Viruses de ida y vuelta.
Ya estamos de vuelta en casa después de una semana de viaje por el sur de Francia. El viaje ha sido muy molón, aunque algo accidentado. El mismo viernes que nos íbamos, justo cuando salía por la puerta del trabajo, me llamó la profesora de la chiquinina para decirme que le habían salido granos por todo el cuerpo. Tras cagarme mentalmente en todo lo cagable, llegué a buscar a la peque y con las mismas nos fuimos al pediatra de urgencia. Por suerte la pediatra nos dijo que era un virus que da tos, mocos, un poco de diarrea y erupción de granos, pero que con ibuprofeno estaría mejor y que nos podíamos ir, ya que el viaje era a un sitio civilizado. Dani también iba con tos y mocos, pero el jueves empezó también con un sarpullido por el cuerpo. Ayer según volvimos, fue al médico porsiaca, y le dijeron que tiene el virus boca-mano-pie. La verdad es que los últimos días del viaje le he tenido hecho un trapillo, pero bueno. Ahora sólo me queda saber cuando empezaré yo con el tema.
Por lo demás, con pocas ganas de currar mañana, hoy celebrando mi tercer día de la madre tomando ahora un vinico en la terraza y disfrutando de la buena temperatura que hace y de las golondrinas, que ya han vuelto. Y en breve a la cama, que la peque no perdona sus madrugones ni en vacaciones*.
Intentaré ir escribiendo las entradas del viaje según vaya retocando las fotos, pero no prometo nada.
Y ya.
*En vacaciones el truco ha sido que nos íbamos a la cama y nos levantábamos todos a la vez y hemos dormido una media de diez horas, pero anoche ya nos acostamos más tarde y esta mañana se ha notado.
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