lunes, 31 de diciembre de 2012

Despidiendo el 2012.

Este año ha sido un año muy intenso. Pero mucho, mucho. Han pasado muchas cosas buenas, algunas no tan buenas, pero en conjunto ha sido un año que recordaré toda mi vida. Principalmente porque me he casado, claro. La boda de uno no es algo que se pueda pasar por alto. La primera parte del año fue muy estresante, un poco por los preparativos, pero sobre todo por el trabajo. Terminar la residencia, las despedidas... Pero a partir de Mayo, todo como la seda... por quedarme en el paro, claro.

Sí, también ha sido el año que he vuelto a estar en paro. Hacía muchos años que no estaba sin trabajar tanto tiempo. Creo que desde los veinte años, más o menos. La verdad es que lo estoy llevando mejor de lo que pensaba. Se agradece tener tiempo para hacer todas las cosas que antes no tenía tiempo para hacer. Y poder dormir diez horas al día, también XD

Ha sido el año de visitar sitios. Berlín en Semana Santa, Alicante para mi despedida, los días de relax en Conil con mis padres en Junio, el viaje de fin de novios, Astorga y Aranda de festivales, Alicante otra vez en Septiembre, el finde relámpago en Avilés... Ojalá 2013 sea tan viajero o más que este año.

Ha sido mi primera vez en las motos... ¡Y me encantó! A ver si el año que viene repetimos porque me moló un montón la experiencia.

Ha sido un año muy musical. En los festivales que he ido me lo he pasado muy bien, pero también ha tenido muchos conciertos memorables, como el de los Killers con Dani (a lo grande), el de We Are Standard en Independance (muy de cerca) o el de Supersubmarina hace sólo dos semanas (bailando todo lo bailable). Ha sido el año que he conocido Independance (por fin). Que he vuelto a bailar (un poco y de vez en cuando) cuando hemos salido de fiesta.

Ha sido el año en que tristemente perdí mi primera mascota. Y después del berrinche y dejar pasar un tiempo para asimilarlo, darse cuenta de todo lo bueno que nos daba el conejín, y que queríamos tener otro. Y, por lo tanto, también ha sido el año que Paul ha llegado a nuestra pequeña familia.

Ha sido un año regulero para mi bro, en muchos aspectos, pero estoy segura que 2013 será mucho mejor para él.

Ha sido el año que hemos recuperado a Antonio de tierras valencianas.

Ha sido el año que, por fin, me he sacado el DEA y estoy un paso más cerca de ser Doctora :)

Ha sido el año en que he encontrado un piso en el que me imagino viviendo bastante tiempo (si las circunstancias lo permiten), y nos hemos mudado a él, claro. Y también ha sido mi primera mudanza propia. Con mis padres ya viví una grande, pero tener que organizarla es peor todavía.

Ha sido el año del OLA K ASE, del Gangnam Style, de quemar el Reader en el móvil, de Big Bang Theory, de descubrir a Eddie Vedder, de bailar cada vez que Pablo ponía What you know y llevarla de tono en el móvil, del foro y las páginas de bodas, de losviajeros.com y su inestimable ayuda, de darle la vuelta a internet varias veces (lo que hace el aburrimiento), de seguir sin ir al gimnasio (soy lo peorrrr), de darme cuenta que la moderación es el camino (la versión 3.1 no perdona las resacas de dos días, la japuta...), de ir más veces a comprar al Ikea que a comprarme ropa (¿me estaré haciendo mayor?)...

En fin, que eso, ha sido un año intenso. Y lo que le pido al 2013, ya lo he dicho en otro post, pero insisto un poco (que soy asín de pesada): Que sea un año tranquilo y sosegado, que me traiga un trabajo (si es posible), y mucha salud y felicidad para la gente que quiero.

¡Feliz año nuevo!

*Edito, que se me han olvidado la mitad de las cosas que quería poner en el post. A ver si el 2013 me trae mejor memoria XD

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Deseos y propósitos para 2013

En mi carta a los Reyes que últimamente he vuelto a hacer, sobre todo para facilitarle la vida a mi maridito, he pedido cosas muy mundanas como una colonia, un libro de Terry Pratchett, un arbolito para la terraza o una escapada de fin de semana...

Mi carta a los Reyes Magos o mis deseos para 2013:

  • Mucha salud para todos los que quiero. Incluido Paul, que sigue malito y no se le pasa la tos. A ver si se recupera de una vez.
  • Un trabajo digno. Ya no pido ni siquiera que sea de psicóloga, pero con esto de la crisis hay muchos que se están aprovechando de la desesperación de la gente y ofrecen trabajos con unas condiciones infames. Un trabajo normal, con un horario decente y un sueldo que me permita vivir.
  • Si no encuentro curro, y finalmente me decido a ponerme una consulta por mi cuenta, que por lo menos no me estampe estrepitosamente XD
  • Que la gente se acabe de dar cuenta de lo bien que votó en las últimas elecciones. O que no votó... A ver si espabilamos un poco, que parece que los que gobiernan ya no tienen ni la vergüenza de disimular que lo hacen para ellos mismos y sus amigos.
  • Volver a Japón en 2013. Aún está en el aire, pero por pedir que no quede. O si no es a Japón, ir a los países nórdicos o a la costa este de EE.UU.
  • Que 2013 sea un año más tranquilo y sosegado que 2012.
  • ¡Un sobrino! El pequesaurio cada día está más mayor (y cada vez más salao y gracioso), pero tengo un poco de mono de bebé. No para mí, claro (a Dani le daría un tabardillo). así que un sobrinito estaría muy bien ^^
  • Volver a Conil en verano, con su playón de arena fina, sus mojitos con Jorge, su atún encebollao, sus barbadillos fresquitos... Ains...

Por otro lado, una tiene que poner de su parte, y también he hecho una lista de propósitos para el año que viene:

  • Llevar una vida un poco más sana. En 2011 el propósito fue apuntarme al gimnasio. En 2012, IR al gimnasio. En 2013 me gustaría ser más constante y dedicarle un poco de tiempo al deporte. También me gustaría comer un poco mejor y no hacer muchos excesos, que el cuerpo de treintañera ya no los aguanta igual... Y las resacas de dos días son mortales XD
  • Ya que tengo tiempo libre, otro propósito es apuntarme a clases de pintura, a ver si así retomo uno de mis aficiones abandonadas. También me podría apuntar a algún idioma, pero esto con tranquilidad, no sea que me ponga demasiadas cosas a la vez...
  • Ser un poco más flexible y menos cabezota, aunque sea complicado cambiar la forma de ser de una misma.
  • Cuidar a la gente que quiero, que a veces soy un poco dejada.
  • Conseguir llegar a un acuerdo con Dani sobre las tareas de casa (después de dos años y medio conviviendo aún no lo tenemos :S).
  • Aprender, relajarme y disfrutar todo lo que pueda del 2013.
Y no sigo, porque cuantos más propósitos haga, más difícil va a ser cumplirlos XD


lunes, 24 de diciembre de 2012

¡Felices fiestas!

Me paso minutos antes de ir a cenar con la familia política, para desear a todo el mundo felices fiestas, una buena Nochebuena con las personas que más queremos y un feliz día de Navidad. Y a los que tengáis Papa Noel, que venga con muchas cosas en el trineo. Y los que no... pues a seguir esperando pacientemente a los Reyes Magos :P

¡Feliz Navidad!*

*La felicitación del año nuevo ya la dejo para la semana que viene, si eso...

jueves, 20 de diciembre de 2012

El fin o el principio.

Hoy, incluso en los telediarios (que alguna vez se supone que fueron serios), hablan de la teoría del fin del mundo, que se producirá mañana según el calendario maya. También he leído en algún sitio que se les acabó el calendario o que significa un cambio de era o de época, pero eso no despierta tanto morbo en la gente...

No soy muy fan de los apocalipsis ni de las teorías del fin del mundo. Ya sobreviví al Efecto 2000, al 6 de junio de 2006 y anteriormente al 6 de junio de 1996 (que, al parecer también fue otro Día de la Bestia). No creo que mañana se vaya a acabar el mundo sólo porque los mayas decidieron dejar de calcular fechas en un momento concreto. Además, ¿cuándo va a empezar? Porque ya es día 21 en algunos sitios del Pacífico. ¿Y tiene que ser justo en viernes? ¿no nos pueden dejar disfrutar del finde? No lo entiendo.

En cambio mañana es el solsticio de invierno. Sí, eso que yo celebro íntimamente en Navidad. A las 12 horas y 12 minutos entraremos en el invierno. Y a partir de ese momento los días empezarán a ser más largos, hasta junio. El sol invicto, que decían los romanos. Lo que viene a significar que ya queda menos para el verano que viene. Ains... lo que puedo echar de menos el solete, el calorcito, la playa, las sandalias y los vestidos de tirantes, madredelamorrr...

Pues eso, que no entiendo las ganas que tienen algunos de que se acabe todo ya, con la de cosas que nos quedan por vivir, sitios por conocer, gente por querer o días por disfrutar.

Pues eso, que si no vienen los zombis, o las catástrofes naturales, o los extraterrestres, que disfrutemos mucho el fin de semana, a ver si el sábado nos toca algo en la lotería, y si no, mucha salud, que es lo que toca decir XD

jueves, 13 de diciembre de 2012

De conciertos invernales (para no perder la costumbre).

Ayer me fui de concierto con Andrea. Al final de gira de Supersubmarina en La Riviera, un año más. Y como el año pasado, rezongamos un poco del coñazo que es ir a conciertos en invierno, tener que cargar con el abrigo, el frío que se pasa haciendo cola, elputocalorazoalbordedelalipotimia que se pasa durante el concierto...

Desde que nos hemos hecho festivaleras le estoy encontrando más gusto a ver conciertos en festivales, con poca ropa encima, normalmente con más espacio para bailar y saltar, sin tanto fanático del grupo alrededor (a no ser que sea el cabeza de cartel) y esas cosas. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, como tó en esta vida.

A pesar de rezongar un rato, el concierto me pareció uno de los mejores que he visto de Supersubmarina. Y eso que el sonido en La Riviera es penoso. A ver si el año que viene se animan con otra sala que esté mejor. El repertorio que tocaron estuvo genial, muy equilibrado entre las canciones antiguas y las nuevas. Ellos estuvieron muy animadetes y yo lo disfruté como siempre, bailando un montón, cantando a voz en grito, haciendo el ganso y botando cuando tocaba XD

Nos sorprendió también que el grupo ha dejado de ser un grupo para chicas y ayer el concierto había casi tantos chicos como chicas. Incluso grupos de hombres solos, sin novias o amigas extorsionadoras a las que acompañar al concierto... Nunca se ha visto mayor cantidad de camisas de cuadros por metro cuadrado. Bueno, tal vez en el Independance alguna noche. Mi teoría es que, como en este segundo disco están despechados y cantan canciones sobre lo pécoras que somos las mujeres (bueno, no tanto) y los desamores y esas desdichas, pues se sienten más identificados. Eso de "Así que no estés tan hermética, tan misteriosa y enigmática. A mí me gusta ser más básico, más visceral, más práctico", es algo para sentirse identificado como hombre, ¿o no?

En fin, que me alegra que se empiecen a quitar el sambenito de grupo-para-niñas porque son muy buenos, su música y su directo, y se merecen triunfar, aunque eso signifique que les pongan en Gandía Shore (¡¡¡Aaaaaarrrrggghhhhh!!!!) y cuando salgan en la radiofórmula pensemos Vosotros antes molábais... Así de injusto (y estúpido) es el mundo de la música indie :|

Bueno, y termino de filosofar sobre música poperilla y guerra de sexos con mi canción favorita de este último disco (porque aunque estén despechados, todavía saben hacer canciones que te alegran un día gris, como hoy):




Y ya.

martes, 11 de diciembre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: Vuelta a casa, resumen y consejos.

Con esta entrada termino el diario digital de mis andanzas por EE.UU. de viaje de fin de novios (sí, por fin).

Al día siguiente, el 26 de Julio, el shuttle nos pasa a buscar y nos lleva al aeropuerto, después de pasar por otros dos hoteles, recogiendo gente. Llegamos a las siete, facturamos las maletas y pasamos el control del aeropuerto. Mientras esperamos para embarcar nos tomamos un café con un croisant. Hacemos escala en Chicago, pero no tenemos que hacer nada con las maletas esta vez, afortunadamente. Cuando llegamos a Chicago han pasado cinco horas desde mi café matutino, pero sólo son las doce, hora local. Aún así, me muero de hambre, así que me pido un menú en el McDonnalds porque no sé si podré esperar hasta que nos den de comer en el avión.

La escala no es muy larga, y embarcamos de los primeros porque estamos casi al final del avión. Es un avión grande, con tres filas de asientos, y nos toca en la ventana, sólo los dos. Cuando pensábamos que va a ser un buen vuelo y vamos a dormir todo lo posible, entra una horda de niñatos adolescentes que comienzan a sentarse alrededor nuestro. Para nuestra desgracia no dejan de gritar, cantar y hacer el gilipollas en las ocho horas que dura el vuelo, con lo que no podemos dormir nada en todo el vuelo. Llegamos a las ocho de la mañana del día siguiente a Madrid, con los nervios crispados, unos instintos asesinos que no sabía que mi cuerpo pudiera albergar, y cansadísimos. Por suerte nos vienen a recoger mis padres y nos llevan directamente a casa.

Al llegar nos espera una sorpresa: nuestros amigos nos han llenado la habitación de post-its con frases nuestras, chistes y gracias del grupo de amigos. Me hace mucha ilusión, pero lo recogemos a toda prisa para poder dormir un rato, hasta la hora de comer.

Y colorín colorado, este viaje se ha acabado. Me alegro mucho de haber ido tomando notas de las cosas durante el viaje, para así luego poder contarlas aquí. Si le sirve a alguien como guía o inspiración pues mejor que mejor, pero para mi es un gran recuerdo de un gran viaje.

La verdad es que, junto con el viaje a Japón, es de los mejores que he hecho en mi vida. No sabía si me iba a gustar Estados Unidos, por la mala imagen que tienen a nivel internacional, pero la verdad es que me ha encantado todo: la naturaleza espectacular, los paisajes, la gente tan agradable y cercana, la comida (aunque sólo para unos días), las carreteras infinitas, las Buds a dúo, Las Vegas tan estrambótica, la personalidad arrasadora de San Francisco. Tengo muchas ganas de volver. Espero que el año que viene o el siguiente podamos viajar a la Costa Este y así conocer un poco mejor ese país que me ha sorprendido tanto.

Como consejos prácticos para hacer un viaje parecido al que hemos hecho, se me ocurre:
- No lleves mucho dinero en efectivo, pero sí varias tarjetas de crédito y débito, es mucho más cómodo y seguro, y allí casi todo se puede pagar con tarjeta, hasta en las máquinas expendedoras de bebidas.
- Si vas a alquilar un coche, merece la pena llevar GPS. Aunque las carreteras están bien señalizadas, es comodísimo cuando tienes que buscar cosas concretas, como los hoteles.
- Relacionado con lo anterior, creo que merece la pena alquilar un coche y hacer la ruta por tu cuenta, más que ir con un viaje organizado. Es mucho más barato, le dedicas el tiempo que quieres a las cosas que te apetece ver. Es un país totalmente preparado para ir en coche, se pueden hacer cómodamente 500 kilómetros al día, la gasolina no es nada cara (aunque no tan barata como hace años), los coches son grandes y cómodos, con maleteros que cabe todo el equipaje que quieras llevar.
- Si quieres viajar en verano o temporada alta y alojarte cerca de los parques nacionales, reserva los hoteles con antelación. Yo los he reservado en booking.com casi todos, porque me permitía anular la reserva sin coste hasta 24 horas antes, por si teníamos algún contratiempo (cosa que, por suerte, no ocurrió). Lo que creo que se gana reservando con antelación es tranquilidad, no tener que gastar tiempo cuando estás allí a buscar alojamiento para esa noche, y poder dedicar ese tiempo a ver todo lo que hay que ver.
- Deja tiempo para tomar unas cervezas, pasear, echar una siesta, hacer compras o descansar. Cuando estaba organizando el viaje a veces me podían las ansias de ver cuantas más cosas mejor, pero en un viaje tan largo, sobre todo cuando te estás moviendo de un sitio a otro, acabas muy cansado y necesitas tiempos muertos para recuperarte y descansar y así poder volver a disfrutar de los sitios que te quedan por ver.
- Lee mucho sobre los sitios que quieres visitar antes de ir, así te ahorras sorpresas desagradables, como que no haya entradas para ver Alcatraz cuando llegas a San Francisco, o que los días que estás en Las Vegas no esté el espectáculo que quieres ver.
- Si volviera a hacer este viaje terminaría en Las Vegas, que es una ciudad nocturna, y si la ves al principio, con el jet lag no aguantas más allá de las diez u once de la noche. Aunque visitar Las Vegas por la mañana temprano también tiene su encanto, le da un aire muy diferente.

Y como resumen, unos links a cada capítulo del viaje:

Los preparativos.
Las Vegas I
Las Vegas II
Zion National Park
Bryce Canyon
Antelope Canyon y Monument Valley
El Gran Cañón
La Ruta 66
Sequoia National Park
Yosemite
San Francisco I
San Francisco II
San Francisco III
San Francisco IV


domingo, 9 de diciembre de 2012

Soy una cocinillas... hoy, pollo salteado con verduras.

Hoy una recetilla que más sana no puede ser.



Ingredientes:
Un par de filetes de pechuga,
media cebolla,
medio pimiento italiano,
unas ramitas de brócoli,
medio calabacín pequeño,

medio tomate,
ajo en polvo,
especias al gusto,
un chorrito de vino blanco,
aceite, sal y sésamo.

Preparación:
Se corta el pollo en trozos, se salan y se reservan. En una sartén grande o un wok se pone aceite a calentar. Se corta la cebolla en juliana y la pochamos a fuego medio. Se corta el pimiento en trozos y se añade a pochar. Se trocean los espárragos y se añaden a la sartén. Se cortan las ramitas de brócoli y las ponemos a saltear con la cebolla y el pimiento. Se corta el calabacín y el tomate en dados y se añade a saltear. Se salan las verduras. Cuando estén casi hechas se añade el pollo cortado en tiras y el ajo en polvo y alguna especia al gusto (yo le echo perejil u orégano). Cuando el pollo esté casi hecho, se añade el chorrito de vino y se deja evaporar el alcohol.Cuando no quede casi líquido y el vino se haya hecho una salsa color marrón clarito, se espolvorea con sésamo y se sirve.

Es una receta muy fácil, bastante rápida y que me quita de pensar qué hago de comer una vez a la semana. Se pueden poner las verduras que nos gusten. A mi me encanta ponerle también espárragos verdes, cuando hay en la frutería, y cómo quedan los espárragos y el brócoli más al dente. También se le puede poner zanahoria, pimiento rojo, calabaza, judías verdes o cualquier verdura u hortaliza que guste o esté de temporada.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: San Francisco (y IV)... ¡Mi cumple!

El miércoles, nuestro último día en San Francisco y EE.UU., es mi cumple. Creo que nunca lo había celebrado en un sitio tan genial. ^^

Nos levantamos como a las nueve y media. Yo desayuno un trozo de pizza de la noche anterior. A pesar de que sea también una gran tradición estadounidense, ya la practicaba de hace muchos años. Dani no quiere pizza, claro. Decidimos ir a coger el cable car en Taylor con Bay, que está muy cerca del hotel y hay menos gente. Es nuestro último día en San Francisco y habrá que cogerlo al menos una vez. No hay casi gente esperando y nos montamos en el primero que pasa, aunque dentro, no delante colgando del tranvía, como es lo típico. Hacemos toda la línea hasta Powell con Market. El sonido que hace el cable car me recuerda mucho a la mítica montaña rusa del parque de atracciones, la Siete Picos, por lo que chirría. Por un momento me parece que tengo veinte años menos (Uff... Qué mayor estoy XD).

El interior del cable car.


En Market cogemos el bus 21 que nos deja en Alamo Sq, para ver la Painted Ladies. Son unas casas de estilo victoriano, que son iguales pero cada una pintada de un color. También se las conoce porque salían en la serie de Padres Forzosos. El barrio es muy bonito y tranquilo, residencial, lleno de casas que tienen pinta de ser carísimas. Después de unas cuantas fotos, damos un paseo de vuelta hasta el Civic Center. Allí cogemos el tranvía F que nos lleva hasta el embarcadero.

Las Painted Ladies.

Más casas de estilo victoriano.


El Civic Center.

El tranvía F.


Lindsay nos ha recomendado visitar el Ferry Building, porque dentro hay una especie de mercado gourmet con un montón de puestos de comida. Damos una vuelta por allí y al final decidimos comer algo en un wine bar. Tomamos un plato de fiambre y embutido y un trozo de queso cremoso con dos barras de pan, pequeñas pero ¡pan de verdad! Me sabe todo a gloria. Dani bebe una pilsner local y yo un Pinot Noir de California que está muy bueno. Todo nos sale por unos 50$ y ya nos damos por comidos.

Comida de cumpleaños... ¡Ñam ñam!


Después damos un paseo hasta el Pier 39 y compramos algunas chorradas para la familia y amigos. Hacemos una última visita a los leones marinos que están siesteando al sol. Seguimos el paseo hasta el hotel, donde nos echamos la siesta un rato. También hacemos el check out en el hotel, porque saldremos muy temprano por la mañana, y en recepción nos piden el shuttle al aeropuerto para las 6.30h.

Una vez más, los leones marinos.


A las ocho salimos a cenar a un restaurante italiano que también nos recomendó Lindsay. Está en Columbus Ave y se llama L'Ostería del Forno. Es un sitio muy pequeño y coqueto y la comida está muy buena. Después de la cena hacemos un intento de tomar una copa, pero al final lo dejamos porque al día siguiente nos levantamos muy pronto para ir al aeropuerto. Volvemos al hotel, recogemos las maletas, nos damos una ducha y a la cama.

Me acuesto pensando que tengo que volver a San Francisco. Es algo que me han provocado algunas ciudades que he visitado, que me han gustado tanto que quiero volver antes de irme de allí, como Roma o Berlín.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Despidiendo Noviembre.

Noviembre me resulta el mes más otoñal del otoño, valgalarebuznancia... Se empiezan a caer las hojas, empieza a hacer frío de verdad, ponen los puestos de castañas asadas y de churros en la calle, llueve bastante, entran ganas de quedarse en casa tapada con una mantita hasta las orejas...


Y como Diciembre está a la vuelta de la esquina, a pocas horas de llegar, ya está casi todo el mundo con la Navidad en mente. Yo también. Es una época que me gusta, le quita un poco de amargor a mis pocas ganas de invierno. Las navidades y poder ir a hacer snowboard es lo único que salvaría del invierno. En fin...

Pues eso, que como también tengo ya la mente en las navidades, pensando en los regalos que voy a hacer, en las comilonas que nos vamos a pegar, quedando para la cena anual de Navidad con todos los amigos, y esas cosas, y además tengo grandes cantidades de tiempo libre, me he dedicado un par de días a hacerle un calendario de adviento a Dani. Sí, ya sé que es una costumbre cristiana, y que yo lo que tengo de cristiana es el vivir en una sociedad con ese trasfondo cultural, pero me gusta la idea que transmite de esperar las fiestas con ilusión.






Tiene muchos vales por cosas (chorradillas) y algún detallito pequeño. Pero mola porque a Dani le ha gustado ^^

Es lo que tiene tener mucho tiempo libre...

Noviembre también ha sido un mes de muchos cambios, han pasado cosas buenas y malas, como siempre, pero parece que se han querido juntar todas en el mismo mes. Ha sido bastante intenso. A ver si Diciembre se presenta más tranquilo, o voy a terminar un poco tarumba como sigan pasando tantas cosas.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: San Francisco (III).

Para comenzar la semana, sigo con mi viaje por el lejano Oeste.

El martes es nuestro tercer día en San Francisco. No ponemos el despertador porque hemos quedado con Lindsay, una amiga que vive allí, a las once. Nos duchamos y vamos a tomar un café a un Starbucks que hay en Taylor con Bay St., otro de los sitios donde da la vuelta el cable car, pero hay mucha menos gente que en Powell St. Volvemos al hotel a esperar a Lindsay.

El hotel San Remo.

Cuando llega, decidimos acercarnos hasta la bahía para ver si hay niebla en el Golden Gate. Hace mucho sol, pero en San Francisco nunca se sabe. Pero tenemos suerte y cuando llegamos a la bahía se ve el puente perfectamente. Nos acercamos hasta allí en bus, primero el 47 y después el 28 que nos deja en el mismo puente. Hacemos muchas fotos, sopla mucho aire, hay mucha gente y hace mucho frío, pero disfrutamos como enanos del paseo por el puente. Es espectacular, una de las cosas más bonitas del viaje. De vuelta pasamos por la tienda turística del puente, donde venden la pintura con la que lo pintan, que está registrada y se llama International Orange. De lejos parece más un rojizo amarronado, pero de cerca sí que puede pasar por un naranja raro XD

Precioso e imponente, el Golden Gate.

Curioso mensaje a los suicidas: "Hay esperanza. Haz la llamada."

Vista de SFO desde el puente.

Paseando por el puente.

Vista desde el puente.

Sorprende el tamaño de los cables del puente.

El International Orange, registrado y a la venta.


Cuando terminamos, Lindsay nos lleva a comer a una rottiserie en el barrio de Missión que se llama Limón (en el 524 de Valencia St.). La comida es peruana, latina, fusión... Comemos un pollo asado para los tres con patatas y yuca fritas y salsas variadas. No puedo decir si fue barato o caro porque Lindsay nos invitó a la comida. Después nos llevó a comer un helado a un sitio que tienen sabores muy curiosos. Se llama Bi-Rite Creamery y está en el 3692 de la 18th St, muy cerca de Mission Dolores Park. Yo pido el ricanelas, que es de canela con trozos de bizcocho. Impresionante. Lindsay se pide uno de aceite de oliva, que me deja probar y está buenísimo también. Tiene sabor muy suave como a nata montada dulce. Dani pide de vainilla y chocolate, él es un clásico :P Nos vamos con nuestros helados al parque y nos tiramos en la hierba, rodeados de grupos de gente joven que también están allí tirados, en la hierba, bebiendo y fumando... hierba. XD

Después de disfrutar del sol un rato, quedamos con la hermana de nuestra anfitriona, para ir a tomar algo. Cogemos en Muni hasta North Beach, al principio de Columbus. En un principio nos querían llevar a un Tiki-bar, pero está cerrado (Si quieres saber qué es Tiki, la Wikipedia lo sabe). Al final acabamos en un classy-pub, tomando prosecco las chicas (parecido al cava) y Dani, unas Stela Artois. Para terminar, vamos a cenar a Tommaso's, un italiano que está muy cerca, en el 1042 de Kearny St. Pedimos dos pizzas pequeñas para los tres, una calzone de jamón y ricota y una pizza de alcachofas y pollo, que están espectaculares y no podemos terminarlas. Nos ponen lo que queda para llevar, como manda la costumbre estadounidense. Nos costó 60$ con la propina, muy barato para lo gigantescas y espectaculares que son las pizzas.

Al terminar nos despedimos de Lindsay y vamos dando un paseo hasta el hotel. Me acuesto con la sensación de que San Francisco se va a convertir en una de mis ciudades favoritas.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Soy una cocinillas... hoy, hamburguesas de salmón.

Bueno, desde que no curro y tengo más tiempo libre, estoy recuperando mi gusto por la cocina y el probar a hacer cosas nuevas. Esta receta es una mezcla de una que leí en Directo al Paladar (gran blog gastrónómico, por cierto) y modificaciones para que fuera más a mi gusto.

Son hamburguesas de salmón fresco con queso de untar y cebolla caramelizada. Ahí va:



Ingredientes:

  • 1/2 kilo de salmón fresco, preferiblemente lomos para que no tenga espinas,
  • una cebolla,
  • cuatro panecillos de hamburguesa,
  • un huevo,
  • queso de untar,
  • pan rallado,
  • ajo en polvo,
  • hierbas aromáticas al gusto,
  • una cucharadita de azúcar,
  • sal,
  • y aceite.

Preparación:

Lo primero es preparar las hamburguesas. Se trocean en trozos muy pequeños los lomos de salmón, así también se le quitan todas las espinas que pueda tener. Se pone el salmón en un bol, lo salamos, añadimos el huevo y lo mezclamos bien. Añadimos el ajo en polvo y las hierbas aromáticas que nos gusten. Yo le eché perejil, pero al salmón le va muy bien el eneldo, por ejemplo. Añadimos pan rallado hasta que quede una mezcla más consistente, que se pueda manejar para hacer las hamburguesas. Hacemos cuatro bolas con todo en contenido del bol.

Por otra parte se pocha la cebolla partida en juliana a fuego lento. Cuando esté transparente se le añade media o una cucharadita de azúcar (depende del tamaño de la cebolla). Yo no le echo líquido, sólo espero a que el azúcar se caramelice, porque me gusta la textura crujiente que le queda.

Se hacen las hamburguesas en una parrilla o una plancha. Se pone la bola encima de la plancha caliente, con una gota de aceite, y se aplasta un poco, hasta que quede con la forma. Yo me ayudé de papel film para hacer las bolas y ponerlas en la sartén, porque se deshacía. Una vez que esté hecha por un lado, ya no se desmenuza la hamburguesa. Se hace al gusto, se pone en un panecillo, se echa queso de untar por encima (a mi me gusta bastante cantidad) y encima del queso la cebolla caramelizada. No necesita más.

El primer día que las comí, que era de experimentación, me gustaron tanto que me comí dos. Es una forma diferente de comer pescado, y encima azul, que viene estupendamente. Además, si no vas a hacer las cuatro el mismo día, se puede congelar la hamburguesa cruda, envuelta en film transparente, y el día que la quieras comer, descongelarla y hacerla a la plancha y listo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: San Francisco (II).

Con la vuelta al siglo XXI, y recuperando la conexión a Internet, continúo con los últimos capítulos de mi viaje de fin de novios. A ver si termino antes de que se acabe el año :P

El lunes, nuestro segundo día en San Francisco, nos levantamos sobre las nueve porque entra mucha luz en la habitación y no tiene cortinas opacas. Creo que ya hemos superado totalmente el jet lag, después de doce días :S

Nos vestimos y vamos al coche para dejarlo en la oficina de Dollar que está en O'Farrell St. Como la oferta de alquiler era con depósito lleno, no nos tenemos que preocupar de buscar una gasolinera. Lo metemos en el garaje y un empleado se ocupa de revisarlo. Creo que es la primera persona en todo el viaje que nos habla en castellano directamente. Nos dice que está todo OK y que el alquiler nos va a salir más barato de lo que nos dijeron en Las Vegas. Una buena noticia para empezar la semana. Salimos del garaje, y enfrente hay un Starbuck's que está en el lobby del hotel Hilton. Tomamos dos caffe latte y un croisant, por unos 10$. Nos sentamos allí en el lobby a tomarlo. Sólo la entrada del hotel es más grande que nuestro hotel entero, y hay muchísima gente trajeada y con identificaciones, como si hubiera un congreso o algo así.

Cuando terminamos de desayunar nos damos una vuelta por el distrito financiero y el Downtown. Pasamos por Union Square, bajamos por Powell St. hasta Market St. y vemos el sitio donde da la vuelta el cable car, es decir, el tranvía tradicional de San Francisco. Ni nos planteamos subir porque hay una cola de 200 metros. Vamos a comprar el Muni Pass de tres días, que nos sirve para bus, metro, tranvías y cable car, pero no para el BART (que debe ser como el cercanías). Cada uno nos cuesta 21$. Un truco: hay un kiosco que vende el Muni Pass justo al lado de donde da la vuelta el cable car, pero siempre tiene mucha cola. Bajando las escaleras hacia el metro, a la derecha, hay una oficina de transportes que también lo venden. Está a diez metros del kiosco y tiene mucha menos cola.

Union Square.

Un vídeo de la vuelta del cable car.




Vamos dando un paseo hasta la Puerta de Dragón, al principio del barrio chino. Nos pateamos el barrio, alucinando, porque parece que estamos en Asia y nos hemos trasladado de continente. También nos acercamos a ver el edificio en forma de pirámide de Transamerica. Como ya tenemos gusa, comemos en un chino en Columbus con Broadway, yo cerdo agridulce con arroz y Dani un plato de pollo al limón y otro plato de arroz blanco. Lógicamente no se lo puede terminar (ni yo tampoco). Yo bebo té, sin azúcar, que me recuerda mucho a nuestro viaje a Japón, y Dani una Bud, todo por 30$ más propina.


La puerta del dragón.

El cable car pasando por el barrio chino.

Las curiosas farolas.

El edificio de Transamerica.


Volvemos andando hacia el hotel, dando un paseo por Columbus, y cuando estamos llegando me doy cuenta que me he dejado la cámara en el restaurante. ¡Mierda! ¿%%$%&gggsssfhhh!!!!?! Y muchos más juramentos para mayores de 18... Dani se da una carrera de vuelta hasta el restaurante, mientras yo voy andando detrás lo más deprisa que puedo y pensando en que me va a dar algo si me quedo sin las fotos de mi luna de miel. La cámara se puede comprar otra, pero las fotos... Por suerte la camarera la ha guardado, y cuando ve llegar a Dani corriendo, le pregunta con una sonrisa ¿Camera? Ufff... menos mal...

De vuelta al hotel vemos pasamos por Lombard St. para hacer unas fotos a la sinuosa calle. La subida es matadora, pero merece la pena por lo curiosa que es esa parte de la calle y por las vistas que hay desde allí. Volvemos al hotel, y descansamos un rato. Yo me echo la siesta y todo, por primera vez en el viaje, desde Las Vegas. A las cinco Dani me llama para que me vaya despertando porque tenemos reservada la excursión a Alcatraz.



La inclinación de Lombard St.

La parte más empinada de la calle.

Vista de Alcatraz.

He reservado la última de la tarde, a las 18.45, con Alcatraz Cruises. Y menos mal que hice la reserva, porque cuando llegamos allí, hay un cartel en las taquillas que dice que no hay entradas hasta el 15 de Agosto (y estamos a 23 de Julio...). Antes de entrar al ferry que nos lleva a la isla, hay un fotógrafo que hace fotos a todos los grupos y familias delante de un fondo que es una foto de la isla. Por supuesto, a la vuelta las puedes comprar por el módico precio de 30$. Cómo les gusta a los americanos esas cosas... Cuando entramos en el ferry nos acomodamos dentro. Luego, mientras se acerca a la isla salimos fuera a hacer un par de fotos, pero hace tanto frío que volvemos a entrar enseguida, antes de congelarnos del todo.

Alcatraz nos gusta un montón y verlo al anochecer le da un encanto especial. Nada más llegar nos van separando en grupos y nos acoge un ranger que nos cuenta historias y curiosidades de la isla. Después entramos en la cárcel y nos dan una audioguía en castellano. La audioguía nos va haciendo la visita por toda la cárcel y contándonos la historia y curiosidades que han ocurrido. Me gusta cuando cuenta la historia de la fuga de Frank Morris y los hermanos Anglin, porque lo habíamos visto en el capítulo de Los Cazadores de Mitos, y verlo in situ es impresionante. Recomiendo encarecidamente ver ese capítulo de Los Cazadores de Mitos antes de ir a Alcatraz. Después de una hora y pico de visita, y muchas fotos, cogemos el ferry de vuelta a las 20.40h.

Vista de SFO desde el ferry.

Celdas en Alcatraz.

Más pasillos con celdas...



Vamos andando hasta el Pier 39 y cenamos en una especie de hawaiano que se llama Wipe Out. Yo como pasta con brócoli y langostinos, y Dani una hamburguesa, más dos Stella Artois de medio litro por unos 55$ más propina. Volvemos dando un paseo al hotel y a dormir.

martes, 20 de noviembre de 2012

De vuelta y con muchas cosas nuevas.

Bueno, después de casi un mes sin Internet en casa, aquí estoy, de vuelta al mundo blogueril. Con la buena cadencia de actualizaciones que llevaba yo... En fin. Este mes han pasado un montón de cosas.

La primera y más importante: me he mudado de casa (de ahí el no tener internet en tanto tiempo). Aunque Dani no quería hacer todas las cosas importantes en el mismo año (boda y mudanza), en octubre encontré un piso que nos gustó mucho a los dos, en una zona mejor, más grande, sin muebles, con terracita, que estaba bien cuidado... Lo fuimos a ver. Nos encantó a los dos. Al día siguiente llamamos al dueño y le dijimos que nos interesaba. Nos dijo que ya se había comprometido con otro chico. ¡Nooooo! ¡Jo! Yo tenía un deja vu de esos, porque la otra vez que buscamos piso también nos quitaron uno que nos gustaba mucho delante de nuestras narices. En fin, habría que seguir buscando y resignarse. A las dos semanas, inesperadamente, nos volvió a llamar el dueño y nos dijo que si nos seguía interesando, al final no lo iba a alquilar a los otros chicos. Volvimos a verlo y le dijimos que sí.

Y, después de hablar con nuestro casero del piso antiguo, nos dedicamos a hacer la mudanza en una semana. Bueno, más bien me dediqué yo, que como ahora estoy parada.... Al final no fue tan terrible. Poco a poco y con ayuda de los amigos y familia, ya estamos instalados en el piso nuevo y yo estoy muy contenta con el cambio. Pensaba que me iba a costar más acostumbrarme, que este piso nuevo fuera mi casa, pero en menos de un mes ya me siento muy cómoda aquí. Eso sí, también ha sido el mes de visitas al Ikea, Conforama, Leroy Merlin, etc, que normalmente las disfruto, pero a ver si ya terminamos de comprar todo lo que necesitamos porque empieza a ser un coñazo.

Más cosas. El puente de La Almudena me fui con Dani a Valencia a disfrutar de mi regalazo de despedida de la residencia: unas entradas para las carreras de motos y dos noches de hotel. Lo disfruté muchísimo, a pesar de que el tiempo no acompañó del todo. Me encantó el hotel, por la localización en todo el centro de Valencia, y de las carreras se quedan cortas las palabras. Las entradas eran para unos asientos muy buenos, desde donde se veía toda la recta de meta y las primeras curvas. La verdad es que el circuito de Cheste se disfruta mucho porque se ve casi todo el recorrido desde cualquier sitio. Y además disfrutamos de una remontada épica de Márquez, que ganó la carrera saliendo último, y de otra parecida de Pedrosa, que también ganó saliendo desde el pit. ¿Qué más se puede pedir? ^^

Ese finde dejamos a Paul, nuestro nuevo conejín, con Andrea. Pero el fin de semana pasado, nos fuimos a Avilés, Andrea, Dani, mi hermano y yo, con el conejo a cuestas. Me lo he pasado muy bien, a pesar de la paliza de viaje, disfrutando de la buena comida y mejor bebida asturiana. Fuimos a ver Luanco y el cabo de Peñas, donde ya había estado con mis padres hace unos años, pero me gustó mucho volver, es un sitio precioso.

El conejito se ha portado muy bien, a pesar de las cinco horas en coche y de estar malito, el pobre. Al final, a mi que me daba cosica tener otro conejo, también estoy muy contenta con tener a Paul. Está siendo una mascota muy dócil y cariñosa, aunque como todavía es un gazapo, no para quieto y todo lo tiene que oler, cotillear y catar, pero merece la pena porque es muy gracioso cuando corretea por la casa, es un tragoncete de mucho cuidado, hemos conseguido que venga cuando le llamas y nunca se pone arisco o se enfada. Mola.

Por lo demás, yo sigo con mi búsqueda de trabajo y marujeando bastante en casa, qué remedio. Todavía no me agobia demasiado, porque está la cosa muy parada. Después de Navidades me empezaré a plantear si busco otras cosas o ponerme como autónoma o qué hacer...

Por cierto, que ya falta muy poquito para Navidades. Dentro de nada, mi consabida entrada sobre ellas, lo que me gusta y el resumen del año, que ha sido movidito.

Y ya.

lunes, 22 de octubre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: San Francisco (I).

El día que llegamos a San Francisco, domingo, nos despertamos en Mariposa.

A las ocho de la mañana alguien llama insistentemente a la puerta. Me levanto blasfemando en hebreo y abro la puerta para ver a una chica con un plato de gofres en la mano que me mira con cara de alucine. Mira el número de habitación, me dice sorry y se va con el plato de gofres :(

Ya que nos ha despertado, nos levantamos y bajamos a desayunar el café asqueroso con la consabida tostada. Subimos a la habitación, nos duchamos y cerramos las maletas. Hacemos check out después de remolonear un rato porque no queremos salir muy temprano. San Francisco está a sólo 160 millas y no podemos hacer check in hasta las dos. Al final salimos de Mariposa a las 10.30h.

Ruta del día: Mariposa - San Francisco (Hotel San Remo en Mason St): 167 millas.



Todo el camino hay bastante tráfico, pero al entrar en San Francisco se convierte en atasco, sobre todo al pasar por el peaje del puente de la bahía. Este puente no es tan bonito como el Golden Gate, pero no queríamos dar tanta vuelta. Además, las vistas también son impresionantes mientras lo cruzas, con la bahía a la derecha, puedes ver Alcatraz y todo el skyline del centro financiero de la cuidad. Llegamos al hotel rápidamente gracias al GPS. Aparcamos como a una manzana del hotel en la calle, porque los domingos no hay restricciones de aparcamiento. Entre semana se puede aparcar dos horas de 8 am a 9 pm, así que podemos dejar ahí el coche hasta el lunes a las 10.

Tarifas del puente, sólo son de entrada a la cuidad.

Atascazo en el peaje.

Entrando por el centro financiero.


Es la una y media cuando llegamos al hotel, pero nos dejan hacer el check in. El hotel, el San Remo, es más bien un "hostal con encanto". Las habitaciones son pequeñas y sólo tienen un lavabo. Las duchas y el baño están fuera de las habitaciones, pero está todo impoluto, muy limpio y bien organizado. Con llevar unas chanclas para la ducha, todo está solucionado. La localización del hotel es lo mejor, a dos patadas de Fisherman's Wharf, muy cerca de Lombard St, y se puede ir paseando al Downtown. Lo primero que me sorprende es el frío que hace en San Francisco, comparado con el calor que pasamos el día anterior en Yosemite. Es mediodía y, a pesar del sol radiante y los cielos azules sin una sola nube, la temperatura debe rondar los 20 grados, así que tengo que echar mano de una chaqueta de punto y la chaqueta vaquera.

Decidimos ir a comer antes de coger las maletas del coche, porque ya se está haciendo tarde para el horario US... Muy cerca está Columbus St. y comemos en el Pellegrini, un restaurante italiano, llevado por italianos. Muy apropiado, ya que estamos muy cerca del barrio italoamericano. El camarero, un Robert Downing Jr a la italiana, en cuanto se da cuenta de que somos españoles, empieza a hablarnos en italiano y nosotros a él en español. Tomamos una pizza cada uno, Dani de cuatro quesos y yo de salmón, muy buenas, acompañadas por dos birras Moretti no tan buenas, más un espresso y un capuccino (¡por fin cafés de verdad!), todo por 70$ con propina incluida y charla sobre F1 y MotoGP con el camarero. La única pega es que me pusieron a mí el capuccino y a Dani el espresso, cuando era al revés. No les culpo por no saber que yo soy la que lleva los pantalones en la relación XD

Volvemos al hotel, pasando por el coche para coger el equipaje. En ese momento me doy cuenta de la cantidad de cosas que llevamos y de lo cómodo que es viajar con coche, que no necesitas estar cargando con las maletas todo el día. Cuando estamos instalados en el hotel, descansando y navegando por intenet, llaman a la puerta. Si, ¡otra vez! Yo vuelvo a jurar un poco y cuando abro veo que es uno de los recepcionistas que dice que tiene un paquete para mí. Le miro alucinando pepinillos. Me enseña una bolsa azul plateada con un sobre pegado que tiene mi nombre y apellido. La cojo flipando y le doy las gracias. Dentro hay una botella de champán californiano helado con dos copas heladas también y unos bombones tipo after-eight. También hay una nota de nuestra amiga californiana dándonos la bienvenida a San Francisco. ¡Menuda bienvenida!

Mmm... Qué detallazo :)

Así que cambiamos los planes de salir a ver cosas para quedarnos tirados en la cama, bebiendo champán riquísimo, comiendo bombones y mirando la guía que llevamos de SFO. Un poco más tarde, cuando hemos terminado con la botella, damos un paseo hasta Fisherman's Wharf. Vemos los leones marinos en el Pier 39 y damos una vuelta viendo todas las tiendas. Está petadísimo de turistas y domingueros. Seguimos el paseo por Lincoln Hwy. Paramos en The Cannery a tomar una cerveza. Cuando salimos nos acercamos a una tienda de souvenirs, porque Dani no se ha traído ningún jersey y con la cazadora y la camiseta tiene frío. Se compra una sudadera muy chula que pone sólo San Francisco. Le debe pasar lo mismo a mucha gente porque las tiendas de souvenirs están llenas de sudaderas, chubasqueros, cazadoras, etc. Ninguno de los dos tiene mucha hambre y estamos muy cansados, así que prescindimos de la cena y nos vamos al hotel a dormir.

Los leones marinos siesteando.

Me encantaron los leones marinos.

Alcatraz desde el Pier 39.

La entrada al Pier 39.

Nos encontramos a Zoltar durante el paseo.
Todavía nos quedan tres días completos en San Francisco, así que necesitamos descansar de nuestro road trip para disfrutar al máximo esta ciudad que tiene tan buena pinta.

martes, 16 de octubre de 2012

Costa Oeste de EE.UU: Yosemite.

Sigo con nuestro viaje por los estates. Hoy toca los dos día que pasamos en Yosemite, el último parque nacional que visitamos.

El viernes suena el despertador a las ocho y media, pero remoloneo un poco en la cama porque no hay desayuno, una de las pocas pegas del hotel, aunque hay cafetera en la habitación y café y té gratis en el lobby. Veo en internet que cruzando la carretera hay un Starbucks, así que nos duchamos, recogemos las maletas, y hacemos check out. Cogemos el coche y vamos al Starbucks.Desayunamos los consabidos caffe latte y croisants, que nos cuestan 9$, cinco menos que en Las Vegas. Ya hemos notado que comer y beber es mucho más barato fuera de Las Vegas y de los parques nacionales.

Ponemos en el GPS la dirección de la tienda de fotografía que busqué la noche anterior. Está en el downtown de Visalia. El pueblo mola bastante, con calles amplias pero donde se puede pasear y ver tiendas y cosas. Si lo llego a saber podíamos haber dado un paseo antes, pero ya nos vamos, así que tendrá que ser en otra ocasión. El señor de la tienda es encantador y hace sus esfuerzos por entender qué queremos. Hasta que le explicamos que la batería se carga dentro de la cámara y por eso necesitamos el cable que va de la cámara al adaptador, nos cuesta un rato...Nos busca entre los cables que tiene alguno que pudiera servir, pero no tiene ninguno, así que nos ofrece un cargador externo para ese modelo de batería. ¡Menos mal! Ya me veía tirando todas las fotos de mi luna de miel con el móvil :S

El cargador es original de Nikon para mi batería y me sale por 30$ la broma... Pero por lo menos hemos solucionado el problema. El señor de la tienda, mientras, pega hebra con Dani, preguntándonos de dónde somos y qué vamos a ver. Le damos las gracias varias veces (por el alivio de haberlo solucionado) y cogemos el coche. Hoy conduzco yo. Ponemos el GPS con la dirección de Mariposa, que nos pilla de camino al parque. Decidimos pasar por el hotel antes de ir a Yosemite porque al día siguiente tenemos todo el día también, y hemos decidido tomárnoslo con calma. Ya se van notando los días de "road trip" y la paliza del viaje.

Llegamos a Mariposa dos horas más tarde, sobre la una de la tarde. En la dirección que hemos metido en el GPS no vemos ningún hotel que se llame The Monarch... Nos salimos del pueblo por el otro lado, porque no es muy grande, damos la vuelta hacia el centro... Nada, ni rastro del The Monarch... Paro en el centro del pueblo, que es una calle principal con poco más a los lados. Decidimos preguntar en una de las tiendas de souvenirs que hay. Dani le pregunta a una señora que sale de una tienda. Es la dependienta y nos dice que no le suena el hotel de nada, pero que tiene que estar muy cerca por la dirección... Entra en la tienda de al lado para preguntarle a otra señora. Ésta saca un mapa de la zona pero no vienen los números de las calles.

Yo ya estoy pensando que nos han timado con el hotel, con la reserva, a ver qué hacemos ahora, imposible encontrar alojamiento en las cercanías de Yosemite y menos en fin de semana... La dependienta Nº1 me pregunta si tenemos el teléfono del hotel y la dependienta Nº2 saca el teléfono de la tienda y llama al teléfono que le he dado. Pregunta dónde está el hotel. Resulta que están en obras y tiene un cartel que pone Super 8 porque lo ha debido comprar la cadena, pero está en la misma calle un poco más adelante. Les damos mil veces las gracias a las amables dependientas y Dani les hace hasta reverencias XD

Volvemos al hotel, hacemos check in pero la recepcionista nos dice que no podemos entrar en la habitación hasta las tres porque están a tope y todavía no la tienen preparada. Decimos que OK y nos da la llave. Volvemos al centro del pueblo y comemos algo en el Gold Coin. Aunque las paredes estan llenas de carabinas, mosquetes y revólveres antiguos, el sitio es agradable y los camareros muy majos. Yo tomo una hamburguesa que no me puedo terminar, con una Pepsi y Dani un sandwich de queso cheddar con patatas fritas y una Bud, 26$.

Cuando terminamos de comer son las dos, así que decidimos ir a dar una vuelta a Yosemite. Se tarda como una hora en llegar. La carretera hacia el parque mola un montón, todo el rato al lado del río Merced. Entramos en el parque con el pase anual y nos dan el mapa y la guía. Vamos con el coche por la carretera que recorre el valle, parando en los sitios que vemos que nos gustan. Es espectacular. Vemos el Bride's veil fall, y los meadows con los acantilados de granito. Llegamos al centro de visitantes y compramos agua. Seguimos con el coche parando el más sitios y haciendo muchas fotos. Hay mucha gente bañándose en el río. Meto los pies, porque no me he puesto el bañador, y está helado, pero hace mucho calor.

Los acantilados de granito, impresionantes.

Bridalveil fall.

El salto de agua más cerca.

Los meadows o praderas.





Volvemos hacia el hotel porque tenemos el día siguiente entero para seguir viendo el parque. Cuando llegamos, descargamos maletas y descansamos un rato en la habitación. Vamos a cenar al Gold Coin otra vez. Dani se pide la hamburguesa que yo he comido a mediodía y yo una ensalada césar con pollo, más dos Buds y dos Bud Light, por 40$. De camino al hotel flipo con la cantidad de estrellas que se ven. Nos quedamos un rato en el lobby porque se pilla mejor la wifi, y al rato nos vamos a dormir.

El sábado suena el despertador a las ocho, porque el desayuno es hasta las ocho y media, pero Dani me propone pasar de él y seguimos durmiendo hasta las nueve y media. Hago un café en la cafetera de la habitación y nos comemos unas Oreos que llevamos. Cogemos el coche para ir a Yosemite. Nos queda tres cuartos de depósito, así que no echamos gasolina. A la entrada del parque hay mucha cola. Esperamos casi media hora para entrar. Casi cuando estamos llegando al final de la cola, un ranger nos dice que si tenemos pase podemos pasar por el carril de empleados, así que nos ahorramos otros diez o quince minutos más de cola.

Son las once y media cuando entramos. Decidimos ir hacia Glacier Point, desde donde se ve el valle desde arriba. Antes paramos en Tunnel View, que es un mirador con una vista preciosa del valle. En el parque las distancias son enormes y según vamos subiendo por una retorcida carretera de montaña a Glacier Point, el nivel de gasolina va bajando alarmantemente. Nos paramos en un mirador y queda menos de un cuarto del depósito, así decido que vamos a bajar ya a echar gasolina, porque me hace muy poca gracia quedarme tirada dentro del parque. Además es ya la una y tengo un hambre que no veo. Tardamos casi  una hora en llegar a Wawona, que es donde está la gasolinera.Dentro del parque la gasolina es carísma, y además Dani se confunde y echa de 98 octanos. Y para rizar el rizo el tío de la gasolinera no nos quiere coger la tarjeta de crédito, así que echamos 50$. Decidimos comprar algo para comer allí mismo, que hay un pequeño supermercado, pero como es sábado y es la hora de comer, los parkings que hay están petadísimos y nos tiramos media hora buscando un sitio. Al final lo dejo en un hueco de 15 minutos, compramos un par de sandwiches, unas chocolatinas y agua, vamos al baño y volvemos al coche.

Preciosa vista desde Tunnel View.

Vista desde casi arriba, en Glacier Point.

Buscamos un sitio para comer y cuando terminamos nos vamos hacia Mariposa Grove, donde están las secuoyas gigantes. Pero el parking, cómo no, está lleno y tenemos que volver a Wawona a dejar allí el coche y coger el autobús gratuito del parque. Hacemos un trozo del trail hasta California Tunnel Tree, pasando por el Grizzly Bear, y volvemos, porque hace muchísimo calor como para estar andando mucho tiempo. De vuelta en Wawona compramos en la tienda un polo de fresa gigante y Dani compra un Gatorade y una tira de carne ahumada, que se parece mucho al fuet, pero sin embuchar. Volvemos al coche y, antes de salir de Yosemite, yo quiero pasar por Valley View. Nos hacemos unas cuantas fotos y cogemos rumbo a Mariposa.

Una secuoya caída.

La secuoya Grizzly Bear.

El California Tunnel Tree.

Tentempié de carne ahumada.

La vista desde Valley View, quita el hipo.


Para cenar vamos a un sitio que está en la calle principal esquina con la séptima, no recuerdo el nombre, pero es un sitio con una decoración muy pintoresca y es como muy íntimo y romántico (qué bonito, una cena romántica en mi luna de miel XD).Tomamos dos NY steaks, yo con una patata asada que está de muerte, tres Buds y dos Chardonnays, por 90€. La cena más cara del viaje, pero merece la pena por lo bonito del sitio y porque la comida está de muerte. Además el camarero es el mismo que el día anterior estaba en el Gold Coin y se acuerda de nosotros, lo que me resulta gracioso.

Nos vamos a la cama echos polvo, al día siguiente ya termina nuestro road trip, y nos esperan unos días de turismo tranquilo en San Francisco.