Puente tranquilo y cancelaciones de última hora.

El jueves fue fiesta en Madrid. Aprovechando la coyuntura, el miércoles salimos un ratico por Madrid Andrea, Dani y yo. Estuvimos de cena (y re-cena) y en un concierto en Siroco del Círculo de Willis. No había escuchado nunca a éste grupo (si a alguien le interesa, pueden hacerlo en su Myspace), son un poco rarunos, pero están bien. Además, como las canciones son instrumentales el concierto es bastante agradecido: sólo tienes que escuchar mientras te tomas una birra fresquita.

El jueves, como si fuera domingo, fue un día de relax total. Fuimos a ver a David un rato para que nos contara sus andanzas hawaianas y nos enseñara sus miles de fotos. Qué envidia más cochina, por dos y por tres. A última hora, mientras hacía la maletilla para irnos a Asturias el viernes, Dani empezó a encontrarse bastante mal y decidimos anular el plan preconcebido por el Comité de Festivos y Festejos. En otro momento será, la sidra y los bollos preñaos no se van a mover de allí...

El viernes me dediqué durante siete horas a distraer mi mente todo lo posible, para salir a las tres de currar y poder seguir con mi puente tranquilamente. El resto, tranquilo: mucha cama y horas de sueño, muchos mimos y cariñitos al enfermo, muchos capítulos de Cazadores de Mitos, salida al cine a ver Ángeles y Demonios con cubo gigante de palomitas, comidas caseras como pollo asado y paella... No me quejo, lo que es descansar he descansado un montón.

Y mañana comienza una nueva semana en la que tengo que hacer muchas cosas. No haré una lista porque no viene al caso, pero a ver si termino ya con todo lo atrasado y me puedo dedicar a disfrutar tranquila de las tardes de verano que vienen.

Y a ver si el Comité de Festejos y Festivos propone una nueva fecha que tengo mono de playaaaa... Ains.

Y música para llevar bien la semana: Los hombres tranquilos, Jet Lag.