¡Más despedidas!

Este fin de semana ha sido mi despedida de soltera. La verdad es que iba un poco acojoná, pensando que me iban a disfrazar o que iba a haber algún stripper o cosas así que se suelen hacer en las despedidas, pero ha sido la mejor despedida que podía imaginar: fin de semana en la playa y de juerga, ahí es ná.

Me llevaron, sin saber nada de nada, a Alicante, que tenía muchas ganas de conocer. Salimos a cenar y a tomar copas el viernes. El sábado pasamos el día en la playa de San Juan, comer paellita, dar un paseo por Alicante para conocer la cuidad, merendar croisants ricos, y por la noche más cena y más copas. Así, me hubiera quedado una semana de despedida si hubiera sido posible ^^

La verdad es que me he quedado con las ganas de volver y disfrutarlo un poco más, ya que mi cuerpo estaba un poco rebelde, justo este fin de semana... Pero bueno, ya volveré, aunque no sea de despedida, siempre se puede encontrar una buena excusa :)

En fin, después de este gran inicio de la temporada playera, sólo me queda esperar y pensar que me queda menos para ir a Conil, y sólo y poco más para nuestra calita en A Coruña.

Organizando la ruta hacia el lejano Oeste.

Pues sí, después de un mes y pico con el tema, ya tenemos el viaje de novios organizado. Bueno, más bien sería ya lo tengo, porque no he recibido mucha colaboración con este tema...

Dieciocho días de ruta por la Costa Oeste de los EE.UU. Que se dice pronto. Ahí es ná. Como ya he comentado antes, para organizarlo ha sido de infinita ayuda el foro de viajes de losviajeros.com. Allí he encontrado información de todo: rutas, alojamientos, información sobre el papeleo, alquiler del coche, parques nacionales, seguro médico... Un montón de cosas que yo sola no habría sabido por donde empezar a buscar.

Y para dar un poco de envidia e ir poniendo los dientes largos, un pequeño resumen de lo que haremos.

Días 1º a 4º: Salida de Madrid a media mañana. Llegada a Las Vegas por la tarde-noche. En las Vegas planeamos descansar, mucha juerga, algo de piscina, ver algún espectáculo de Circo del Sol, quizá visitar un outlet de ropa (guiño-guiño), ver los hoteles míticos de Las Vegas, hacernos una foto en el famoso cartel y, dependiendo de la cantidad de alcohol en sangre, lo mismo recasarnos con Elvis o con Marilyn...

Día 5º: Ir a recoger nuestro Dodge Charger (o similar). Comenzar nuestra ruta. Acercarnos a Zion National Park y dormir por allí.

Los tres patriarcas. Foto de LeavXC

Día 6º: Continuamos nuestra ruta por Bryce Canyon y llegamos a Page, donde pasaremos un par de noches.

Bryce Canyon. Foto por Jesper Rautell Balle

Día 7º: Dedicado a ver Antelope Canyon y Monument Valley. Hacer millones de fotos. Sentirnos como Forrest Gump. XD

Cuando se cansó de correr.

Día 8º: Mañana en el lago Powell y viendo Horseshoe Bend. Ruta hacia el Gran Cañón, dormir allí cerca.

Horseshoe Bend. Foto de Shridhar Nayak

Día 9º: Amanecer en el Gran Cañón, pasar allí el día. Dormir cerca.

Día 10º: Ruta 66. Born to be wild en la radio. 320 millas por delante, de Williams a Barstow, pasando por el desierto de Mojave.


Día 11º: Sequoia National Park.

El General Sherman por Jim Bahn.

Días 12º y 13º: Yosemite National park.

Días 14º a 18º: San Francisco, donde vermos el Golden Gate, pasearemos por sus cuestas, cogeremos algún tranvía, comeré (sí, yo sola) cangrejo, visita a La Roca, quizá un paseo en moto por la costa y muchas más cosas, seguro.

Ya seguiré contando cosas del viaje, para dar envidia, que siempre mola (pero de la buena, ¿eh?)

:)

Una de flores.

Ya tenemos elegido el vestido y los complementos. ¿Y ahora? Pues toca lo que, para mi, ha sido el mayor quebradero de cabeza: el ramo.

Me encantan, es más, me chiflan las flores. Mis preferidas son los tulipanes y los narcisos, pero son flores de invierno, así que desde el principio tenía claro que no podían ir en mi ramo.

Desde luego, una vez que empiezas a mirar ramos, si tienes la suerte de ser clásica y sencilla va a ser fácil: un ramo de rosas, de calas o de orquídeas será fácil de encontrar. El problema viene cuando no te gustan los ramos clásicos. ¿Y qué es lo que estoy buscando? Pues, al parecer algo desenfadado, campestre o romántico... sea lo que sea eso.

A la conclusión a la que he llegado es que me gustaría que mi ramo llevara alguna de estas flores:

Craspedia o Billy Button

Hortensias azules

Freesias amarillas

Freesias blancas

Gardenias

Peonias

Ranúnculos de colores.

Paniculata

Rosas de pitiminí

Y mis ramos preferidos por ahora:

 

Abecé.

Descubrí a Álvaro Carmona gracias a un amigo que me recomendó seguir su blog, Nimias cosas mínimas. Me resulta difícil describir su forma de hacer humor, es bastante naïf, busca todos los sentidos de las palabras, juega con las letras, hace canciones y utiliza dibujos minimalistas (esto último dicho por él XD). El caso es que me gusta bastante y me hace gracia, desde hace unos meses le sigo en Twitter, y por eso el viernes me enteré que venía a Madrid con su espectáculo Abecé. Y fuimos ayer a verle.

Esto es una de sus canciones en Buenafuente, pero es un buen ejemplo de una parte de lo que es Abecé.




Pues eso, que me pasé las casi dos horas riendo y llorando (cosa que me ocurre cuando me río de verdad, con ganas, soy así de contradictoria, qué le voy a hacer...). Muy entretenido, muy recomendable, te hace olvidarte de todo y disfrutar un buen rato. Y creo que esta mañana tenía agujetas en la tripa.

La única pega que le pongo es que fui con Dani, y ahora ha aprendido que cada vez que se tira un pedo puede decir que se está desinflando un poco su niño interior...

XD

A dos meses...

[Me había dejado esta entrada colgada por ahí, pero bueno, aunque sea con más de una semana de retraso, allá va.]

... de mi particular fiesta sanferminera. Yo sigo con mis cuentas atrás, como siempre. Y parece que fue ayer cuando decidimos que nos casábamos. La verdad es que, a dos meses, ya está casi todo preparado. Sólo quedan los pequeños detalles, que pueden ser más quebradero de cabeza que nada, pero pequeños y prescindibles al fin y al cabo. Lo importante ya está: el concejal que nos lea el contrato, la fiestorra pa celebrarlo y la gente que queremos que esté con nosotros. El resto son añadidos, que hacen la cosa más molona, sí, pero sólo accesorios.

Y como esto va de cosas personales, que no soy un blog pofesioná, voy a contar una pequeña anécdota relacionada con la boda.

Hace un par de semanas fuimos a elegir las alianzas. Nos las quiso regalar la madre de Dani, así que nos fuimos los tres a mirar a las joyerías que tenemos por la calle Mayor de Alcorcón. La elección era fácil, bueno, ya estaba hecha, así que íbamos a mirar precios más que nada.

Inciso: Al principio del todo casi, allá por septiembre u octubre cuando fuimos a coger fecha al ayuntamiento, nos preguntaros si queríamos hacer intercambio de alianzas. La verdad es que en ese momento ninguno de los dos estábamos muy por la labor, pero pensándolo un poco cada vez nos hacía más gracia. La verdad es que es sólo un símbolo, pero al final, aunque sea algo cultural, uno lo acaba haciendo propio y hace ilusión :)

Sigo con lo de la compra de las alianzas. El caso es que cuando decidimos que sí queríamos alianzas, lo primero que yo dije fue "pero nada de chorraditas, alianzas clásicas y ya está", porque no me van mucho las alianzas con grabados ni de varios colores o esas cosas. Dani me miró con cara de... "Ya, ¿tú me ves a mi con una alianza que no sea clásica?". Pero la cosa no quedó zanjada. Yo quería alianzas de oro blanco, pero Dani me dijo que prefería de oro amarillo. "En fin, pensé yo, para una cosa que quiere de una manera concreta... Con el resto de cosas de la boda he decidido yo más... Y en esto tampoco me importa ceder..." Y así fue, decidimos que alianzas clásicas de oro, que no pasan de moda :P


Pues ná, allí estábamos hace dos semanas, buscando las alianzas, que si me gustan más finas, que si no muy planas de caña, mejor de media caña alta, mejor de 3 milímetros, patatín patatán... Total, que veo una alianza que pensaba que era de oro blanco en un escaparate. Me encantan. Le digo a Dani "quiero como esas, si quieres de oro amarillo vaaaleee...". Y al ir a preguntar el precio, ¿qué nos dice la amable dependienta? ¡¡¡QUE SON DE PLATINO!!! O_o

Total, que siempre me pasa lo mismo. Tengo ojo clínico. He nacido para rica, pero me quedé en el camino... Ainssss...

Qué se le va a hacer, tengo buen gusto pero puede más mi razón ;)

Así que al final serán algo así:

Y yo con estos pelos...

Ayer estuve en mi prueba de peinado y maquillaje.

Ains, otro de los puntos álgidos de cualquier novia en su preparación de una boda... ¿Qué hago yo con estos pelos? Pues dos cosas muy sencillas y de cajón:

a) Mantén tu estilo de siempre. Si no eres una chica que se arregle mucho, no tiene sentido llevar el peinado más historiado del mundo. Igual que si sueles ir arreglada, no tiene tampoco mucho sentido levar el pelo suelto con unas ondas a lo "momento playa".

b) Hazte algo que vaya acorde con el vestido y el resto de tu estilo en la boda. Esto, las que mejor lo ven los las propias estilistas y peluqueras, por eso, nomralmente, antes de decidir nada, suelen preguntar cómo va a ser la boda (formal/informal, civil/religiosa, mañana/tarde) y quieren ver una foto del vestido y de los complementos.

En mi caso se dan dos circunstancias: No soy una persona que se arregle mucho, siempre llevo el pelo suelo, o como mucho con una coleta o un moñete. Y mi boda va a ser informal, civil y de mañana, con un vestido "desenfadado y romático" (dicho por la dependienta).

Ergo... Sí, peinado informal.

Un semirrecogido con onditas playeras...

 

Recogidos bajos y despeinados...

O recogido alto a lo moño de bailarina...

Trenzas de lado, me encantan...

Y yo sigo aquí... con estos pelos. Uf.