domingo, 22 de marzo de 2015

La felicidad.

El día 20, aparte de tener un eclipse de sol y dar la bienvenida a la primavera, fue el día internacional de la felicidad. Durante mi corta (bueno, ya no tanto) vida me he encontrado con algún cínico (bueno, casi siempre cínicas) que me han echado en cara que mi actitud feliz ante la vida era una pose, que la felicidad no existe. Pero bueno, es difícil convencer a quien no quiere ser feliz de que tú realmente sí que lo eres, y que no es por fastidiar(le), sino que es un trabajo que haces día a día, un esfuerzo para que tu vida merezca la pena.

Está claro que si no quieres ser feliz, siempre vas a encontrar algo que te lo impida. También es verdad que hay períodos que es complicado ser feliz, cuando te faltan cosas básicas como la seguridad, la salud o tener a alguien que te quiera y a quien querer (y no hablo de amor romántico). Pero igual que la felicidad no creo que sea un estado continuo, tampoco creo que haya alguien que no tenga sus momentos de felicidad (alegría, satisfacción) por muy mal que le vayan las cosas.

Por eso creo que la felicidad es más una actitud ante lo que la vida te depara que un estado. Creo que se trata de buscar lo que te produce satisfacción, alegría, paz, etc. e intentar potenciarlo o darle la importancia que se merece, intentar que lo bueno no desaparezca entre lo neutro o lo malo, intentar no dejarse dominar por el tremendismo, no exagerar ni perder la medida de las cosas que nos ocurren. También creo que gran parte de la infelicidad que sentimos actualmente tiene que ver con el intentar ser perfectos y que tu vida sea perfecta, no tolerar la frustración que supone que las cosas nunca van a salir o ser exactamente como quieres, no aceptarse a uno mismo y a los demás como somos. No digo que no haya que intentar mejorar, pero hay muchas cosas que no podemos controlar, y en la medida en que no podamos hacer nada, hay que aceptarlas.

En resumen, la felicidad no viene de algún sitio para iluminarnos, es más una actitud que necesita ser trabajada día a día, buscar qué es lo que nos aporta algo bueno incluso en las cosas más pequeñas, aprender a aceptarnos y aceptar lo que no podemos controlar. O por lo menos es lo que es la felicidad para mí. Cada uno tendrá que buscar su propia forma de sentirse feliz con su propia vida.

Y ya :)

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