miércoles, 9 de agosto de 2017

Superpoderes de madre.

Anoche la chiquinina se puso mala y vomitó dos veces de madrugada, y gracias a mis superpoderes sólo tuvimos que cambiarle el pijama. Ahí es ná.

Estos poderes de madre que me han permitido semejante hazaña, son el superoído que me permite escuchar cualquier mínimo ruido que haga la peque, el despertar superrápido sin importar en qué fase del sueño esté cuando mi superoído detecta cualquier ruido, y reflejos ninja que me permite coger en brazos a la chiquinina en décimas de segundo. También ayuda que la niña duerme a menos de cincuenta centímetros de mí. Y que lo mismo estoy exagerando un poco, pero no tener que ponerte a cambiar sábanas de la cama y la cuna a las dos de la mañana porque has estado rápida, da un subidón que una se lo tiene que creer un poco XD

¡Y dos veces! (nohasefaltadesirnadamás).

Cualquier madre o padre que haya sufrido una vomitona nocturna entenderá el orgullo y satisfacción.

La niña mejor, por cierto, va tolerando líquidos.

Y la vuelta al curro fataaaaalllrrr... Pero bueno, todavía estoy aterrizando.

sábado, 5 de agosto de 2017

Lactancia en niños mayores (o lactancia prolongada).

Aprovechando que es la semana internacional de la lactancia, voy a hablar de este tema, que tenía en el tintero. Como la OMS recomienda que los bebés tomen leche materna mínimo hasta los dos años, con lactancia prolongada se refiere a niños mayores de esa edad, es decir, niños que ya andan y hablan. Aunque es verdad que como en este país tenemos las tasas de lactancia que tenemos, cualquier bebé que tome pecho más de un año ya suele sorprender. Esta entrada, más que algo informativo o divulgativo, es mi experiencia con la lactancia con una niña más mayor.

La chiquinina lleva 28 meses de lactancia. Ya camina, corre, intenta trepar a los sitios, salta, y lo que es más importante, habla muchísimo. Se expresa con mucha claridad y hace unas construcciones gramaticales que a veces me alucinan. He notado un cambio importante en la actitud de los que me rodean hacia nuestra lactancia sobre todo desde que pasó el año. No niego que pueda haber una presión hacia las madres para que amamanten a sus bebés, pero sólo si tienen unos pocos meses. A partir del año la presión suele ser para destetar. Como soy una persona que no recibe muy bien las críticas (sí, es un defecto, lo sé), intento no exponerme a ellas, por lo que según ha ido creciendo la chiquinina, nuestra lactancia ha ido quedando relegada más y más a la intimidad. Sé que esto no es muy favorable para normalizar una situación que debería verse como tal, pero es como a mí me ha salido.

La parte positiva de darle el pecho a una niña que ya habla es que se pueden negociar y explicar muchas situaciones. Por ejemplo, decirle que en el parque no le voy a dar, que espere a llegar a casa (esto empecé a hacerlo este invierno, porque darle en la calle con el frío me daba muchísima pereza). También ella puede decir qué es lo que quiere, si tiene sed, hambre, necesita consuelo... Y en esos casos a veces se puede negociar una alternativa. La parte negativa de darle el pecho a una niña que habla es que cuando quiere teta y no quiere otra cosa no me puedo hacer la tonta, porque lo pide claramente XD

Creo que por parte de la sociedad se mantienen muchos mitos acerca de la lactancia en niños más mayores, a pesar de que no hace mucho tiempo era mucho más normal que ahora. La generación de nuestros padres y abuelos no se criaron la mayoría con biberón como nosotros, y era más normal que los niños tomasen el pecho hasta los dos o tres años. En las últimas cuatro o cinco décadas eso dejó de ser lo normal, pero no quiere decir por ello que sea negativo o malo para los niños. Desde la Asociación Española de Pediatría publicaron hace no mucho un tríptico sobre este tema, aclarando algunos de estos mitos, como que la leche materna no pierde propiedades con el tiempo (de hecho a más tiempo de lactancia, tiene más grasa y más calorías para adaptarse a las necesidades del niño), que no tiene relación con las caries infantiles o que no hay ninguna evidencia de que la lactancia más allá de los dos años tenga asociado ningún riesgo físico o psicológico. De hecho, en el documento dice que "El mayor problema de la lactancia materna más allá del año de edad es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual". Lo que yo decía, ahí dan en el clavo totalmente. No me han hecho ninguna crítica abierta, pero sí que he recibido muchos comentarios sobre si todavía toma el pecho esta niña, hasta cuando le vas a dar, vaya vicio que tiene con la teta, etc. De ahí que haya terminado dando el pecho en casa y gracias, que en mi casa hago lo que me da la gana sin dar explicaciones a nadie.

Desde el punto de vista de ella, yo creo que la demanda se ha mantenido estable desde que hicimos el destete nocturno con unos quince meses. Es decir, que no parece que por sí misma vaya a hacer un destete espontáneo en breve. Ha pedido sí o sí por la mañana al despertar, después del cole y para dormir durante muchos meses. Y si está aburrida o con sueño, y me pilla sentada en el sofá, también.

Desde mi punto de vista, desde hace tres o cuatro meses tengo ganas de ir terminando ya con la lactancia, y estoy intentando un destete respetuoso y muy gradual. Parece que lo voy consiguiendo, pero ya le dedicaré otra entrada para contarlo con calma. Es una situación que me genera muchos sentimientos encontrados. Por un lado tengo ganas de que termine, y por otro me da mucha pena. Han sido muchos meses de satisfacción, a pesar de las dificultades del principio. Para mí ha sido muy cómodo, a veces un poco demandante y cansado, pero el balance general es que ha merecido mucho la pena. Supongo que me da pena porque es otro paso más que deja a mi bebé atrás y porque no creo que vuelva a darle el pecho a otro bebé.

Dar o no el pecho a tu bebé es una decisión totalmente personal y respetable, que se debería tomar de forma informada. De la misma manera, decidir cuando dejar de dar el pecho también debería ser una decisión personal y estar informada para no terminar haciendo por presiones externas algo que no se quiere hacer. Dar el pecho más allá del año, si la madre y el bebé quieren, sigue siendo beneficioso para ambos y no tiene ninguna contraindicación. No, los niños no serán más dependientes, ni será imposible destetar hasta que vaya a la universidad, ni produce ningún problema emocional, ni nada de eso que se dice cuando se ve a un niño mayor tomando pecho. Y cuando la madre (o el niño) decida que ya no quiere continuar con la lactancia, pues es una decisión personal igual de respetable, y se debería ayudar a las madres a poder hacer un destete gradual y respetuoso para que ni ella ni el niño lo pasen mal.

En fin, que resumiendo, mi experiencia ha sido muy positiva, pero siento que ya va llegando el momento de cerrar esta etapa.

lunes, 31 de julio de 2017

Julio vacacional.

Llevo casi todo el mes sin actualizar, pero he estado a otras cosas mejores.

Hemos estado dos semanas en la playa. La chiquinina lo ha disfrutado cosa mala.
Ahora seguimos las vacaciones en el pueblo.
Llevo diez días mala, con tos y fiebre algunos días. Será la bajada de defensas vacacional...
La chiquinina estuvo 36 horas sin tomar (ni pedir) teta. No sé si estamos en proceso de destete ni cuanto durará. Ya iré contando.
El 25 fue mi cumple. 36 añazos ya. Dani dice que me va a cambiar por dos de 18, aunque no le veo yo aguantando a dos adolescentes XD
Me regaló un Kindle paperwhite, aunque todavía no lo he estrenado. Me imagino que cuando vuelva al curro le daré buen uso.
La chiquinina se pasó todo el día cantándome el cumpleaños feliz y gritando ¡Felicidades mamá! Aún sigue a ratos XD
Echo de menos mi cama pero no quiero volver a casa. Es una sensación rara.
Me imagino que volveré a actualizar cuando se me acaben las vacaciones, dentro de una semana. Mientras tanto, no me busquen por aquí :P

Caminito a la playa, atardeceres y vinos,
Chiringuitos molones, playón y más bares,
Cansancio al final del día, conejines de vacaciones y más chiringuitos chulos. 

viernes, 7 de julio de 2017

De San Fermín.

Desde hace diez años San Fermín es un día especial.

Un día para recordar cómo y cuándo nos conocimos (qué jóvenes éramos y qué nerviosa me ponía, con las mariposas por todo el cuerpo y la emoción de conocer a alguien genial).

Es un día para decirte lo mucho que te quiero y por qué quiero estar contigo hasta que seamos viejitos y Sofía nos ingrese en una residencia (porque eres el mejor compañero que puedo pedir para compartir mi vida).

Es un día que hace cinco años celebramos el estar juntos con una buena fiesta, con nuestros mejores amigos y familiares más cercanos (quién me iba a decir que me iba a casar en un castillo y vestida de blanco).

Es un día para recordar todo lo que hemos pasado juntos, lo bueno y lo malo, y todas esas primeras veces que dimos un pasito más (los viajes, nuestras casas, las tristes despedidas y las felices bienvenidas, nuestra chiquinina que ha completado la familia).

Es un día para pensar en el futuro, en dónde nos gustaría estar dentro de cinco o diez años, en lo mucho que nos queda por vivir juntos, por disfrutar y experimentar, en las primeras veces que llegarán, en ese camino que tenemos por delante.

Es un día que parece normal, nos levantaremos e iremos a trabajar, pasaremos por ello y esperamos a estar juntos al final del día, para cenar y charlar un rato, y será el mejor momento del día, como el resto de días del año. Pero quizás con todas esas cosas que he dicho antes en la cabeza, siendo más conscientes de que cinco, diez años después, aquí seguimos, queriéndonos y con ganas de seguir adelante, disfrutando juntos hasta donde nos lleve la vida.

Sé que no es una entrada especialmente inspirada, ni especialmente romántica, ni especialmentespecialquehacemosdiezañosjuntoscoñoyaaa... Pero te propongo un trato (y no me hagas la rima que nos conocemos un poco ya). Tú y yo, diez años más.

Luego ya veremos XD

lunes, 3 de julio de 2017

Veintisiete meses.

La chiquinina cumple otro trimestre, y en los últimos tres meses se le ha notado un cambio importante.

Este trimestre ha pasado a la clase de los mayores en el cole y el cambio ha sido positivo. Con su nueva profe va conectando poco a poco, aunque ha notado el cambio porque a la profe de los pequeños la quiere mucho. También es muy observadora, según su profe, se fija mucho en los detalles y se nota que tiene buena memoria. A final de curso su clase ha hecho una excursión a la granja pero decidimos que no fuera porque iban bastante rato en autocar y pasaban todo el día fuera, y no nos hacía mucha gracia siendo tan pequeña aún. El año que viene ya irá. Ya he ido contando que se cogió el virus boca-mano-pie y una buena infección de garganta y oído, para terminar el curso por todo lo alto.

Habla muy claro ya, hace muchas construcciones bastante complejas y conjuga algunos tiempos verbales. Cada niño tiene su ritmo de desarrollo y la chiquinina en el lenguaje va bastante más rápido de lo que le tocaría. Eso facilita muchísimo las cosas porque se puede hablar con ella, explicarle las cosas, lo que nos ahorra bastantes rabietas. Y también ella sabe explicar muy bien lo que le pasa o quiere. La parte negativa es que ya no nos podemos hacer los tontos cuando pide algo que no queremos darle o hacer XD

Sigue siendo de las más pequeñas de los niños de su edad, pero tiene que haber niños de todos los percentiles, ¿no? Ella sigue creciendo al ritmo que toca y se la ve sana y feliz, come muy bien y de casi todo, así que no me preocupa. También va un poco más lenta en la psicomotricidad gruesa, a su ritmo, ha empezado a saltar hace poco y le cuesta un poco subir y bajar escaleras, pero yo creo que es más por miedosa que porque no pueda. Porque eso de que los niños no tienen sentido del peligro con ella no va, es muy precavida y cuidadosa.

Hemos empezado, aunque de forma muy poco seria (como hacemos casi todo en esta familia) con la operación control de esfínteres (OCE). La verdad es que no pide casi nunca pis ni caca, pero el otro día en casa de la abuela la vi apretando y le pregunté si quería hacer caca en el orinal de su primo, dijo que sí y tras varios intentos de sentarse y levantarse, hizo su primera caca en orinal. Le hicimos mucha fiesta y le hemos comprado un orinal y un adaptador para el váter para casa. De vez en cuando dice que quiere hacer pis, juega un rato con el orinal y ya. Yo creo que aún no está muy preparada, pero no tenemos ninguna prisa por quitarle el pañal, cuando ella esté lista lo haremos. De momento se va fijando en nosotros cuando vamos al baño y va cogiendo confianza con su orinal y el váter. A ver como vamos durante el verano, que suele ser un buen momento para intentarlo por comodidad más que nada, no pasa nada porque vayan en pelotas y si se mojan no pasan frío... Pero mi sobri mayor dejó el pañal el otoño pasado y no pasó nada.

Sigue pidiendo teta dos o tres veces al día entre semana, y más veces los fines de semana porque está conmigo todo el día. Fuera de casa ya no le doy prácticamente nunca. Y el viernes fue el primer día que se durmió conmigo sin darle teta antes. La verdad es que empiezo a plantearme el destete, después de 27 meses a veces me cansa un poco, pero también es verdad que muchas veces me pide y, sobre todo si es por hambre o sed, cuando le ofrezco otra cosa, se conforma. En fin, sé que cuando es unilateral no suele ser un destete muy respetuoso, pero tampoco es plan de darle a disgusto... No es algo que me urja mucho pero sí que le voy dando vueltas.

Está muuuuucho más cariñosa, sobre todo con su padre y los abuelos. Ya da besos (antes sólo ponía la cara) y abrazos apretaos que son lo mejor del mundo mundial. Con algunas personas tiene un feeling especial, como su tía Nieves, que para ella es LO MÁS, su tía Sonia, y con algunas amigas como Paqui, Andrea, Isa, Sandra... También últimamente le ha dado por irse de la mano con las mamás de sus amigos del parque. Y cuando ve a sus amigos del cole se pone muy contenta. Empieza a jugar con ellos, aunque todavía no llegan a hacer un juego colaborativo ni simbólico, más bien juegan cada uno a lo suyo pero en el mismo espacio. Lo normal en niños de dos años, vamos.

En fin, que la chiquinina sigue creciendo tan deprisa que da vértigo pensarlo. Parecía que a partir de los dos años iba a hacer menos cambios y no tan rápidos, pero sí que los hay, y muchos, así que seguiré contándolo aquí para poder volver a ello cuando ya no sea mi niña pequeña (un poco bebé aún) de veintisiete meses :)