martes, 26 de diciembre de 2017

El descubrimiento de mi vida femenina (o de la copa menstrual).

O de cómo llegó para quedarse por muchos años, espero. Esto era yo hace dos años y medio: una puérpera de excedencia por maternidad, con una bebé que pasaba mucho rato enganchada a la teta y un móvil con el que pasar esos ratos entretenida y no desesperarme. Y así llegué al "foromamás". En realidad se llama de otra manera y es un foro sobre crianza con apego, pero era un foro con muchas madres en mi misma situación y al final se acaba hablando de todo un poco. Allí fue el primer sitio donde que me llegó información sobre la copa menstrual. No era la primera vez que oía sobre ella, pero sí la primera vez que leía experiencias de mujeres reales, y al ser casi todas tan buenas, me acabó convenciendo para usarla yo.

Sobre la copa menstrual hay muchísima información en Internet, por ejemplo Wikipedia siempre es una buena opción, y por eso no voy a redundar en lo mismo, sino explicar mi experiencia. De todas formas, unos dibujicos nunca vienen mal :P


Tuvieron que pasar otros seis o siete meses para que mi menstruación volviera (¡holi!) y ahí sí que me planteé comprarme una copa para probar. Estuve investigando sobre los tipos de copas que hay y las características que mejor se adaptaban a mi cuerpo y mis circunstancias. Al final me decidí por la Femmecup, que es pequeña (no tengo mucho flujo) y blandita (mi suelo pélvico está bien aunque haya tenido un parto vaginal). Después también me he comprado la Divacup, que es un poco más grande, y porque no es transparente. Las copas transparentes acaban amarilleando con el tiempo y parece que están sucias, aunque las acabes de esterilizar.

Tengo que avisar de un par de cosas. Creo que mi experiencia con la copa ha sido tan buena porque no soy escrupulosa con mi propio cuerpo y nunca me ha dado asco mi propia menstruación. Me parece que es parte de mi cuerpo y es algo que ocurre todos los meses desde que tenía trece años, así que no tengo mucho problema en mancharme un poco los dedos cuando la coloco, igual que pasa con los tampones. Las primeras veces me costó un poco conseguir colocarla, porque es diferente a ponerse un tampón, pero en un par de veces o tres se le coge el truco. También para sacarla es diferente, y al principio me molestaba un poco, pero una vez se le coge el truco es rápido y fácil. Las copas más duras cuesta menos colocarlas, porque se abren más fácil una vez dentro, pero yo con las blandas me apaño bien, que suelen ser más cómodas y no se notan nada.

Cómo se coloca la copa. 

Lo segundo es que mis reglas son muy poco abundantes, así que casi nunca tengo que cambiarme la copa fuera de casa. Ni siquiera los primeros días me cambio más de dos veces, al levantarme y al irme a dormir. Es tan cómoda que se me olvida que la tengo puesta, porque no notas nada. De hecho alguna vez me he ido a dormir sin vaciarla y luego he tenido escapes por rebosamiento. Pero fuera de accidentes, me he olvidado completamente de los salvaslips, que solía usar cuando usaba tampones, porque no he tenido ni una fuga. Entiendo que para las que tengan más flujo y tengan que cambiarse fuera de casa puede ser más incómodo, porque necesitas un lavabo para limpiar la copa después de vaciarla y antes de volver a ponerla, pero también he leído que si llevas una botella de agua se puede aclarar y ya está. Además, como es algo que no molesta y se puede poner incluso sin flujo porque no reseca, lo uso desde el día -1 hasta el ultimísimo día, fuera salvaslips y cualquier otro gasto.

En fin, que he descubierto una forma de pasar los días de la regla comodísima, barata (una copa cuesta sobre 25€ y puede durar hasta diez años, calculen el gasto en compresas o tampones) y que genera cero desperdicios. Es cierto que a veces no se da con la copa ideal a la primera. Cada cuerpo es un mundo y cada una tenemos necesidades diferentes, así que es imposible recomendar una copa en concreto. Quizá pensaría lo de que sea transparente como un inconveniente, pero yo que tengo las dos copas, al final acabo usando siempre la Femmecup porque me resulta mucho más cómoda que la Divacup, que también es muy cómoda pero me cuesta más ponerla y quitarla. El tema del amarilleo lo soluciono dejando la copa sumergida durante una noche en agua oxigenada y queda otra vez como nueva. Lo hago cada dos o tres meses, así que no es excesiva molestia, pero es cierto que si fuera de algún color sería más cómodo.

En fin, que a mí también me parecía algo muy hippie, pero realmente el probarlo es lo que me ha convencido.


No hay comentarios: