sábado, 26 de febrero de 2011

¿Derechos o deberes?

La asertividad es una forma de comunicación en la que eres capaz de defender tus derechos, respetando los derechos de los demás. Se utiliza en contraposición a la comunicación agresiva (en que no se respetan los derechos de los demás) y la pasiva (en que no eres capaz de defender tus derechos). En teoría lo ideal sería ser capaz de ser asertivo, aunque nuestro estilo de comunicación puede variar dependiendo de la situación o la persona con la que queramos comunicarnos.

Otra de las cosas me parecen más interesantes de este tema son los derechos asertivos. Son algunas cosas que a veces no nos damos permiso a nosotros mismos a hacer o sentir. A veces conocerlos nos ayuda a reflexionar sobre nuestra forma de ser.

Tengo derecho:
A ser tratada con respeto y dignidad.
A decir "NO" y rechazar peticiones sin sentirme culpable o egoísta.
A tener mis propias necesidades, y que sean tan importantes como las de los demás.
A cambiar de opinión, idea o línea de acción.
A sentir y expresar el dolor.
A no responsabilizarme de los problemas de otros.
A no anticiparme a las necesidades y deseos de los demás.
A no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
A ser independiente.
A detenerme y pensar antes de actuar.
A hacer menos de lo que humanamente soy capaz de hacer.
A ignorar los consejos de los demás.
A hacer cualquier cosa mientras no viole los derechos de otra persona.
A decidir no ser asertiva.

Estos son algunos de ellos, no todos. Quien tenga curiosidad puede preguntarle al señor Google que todo lo sabe.

Lo que yo me planteo es que sí, son derechos, pero en ocasiones me vendría bien que alguno fuese un deber, porque se me olvidan. Así que intentaré hacer los deberes de vez en cuando y recordarme que soy igual de importante que los demás, ni más ni menos.

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