jueves, 7 de julio de 2016

Mi noveno San Fermín.

Información para su salud mental: esta entrada está llena de amor, ñoñería, azúcar, unicornios y nubes que huelen a flores. Alguna persona ha terminado cagando caramelo al finalizar de leer la misma. Avisados quedan.

Hace nueve años que estamos juntos y las cosas han cambiado muchísimo. No nos parecemos casi ya a aquellos dos posadolescentes de veinticinco añitos, que empezaban a conocerse. Creo que ya nos conocemos bastante bien, y nos tenemos casi toda la confianza que puede haber entre dos personas (y ya se sabe que donde hay confianza...), pero nunca está de más dar las gracias (soy una señorita del barrio Salamanca muy educada XD).

Gracias por haberme dado la oportunidad de conocerte, eres una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Tienes un corazón enorme y eres bueno con los demás.

Gracias por hacer el esfuerzo de llegar a conocerme y atravesar las barreras que suelo poner en un primer momento, y por quererme tal y como soy. Creo que nadie me conoce como tú.

Gracias por acompañarme en todas las aventuras que te propongo, aunque en un primer momento no entrasen dentro de tus planes, desde la más pequeña chorrada, hasta la gran aventura de formar una familia. Eres un gran compañero.

Gracias por luchar incluso cuando las cosas no van bien, por intentar hablar siempre conmigo, por aguantar mis cabreos, por la paciencia ahora que somos más padres que pareja, por querer encontrar un nuevo equilibrio.

Gracias por todas las veces que me haces sonreír, por todos los besos y abrazos que me das a lo largo del día, por darme la mano cada vez que lo necesito, por lo cariñoso que eres siempre, por intentar hacerme feliz (y conseguirlo casi siempre).

Siempre que imagino mi futuro (el mejor futuro posible) tú estás a mi lado y espero que sea así durante muchos años más. Han sido nueve años, pero ya casi no me acuerdo de cómo era la vida antes de conocerte. Ni falta que hace.

Si te llamo amor, es porque lo eres ;)

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