Me voy a Japón (si no pasa ná).

Tras arduas peleas con los jefes y diferentes aerolíneas, ya tenemos los billetes de avión que nos llevarán rumbo a Japón. Nos ha costado, pero finalmente lo hemos conseguido.

Lo mío fue fácil. La semana después de hablar con David y Jorge, decidimos que sí nos apetecía hacer este viaje y nos pusimos manos a la obra. Esto fue allá por principios de Octubre, creo. A mediados de Octubre, David mandó un correo comentando que ya tenía su billete a Osaka, y yo pensé Tate, aquí hay que espabilar que al final nos quedamos sin billete. Esa semana le pedí los días a mi jefe con mi mejor cara de buena persona. Él me los confirmó en el momento* sólo con la condición de hacer bien las cosas y rellenar el formulario de días libres para la empresa. La cosa parecía que iba viento en popa.

Pero nos topamos con el jefe del churri. Porque el Luisma es tonto**, no sé si lo sabíais. Así que el susodicho jefe se fue de vacaciones y nos dejó sin los días confirmados y el billete sin comprar. Un par de semanas... O tres... O un mes... En fin...

Total, que llega la semana pasada y, por fin, le confirman los días a Dani. Así que el finde David, con muy buen criterio, nos dijo Comprarlo yaaaa, que el lunes es ya Diciembre y lo mismo cambian la tarifa. No seáis perrooosss... Que irse a Japón por quinientosypicoleuros no es moco de pavo (esto lo digo yo). Y le contestamos Seeeep, no te preocupes, el domingo lo compramos. ¿Lo compró alguien por ahí el domingo? Pues yo tampoco.

Y pasó lo que tenía que pasar. El lunes el billete en lugar de costar quinientosypico pasó a costar ochocientosymucho, lo cual es una diferencia considerable. Un pastizal, vamos. Y a mí, personalmente, se me echó el mundo encima (aunque creo que a Dani más...). Y seguramente David se mosqueó un poco. No lo sé, pero me da que sí.

Bueno, pues tras el cabreo inicial, tocaba sopesar alternativas. O pagar casi el doble o irnos con otra compañía con precio barato que tenía los vuelos a las misma horas aproximadamente. Lo del pastizal me dolía en el alma, y la putada de ir con otra compañía es que las quince horas de vuelo estaríamos cada pareja en un avión diferente, pero por lo menos no se trastocaba mucho el plan. Así que ayer, tras la jornada de reflexión electoral (de elegir una alternativa de las dos), nos decidimos por el vuelo barato. Y por la tarde nos pusimos a comprarlo.

Pero... ¡Oh, sorpresa! Al buscar el vuelo en la página de internés, ¿qué es lo que vemos? ¡¡¡Ta-chaaannn!!! La primera compañía ha vuelto a bajar el precio del billete y cuesta de nuevo quinientosypicoleuros. ¡Ja! Tanto quebradero de cabeza para ná. Como diría Víctor (que tiene sus momentos de sabiduría): Al final, mágicamente, todo se arreglará. XD

Pues eso, que me voy a Japón con unos frikis y pienso pasármelo teta y disfrutar de las maravillas que tanto tiempo he soñado conocer.

Eso si no pasa ná de aquí a Febrero, claro.

Bueno, aunque supongo que mágicamente se arreglaría todo :P

*Cada día que pasa me gusta más mi trabajo, mis compañeros y mi jefe. En sentido estrictamente profesional, claro.
**Al parecer el susodicho se parece al Luisma, y no físicamente... Nosésimexplico XD

PD: Viene que ni pintao el vídeo de Read my Mind, para irme ambientando.