Y volvieron...
Ya han vuelto las oscuras golondrinas, o los grajos o lo que coños sean esos pajarillos negros que chillan tanto al atardecer (qué poética me pongo, por Dior y por Dolchegabana). Y eso significa una cosa maravillosa: el verano está a la vuelta de la esquina. Sí, soy una exagerá y faltan dos meses, pero empieza el buen tiempo y se me dispara el ánimo, qué le voy a hacer.
Los signos son inequívocos:
1) El crusaít... digooo... Mil perdones, no sé en qué estaba pensando, tanto ver la televisión me está ablandando los sesos. 1) Las citadas golondrinas, cuyos chillidos chirriantes los tengo completamente asociados a las tardes de verano. Mae mía qué buen rollo me entra sólo de pensarlo.
2) El bombardeo de anuncios de productos que van a conseguir que este verano estés absolutamente divina: los anticelulíticos, los cereales con fibra, los yogures cagones, las cremas autobronceadoras, los múltiples productos de depilación y cantidad de milagros-engañabobos que pretenden que te quites kilos de encima en quince días (y no lo has conseguido en todo el invierno).
3) La proliferación de terracitas. Si hay algo que me gusta del verano, aparte de la playa, es tomar cañas en cualquier terraza de Madrid. Esta mañana he inaugurado la temporada con mi madre y una amiga. Qué gustico da tomarse una caña freshiquiiiísima al solecito.
En fin, que estoy más feliz que un regaliz. Encima, mañana tomo rumbo al pueblico para pasar unos cuantos días con mi niño (ya estoy un poco necesitada de amor... y de intimidad. ¡Rrroarrg!). Y a partir del jueves me quedo sola en casa... ¡Yuhu! Así que ya me despido hasta la semana que viene.
PD: Hoy estoy de OK Go...
¡¡¡It's a disaster!!!
Los signos son inequívocos:
1) El crusaít... digooo... Mil perdones, no sé en qué estaba pensando, tanto ver la televisión me está ablandando los sesos. 1) Las citadas golondrinas, cuyos chillidos chirriantes los tengo completamente asociados a las tardes de verano. Mae mía qué buen rollo me entra sólo de pensarlo.
2) El bombardeo de anuncios de productos que van a conseguir que este verano estés absolutamente divina: los anticelulíticos, los cereales con fibra, los yogures cagones, las cremas autobronceadoras, los múltiples productos de depilación y cantidad de milagros-engañabobos que pretenden que te quites kilos de encima en quince días (y no lo has conseguido en todo el invierno).
3) La proliferación de terracitas. Si hay algo que me gusta del verano, aparte de la playa, es tomar cañas en cualquier terraza de Madrid. Esta mañana he inaugurado la temporada con mi madre y una amiga. Qué gustico da tomarse una caña freshiquiiiísima al solecito.
En fin, que estoy más feliz que un regaliz. Encima, mañana tomo rumbo al pueblico para pasar unos cuantos días con mi niño (ya estoy un poco necesitada de amor... y de intimidad. ¡Rrroarrg!). Y a partir del jueves me quedo sola en casa... ¡Yuhu! Así que ya me despido hasta la semana que viene.
PD: Hoy estoy de OK Go...
¡¡¡It's a disaster!!!
2 comentarios:
Si allí ya es medio verano aquí en Valencia es verano y medio, copón! 28 grados a las 11.30 of the morning. Qué calorazo! Luego por la noche hace 10 grados y pillamos unos trancazos que te cagas.
Hay que ver que subidón da que haga buen tiempo, se ve la gente mucho más relajada. Y si no recuerdo mal, las terracitas aquí nunca se fueron, están ahí "at your service" incluso en invierno.
Au cacau!
¡Jar! Para algunas cosas me dais mucha envidia los valencianos. Playita y terracitas a vuestra disposición todo el año... quién pudiera. ¡Disfrútalo!
Talueguito!
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