lunes, 30 de marzo de 2015

Cosas que pasan... a diez días del día P.

Anoche, en un momento de insomnio, entre mis reflujos y ardores, y los malestares de mi maridito, me enteré que Pedrosa deja de correr el mundial de MotoGP de forma indefinida hasta que se recupere de su lesión de antebrazo. Lo leí aquí. Para mí (y creo que para cualquier aficionado a las motos) es una mala noticia, porque Dani es un gran piloto y desde que subió a MotoGP ha estado siempre en primera línea. Es una pena, las carreras no van a ser lo mismo sin él. Cada vez me quedan menos razones (y facilidades) para verlas, pero bueno, por lo menos parece que este año Rossi y Dovi van a dar guerra y no serán tan aburridas como el año pasado...

Por fin llegó el buen tiempo, y este finde lo hemos aprovechado bastante: hemos paseado, hemos terraceado en casa y en la calle, hemos vuelto a la manga corta, hemos ido al parque con el sobri... Sé que aún no debo, y que todavía nos queda que haga mal tiempo, frío y lluvia, pero veo la ropa de verano en las tiendas y me tienta una barbaridad. Por suerte llevo una barriga de casi nueve meses, que hace imposible e impracticable casi cualquier prenda que no sea de premamá, así que todavía me queda esperar unas semanas para comprarme algo de ropa de verano o pensar en sacar la mía :)

Hablando del sobri, en un par de semanas ha pegado un cambio alucinante, se ha echado a andar solito (aunque todavía va agarrado de un dedo de vez en cuando) y ya parlotea un montón. No dice nada aún, pero se pega unas conversaciones en su idioma de bebé que molan un montón. Es más salao y más guapo mi sobri... ^-^

Y a diez días de mi fecha improbable de parto seguimos elucubrando sobre cuándo se animará la peque a salir a conocernos. Esperamos que sea a partir de este domingo, para que no le fastidie la Semana Santa a su papi (que perdería los días que le corresponden en la empresa por nacimiento). Tenemos debates sobre si influirá la luna llena o no, que será el día 4, y creo que existe o va a existir una porra en la que no me dejan participar (como si yo tuviera algo que decidir en el día que me voy a poner de parto...), pero ya he dejado claro que apuesto por el día 13, para que la peque comparta cumple con su bisabuela :P

En fin, que seguimos (incluyo a Dani, que lo está sufriendo casi lo mismo que yo) en esta espera, que ya no es tan dulce (cada vez más achacosa), empiezo a retener algo de líquidos y se me hinchan las manos y los tobillos, pero bueno, por lo menos me ha empezado a pasar sólo hace unos días, con el calorcito. He tenido que aflojar las deportivas y quitarme la alianza, gajes del final del embarazo. Hoy tengo (la que espero que sea) la última cita con la matrona. A ver si me riñe sólo un poquito.

Y ya. Seguiré dando el parte cuando tenga un ratillo.

lunes, 23 de marzo de 2015

Aumento de peso durante el embarazo.


Este es un tema que a menudo trae por la calle de la amargura a las futuras madres, sobre todo cuando tienes una matrona un poco estricta y no muy actualizada... Así que aquí va mi alegato contra las matronosaurias-sargento-poco actualizadas (la mía sólo es un poco sargento) :P

Creo que lo peor es no tener en cuenta las características personales de cada mujer y saber de donde viene el aumento de peso si realmente es excesivo. Porque las recomendaciones que se daban hasta ahora, entre 9 y 12 kilos, parece que son demasiado estrictas y que no deben ser iguales para todas las mujeres. Sin ir más lejos, yo que llevo once kilos y estoy de ocho meses y medio, es decir, que estoy dentro de la ganancia de peso recomendada (antes) por los expertos, no hago más que recibir broncas de mi matrona desde el cuarto mes de embarazo, que es cuando empecé a ganar peso.

Según las nuevas recomendaciones del Institut of Medicine y la OMS, es importante tener en cuenta el índice de masa corporal pregestacional. No es lo mismo una mujer que antes del embarazo esté en infrapeso (IMC por debajo de 18) que una que esté en normopeso (IMC entre 18 y 25), sobrepeso (entre 25 y 30) u obesidad (por encima de 30). Lógicamente las madres con infrapeso tendrán que aumentar más de peso, para tener más reservas durante el embarazo y poder alimentar mejor al bebé cuando nazca. Estas recomendaciones dicen que sería saludable aumentar entre 12,5 y 18 kilos si hay infrapeso, entre 11,5 y 16 kilos si hay normopeso, entre 7 y 11,5 kilos si hay sobrepeso y entre 5 y 9 si hay obesidad.

Así que, según esto, mi matrona me está exigiendo un aumento de peso como si tuviera obesidad (porque para ella el máximo debería ser un kilo por mes de embarazo), cuando yo siempre he estado en normopeso, tirando a infrapeso a temporadas... Cuando la dieta que hago no es una maravilla (no me he privado de los pocos antojos que he tenido), pero como de todo, variado y no en cantidades muy exageradas... Cuando no es que me mate, pero llevo un estilo de vida normal sin haber reducido mucho mi actividad...

En fin, que no es algo que me preocupe mucho, ya me lo tomo a cachondeo cuando voy a revisión, entiendo que a mi matrona le preocupen los peligros de un aumento de peso exagerado (hipertensión, preeclampsia, diabetes gestacional, macrosomía fetal, no tener un buen estado de forma para el parto...), pero no me parece bien que no se tengan en cuenta las recomendaciones actuales (igual que me pasa con las de atención al parto normal, pero de esto ya hablaré) por las convicciones personales de cada profesional. Y más cuando se acaba presionando tanto a las futuras mamás con este tema.

Creo que es mejor concienciar a la gente de la importancia de tener un peso dentro de la normalidad y hacer una vida sana antes (y después) del embarazo, que presionar a las mujeres únicamente en ese periodo, precisamente cuando además no deben restringir lo que comen ni hacer dietas.

Foto de Torsten Mangner

domingo, 22 de marzo de 2015

La felicidad.

El día 20, aparte de tener un eclipse de sol y dar la bienvenida a la primavera, fue el día internacional de la felicidad. Durante mi corta (bueno, ya no tanto) vida me he encontrado con algún cínico (bueno, casi siempre cínicas) que me han echado en cara que mi actitud feliz ante la vida era una pose, que la felicidad no existe. Pero bueno, es difícil convencer a quien no quiere ser feliz de que tú realmente sí que lo eres, y que no es por fastidiar(le), sino que es un trabajo que haces día a día, un esfuerzo para que tu vida merezca la pena.

Está claro que si no quieres ser feliz, siempre vas a encontrar algo que te lo impida. También es verdad que hay períodos que es complicado ser feliz, cuando te faltan cosas básicas como la seguridad, la salud o tener a alguien que te quiera y a quien querer (y no hablo de amor romántico). Pero igual que la felicidad no creo que sea un estado continuo, tampoco creo que haya alguien que no tenga sus momentos de felicidad (alegría, satisfacción) por muy mal que le vayan las cosas.

Por eso creo que la felicidad es más una actitud ante lo que la vida te depara que un estado. Creo que se trata de buscar lo que te produce satisfacción, alegría, paz, etc. e intentar potenciarlo o darle la importancia que se merece, intentar que lo bueno no desaparezca entre lo neutro o lo malo, intentar no dejarse dominar por el tremendismo, no exagerar ni perder la medida de las cosas que nos ocurren. También creo que gran parte de la infelicidad que sentimos actualmente tiene que ver con el intentar ser perfectos y que tu vida sea perfecta, no tolerar la frustración que supone que las cosas nunca van a salir o ser exactamente como quieres, no aceptarse a uno mismo y a los demás como somos. No digo que no haya que intentar mejorar, pero hay muchas cosas que no podemos controlar, y en la medida en que no podamos hacer nada, hay que aceptarlas.

En resumen, la felicidad no viene de algún sitio para iluminarnos, es más una actitud que necesita ser trabajada día a día, buscar qué es lo que nos aporta algo bueno incluso en las cosas más pequeñas, aprender a aceptarnos y aceptar lo que no podemos controlar. O por lo menos es lo que es la felicidad para mí. Cada uno tendrá que buscar su propia forma de sentirse feliz con su propia vida.

Y ya :)

viernes, 20 de marzo de 2015

De celebraciones, estar a término y, por fin, primavera.

Ayer estuvimos de celebraciones varias. Primero, del cumpleaños del sobri, que hizo un añito el miércoles. Y no es porque sea mi sobrino, pero creo que nunca he conocido un niño más guapo y simpático que él. Y encima es un bendito y se porta superbien. Fuimos a comer por ahí, nos pusimos ciegos mientras él se lo pasaba pipa con un aspito, cantamos el cumpleaños feliz y le pusimos una vela en un bombón helado, que al final sopló su madre, porque el pobre se meaba de risa pero lo único que hacía era intentar coger la llama. Está para comérselo.

Cuando por la tarde íbamos Dani y yo en el coche, tuvimos un momento de cachondeo por lo difícil que lo va a tener la chiquinina con un primo tan perfecto... En fin, que va a ser la niña más perfecta para sus papis, aunque el resto de la humanidad no lo vea XD. También estuvimos celebrando el día del padre, con el mío, tomando unas cañas. A Dani este año no le ha tocado por poquito, no sabemos cuánto, pero menos de un mes casi seguro. Porque ya estoy a término (ponga aquí la cara de Solo en Casa).

Sí, ayer hice 37 semanas de embarazo, lo que quiere decir que si nace la peque ya no se considera prematura, ya está preparada para empezar su vida fuera de la barriga de mamá, aunque preferiríamos que se esperase un par de semanas más por lo menos. El miércoles estuve en el gine y por suerte está todo perfecto: mis análisis, la posición y el peso de la peque, la placenta y el líquido amniótico. Todo preparado para el día P. Hay días que me da la impresión de que me voy a poner de parto en cualquier momento, porque me encuentro bastante rara a ratos, pero aunque he tenido alguna contracción dolorosa, sobre todo por las noches, no han sido regulares todavía. Otras veces me da por pensar que me plantaré en el 22 de Abril, cuando esté de 41+5, y me tendrán que inducir el parto... En fin, que voy a intentar no pensarlo mucho y disfrutar de mi barrigota el tiempo que me quede con ella, que seguro que después la echo de menos :P

Y... ¡por fin ha llegado la primavera! Bueno, quedan unas horas de invierno y hasta las 23:45 no llega oficialmente, pero me puede el ansia. No es que el tiempo acompañe mucho, lleva una semana bastante gris y triste, y creo que la que viene va a ser igual, así que habrá que tener un poco de paciencia para que llegue el solete, el buen tiempo y los abrigos olvidados en el armario. Ya tengo ganas de paseos al sol, terracitas, recoger dientes de león para dárselos a los conejines, escuchar a las golondrinas, planear las vacaciones de verano, guardar la ropa de invierno... y lo mejor de esta primavera, que será la primera que pase con mi chiquinina :)

Y encima es viernes, ¡TOMA!


sábado, 14 de marzo de 2015

Cuando la realidad acojona.

Llevo una semana durmiendo fatal. Entre las veces que me levanto a hacer pis, el calor y los sofocos, la peque que me patea la costilla o le entra hipo, y mis propios ronquidos o los de Dani, llevo ya unas cuantas noches que no duermo más de dos horas seguidas. Supongo que me viene bien como práctica, porque dentro de un mes será así todas las noches durante unos meses, pero me jode no poder descansar ahora que puedo.

El culmen fue el jueves por la noche, que me desperté a las seis y ya no pude dormir más. Creo que aparte de todo lo anterior, tiene que ver con la visita que hice esa tarde al paritorio en el hospital. Es una visita que hacen en la semana 36 los matrones, para que el día del parto vayamos sabiendo lo que nos espera. Está muy bien porque te permite concretar muchas cosas, y acojona porque de repente todo es muy real. Después Dani se reía un poco de mi, porque me puse bastante ñoña, y me preguntaba si no me había dado cuenta de que iba a ser mamá (con la peazo panza que me gasto ya). Y me di cuenta que no. No he interiorizado que voy a parir y a tener una hija. Hasta ahora sólo había asumido que estaba embarazada de una chiquinina. Que parece lo mismo, pero no lo es...

El hecho de estar allí, aparte de hacer que me visualizara a mí misma en el momento del parto, también me hizo ser más consciente de las cosas que pueden ir mal, porque también nos enseñaron el quirófano y la unidad de neonatos. Todo tiene su parte buena y mala, me confirmaron cosas que me gustan bastante de mi hospital (intentan partos de baja intervención, la unidad de neonatos es de puertas abiertas para los padres, dicen que apoyan la lactancia materna...), pero también me hizo bajar de mi nube rosa del embarazo y darme de morros contra la realidad de mi futura maternidad.

Buf...


viernes, 13 de marzo de 2015

Adiós a un grande.



Ayer, 12 de Marzo, me sorprendió bastante amargamente la noticia de la muerte de Terry Prattchet. Aunque no fuera muy inesperada, porque fue diagnosticado de Alzheimer hace ya unos años, el hombre ha seguido escribiendo tantas novelas, que casi se podía olvidar su enfermedad. Daba la impresión de que iba a ser casi inmortal...

En fin, que me ha dado mucha pena porque desde hace muchos años era uno de mis escritores favoritos. Una de las primeras entradas de este blog está dedicada a Mundodisco y todavía recuerdo como si hubiera sido hace unos meses, mi primera toma de contacto con el mundo fantástico del señor Prattchet. Fue hace ya casi diez años, gracias a un compañero de trabajo un poco friki, que me descubrió dos cosas geniales que he conservado todos estos años: la genialidad de este escritor y un restaurante árabe en Chueca que me encanta.

Todavía me sigue sorprendiendo cómo en sus novelas se mezcla la fantasía, con el humor, con la crítica social y la metafísica, y me cuesta creer que ya no vaya a disfrutar de nuevas aventuras de la Muerte, de las brujas, del comandante Vimes, de los magos, de los pequeños hombres libres o de la gente de Ankh Morkpork.

Se nos ha ido alguien a quien he admirado y seguiré haciéndolo por su inteligencia, su creatividad y su sentido del humor, que por suerte fue generoso y quiso compartir su arte con los demás.

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Todos los hijos de puta son hijos de puta, pero algunos hijos de puta son hijos de puta.
-- Terry Pratchett, El País del Fin del Mundo.

Un matrimonio siempre se compone de dos personas dispuestas a jurar que solamente la otra ronca.
-- Terry Pratchett, El quinto elefante.

El problema de tener una mente abierta, por supuesto, es que la gente se empeña en llegar y tratar de poner cosas dentro.
-- Terry Pratchett.

:'(

miércoles, 11 de marzo de 2015

Síntomas y molestias del embarazo.

Hoy voy a hablar de algo muy divertido, la peor parte del embarazo, las benditas molestias que he tenido a lo largo de estos meses de preñez. Sí, porque no todo es fantástico y maravilloso en el milagro de la vida. Hay veces que estás con la cabeza dentro del váter echando el higadillo o con los pies doloridos como si hubieras andado veinte kilómetros, que te preguntas ¿por qué esta mierda me parecía tan buena idea hace unos meses? Tiene sus cosas geniales, claro, pero hoy voy con las putadillas :P

Tengo que hacer un inciso y comentar que esta entrada ha pasado por el filtro de Dani debido a que las hormonas y la mente humana son maravillosas y ya casi no me acuerdo de lo mal que lo pasé en el primer trimestre, y eso que todavía no ha terminado el embarazo. Aún así, el recuerdo de ese periodo no es muy agradable, pero creo que lo pasé peor de lo que mi cabeza ha guardado. En fin, voy a ello.

En el primer trimestre tuve una amplia variedad de molestias gastrointestinales. De hecho, mi médico de cabecera no sabía si era cosa del embarazo o que tuve varias gastroenteritis bastante seguidas. Al principio, nada más enterarme que estaba embarazada, e incluso unos días antes de hacerme el test, tenía molestias como de regla y dolor en los pechos, los sentía como con mucha tensión y dolor cuando me movía. Esto duró unas cuantas semanas, por lo menos hasta la semana 10-12. Sobre la semana 5 empecé con retortijones y algo de diarrea, sobre todo por la tarde-noche, no me pasaba todos los días y en dos o tres semanas se me pasó del todo, pero tuve días de no poder ir a trabajar. Y en la semana 6 llegaron mis amigos, las náuseas y los vómitos, que se han quedado todo el embarazo conmigo, aunque por suerte bastante controlados con el cariban. Creo que la última vez que vomité fue sobre la semana 23, porque la matrona me pidió que intentara dejar el cariban. No lo he vuelto a intentar, claro. Durante todo el primer trimestre, a pesar del cariban, he tenido sensación de asco y revoltijo por la tarde-noche, pero sobre la semana 15 o 16 por suerte se pasó. También he tenido muchos ascos con los olores que también desaparecieron sobre esas semanas. El cuerpo me pedía sólo hidratos de carbono, y los tres primeros meses me he alimentado casi en exclusiva de pasta, arroz y sándwiches de jamón y queso. El dulce y la fruta no lo podía ni oler, cosa que ha cambiado radicalmente a partir del quinto mes, que me he puesto ciega de chocolate valor puro con almendras y he comido mucha más fruta de la que como habitualmente. He notado desde el principio del embarazo que me mareo mucho más en el coche o el bus, cosa que no me pasaba desde que era pequeña. Era más intenso en el primer trimestre, pero me sigue pasando todavía. También he tenido dolores y calambres abdominales, que eran por la distensión de los ligamentos que sujetan el útero, según va creciendo éste. Me recomendaron tomar paracetamol si era muy molesto pero no lo he necesitado y con reposo se pasaba rápido. Y por último, para cerrar un maravilloso primer trimestre que me casqué, desde la quinta o sexta semana, hasta la 16, que dejé de currar, tenía muchísimo cansancio. Creo que no he estado tan cansada en toda mi vida, un agotamiento tan intenso que llegaba a casa por la noche y sólo me podía tumbar en el sofá, y eso que dormía unas diez horas diarias...

El segundo trimestre lo recuerdo algo mejor. Ya no tenía dolor de pechos, ni tanta sensación de asco, ni tanto cansancio. Sí he tenido alguna náusea matutina, pero casi siempre las podía controlar sin llegar a vomitar. He empezado a comer como una descosida al sentirme mejor en ese aspecto. Cuando la tripa ha empezado a crecer, yo he empezado a dormir peor, porque tenía la costumbre de dormir boca arriba o casi boca abajo, y con la tripa no se puede. Desde que empecé a dormir de lado lo hago con un cojín entre las piernas, para que no me duelan las caderas. También he empezado a hacer pis con mucha más frecuencia, y ya desde la semana 20 me he tenido que levantar todas las noches una vez (sobre las cinco era mi hora clave). Desde antes de la semana 20, más o menos, empecé con contracciones de Braxton Higgs, sobre todo al andar, cuando la peque se mueve mucho y al dar vueltas en la cama por la noche, pero sólo las he tenido seguidas y regulares en un par de ocasiones. Otra cosa que noté, bastante molesta, entre la semana 24 y la 30, aproximadamente, ha sido mucho picor en la barriga. Ha coincidido justo cuando más me ha empezado a crecer la tripa, había días que no me podía dormir del picor y se me empezó a aliviar cuando empecé a echarme aceite de almendras antes de irme a la cama.

En el tercer trimestre he tenido algún día de reflujo y ardor de estómago, pero pocos días (para lo que soy yo con el estómago y las digestiones). En estas últimas semanas me tengo que levantar alguna noche a tomar un Almax, por el reflujo que no me deja dormir. Como la tripa ha crecido un montón, y mi peso a la par, he tenido dolores de espalda y de pies después de estar un tiempo de pie o andando, o después de estar mucho tiempo sentada en la misma postura. He dormido cada vez peor. Aparte de seguir dando vueltas, por no encontrar la postura, como en el segundo trimestre, he empezado a levantarme un par de veces o tres a hacer pis, y he tenido muchas noches de desvelarme y no dormirme en un par de horas, dándole vueltas a lo que nos espera en unas pocas semanas... También he notado que tengo la capacidad pulmonar de una pulga, y me ahogo subiendo escaleras o cuestas. Algo del síndrome del nido he tenido, aunque no muy exagerado (todavía me quedan unas semanas así que no canto victoria aun). Otra cosa que noto desde hace unas semanas, que no es mía pero como si lo fuera, es que la peque tiene ataques de hipo. Hipo fetal, que lo llaman. He leído que es síntoma de bienestar fetal, que sus pulmones y su diafragma están madurando. Pero para mí es raro, porque se nota como una vibración rítmica, como si tuviera un tic en toda la tripa. Y cuando le pasa a las cinco de la mañana contribuye bastante a mis despertares y desvelos... Sobre el séptimo mes me ha empezado a salir la línea nigra, que es un oscurecimiento de la línea alba, y el ombligo también se ha oscurecido y ha empezado a salirse para fuera, aunque todavía no llega a salirse del todo, dependiendo de la postura está plano o un poco hacia fuera. De los últimos síntomas que he empezado a tener desde hace unas semanas también, como en la semana 32, son sofocos. Ahora entiendo por qué me dicen que qué suerte por haberme librado del calor, porque de vez en cuando me entran unas calorinas y unos sudores que parezco menopáusica. De hecho, he empezado a llevar un abanico en el bolso. Y desde hace unos días (tres o cuatro) he empezado a tener alguna contracción dolorosa, muy aislada, como mucho dos o tres al día, pero se nota que no son las contracciones "de prueba". Esperemos que la chiquinina quiera esperar al menos una semana más, para estar a término.

Y hasta ahí todo lo que me ha ocurrido hasta ahora, que no es poco, aunque quitando las náuseas y vómitos descontrolados del principio, tampoco creo que haya tenido un mal embarazo. En general creo que está siendo bueno con los achaques típicos. De aquí al final del embarazo todavía espero más insomnio y molestias musculares, por el peso de la tripa, y no sé si me libraré de la hinchazón en los pies, las hemorroides y el estreñimiento. De momento sí, crucemos los dedos :)

lunes, 9 de marzo de 2015

Algo diferente, a la española.

En casa (es decir, Dani y yo) somos de series, es prácticamente lo único que vemos en la tele (exceptuando al Chef Ramsay que Dani es fan), pero las vemos siempre desde el disco duro (a no ser que sea algún capítulo suelto de Bones, Castle o similar cuando la tele está puesta como de fondo) y nunca o casi nunca vemos ficción española. Nos gustan más las series con capítulos cortos y de humor tipo IT Crowd o Big Bang Theory, aunque también vemos otras cosas como Sherlock.

Por eso, cuando Dani me puso el jueves pasado un capítulo de El Ministerio del Tiempo, me sorprendió bastante. Primero porque eran más de las diez, aunque yo creo que en un principio lo puso para ver cómo era, sin ánimo de ver el capítulo entero. Segundo porque lo vimos desde la página de RTVE en la XBox. Tercero porque era una serie española (que aparte de algún capítulo de Los Misterios de Laura, yo creo que no hemos visto ninguna). La última sorpresa fue que lo que vimos nos gustó y terminamos el capítulo, el sábado vimos el segundo, también en la web, y creo que hoy hay intención de ver el tercero que lo echan en la tele (OMG!).

En fin, que la serie mola bastante (por ahora) y es diferente a lo que normalmente es la ficción española. Sorprende que sea una serie de ciencia ficción y que, para variar un poco, no intente llegar a todos los públicos a cualquier precio (vamos, metiendo niños, abuelos, matrimonio y adolescentes/jóvenes para que todos nos identifiquemos).

Hay cosas que creo que están bien hechas y que ayudan a que la serie enganche:

  • No se lían a dar explicaciones científicas o técnicas sobre los viajes en el tiempo (que cada uno se monte la película que quiera). Esto me parece una deferencia como espectadora, no somos tontos, no necesitamos todo mascadito, y aceptamos los pactos de ficción.
  • No quiere ser Doctor Who ni una serie internacional. Los españoles semos asín, y no está mal que la serie mantenga ciertas cosas con las que nos sentimos identificados. Que el ministerio sea un ministerio español, con todas sus particularidades y estereotipos me parece un acierto.
  • Se ven tetas, dicen palabrotas y el humor es bastante pop. Lo de las tetas no es algo que me emocione, pero tiene que ver con lo que decía antes de llegar a todos los públicos cueste lo que cueste. Creo que la serie está dirigida a un público adulto o adulto/joven y muchas referencias de la serie van dirigidas a ese sector. Lo del humor y las referencias a la cultura pop (los afrancesados de 1808 preguntando a los jevis de la Gran Vía, la referencia a Terminator o el punto de Maneras de vivir) también me han gustado mucho.
Por lo demás, sólo queda esperar que la serie mantenga el nivel, y que no la cancelen muy rápido. Tiene un buen equilibrio entre el drama, el humor y la parte histórica, y mantener ese equilibrio me parece complicado. De momento habrá que esperar a ver cómo se las apañan con los nazis esta noche.

jueves, 5 de marzo de 2015

35 semanas y sigue la cuenta atrás.

Siento que últimamente no hablo de otra cosa, pero tener una barriga del tamaño de un balón reglamentario de baloncesto, con una personita dentro que le gusta patearme las costilla, no ayuda a pensar en otra cosa. Hoy hago 35 semanas de embarazo, lo que significa que me quedan dos semanas para estar a término (es decir que si nace la chiquinina ya no se consideraría prematura) y cinco semanas para salir de cuentas. Y como muchísimo me quedan seis semanas y seis días para conocer a la peque. Ainssss... se acerca el momento de la verdad.

Mientras tanto intento seguir haciendo vida "normal" (o todo lo normal que se puede hacer a estas alturas. Se agradecen mucho estos días que está haciendo tan buen tiempo y tan buena temperatura. Mola que ya estén floreciendo los almendros que hay por la calle y apetece más salir a la calle, dar paseítos y quitarse capas de ropa. Aunque lo paseítos cada vez son más cortos y más lentos, porque como me pase medio pelo, ahí están las contracciones acechando para saltar. De hecho el domingo a última hora me acongojé un poco porque eran bastante regulares, cada diez minutos, y me duraron dos o tres horas, no se me pasaba ni en la cama, y durante la noche tuve molestias y dolores como de regla. Por suerte la cosa no fue a más, pero me sirvió para platearme preparar las cosas que nos falta.

Así que esta semana he estado preparando la maletilla de la peque para el hospital (ya está preparada en su cuarto) y he empezado a meter cosas en nuestra bolsa (mudas limpias, sujes y camisetas de lactancia, una bata, ropa para salir del hospital después de...), aunque no puedo tenerla finiquitada hasta el día que nos vayamos a parir, porque hay cosas que usamos todos los días, sobre todo las de aseo.

También hemos terminado de montar la cuna de colecho que nos hemos currado, a partir de una de Ikea. Esto tendrá su propia entrada, aunque se puede ver en muchos sitios ideas de gente que ya lo ha hecho (que es de donde yo saqué la idea), en sitios como Ikea Hackers o en Piratas del Ikea. Ya puedo decir que si nosotros lo hemos conseguido, más fácil no puede ser, porque no somos muy manitas ni aficionados al bricolaje. Lo que sí somos es muy ahorradores y nos ha costado como una cuarta parte de lo que pueden llegar a costar las cunas de colecho que venden.

Y lo que nos queda es elegir guardería, cosa que me trae un poco por el camino de la amargura, no sólo por tener que ir a ver guarderías, que es un coñazo pero no lo podemos posponer ya más, sino porque me recuerda el momento que tendré que dejar a mi peque al cuidado de unos desconocidos y me tendré que ir a trabajar. Y eso, que será casi después de un año (o más) sin currar, me va a dar una pena infinita. En fin, no voy a pensarlo aún, que me quedan unos cuantos meses para que esto ocurra.

Por lo demás, nos quedan cositas, pero no muy importantes, así que se puede decir que estamos preparados para que la chiquinina venga cuando quiera. Otra cosa es a nivel psicológico, que eso creo que no me haré a la idea hasta que la tenga en brazos, pero no quita que tenga ya muchas ganas de que llegue ese momento.

Ainsssss, qué ganas de tener a esa cosita pequeña y tierna en brazos.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Pruebas y seguimiento del embarazo (segundo trimestre).

Bueno, sigo contando cómo ha sido el seguimiento en mi embarazo. Si a alguien le interesa el tema aquí puede leer lo que pasó en el primer trimestre.

En el segundo trimestre, que va de la semana 13 a la 28, tuve las siguientes pruebas y visitas:

Visita a urgencias (esto no es seguimiento normal del embarazo, aunque creo que todas las primerizas hacemos alguna que otra vista a urgencias durante el embarazo). Estando de 14+3 hice mi primera visita a urgencias por un dolor abdominal que me duraba ya un par de días y no se me pasaba con el reposo. Fue tras un fin de semana duro con mis padres ingresados en el hospital, lo que creo que contribuyó bastante. Me hicieron una eco para ver que estaba todo bien, una analítica de orina y tomaron las constantes. El diagnóstico fue dolor mecánico y el tratamiento paracetamol cada ocho horas y un poco de reposo.

Segunda visita a la matrona. Fue en la semana 16. Básicamente me pesó y tomó la tensión. Me dijo que de peso iba bien. También me hizo un monitor doppler durante unos segundos para escuchar el latido del feto. Al principio me avisó que no me asustara si no lo encontraba rápido, porque al ser el feto pequeño aún se mueve mucho, pero lo encontró muy rápido. Me dio cita para la semana 22.

Ecografía del segundo trimestre. Fui justo estando de 20 semanas. En esta ecografía nos llevamos el mayor susto de todo lo que llevo de embarazo. La ginecóloga nos avisó de lo mismo que en la semana 12, que iba a mirarlo todo con calma y que nos diría algo al terminar, que no nos preocupáramos. Empezó con una ecografía vaginal para medir el cuello del útero (esto lo hacen para ver el riesgo de parto prematuro), y luego siguió con una eco abdominal para ver y medir todos los órganos del feto. Esta vez no había residente, así que no nos enterábamos de mucho. Nos hizo cambiar de ecógrafo porque decía que no se veía bien un riñón de la niña, y después vino otra ginecóloga para confirmar lo que ella veía en la exploración. En ese momento ya estábamos de los nervios porque se veía claramente que la cosa no iba bien. Nos dijeron que se veían unos quistes en los plexos coroideos, que por sí solos no eran indicativos de nada, que lo más probable es que se reabsorbieran sin más, pero que también se veía una anormalidad en la arteria subclavia derecha y que no veían bien los riñones por la postura de la niña, pero que parecían que eran más grandes de lo normal. Que cualquiera de esas cosas por separado no era preocupante, pero que los tres hallazgos juntos podían ser indicativos de una anomalía cromosómica. Nos dieron cita para cuatro días más tarde, el lunes siguiente, para repetir la eco y si se confirmaban los hallazgos, me recomendaban hacer una amniocentesis. Nos confirmaron que era niña (no se veía colita), pero salimos tan chafados y preocupados que casi ni lo asimilamos.

Segunda ecografía del segundo trimestre. Como os podéis imaginar pasamos los peores cuatro días de todo el embarazo esperando a hacer esta ecografía. Nos la hizo otra ginecóloga diferente, experta en diagnóstico prenatal, y también estaban presentes las dos ginecólogas que nos hicieron la anterior. Confirmó que los quistes eran más pequeños que cuatro días antes, por lo que les quitó mucha importancia y dijo que no aumentaban el riesgo de síndrome de Down (aumentan el de síndrome de Edwards únicamente, pero si también hay otros marcadores). Nos confirmó el ARSA (arteria derecha subclavia aberrante), pero nos explicó que es algo completamente funcional, que muchas personas lo tienen y no lo saben porque no implica ningún problema. Por último nos dijo que los riñones estaban bien. El ARSA aumentaba un poco el riesgo de síndrome de Down, pero aún así seguía siendo bajo (menos de 1/1500), por lo que no me recomendaba hacer la amniocentesis, y continuar con el seguimiento normal del embarazo. Nos enseñó un momento a la niña en 3D y nos dieron fotos de la ecografía. Como es normal, salimos muy (extremadamente) aliviados y contentos de esta consulta, sabiendo que nuestra niña estaba bien.

La chiquinina a las 20 semanas

Tercera visita a la matrona. Fue en la semana 22, y marcó el inicio de las regañinas de mi matrona (por el peso, claro). La dinámica fue la misma que en las otras visitas: peso, tensión y doppler para escuchar el corazón de la nena. También me revisó los resultado de la ecografía. Me comentó que había cogido más peso del recomendado y que intentase salir a caminar todos los días, moderarme con la cantidad de comida y que probase a dejar el caribán. Me dio cita para la semana 28 y para comenzar el curso de preparación al parto también en la semana 28.

Analítica del segundo trimestre y test de O'Sullivan. Me los hicieron en el hospital estando de 24 semanas. Me hicieron análisis de sangre, de orina y la curva corta de glucosa. Lo primero fue entregar el pis. Y después, antes de la analítica, me dieron un bote de líquido que tiene 50 gramos de glucosa, me dijeron que me lo tenía que tomar en menos de 10 minutos y después esperar una hora sin moverme mucho (estando sentada la hora entera, aunque podía ir al servicio). La bebida no está mal, sabe a naranja dulce pero no mucho, y estaba fresquita y me la tomé bastante rápido porque estaba en ayunas y tenía hambre. No tuve mareos ni náuseas y a la hora fui a que me sacaran la analítica y ya está.

Consulta segundo trimestre en obstetricia. Estaba de 26+4. Me dieron los resultados de la analítica. Todo bien menos la glucosa, que salió un poco alta después del test de O'Sullivan, así que el médico me dio una dieta para hacerla durante tres días y al cuarto volver a hacerme la curva de glucosa larga. Me miraron la tensión, el peso y me hicieron un doppler para escuchar a la chiquinina.

Segunda visita a urgencias. Toda primeriza va a urgencias de vez en cuando y yo no iba a ser menos :P Fue estando de 26+6, por contracciones regulares, no dolorosas que no se me pasaban con el reposo. En parte me acojonó un poco el ginecólogo que me vio unos días antes, porque le pregunté si era normal tener contracciones (las tenía desde la semana 20 aproximadamente, pero no me parecía importante porque no me dolían) y me dijo que si tenía contracciones que fuera a urgencias, sin explicarme si tenían que doler, ser regulares ni ná de ná (un figura el gine, vamos). Me hicieron una ecografía vaginal para medir el cuello del útero y otra abdominal para ver a la peque, una analítica de orina y me tomaron las constantes. En principio todo estaba bien pero me dijeron que me iban a hacer monitores un rato para ver las contracciones, al ver en los primeros veinte minutos que había dinámica de contracciones cada 5 minutos, me dejaron durante dos horas. Después de 45 minutos ya no tenía, pero por si acaso estuve allí las dos horas. Después me hicieron otra ecografía vaginal para ver que el cuello del útero no se había acortado. El diagnóstico fue dinámica no efectiva. Tratamiento: reposo cuando me ocurra y volver a urgencias si van a más o las contracciones son dolorosas.

Test de tolerancia oral a la glucosa o de sobrecarga oral de glucosa. Es lo que llaman la curva larga. Me la hice en la semana 27. Es parecida a la curva corta pero dura tres horas. Antes de la prueba hay que hacer una dieta bastante estricta durante tres días. Es una dieta muy rica en hidratos de carbono, de más de 2000 calorías, por lo que para mi era bastante abundante. Tenia que comer casi una barra entera de pan al día entre todas las comidas y yo no como casi nunca pan, y hay que pesar los alimentos en crudo, pero aparte de eso no fue muy horrible (la dieta, la curva un poco más). El día de la prueba al llegar me pincharon de entrada para ver la glucosa basal (en ayunas), después me dieron un bote que tiene 100 gramos de glucosa (en lugar de 50) para tomarlo en diez minutos. También sabe a naranja y está fresquito aunque cuesta más tomarlo que el de 50 porque es muy dulce y un poco más espeso. Después te pinchan otras tres veces a los 60, 120 y 180 minutos, para tomar los niveles de glucosa. Yo a la media hora me empecé a encontrar fatal, muy mareada, pero no con náuseas sino como si tuviera un bajón de tensión y me fuera a desmayar. Me tumbaron en un sillón reclinable y me pusieron frío en la nuca y se me pasó un poco, pero allí me pasé las tres horas de la prueba porque cuando me incorporaba me volvía a marear. Al final ya me encontraba mejor, pero menos mal que fui acompañada.

Segunda consulta del segundo trimestre en obstetricia. Fue estando de 27 semanas, para los resultados de la curva larga. Me volvieron a tomar la tensión y escuchamos el corazón de la peque. Me dijeron que estaba todo bien, así que terminamos las pruebas y el seguimiento del segundo trimestre con buenas noticias: todo va dentro de la normalidad :)