martes, 24 de abril de 2007

Chasing Kevin

Me he dado cuenta que mi lado friki nació mucho antes de conocer La Hora Chanante. ¿Será que siempre lo he sido? Es posible... He estado viendo, de entre las múltiples películas atrasadas que tengo, Alta Fidelidad y (esto es lo freak) Clerks II.

Antes de pasar a la carnaza quiero hacer un breve comentario de la primera. Me encantan los hermanos Cusack, él siempre con esa cara de pánfilo que enternece hasta las trancas, y ella siempre haciendo esos papeles de amiga/hermana neurótica, gritona y preocupadísisma (bueno, no siempre, pero me la imagino así). Además me ha despertado una envidia terrible, como siempre lo hace la gente que sabe mucho de algún tema. Me encantaría entender más de música, cine o literatura. Supongo que es algo que da el tiempo y el interés en ello. Y de lo primero me falta un poco ahora.

Ahora voy con Clerks. Mi vida cambió el día que vi en casa con mis amigas Persiguiendo a Amy (éramos jóvenes y nos marcó la escena de la explicación del puño por... ya sabéis). A partir de ahí se inició mi relación de amor con el cine de
Kevin Smith. Seguí descubriendo Clerks, Mallrats y Dogma. Aún me meo viva con la canción de Jay y Bob el Silencioso Contraatacan. Estuve como dos meses sin poder quitármela de la cabeza. Estos dos especímenes me parecen la mejor pareja artístico-cómica desde Jack Lemmon y Walter Matthau (vale, es una mala comparación, pero no me se ocurría otra). Y está claro que son lo mejor de esta Clerks II.

Hace siglos que no veo la primera, pero me ha parecido (aparte de los kilos de más) algo menos transgresora y sorprendente que la primera, pero es lo normal al ser una secuela ¿no? Aún así tiene el toque inconfundible del señor Smith: esos diálogos interminables e imprescindibles (a mi modesto entender), esos personajes que parecen ya de la familia, esas situaciones delirantes, esa cantidad de tacos y expresiones sexuales explícitas (¿Culo-boca? ¿Star Wars vs El Señor de las Anillos? XD). Es un genio. No hay más que hablar.