Quiero advertir que, como todas las entradas sobre los conejines, lo que escribo aquí refleja mi propia experiencia con mis conejos enanos, no pretende ser una guía para nadie, pero si le sirve a alguien leer mis experiencias, pues bienvenido sea. Ale, queda dicho.
A Dani y a mi nos gusta mucho viajar. Normalmente el tener un conejo te limita en este aspecto, sobre todo en viajes largos. Tenemos con quien dejarlo, pero últimamente me da más respeto dejar a Paul a cargo de otras personas. No porque no lo vayan a cuidar bien, sino porque si le pasa algo (como ocurrió con Foskito), es un marronazo para los amigos que se quedan a su cargo.
Todavía no he comprobado si se puede viajar en avión con él. Por lo que he leído, en algunas compañías aéreas dejan ir a animales de compañía en cabina, con un trasportín de determinadas dimensiones, que quepa en el hueco de debajo del asiento delantero, para el despegue y aterrizaje. Lo malo es que los conejos, aunque sean enanos, se siguen considerando animales de granja en muchos sitios, y es más complicado llevarles. También haría falta la cartilla sanitaria del veterinario. Se podría llevar en la bodega, pero me parece una salvajada para unos animales tan miedosos y frágiles. En Iberia, por ejemplo, parece que sí es posible llevarles en la cabina bajo determinadas condiciones, y costaría 30€. Más información aquí.
En tren parece que también es posible llevar a tu conejo contigo, incluso en el AVE. Tiene que ir en un transportín de determinadas dimensiones y características, y el precio varía según el trayecto. La información aquí. Me resulta curioso que pone que "Se permite su transporte siempre que no se opongan el resto de los clientes" lo cual resulta un poco arbitrario y te deja a merced del capricho del resto de pasajeros. Es como si no dejaran viajar a bebés si los demás clientes se opusieran porque pueden tirarse todo el viaje llorando y pueden cagarse y oler mal y eso podría ser molesto para el resto de pasajeros...
El medio de transporte que sí hemos usado con Paul y Foskito ha sido el coche. Hemos tenido varias modalidades: transportín y jaula. En ambos casos y con ambos conejos lo suelen pasar regular, porque les asusta en ruido del coche y los movimientos. Los últimos viajes con Paul han sido a Asturias, a Salamanca y a Cádiz. A Asturias le llevamos en el transportín porque íbamos cuatro en el coche. Le metimos la esquinera dentro por si hacía pis que no se mojara y un poco de heno por si quería comer. Agua le dimos en la parada porque si le ponemos el biberón se sale el agua y acaba empapado el pobre.
Al pueblo le hemos llevado en su jaula, porque íbamos los dos solos y la pusimos en el asiento de atrás. Iba igual de acojonado y se pasó todo el viaje tumbado. Le pusimos también la esquinera bien sujeta y su cama, pero no les hizo mucho caso. A Cádiz, al ser tantas horas le llevamos también en su jaula. Al principio estuvo nervioso, pero según fue pasando el tiempo se relajó y llegó a comer y a echarse alguna siestecilla, así que no fue del todo mal. Lo malo fueron las paradas, que al hacer tanto calor no le podíamos dejar en el coche, ni siquiera a la sombra, ni sacarle con 40 grados a la sombra, así que hemos hecho paradas cortas, comiendo algo dentro del coche con el aire puesto. En cualquier caso, mis consejos, si hay que llevar al conejito en el coche son:
- Llevar la jaula o el transportín sujetos con el cinturón de seguridad para que nos se mueva.
- Durante el viaje no suele comer o beber, pero ofrecerle comida y bebida en las paradas, que está más tranquilo.
- Tapar la jaula con un pañuelo o tela para que no le dé el sol directo.
- Cuidado con el calor, que se puede poner muy malito. Si paramos no dejarle solo dentro del coche al sol.
- Nosotros le llevamos con el arnés puesto, por si paramos y le tenemos que sacar, llevarle ya listo para "enganchar".
- Intentar conducir lo menos brusco posible, para que no se resbale por toda la jaula en las curvas o en frenadas.
- No poner música muy alta.
- Si tenemos oportunidad de hablarle y acariciarle durante el trayecto, también se tranquilizará más.
De todas formas, aunque sean animales asustadizos, yo creo que cada conejito es un mundo y que también se acostumbran a casi todo.
Respecto a alojamiento, este verano hemos optado por un apartamento que buscamos en Rentalia. Allí puedes buscar sitios que acepten mascotas, aunque en todos los casos escribí para preguntar si aceptaban un conejo, ya que aún suele chocar a la gente tenerlo como mascota. También en los buscadores de ofertas de viajes se pueden buscar hoteles y apartamentos que admitan mascotas.
Y como le hemos cogido el tranquillo, este finde repetiremos en una casa rural, esta vez en la sierra de Madrid, por lo que el trayecto será cortito y menos cansado para Polete.