lunes, 12 de diciembre de 2016

¿No querías dientes? Pos toma.

Que la chiquinina lleva un poco de retraso en la dentición creo que ya lo he comentado alguna vez. En su primer (y único hasta ahora) cumpleaños no tenía ni un diente fuera, y fue con trece meses cuando le empezó a salir el primer diente, uno de los incisivos centrales inferiores. Que sea tardía con los dientes no nos preocupaba, porque su primo mayor también fue tardío y el pequeño va por el mismo camino. Aunque resultaba más raro para los demás lo de darle comida sin triturar y la niña sin un dientecico con que ayudarse XD

Con el orden de erupción de los dientes tampoco ha sido muy normativa. Entra dentro de lo normal, pero no es lo habitual que le salgan primero los incisivos laterales superiores y después los centrales... Esto fue en Agosto, que entre Agosto y Septiembre le salieron los cuatro de arriba, y desde entonces no habíamos tenido más erupciones, hasta la semana pasada. Antes de irnos a Lisboa le empezó a salir uno de los incisivos laterales inferiores y una semana después ya tiene casi fuera los dos incisivos que le faltaban y los dos premolares de abajo. Los premolares de arriba se supone que salen antes que los de abajo, pero no he podido vérselos aún y cualquiera mete un dedo en esa boca de tiburón que tiene ya...

Ni los tiempos ni el orden, aquí vamos por libre

En fin, y para terminar de llevar la contraria, a pesar de que le salen los dientes por andanadas de tres o cuatro a la vez, no hemos notado nada hasta que los tiene ya fuera. Ni culo rojo, ni babeo, ni fiebre, ni dolor, ni dormir peor... Lo único que he notado yo, todas las veces que le han salido dientes, es que durante un par de semanas cambia el agarre al mamar y me es un poco más molesto, porque me roza un poco con los susodichos dientes, pero después vuelve a mamar normal.

¿Y no muerde? La verdad es que era uno de mis mayores miedos cuando se fue acercando el momento de la dentición, pero nunca me he llevado ningún mordisco serio. Un par de pellizcos dolorosos sí, pero como ya va entendiendo, simplemente le digo que no haga eso, que me hace daño y parece que lo ha entendido.

¿Cuando no tenía ni un diente venga a darle trozos de comida y ahora que parece una piraña y puede comer de todo sigue con la teta? Sí, soy de hacer lo que me da la gana. Lo que creo que es mejor para mi hija, como la inmensa mayoría de los padres del mundo.

Ale, dentro de nada con sonrisa Profident XD

Edición de última hora: después de escribir la entrada me atreví a meter un dedo en la boca de la piraña y, efectivamente, le está saliendo también uno de los premolares de arriba. Dos dientes y tres muelas a la vez, y sin decir ni pío, la chiquinina.

viernes, 9 de diciembre de 2016

El colecho no es por j*der (simulado y en diferido).

Hace unos meses escribí una entrada sobre cómo habíamos llevado a cabo el plan padre. Resumiendo mucho, la chiquinina cuando me incorporé a trabajar se despertaba cada hora y tomaba teta en cada despertar. Yo me moría de sueño y cansancio. No queríamos descolechar, pero sí intentar un destete nocturno. Así que Dani empezó a dormir a su lado y tranquilizarla él cuando se despertaba, y después de pocos días la niña empezó a dormir del tirón toda la noche.

Después de todo el verano durmiendo bastante bien, casi siempre del tirón, o como mucho con un despertar, hace un mes me hice la valiente e intenté volver a dormir en mi lado de la cama y al lado de la chiquinina otra vez. Todo empezó una noche que Dani salió de cena y como llegó a altas horas de la madrugada, yo me acosté en mi lado para que la peque no tuviera toda la cama para rodar. Esa noche dormimos bastante bien, así que decidí volver a cambiar a mi lado de la cama. El problema fue que el fin de semana se despertaba muy temprano y le daba teta para que se durmiera otro rato. A veces funcionaba y podíamos dormir un poco más. Pero ese despertar también empezó a hacerlo entre semana, y como a las cinco y media o seis de la mañana. Lo justo para no poder volverme a dormir antes de que suene el despertador y quitarme casi una hora de sueño. Como a lo bueno se acostumbra muy bien y rápido el cuerpo, pero volver a lo regular cuesta un huevo, ese despertar me estaba matando. Y se juntaba con que desde que soy madre tengo el sueño muy ligero y cualquier ruido o movimiento ne despierta. Y si es mi hija que me pega una patada en la cara cuando da una de sus vueltas en la cuna, pues peor... Como ya no es un bebé de tamaño recién nacido, cuando se atraviesa en la cuna y da vueltas, pues acaba con los pies o la cabeza en la cama o en la cara/riñones del que esté a su lado.

Así que después de intentarlo un par de semanas, hemos vuelto al plan padre con Dani durmiendo a su lado guanmortaim, pero además hemos bajado un poco el somier de la cuna, para que no pueda rodar a la cama y dar patadas y cabezazos. Y bueno, la peque ha vuelto a dormir del tirón, así que supongo que al final no habrá sido casualidad... Por su parte no tenemos mucha queja, creo que un día se despertó pidiendo teta y yo me fui un rato al salón mientras Dani la calmaba, pero no hemos tenido mayores dificultades.

En fin, que llegará el momento en que la peque quiera irse a su cuarto a dormir sola, y echaremos de menos todo esto, sus ronquiditos, sus patadas, sus despertares pidiendo teté, o cuando se despierta con una sonrisa de oreja a oreja y dice hola mamá, hola papá y nos da besos y abrazos a los dos. Pero también será el momento en que vuelva a recuperar mi lado de la cama, me da a mí XD

Eso sí, lo de dormir doce horas del tirón como cuando era adolescente, yo creo que ya nunca lo recuperaré, independientemente del colecho, que duerma sola o acompañada, en mi cama o en otro sitio. Supongo que es lo que tiene hacerse mayor...

*El título de la entrada tiene su origen en esta frase que escribí en la entrada anterior que hablaba sobre el tema: El plan padre no es para que por las noches se fastidie el susodicho, en lugar de la madre, por mucho que mi marido se empeñe en chincharme con esto. Desde entonces el susodicho siempre dice que el colecho no es por j*der.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Casi de puente.

Hoy tengo ya mentalidad de puente y no me apetece mucho currar, así que, aquí estoy, actualizando el blog en lugar de curar pacientes XD

Y es que me quedan pocas horas para estar en el aeropuerto, y poco más para llegar a Lisboa. Al parecer nos va a llover un montón, pero bueno, qué se le va a hacer... Estamos entrenados después del viaje a Escocia, así que no nos vamos a amilanar por un poco de agua.

Tengo muchas ganas de pasar unos días con mi maridito sexy y mi chiquinina, los tres solos, sin nada más que hacer que dormir, comer, pasear y disfrutar de Lisboa. A ver si lo de dormir, nos deja un poco la peque XD

Y si podemos turistear un poco, pues mejor. Un poco de anticipación ^-^

Foto de Nol Anders. 
Foto de Ramón Peco
Foto de Bex Walton

jueves, 1 de diciembre de 2016

Viaje en coche por Escocia (XII). Vuelta a casa y consejos.

Venga, voy a cumplir mi palabra y, aunque sea en el último momento, terminar el diario de viaje por Escocia antes de irnos a Lisboa. Nos vamos mañana, lo sé. Pero yo cumplo.

Como los dos días anteriores, nos levantamos para desayunar a las ocho y media. Y como los desayunos anteriores tomamos tostadas y huevos revueltos con cosas. Cuando terminamos de desayunar, recogemos las cosas y pagamos la habitación, 300£, con tarjeta. Hemos quedado a las nueve y cuarto con el taxi de Kids Cabs. Llega puntual, con una silla para que la peque pueda hacer el trayecto hasta el aeropuerto con seguridad. El conductor es un señor muy majo, que se pasa todo el viaje dándole conversación a Dani, aunque a Dani no le hace falta que le den mucho hilo para pegar hebra XD

Llegamos al aeropuerto sobre las diez y nos cuesta 27 libras, con la propina 30 al final. Entramos en la terminal y facturamos la maleta. Las tarjetas de embarque las llevamos ya impresas de casa. Pasamos el control de seguridad, aunque hay bastante gente y a Dani le toca que le revisen la maleta de mano, así que la chiquinina y yo le esperamos mientras tanto. Cuando nos volvemos a organizar todo el equipaje de mano que llevamos, pasamos por la tienda de la terminal y compramos un whisky para mi padre. Miramos la puerta de embarque pero todavía no está puesta, así que tenemos que esperar un poco mientras Sofía corretea dando vueltas a las maletas y a nosotros. Cuando ponen la puerta de embarque, vamos para allá. Está literalmente en la punta de la terminal, así que hay que andar un rato. Al final llegamos a una sala de espera donde está la puerta, que es bastante pequeña y acaba petadísima de gente. Le cambiamos el pañal a la chiquinina antes de embarcar y le damos un yogur. Embarcamos de los primeros, ventajas de viajar con niños :P

El vuelo sale sobre las doce y llega a Madrid como a las tres. Durante casi todo el vuelo la peque se echa la siesta encima de mamá. Se despierta cuando estamos aterrizando en Madrid. Al llegar, recogemos la maleta y vamos a comer algo, allí mismo en la terminal, que nos queda todavía una hora y pico de metro hasta casa. Al final llegamos a casa sobre las seis de la tarde, bastante cansados, pero muy contentos con el viaje. Todo salió a pedir de boca, no tuvimos ningún percance grave y nos llevamos muchos recuerdos preciosos de esa tierra tan espectacular.

Algunos consejos e ideas.

  • Comprar casi todo allí, en los supermercados hay de todo, incluso si se quiere comer de bocadillos. Es cierto que es un poco más caro que es España, pero si se quiere viajar ligero de equipaje, es una opción estupenda.
  • Los escoceses son muy amables y cercanos. El acento no es un problema. Ya comenté que me daba miedo enfrentarme a ese acento tan cerrado, pero en cuanto ellos ven que eres de fuera, intentan hablar mucho más despacio y claro, y no hay problema de comunicación.
  • Pagar con tarjeta casi siempre. Nosotros preferimos no cambiar mucho dinero en efectivo en los viajes, para evitar posibles pérdidas o robos, y lo que supone. En casi todos los sitios puedes pagar con tarjeta. Sólo nos pusieron problemas en un par de Guest House, que no tenían esa posibilidad.
  • No entrar en todos los castillos. Al final hay dos tipos de castillos en Escocia, los que están en ruinas, que no tienen mucho que ver por dentro, y los que están reconstruidos, que al final son muy parecidos por dentro unos a otros. El de Stirling y el de Edimburgo me parecen imprescindibles, el de Glamis estuvo bien porque era más moderno, me quedé con las ganas de el de Eilean Donan, pero no hubiera entrado en muchos más.
  • Llevar entretenimiento para los desplazamientos en coche si se viaja con niños. Al final hemos hecho muchos kilómetros, 1600 en siete días, y muchas horas de coche porque las carreteras no son muy allá. Así que los capítulos de La Patrulla Canina y otros juguetes han sido nuestra salvación con la peque. También intentábamos que los desplazamientos coincidieran con sus siestas, así era mucho más llevadero para ella.
  • Si viajas con un bebé, mejor hacerte con un buen portabebés (ergonómico, por favor), porque el carro es inviable en muchos sitios. Incluso en Edimburgo no lo vi muy adaptado para los carritos de bebé, pero también es verdad que no me iba fijando mucho. Aunque cuestas y escaleras hay para aburrir. 
  • Al conducir invertido, el copiloto ayuda. Tener a alguien que te vaya recordando, sobre todo en los cruces, que te tienes que mantener a la izquierda, ayuda mucho a no despistarse. Y más cuando llevas muchos kilómetros y estás cansado de conducir, que acabas poniendo el piloto automático. El coche me parece imprescindible para visitar Escocia, es de las cosas que más nos echaban para atrás, pero al final no ha sido tan terrible. Eso sí, también me parece interesante contratar el seguro sin franquicia porque lo más complicado es calcular donde está el coche (a tu izquierda y no a tu derecha, como estás acostumbrado) y algún roce se le puede hacer fácilmente.
  • Llevar ropa de abrigo y de lluvia, aunque vayas en Agosto. El tiempo es muy variable. Lo mismo te levantas y el tiempo está para ir en manga corta y a las dos horas te cae la del pulpo y baja la temperatura diez grados. Nosotros llevamos unos impermeables con un forro polar desmontable, y nos han hecho muy buen apaño. Y llevar calzado cómodo e impermeable también está bien. Nosotros no hemos hecho senderismo, pero sí que acabas por caminos de tierra o zonas poco urbanizadas, que si llueve encima se convierten en barrizales, así que calzado todoterreno. La peque también llevaba un impermeable amarillo, para no perderse por las Highlands XD

Y yo creo que ya no se me ocurre nada más. Me da penica terminar el diario, aunque ha sido un curro importante. Espero que le sirva a alguien que esté planificando visitar Escocia.

Y yo ya estoy con un pie en Lisboa, así que cuando volvamos, seguiré dando el coñazo con nuestros viajes :P

domingo, 27 de noviembre de 2016

Y ahora, traductora.

Bien es sabido que las madres cumplimos múltiples oficios en el desempeño de nuestra maternidad: chef, chófer, enfermera, limpiadora, animadora de ocio y tiempo libre, maestra, proveedora, directora financiera, fotógrafa, guardaespaldas... Pero últimamente la que más me llama la atención es la de traductora. En las últimas semanas la chiquinina ha tenido una explosión del lenguaje alucinante. Cada día dice varias palabras nuevas, pero todavía le cuesta pronunciar. Yo, que estoy con ella todas las horas del día menos las que estoy currando, pues la voy entendiendo a base de ensayo y error.

-Mamá, esche...
-¿Esche? ¿Qué quieres, cariño?
-Esche, ¡amooo!
-Vamos, sí, ya vamos. Pero no sé qué quieres...
-¡Ameee!
-¿Hambre? ¿Tienes hambre?
-Tí. Esche.
-¿Leche?
-Tí.
-Acabáramos...

Y así todos los días. Algunas veces me entero y otras no. Y cuando estamos con otros, voy traduciendo para los demás.

-¡Abuuuu! Pitáaa.
Mi madre me mira con cara de no entender nada.
-Abuela, que quiere pintar.

Así que cuando la niña dice algo, los demás suelen mirarme para saber qué le pasa o qué dice. Eso sí, cuando suelta una parrafada tipo amanischepitichiaiéeeee... y todos me miran se me queda la misma cara de tonta que a los demás, aclaro que no la he entendido, mientras ella nos mira con cara de perdonarnos la vida XD

Me imagino que esto acabará en unos meses y lo echaré de menos, como muchas cosas que ya van pasando y se recuerdan con ternura*.

Y hablando de lenguaje, esta semana creo que es la primera vez que hemos oído a la chiquinina nombrarse a sí misma claramente. El viernes le estaba enseñando un vídeo que salía ella no hace mucho tiempo y se reconoció, se señaló y dijo Tutía. Es normal que me parezca la niña más bonita y más lista del mundo, ¿no? XD

*El otro día vi en el feisbuk que la última vez que la peque se echó una siesta encima de mamá fue el día de mi cumpleaños. Y los primeros meses parecía que nunca iba a dormir en otro sitio que no fuera en mis brazos... Ains, qué rápido se pasa todo, aunque en el momento parezca eterno :)