Deberes veraniegos.
Igual que esas listas modernas de deberes para el verano que ahora les dan a los niños en el cole (y que me encantan), voy a hacer mi propia lista de cosas que me propongo hacer en mis inminentes vacaciones.
- Dormir, dormir y dormir. Acoplarme al ritmo de sueño de la chiquinina, como cuando era un bebé e intentar dormir el máximo de horas posibles.
- Descansar. Cuando no esté durmiendo.
- No crearme obligaciones ni pasarme planificando.
- Disfrutar de unas cuantas mañanas de piscina con la peque.
- Ponerme ciega a tapas en el pueblo, pasar frío por la noche cenando a la fresca, bañarme en el río y dar paseos por el campo.
- Hacer cienes de fotos para conocer y aprender a manejar bien mi cámara nueva. Buscar los tesoros del juego de la vuelta al mundo de Jackie Rueda.
- Hacer una foto del caminito a la playa en Conil. Cenar en el Juan María. Intentar no morir ahogada por mis propias babas pensando en el jamoncito ibérico y el atún encebollado. Hacer castillos de arena con Sofía. Saltar las olas y gritar "¡Que viene la gorda!".
- Intentar escribir un poco más y editar las fotos pendientes para imprimirlas.
- Ir algún día al cine, los tres en familia y también en pareja.
- Desconectar totalmente y no saber en qué día vivo, por lo menos hasta el primer día de cole.
- Pasar tiempo con los que quiero. Dejarme más veces el móvil en casa. Olvidarme y desintoxicarme un poco de las redes sociales.