Hoy empiezo a contar el viaje, aunque ya expliqué el plan que teníamos en esta entrada. Y, sin hacer caso al título, voy a hablar de San Sebastián, que fue nuestra primera parada y no es ni País Vasco francés, ni las Landas, ni Burdeos XD
Creo que algo he dicho por aquí de los inicios tan accidentados que tuvimos en estas vacaciones (se está volviendo costumbre y no me mola nada). Empezamos el viaje con un susto gordo porque justo cuando salía de trabajar me llama la profesora de Sofía para decirme que le habían salido granos por todo el cuerpo. Merde. Llego a recogerla y nos vamos directas al pediatra. Según la profe, ha habido varios casos de varicela en la guarde y como sea eso creo que nos quedamos sin viaje. Como vamos de urgencia y sólo hay una pediatra en el centro de salud (que encima ni es pediatra, es médico de familia), hasta las cinco casi no nos ven, y le da tiempo a llegar a Dani. Y eso que habíamos cargado el coche con el equipaje la tarde anterior para salir a las cuatro y media pitando, en cuanto Dani llegase del curro. Nuestro gozo en un pozo. Por fin nos ve la médico y nos dice que no es varicela, es un virus que da mocos, tos y un poco de diarrea, además de una erupción por todo el cuerpo. Le tenemos que dar Dalsy para la garganta y, como vamos a un sitio civilizado en el que hay médicos y hospitales, podemos irnos de viaje. ¡Yuju! Vamos a casa a coger el resto de cosas, cargamos el coche y al final salimos casi a las seis y media.
La peque se duerme al rato de salir y hacemos casi tres horas del tirón. A las nueve y media paramos a descansar y cenar algo, unos bocatas en una estación de servicio. Cambiamos y conduzco yo el resto del viaje. Afortunadamente, la chiquinina se vuelve a dormir hasta que llegamos. Pasamos por tres peajes, uno en Burgos, que son 12€; otro de la AP8, que son 12,80€; y otro al salir en Rentería, que son 1,25€. Al salir del último peaje está la ertzantxa haciendo un control. Me dan el alto, pero cuando el ertzaina ve a la peque detrás dormida nos dice que sigamos.
Sobre las doce llegamos al hotel, que está en Rentería. El hotel es el B&B Donostia Aeropuerto, y nos cuesta 130€ las dos noches, más el parking que cuesta 7€ para toda la estancia. Es un tres estrellas y está bien, es moderno, limpio y básico. Dani hace el check-in, metemos el coche en el parking y subimos el equipaje a la habitación. La habitación es triple con una cama de 1,80 y otra de 90, con los colchones muy cómodos. Pegamos las camas para que la peque no se nos caiga, y ni siquiera tenemos que abrir la maleta porque llevamos los pijamas y bolsa de aseo en la mochila. Nos dormimos como a la una, bastante hechos polvo todos.
Como durante el viaje la peque fue durmiendo y está descansada, el sábado se despierta a las siete y cuarto. Moñeamos un poco en la cama mientras ella ve dibujos en el móvil. Por comodidad y no complicarnos la vida porque estamos como en un polígono industrial, decidimos desayunar en el hotel. Es desayuno buffet y no está mal, tienen bastante variedad, aunque no hay nada de cocina, sólo tortilla de patatas, y el café y el zumo son bastante reguleros. Después de desayunar cogemos el coche y vamos a San Sebastián, que está a unos diez minutos del hotel. Lo primero que hacemos es subir al Monte Igueldo, llegamos como a las diez y no hay mucha gente aún. Es un poco sablazo, 2,20€ por persona, aunque las vistas merecen la pena. Damos una vuelta por parque de atracciones, hacemos muchas fotos y a las once bajamos al centro.
Como no nos apetece coger bus o tren con la niña, ni estar dando vueltas buscando aparcamiento, dejamos el coche en el parking de la Concha. Damos una vuelta por la Concha, por el ensanche, vemos la catedral del Buen Pastor, y nos tomamos una caña en el bar Oquendo. Entramos sin tener ni idea de que es un sitio típico, y es curioso porque está empapelado con fotos de un montón de famosos con los que deben de ser los dueños. Una cerveza grande y una Coca-Cola nos cuesta 5,60€. Cuando terminamos, vamos a un centro comercial que está muy cerca, el mercado de la Bretxa, para cambiar el pañal de Sofía. Entramos en la zona vieja y comemos de pintxos. En el Borda Berri nos tomamos una cerveza y un vino con dos pinchos (carrillera ibérica y rissotto) por 9,20€; y en el Beti Jai Berri tomamos también una cerveza y un vino y cuatro pinchos por unos 15€.
Después damos un paseo por el centro, vemos la plaza de la Constitución, las iglesias de San Vicente y Santa María Eliza, el Kursaal sin cruzar el río, y por el paseo que da la vuelta al monte Urgul, la chiquinina se queda dormida. Nos sentamos un rato en un banco y Dani echa también una cabezadita. Al rato terminamos la vuelta al monte, pasamos por el puerto y volvemos al coche, porque estamos hechos polvo y está empezando a llover. Volvemos al hotel, nos pegamos una ducha y bajamos al lobby a tomar algo y darle el puré a Sofía. Nosotros nos tomamos un bocadillo y una pizza con unas cervezas, que nos salen por 18€, y a las nueve estamos todos en la cama. La peque está tan cansada que le cuesta un montón dormirse aunque a las diez ya estamos todos inconscientes.
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La habitación del hotel. |
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Parque de atracciones del Monte Igueldo |
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Vista de San Sebastián. |
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Playa de la Concha. |
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Catedral del Buen Pastor. |
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De pintxos por la parte vieja. |
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Iglesia de San Vicente. |
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El puerto. |
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Otra vez la Concha. |
Otras entradas del viaje en coche al País Vasco francés, las Landas y Burdeos:
Preparación y ruta
Viaje de ida y San Sebastián
País Vasco francés
Las Landas
Burdeos
Saint-Emilion y vuelta a casa.
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