jueves, 1 de diciembre de 2016

Viaje en coche por Escocia (XII). Vuelta a casa y consejos.

Venga, voy a cumplir mi palabra y, aunque sea en el último momento, terminar el diario de viaje por Escocia antes de irnos a Lisboa. Nos vamos mañana, lo sé. Pero yo cumplo.

Como los dos días anteriores, nos levantamos para desayunar a las ocho y media. Y como los desayunos anteriores tomamos tostadas y huevos revueltos con cosas. Cuando terminamos de desayunar, recogemos las cosas y pagamos la habitación, 300£, con tarjeta. Hemos quedado a las nueve y cuarto con el taxi de Kids Cabs. Llega puntual, con una silla para que la peque pueda hacer el trayecto hasta el aeropuerto con seguridad. El conductor es un señor muy majo, que se pasa todo el viaje dándole conversación a Dani, aunque a Dani no le hace falta que le den mucho hilo para pegar hebra XD

Llegamos al aeropuerto sobre las diez y nos cuesta 27 libras, con la propina 30 al final. Entramos en la terminal y facturamos la maleta. Las tarjetas de embarque las llevamos ya impresas de casa. Pasamos el control de seguridad, aunque hay bastante gente y a Dani le toca que le revisen la maleta de mano, así que la chiquinina y yo le esperamos mientras tanto. Cuando nos volvemos a organizar todo el equipaje de mano que llevamos, pasamos por la tienda de la terminal y compramos un whisky para mi padre. Miramos la puerta de embarque pero todavía no está puesta, así que tenemos que esperar un poco mientras Sofía corretea dando vueltas a las maletas y a nosotros. Cuando ponen la puerta de embarque, vamos para allá. Está literalmente en la punta de la terminal, así que hay que andar un rato. Al final llegamos a una sala de espera donde está la puerta, que es bastante pequeña y acaba petadísima de gente. Le cambiamos el pañal a la chiquinina antes de embarcar y le damos un yogur. Embarcamos de los primeros, ventajas de viajar con niños :P

El vuelo sale sobre las doce y llega a Madrid como a las tres. Durante casi todo el vuelo la peque se echa la siesta encima de mamá. Se despierta cuando estamos aterrizando en Madrid. Al llegar, recogemos la maleta y vamos a comer algo, allí mismo en la terminal, que nos queda todavía una hora y pico de metro hasta casa. Al final llegamos a casa sobre las seis de la tarde, bastante cansados, pero muy contentos con el viaje. Todo salió a pedir de boca, no tuvimos ningún percance grave y nos llevamos muchos recuerdos preciosos de esa tierra tan espectacular.

Algunos consejos e ideas.

  • Comprar casi todo allí, en los supermercados hay de todo, incluso si se quiere comer de bocadillos. Es cierto que es un poco más caro que es España, pero si se quiere viajar ligero de equipaje, es una opción estupenda.
  • Los escoceses son muy amables y cercanos. El acento no es un problema. Ya comenté que me daba miedo enfrentarme a ese acento tan cerrado, pero en cuanto ellos ven que eres de fuera, intentan hablar mucho más despacio y claro, y no hay problema de comunicación.
  • Pagar con tarjeta casi siempre. Nosotros preferimos no cambiar mucho dinero en efectivo en los viajes, para evitar posibles pérdidas o robos, y lo que supone. En casi todos los sitios puedes pagar con tarjeta. Sólo nos pusieron problemas en un par de Guest House, que no tenían esa posibilidad.
  • No entrar en todos los castillos. Al final hay dos tipos de castillos en Escocia, los que están en ruinas, que no tienen mucho que ver por dentro, y los que están reconstruidos, que al final son muy parecidos por dentro unos a otros. El de Stirling y el de Edimburgo me parecen imprescindibles, el de Glamis estuvo bien porque era más moderno, me quedé con las ganas de el de Eilean Donan, pero no hubiera entrado en muchos más.
  • Llevar entretenimiento para los desplazamientos en coche si se viaja con niños. Al final hemos hecho muchos kilómetros, 1600 en siete días, y muchas horas de coche porque las carreteras no son muy allá. Así que los capítulos de La Patrulla Canina y otros juguetes han sido nuestra salvación con la peque. También intentábamos que los desplazamientos coincidieran con sus siestas, así era mucho más llevadero para ella.
  • Si viajas con un bebé, mejor hacerte con un buen portabebés (ergonómico, por favor), porque el carro es inviable en muchos sitios. Incluso en Edimburgo no lo vi muy adaptado para los carritos de bebé, pero también es verdad que no me iba fijando mucho. Aunque cuestas y escaleras hay para aburrir. 
  • Al conducir invertido, el copiloto ayuda. Tener a alguien que te vaya recordando, sobre todo en los cruces, que te tienes que mantener a la izquierda, ayuda mucho a no despistarse. Y más cuando llevas muchos kilómetros y estás cansado de conducir, que acabas poniendo el piloto automático. El coche me parece imprescindible para visitar Escocia, es de las cosas que más nos echaban para atrás, pero al final no ha sido tan terrible. Eso sí, también me parece interesante contratar el seguro sin franquicia porque lo más complicado es calcular donde está el coche (a tu izquierda y no a tu derecha, como estás acostumbrado) y algún roce se le puede hacer fácilmente.
  • Llevar ropa de abrigo y de lluvia, aunque vayas en Agosto. El tiempo es muy variable. Lo mismo te levantas y el tiempo está para ir en manga corta y a las dos horas te cae la del pulpo y baja la temperatura diez grados. Nosotros llevamos unos impermeables con un forro polar desmontable, y nos han hecho muy buen apaño. Y llevar calzado cómodo e impermeable también está bien. Nosotros no hemos hecho senderismo, pero sí que acabas por caminos de tierra o zonas poco urbanizadas, que si llueve encima se convierten en barrizales, así que calzado todoterreno. La peque también llevaba un impermeable amarillo, para no perderse por las Highlands XD

Y yo creo que ya no se me ocurre nada más. Me da penica terminar el diario, aunque ha sido un curro importante. Espero que le sirva a alguien que esté planificando visitar Escocia.

Y yo ya estoy con un pie en Lisboa, así que cuando volvamos, seguiré dando el coñazo con nuestros viajes :P

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