martes, 3 de abril de 2018

Tres años (adiós a mi bebé).

La peque tiene claro desde hace días que el martes es su cumpleaños. Y hemos estado planeando qué íbamos a llevar al cole para los amigos, qué quiere de regalo de cumple o qué tarta le gusta para soplar las velas. Se nota mucho que mi chiquinina ya no es mi bebé. Es mi niña pequeña, que todavía me sigue necesitando mucho (y espero que toda la vida, yo todavía necesito mucho a mi madre también), pero cada vez es más independiente, una personita con ideas propias (a veces muy fijas), su personalidad y forma de ser.

A los tres años no toca revisión en el pediatra, aunque yo la voy pesando y midiendo de vez en cuando, más por la ilusión que me hace ver lo que crece que por otra cosa. La gente dice que está grande, pero sigue en su línea de niña pequeña y menuda. Ahora mide sobre 92 cm y pesa un poco menos de 14 kilos, siguiendo su línea habitual de crecimiento. Come sobre todo lo que le gusta, en eso ha salido a su padre, aunque por lo menos los gustos son un poco más variados.

Últimamente se le junta que no le ve mucha gracia a lo de ser mayor, con que nosotros tampoco tenemos mucha prisa para que crezca, así que tenemos varios frentes (como el de la operación pañal) en stand by. Sobre el tema de los pañales a mí se me ha juntado también la pereza con el frío, a ver si ahora en breve empieza un poco de mejor tiempo, lo que significa menos capas de ropa que cambiar con los escapes, y le damos el último empujón al tema. No es algo que me quite el sueño, de aquí a septiembre hay tiempo de sobra.

El tema del colecho tampoco nos quita el sueño, es más, dormimos los tres a pierna suelta excepto alguna patada que me llevo en mitad de la noche, y algún codazo que se lleva Dani por los ronquidos. No tenemos tampoco ninguna prisa porque la peque nos deje solos por la noche, se avecinan grandes cambios (casa, cole, trabajo, horarios...) y tampoco nos sale forzar un cambio más cuando ella no lo demanda. Sigue necesitando coger el sueño acompañada. Seguramente después podría dormir sola en si habitación, pero como todavía hay noches que pide agua o me llama, prefiero no tener que estar dando paseos por el pasillo. Seguramente con el cambio de casa le compraremos una cama de mayor, aunque no sé si irá a su cuarto o al nuestro. Iremos probando.

Me llama mucho la atención la capacidad de razonar y el pensamiento simbólico que tiene ya. Tiene muchísima fantasía, se monta unas historias jugando sola que a veces alucino. Ya estamos de lleno en la fase de preguntar absolutamente todo. Entre el "qué es eso" y el "para qué sirve" nos pasamos el día descubriendo el mundo y cómo funciona. A veces me hace unas preguntas que me dejan con el culo torcío. El otro día me pregunta "Mamá, ¿para qué sirven las palabras?" y me dejó así 0_o. Luego me dí cuenta que unos niños estaban jugando a decir la contraseña para subir al tobogán, y se refería a eso, pero menuda preguntita... También me hace mucha gracia cuando dice cosas de mayor. Ayer fueron a buscarme a la estación de tren en coche y cuando me monto me pregunta "¿Qué tal el trabajo, mamá?" XD Otras veces cuando pregunta cosas y le contesto, se queda callada un rato y casi se pueden oír sus circuitos neuronales trabajando a toda máquina. A mí me parece la niña más lista del mundo, pero supongo que les pasa a todas las madres.

Tiene su forma de ser, es tímida y un poco miedosa, muy, muy cauta. Tiene una capacidad de tolerancia a la frustración y la demora que ya la quisieran muchos adultos. Es simpática y curiosa, muy vergonzosa. Es cariñosa cuando quiere y con quien quiere, como tiene que ser. Ha salido un poco cuadriculada, aunque tiene facilidad para adaptarse a los cambios. No le cuesta nada compartir, a pesar de ser hija única. Es muy cuidadosa con las cosas y con los demás. También es muy sensible y sentida, le afectan mucho las acciones de los demás, lo que le dicen y le hacen, y le cuesta todavía defenderse.

En fin, que hoy hace tres años que llegó a mi vida para ponerlo todo patas arriba y mejorarla con creces. Mi bebé ahora es mi niña pequeña y ser su mamá es de las cosas más bonitas de mi vida.

¡Felicidades chiquinina!

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