Quince meses.
Bueno, dije que lo iba a intentar, y así lo intento. La chiquinina hace quince meses y estos tres últimos meses ha cambiado un montón. Estaba leyendo la entrada de los doce meses y parece mentira que sólo hayan pasado tres. Bueno, voy al tema.
De peso y talla sigue como siempre, pequeñita pero creciendo a buen ritmo. Pesa casi nueve kilos y mide sobre 75 centímetros, lo que significa que sigue estando alrededor del percentil 20. A ver qué nos dice la pediatra, pero la verdad es que ella come muy bien, tiene barrigota y mollitas en las piernas, y se la ve sana y activa. Come como una lima y de todo. Desde que empezó la guarde seguimos con mezcla de purés y BLW. Por la mañana desayuna papilla en la guardería; a media mañana le dan picos o galletas; para comer puré, un segundo sólido y un yogur de postre; la merienda la hace conmigo, teta y luego fruta triturada o entera, jamón york, queso, pan, depende de lo que tenga en la nevera; y para cenar suele ser papilla también, pero si estamos fuera pica de lo que comamos nosotros. Y de recena, teta para dormir, claro. En vacaciones ha comido calamares, tortilla de patatas, aceitunas, mucho queso (nos ha salido quesera, ¡bien!), jamón ibérico, mucho pan, chocos, patatas y zanahorias aliñás... Atún y cazón no le hemos dado porque todavía no puede, pero seguro que le hubiera gustado también.
En la guardería están encantadas con ella. Ya se queda contenta la mayoría de los días, y se nota que quiere a sus profes. Casi todos los días también sale contenta, de la mano de su profe, y me da unos achuchones que me derrite. Estos meses no ha estado especialmente malita. Tuvo unos días de bastante tos, mocos y algo de fiebre, que no la dejaban descansar. Al final la pediatra le dio un mucolítico para ayudar a expulsar los mocos. Y como ya comenté en una entrada, por fin le han salido los dientes. Yo creo que fue a los pocos días de hacer el año, le rompió un incisivo inferior y a los pocos días el otro. Le han salido muy rápido, pero ya no hemos visto más apariciones estelares... Hasta esta misma semana que le ha salido un incisivo lateral superior. Eso sí, no ha tenido ningún síntoma de los que se supone que ocurren con la salida de los dientes, sólo un poco más de babeo unos días antes de romper el diente y un día el culito un poco rojo, pero nada más. Durmiendo como una bendita y todo. También ha estado con otra infección de orina. Nos hemos enterado porque tenía revisión de nefrología y le hicieron un cultivo, pero no le ha dado síntomas ni fiebre ni nada. Ha estado una semana con antibiótico y ya se le ha quitado, así que volveremos a revisión en tres meses.
Sobre el sueño, ya hablé del plan padre en otra entrada, pero seguimos bastante bien. Muy bien. Estupendamente, de hecho. Hace tres meses estaba moribunda del sueño, sin dormir más de hora y pico seguida, y se me hacía demasiado bonito pensar en dormir varias horas seguidas en tan poco tiempo. Sigue durmiendo Dani a su lado, porque no me atrevo a volver yo a dormir cerca. En vacaciones, la primera noche la niña durmió entre los dos y se despertó tres o cuatro veces a mamar. Como me vea, o teta o llora desconsolada. Así que, lo que hemos hecho durante las vacaciones ha sido poner una cama individual entre la pared y la cama de matrimonio, porque en la cuna de viaje que pedimos no había manera de que durmiera mucho rato en ella. Así hemos dormido casi como en casa. Bueno, en realidad con más espacio todavía y casi todas las noches del tirón. La única pega es que últimamente le ha dado algunas noches por "hablar" en sueños (en su idioma-bebé) y cuando lo hace me despierta porque aún sigo con el oído de madre activado. En resumen, que me parece mentira lo que ha cambiado el sueño en tres meses. ¡¡Hay luz al final del túnel!! XD
Hablando del idioma-bebé, ya va diciendo bastantes cositas. Mamá lo dice claramente, y a su padre le dice amá o mamá también. Hemos llegado a la conclusión de que es porque me oye a mí llamar a Dani amor y se ha quedado con eso, y eso que nos pasamos el día diciéndole que es papá... Aaaa es agua. Eta o teta es teta o galleta, según le dé. Dice olla y aió, canta el cumpleaños feliz, pero la letra es tiaaaa tiaaaa tiaaaa. Dice oma cuando quiere dar algo y ame cuando quiere que se lo demos. Coge el móvil y dice ollaaa y empieza a soltar una parrafada en su idioma que es pa comérsela de graciosa. Cuando oímos la puerta por las tardes le digo ¿Quién viene? ¿Es papá? Y se le ilumina la cara, si está de pie quiere que la lleve corriendo a verle y le da un abrazo que a Dani se le pone una carica genial (y babea cosa mala). Entender, entiende ya muchísimo.
Andar, todavía no se ha soltado. La semana pasada dio unos pasitos sola un poco obligada, pero no se atreve aún a soltarse. Necesita que le demos un dedo y casi ni se sujeta, y agarrada a los muebles se desplaza genial. Yo creo que en breve se soltará y al paso que va saldrá corriendo directamente. Tampoco ha llegado a gatear, sigue desplazándose culeteando, y ya se sienta y casi se pone de pie sola.
Sigue muy apegada a mí, pero ya se va mejor con los demás, sobre todo si le dan un rato para coger confianza sin atosigarla mucho. No la hemos dejado más veces en estos tres meses porque lo pasa regular, todavía no entiende bien lo que pasa, ni sabe que vamos a volver, así que yo prefiero ahorrarle el mal rato si no es imprescindible. Los niños le encantan y los animales también le flipan. Le encanta ver a sus primos, con los bebés empieza a tener cuidado y les toca despacito, y con Paul igual, ha aprendido a acariciarle con cuidado. La conejina es más lista y desconfiada, y no se deja todavía. Es muy observadora, se queda con todo, y le encanta decir adiós a todo el mundo: la gente que se cruza paseando, las motos y los autobuses.
Dani siempre dice que él es el suplente de Cristiano Ronaldo, pero se nota muchísimo el apego que la niña está desarrollando con él. Y tiene mucho más mérito que yo, porque no tiene tetas ;P Esos momentos los fines de semana por la mañana, cuando nos despertamos los tres juntos, ponemos a Sofía en medio y ella se dedica un rato a decirnos hola y darnos besos y achuchones, esos momentos son los que hacen que absolutamente todo merezca la pena, el cansancio, la falta de sueño, la rutina, y que me de mucha pena que el tiempo pase tan rápido. Ahora está en una época en que cada día hace algo nuevo, y eso hace que me parezca cada vez más mayor, aunque toda la vida seguirá siendo mi chiquinina.
En fin, que está para comérsela, cada día más rubia, con sus ojos grandes y sus mofletes redonditos. Es una preciosidad. Pero qué voy a decir yo, que soy su madre...
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