De cañas por La Latina

Hoy voy a hablar de uno de los mayores placeres que puede depararte esta vida (y no es "chuscar"): ese gran invento español que es ir de cañas. Los elementos necesarios para dicha empresa son: unos cuantos amiguetes divertidos a poder ser (también es posible con uno sólo), unos buenos bares (unos cuantos, porque tomártelas todas en el mismo no tiene gracia), un barril de cerveza, un camarero que sepa tirarlas bien, y si te ponen unos pinchitos estamos hablando de perfección absoluta. Bien, como los amigos se los tiene que apañar uno mismo, hablaré de los bares.

Una de las zonas que he descubierto hace poco en Madrid es La Latina. Es una zona que me gusta especialmente los domingos, porque está al lado del Rastro. Levantarse un domingo por la mañana, pseudotemprano, ir a dar una vuelta por los puestos de la Rivera de Curtidores y por las tiendas de antigüedades de la calle Mira el Río Baja, donde no te puedes perder una visita a El Laberinto (Mira el Río Baja, 9), y después tomarte unas cañitas por la Cava Baja, no tiene precio. Parece que no es domingo porque aprovechas el día. Pues una vez situados en la Cava Baja se puede empezar por un txacolí en el Lamiak (Cava Baja, 42), un bar vasco con unos pintxos muy apetecibles, con un ambientazo a todas horas y una decoración renovada hace poquito.

Después del vinito se puede continuar en el Mentidero (Almendro, 22) donde los camareros tiran las cañas con mucho arte y tienen simpatía para dar y tomar (esos Jordi e Isra...), todo ambientado con flamenqueo que parece que estás en el mismito Sevilla o canciones sacadas de la movida madrileña. Se pueden cargar pilas con sus montaditos, que son casi somo bocadillos (impresionante el de jamón). Después de un par de cañas allí está bien pasarse por la Corolla (Almendro, 12) donde puedes elegir entre caña o vino, y tienen una amplia variedad de tostas y empanadas. Si lo que apetece más en un momento dado es el vino nada mejor que acercarse al Tempranillo (Cava Baja, 38) donde tienen una impresionante variedad (y calidad). Otro de los grandes de la zona es el Bonano (Pza del Humilladero, 4), un sitio un poco mas fashion, sin pinchos (¿no has comido suficiente ya?), pero con mucho guaperío entre sus clientes. (Modo Tomate:ON): Se comenta que esta zona es muy visitada por actores y artistas jóvenes y no tan jovenes. Se han visto por estas calles a Hugo Silva, Juan Diego Botto, Ernesto Alterio, Fran Perea u Oscar Jaenada entre otros. Uyuyuyuyuyuuuuyyyy...

Para terminar la tarde, si ya estás un poco harto de tanta caña puedes acercarte a Giangrossi en la Cava Baja y probar uno de sus muchos helados (el de chocolate negro... ufff) o tomarte un cafetito para no llegar a tu casa demasiado cocido, ¡que es domingo, coño!