domingo, 31 de julio de 2016

Popurrí para despedir Julio.

Pues nada, que con la tontería ya se ha pasado casi medio verano. Y a Julio, mi mes favorito, le quedan dos telediarios. Y Agosto con las vacaciones seguro que se me va a pasar volando. Así que ya tenemos la vuelta al cole a las puertas. Sí, hoy estoy un poco agonías. En fin...

Voy a hacer un poco popurrí de entrada.

Estoy escuchando música nueva. No es que sea nueva de novedad, sino que no la había escuchado nunca. Entre otras cosas estoy con Pearl Jam y León Benavente. Muy coherente yo, lo sé. Lo de Pearl Jam ha sido raro, porque primero descubrí a Eddie Vedder en solitario y después al grupo. La voz de este hombre y su forma de cantar me encantan. Lo de León Benavente ha sido una recomendación que me han hecho en el curro. Nostamal...



También he retomado la lectura, aprovechando el rato que voy en la Renfe al ir y volver de trabajar. He sido capaz de terminar Danza de Dragones (y me cagüen tós los spoilers que me están haciendo con la puñetera serie de las narices), y ahora estoy terminando la trilogía The Century, de Ken Follet. Ya me había leído La Caída de los Gigantes y El Invierno del Mundo antes y durante el embarazo, y ahora he empezado (y ya llevo mediado) El Umbral de la Eternidad. Me gusta como mezcla la ficción con la historia. Es una buena manera de entender lo que pasó en Occidente en el siglo XX. Y ya tengo unos cuantos Ebooks más para ver si aprovecho la racha lectora.

Con el calor que está haciendo, una de las mejores compras que hemos podido hacer ha sido un ventilador de techo. Aunque, según Dani, el ventilador casi nos cuesta el divorcio el año pasado (no sé si exagera o yo no me acuerdo de nada por el dopaje de las hormonas posparto. O las dos...), este año he comprobado que es lo mejor para dormir a gusto: no hace prácticamente ruido y no te quedas congelado como con el aire acondicionado. Para mí, que no soy muy calurosa, ha sido una gran ayuda para dormir bastante bien estos días que no bajaba mucho la temperatura por la noche.

Y del calor, al frío. Ayer fuimos a buscar un forro polar para la chiquinina, para el viaje a Escocia. Ya le hemos comprado también un chubasquero, pero viendo que las temperaturas máximas en Edimburgo no pasan de los veinte grados ahora mismo, en pleno Julio, a finales de Agosto es más que probable que nos pelemos de frío, sobre todo comparándolo con el final del verano madrileño. Así que nos fuimos al Decathlon porque en las tiendas normales todavía es complicado encontrar ropa de abrigo, y de un forro polar que íbamos a comprar, salimos los tres bien equipados. Dani y yo nos hemos comprado un abrigo muy chulo, que tiene un forro polar desmontable y la parte exterior es como un chubasquero, así que se puede usar como chubasquero solo, como forro solo o como abrigo con las dos cosas juntas. Es un poco capricho, pero me pareció muy práctico para el viaje y luego para usarlo en entretiempo.

Pensando en Septiembre, estoy un poco acojonada/cabreada por la guardería. Resulta que hace un par de semanas o tres nos dijo la directora de la guardería que la había traspasado a otros dueños. Ya habíamos pagado la matrícula para el curso que viene y pedido la beca de la Comunidad de Madrid, así que como nos dijeron que la mayoría de las profes iban a seguir, decidimos seguir y ver qué pasaba en Septiembre. Pero en los últimos días nos hemos enterado que es probable que la guardería no abra, que las profes no sigan y que no nos están dando ningún tipo de información a los padres, con lo que estamos ya en Agosto, con todas las guarderías cerradas y sin posibilidad de buscar una alternativa. Además van a cerrar todo el mes de Agosto cuando en un principio la primera quincena iban a estar... Así que nos toca tirar de abuelos, ahora en Agosto dos semanas y lo mismo en Septiembre también hasta que encontremos algo. Y suerte que los tenemos cerca y nos ayudan de todo corazón. En fin, todo facilidades para la conciliación familiar.

En fin, que qué ganas de vacaciones ya...

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