún así, el recuerdo de ese periodo no es muy agradable, pero creo que lo pasé peor de lo que mi cabeza ha guardado. En fin, voy a ello.

En el primer trimestre tuve una amplia variedad de molestias gastrointestinales. De hecho, mi médico de cabecera no sabía si era cosa del embarazo o que tuve varias gastroenteritis bastante seguidas. Al principio, nada más enterarme que estaba embarazada, e incluso unos días antes de hacerme el test, tenía molestias como de regla y dolor en los pechos, los sentía como con mucha tensión y dolor cuando me movía. Esto duró unas cuantas semanas, por lo menos hasta la semana 10-12. Sobre la semana 5 empecé con retortijones y algo de diarrea, sobre todo por la tarde-noche, no me pasaba todos los días y en dos o tres semanas se me pasó del todo, pero tuve días de no poder ir a trabajar. Y en la semana 6 llegaron mis amigos, las náuseas y los vómitos, que se han quedado todo el embarazo conmigo, aunque por suerte bastante controlados con el cariban. Creo que la última vez que vomité fue sobre la semana 23, porque la matrona me pidió que intentara dejar el cariban. No lo he vuelto a intentar, claro. Durante todo el primer trimestre, a pesar del cariban, he tenido sensación de asco y revoltijo por la tarde-noche, pero sobre la semana 15 o 16 por suerte se pasó. También he tenido muchos ascos con los olores que también desaparecieron sobre esas semanas. El cuerpo me pedía sólo hidratos de carbono, y los tres primeros meses me he alimentado casi en exclusiva de pasta, arroz y sándwiches de jamón y queso. El dulce y la fruta no lo podía ni oler, cosa que ha cambiado radicalmente a partir del quinto mes, que me he puesto ciega de chocolate valor puro con almendras y he comido mucha más fruta de la que como habitualmente. He notado desde el principio del embarazo que me mareo mucho más en el coche o el bus, cosa que no me pasaba desde que era pequeña. Era más intenso en el primer trimestre, pero me sigue pasando todavía. También he tenido dolores y calambres abdominales, que eran por la distensión de los ligamentos que sujetan el útero, según va creciendo éste. Me recomendaron tomar paracetamol si era muy molesto pero no lo he necesitado y con reposo se pasaba rápido. Y por último, para cerrar un maravilloso primer trimestre que me casqué, desde la quinta o sexta semana, hasta la 16, que dejé de currar, tenía muchísimo cansancio. Creo que no he estado tan cansada en toda mi vida, un agotamiento tan intenso que llegaba a casa por la noche y sólo me podía tumbar en el sofá, y eso que dormía unas diez horas diarias...

El segundo trimestre lo recuerdo algo mejor. Ya no tenía dolor de pechos, ni tanta sensación de asco, ni tanto cansancio. Sí he tenido alguna náusea matutina, pero casi siempre las podía controlar sin llegar a vomitar. He empezado a comer como una descosida al sentirme mejor en ese aspecto. Cuando la tripa ha empezado a crecer, yo he empezado a dormir peor, porque tenía la costumbre de dormir boca arriba o casi boca abajo, y con la tripa no se puede. Desde que empecé a dormir de lado lo hago con un cojín entre las piernas, para que no me duelan las caderas. También he empezado a hacer pis con mucha más frecuencia, y ya desde la semana 20 me he tenido que levantar todas las noches una vez (sobre las cinco era mi hora clave). Desde antes de la semana 20, más o menos, empecé con contracciones de Braxton Higgs, sobre todo al andar, cuando la peque se mueve mucho y al dar vueltas en la cama por la noche, pero sólo las he tenido seguidas y regulares en un par de ocasiones. Otra cosa que noté, bastante molesta, entre la semana 24 y la 30, aproximadamente, ha sido mucho picor en la barriga. Ha coincidido justo cuando más me ha empezado a crecer la tripa, había días que no me podía dormir del picor y se me empezó a aliviar cuando empecé a echarme aceite de almendras antes de irme a la cama.

En el tercer trimestre he tenido algún día de reflujo y ardor de estómago, pero pocos días (para lo que soy yo con el estómago y las digestiones). En estas últimas semanas me tengo que levantar alguna noche a tomar un Almax, por el reflujo que no me deja dormir. Como la tripa ha crecido un montón, y mi peso a la par, he tenido dolores de espalda y de pies después de estar un tiempo de pie o andando, o después de estar mucho tiempo sentada en la misma postura. He dormido cada vez peor. Aparte de seguir dando vueltas, por no encontrar la postura, como en el segundo trimestre, he empezado a levantarme un par de veces o tres a hacer pis, y he tenido muchas noches de desvelarme y no dormirme en un par de horas, dándole vueltas a lo que nos espera en unas pocas semanas... También he notado que tengo la capacidad pulmonar de una pulga, y me ahogo subiendo escaleras o cuestas. Algo del síndrome del nido he tenido, aunque no muy exagerado (todavía me quedan unas semanas así que no canto victoria aun). Otra cosa que noto desde hace unas semanas, que no es mía pero como si lo fuera, es que la peque tiene ataques de hipo. Hipo fetal, que lo llaman. He leído que es síntoma de bienestar fetal, que sus pulmones y su diafragma están madurando. Pero para mí es raro, porque se nota como una vibración rítmica, como si tuviera un tic en toda la tripa. Y cuando le pasa a las cinco de la mañana contribuye bastante a mis despertares y desvelos... Sobre el séptimo mes me ha empezado a salir la línea nigra, que es un oscurecimiento de la línea alba, y el ombligo también se ha oscurecido y ha empezado a salirse para fuera, aunque todavía no llega a salirse del todo, dependiendo de la postura está plano o un poco hacia fuera. De los últimos síntomas que he empezado a tener desde hace unas semanas también, como en la semana 32, son sofocos. Ahora entiendo por qué me dicen que qué suerte por haberme librado del calor, porque de vez en cuando me entran unas calorinas y unos sudores que parezco menopáusica. De hecho, he empezado a llevar un abanico en el bolso. Y desde hace unos días (tres o cuatro) he empezado a tener alguna contracción dolorosa, muy aislada, como mucho dos o tres al día, pero se nota que no son las contracciones "de prueba". Esperemos que la chiquinina quiera esperar al menos una semana más, para estar a término.

Y hasta ahí todo lo que me ha ocurrido hasta ahora, que no es poco, aunque quitando las náuseas y vómitos descontrolados del principio, tampoco creo que haya tenido un mal embarazo. En general creo que está siendo bueno con los achaques típicos. De aquí al final del embarazo todavía espero más insomnio y molestias musculares, por el peso de la tripa, y no sé si me libraré de la hinchazón en los pies, las hemorroides y el estreñimiento. De momento sí, crucemos los dedos :)

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