miércoles, 25 de septiembre de 2013

Una pausa musical.

Hoy, que es miércoles, ese día a mitad de la semana laboral, tan soso, tan anodino, voy a intentar mejorarlo un poco con musicote del bueno.



No es muy alegre, pero me parece una canción casi, casi redonda.

Ale, a seguir con la semana pasito a pasito hasta que llegue el viernes.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Adiós verano. Hola otoño.

Es lunes y primer día de otoño. Todo buenas noticias, oigan. Y como se ha acabado el verano (snif, snif...) y ya no tenía mucha más excusa para los buenos tres kilillos que he cogido desde junio, me he puesto a plan. Es que ya era demasié lo de las cenas y los vinos por ahí varias veces a la semana... Lo de no hacer ni el huevo, físicamente hablando, es otro cantar. Que sí, que lo tengo en la lista to do de este año, pero los buenos hábitos no son fáciles de establecer. Y muy fáciles de perder :S

En fin, que hoy me he levantado con buenas intenciones para esta estación que estrenamos. A ver si me duran por lo menos hasta navidades. De momento he desayunado bien, he comido una menestra que no se la saltaba un torero y de merienda piña y dos galletas. Eso sí, para cenar creo que Dani ha establecido pizza (por lo menos es casera), pero bueno, no se puede ser perfecta de un día para otro.

Del resto... Al final no fuimos a ver a Ernesto Sevilla el viernes, pero a cambio el sábado estuvimos en el pueblo conociendo al nuevo primito. Es más mono y más chiquitín, con una semanita, qué cosa más tierna. Y ya no digo más, que se me dispara el instinto XD

En fin, que espero que el otoño sea bueno, tanto o más que el verano, que ha sido guay pero muy corto. O se me ha pasado muy rápido, depende de cómo se quiera ver. De momento sólo pensar en el viajecito que nos espera en noviembre ya doy palmas con las orejas. Que para ser otoño ya es...

Y ya.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Vuelta a la rutina (ya de verdad de la buena).

Después de una semana algo alocada con vacaciones de Dani y su cumpleaños incluido, el lunes volvimos a la rutina total. Porque aunque yo no haya estado de vacaciones la semana pasada, casi todos los días hicimos cosas así que fue muy llevadera. Sobre todo por el servicio de transporte puerta a puerta de casa al trabajo y viceversa :P

También por la celebración del cumple, con terrazas al atardecer en azoteas de Madrid y cena en el Alfredo's incluida. Fue un buen reencuentro, después de tantos años, con una de las mejores hamburguesas de Madrid y los recuerdos de cuando era pequeña y me llevaban mis padres. Creo que el sitio está exactamente igual que en los ochenta. Y la comida también.

Además también ha sido la semana en que he tenido un nuevo primo. Sí, a mi edad, yo que voy a ser tía en unos meses, todavía sigo teniendo primos hermanos. Es lo que tiene tener un montón de tíos y ser la mayor de todos los primos.

Y la semana de "semivacaciones" cerró bastante bien el sábado en el DCode Festival con Andrea. La verdad es que lo disfruté más el año pasado, pero este tampoco estuvo mal (aunque esté ya un poco mayor para festivales y me duela la espalda y me sienta viejuna con la chavalería XD). Los conciertos que más me gustaron fueron los de Izal y Franz Ferdinand. Estuvieron muy bien los dos, aunque el de Izal muy corto. El resto los repartimos entre sentadas en el césped, cenas de hamburguesa que resulta ser del Peggy Sue's, aproximaciones infructuosas al mogollón y dobles de Eric Bana y Ben Affleck.

Ahora lo que toca es volver a acostumbrarme al transporte público, a comer antes de la una, a cenar en casa,  a esperar al viernes para hacer cosas... Mmmm... Menos mal que nos quedan siete semanas para irnos a Japón y habrá que empezar con los preparativos. Qué ganas de que llegue ya. De momento seguiremos con planes de fin de semana, como este viernes, que vamos a ver a Ernesto Sevilla. Pues sí, después de unos cuantos años, vuelvo a ver a mi humorista favorito. A ver qué se cuenta el muy gañán :P

miércoles, 4 de septiembre de 2013

De higos a brevas.

Me gusta esa expresión, de higos a brevas. Puede utilizarse para describir la frecuencia de mis actualizaciones en el blog ahora mismo. Sí, que he reducido el ritmo, pero es que estamos en verano, prefiero seguir disfrutando lo poco que me queda de septiembre a contarlo aquí. Ya tendré tiempo y ganas cuando tenga que estar encerrada en casa por las inclemencias de la nueva temporada otoño/invierno...

Septiembre es un mes de altibajos para mi. Empieza muy bien con el cumple de Dani y las fiestas del pueblo, que siempre son motivo para que nos juntemos con muchos amigos después del verano. Pero después, el tema de la vuelta al cole y el que llegue el otoño ya me disgusta un poco. Lo de la vuelta al cole ya se nota. Se nota que ya estamos todos en Madrid otra vez, vamos. Con lo a gusto que se estaba en Agosto, cuesta volver a acostumbrarse a buscar aparcamiento, a compartir el metro con mucha gente, a que el mercado vuelva a estar lleno y tardar el doble en hacer la compra... Y luego viene el fresco, y cambiar la ropa de verano por la de invierno, y adiós a mis vestidos, mis pantalones cortos y mis sandalias. ¡Qué tristeza más grande! Pero bueno, no me adelantaré mucho a los acontecimientos, que todavía estamos en la parte buena del mes.

Y qué ricos los higos. Me recuerdan a cuando era pequeña e iba con mi familia a la finca de unos amigos. Íbamos sobre todo en verano, y allí tenían una higuera, con lo que yo iba viendo como los higos salían, iban madurando hasta septiembre, que era cuando los cogíamos directamente del árbol y los comíamos cuando nos apetecía. ¡Qué ricos eran! 

Pero lo malo es que ahora me toca otra vez a esperar a las brevas, que salen en junio y a mi no me gustan, pero me veo identificada en esa espera de verano a verano. Ains, qué rápido se pasa lo bueno. Menos mal que luego me conciencio de las cosas que me gustan del otoño y del invierno, que si no me iba a volver turulata... 

Y ya.