martes, 31 de julio de 2018

Julio interminable.

Así me ha resultado este mes, y mira que es mi favorito del año, ya es verano, los días son largos, es mi cumple y mi aniversario... Pero este Julio ha sido como una escalada al Everest. Mirando hacia atrás, hemos hecho un montón de cosas chulas y lo hemos pasado muy bien, pero llegó hasta aquí con la reserva de energía a cero y al borde del agotamiento mental. A ver si consigo recuperar durante las vacaciones :)

Visita a Faunia, lavandas y parque de bolas.
Teleférico, Hoces del Duratón y tortitas caseras.
Cuenta atrás, mi cámara nueva y concierto de Phoenix. 

viernes, 27 de julio de 2018

Calebrando mis taitantos.

Ná, es broma. Son sólo 37 palos

El miércoles fue mi cumple. Aunque tuve que trabajar y madrugué mucho, fue un día bastante bueno. Al salir del trabajo fui a comer a un italiano con #mariditosexy, #chiquinina y #losabuelos. Se llama Don Giovanni y la comida estuvo espectacular. Deseando estoy volver a comer esa carbonara. Después me dieron mi regalo de cumpleaños, que por fin tengo mi ansiada réflex. Tengo muchas ganas de salir a hacer fotos. Ya iré colgando por aquí alguna.

Y ayer, para celebrar mi santo, que tengo todas las celebraciones juntas, me fui de concierto a las Noches del Botánico a ver a Phoenix. Antes de ir me moría de cansancio y de la pereza que me estaba dando, pero hoy me alegro un montón de haber ido, a pesar de las cinco horas escasas de sueño. Tenía muchísimas ganas de ver a Phoenix en directo, porque es uno de mis grupos favoritos desde hace muchos años, pero vienen poco a España y nunca se había dado la oportunidad. Y no me siento para nada defraudada. Es más, me siento gratamente sorprendida por lo bien que suenan en directo, por el espectáculo audiovisual que montan y porque, aunque al principio estaban bastante sosainas, al final se acabaron soltando y el final de concierto fue memorable con Thomas Mars paseando entre el público y subiéndose a la grada y a hombros de la gente. Tocaron bastantes de las nuevas, que no me acaban de llegar, pero no se dejaron muchos clasicazos de los suyos por tocar. Deseando volver a verles.


Y ya, que así da gusto cumplir años, aunque sinceramente me gustó más el cumple del año pasado, que estaba en Conil :P

Y el musicote, claro.


viernes, 20 de julio de 2018

Escapada a Segovia.

Hace un par de semanas, coincidiendo con nuestro aniversario, nos fuimos de fin de semana a Segovia. La intención era ver las hoces del Duratón, Sepúlveda, Pedraza y el domingo comer en Segovia, pero al final no pudimos ver Pedraza porque coincidió con el famoso concierto de las velas. Suerte que nos enteramos justo antes de ir a Pedraza, porque en esas fechas no te dejan ni entrar al pueblo si no tienes entrada para el concierto.

El viernes nos pusimos en marcha un poco tarde, porque no habíamos podido hacer la maletilla antes y nos pusimos a ello cuando llegamos de trabajar. Total, que salimos a las cinco y pico de casa y, entre el atasco de la operación salida, llegamos casi a las ocho a Burgomillodo. Nos alojamos en el Rincón de las Hoces, un hotel rural con mucho encanto y en un sitio precioso. La estancia fue un poco cara (86 euros la noche, una habitación superior con desayuno), pero para celebrar once años de relación y seis de matrimonio, no me parece mucho dinero :P El hotel está chulo, y la habitación era amplia y con dos camas bastante grandes, y una supletoria que al final no utilizamos porque a la chiquinina no le hizo mucha gracia. El dessayuno tipo buffet estaba muy bien, sobre todo la tortilla de patatas y los bizcochos caseros. Y también cenamos las dos noches, de viernes y sábado en el hotel, unas raciones que estaban muy buenas, bastante cantidad y muy bien de precio.

La habitación del hotel
Las vistas a la puerta del hotel
El sábado por la mañana visitamos los dos miradores de las hoces, el mirador del convento de la Hoz y el famoso mirador de la remita de San Frutos. Para llegar al primero tuvimos que ir con el coche por caminos de cabras, llegamos al parking donde están todos los que van a montar en piragua, y andar unos 10-15 minutos hasta el mirador. Lo que más me gustó de este sitio, aparte de las vistas espectaulares, fueron los buitres. Al mirador de San Frutos se llega prácticamente en coche, as vistas son espectaculares, pero no nos acercamos a la ermita porque hacía ya mucho calor y no hay muchas sombras.

Camino al Monasterio de la Hoz
Mirador del Monasterio de la Hoz
Buitres
Mirador de la Ermita de San Frutos
Ermita de San Frutos
Fuimos a comer a las afueras de Sepúlveda, al restaurante Villa de Sepúlveda. Estuvimos en una terraza cerrada con aire acondicionado, muy a gusto, y nos pusimos las botas con medio cochinillo para los dos. La peque comió una sopa para combatir el frío del 7 de Julio XD Después de comer nos acercamos al aparcamiento cercano al centro del pueblo y nos llovío un rato. Cuando dejó de llover, dimos una vuelta por el pueblo, que me resultó precioso. Nos tomamos un refresco en una terraza y nos enteramos que no se podía entrar en Pedraza, así que nos volvimos al hotel a ducharnos, descansar un poco y que la peque jugase un rato en el parque.

Sepúlveda
Sepúlveda
Sepúlveda
Sepúlveda
El domingo hicimos check out del hotel y nos fuimos para Segovia. De camino admiramos el castillo de Turégano, que está muy chulo. Ya en Segovia dimos una vuelta por el centro, nos acercamos al alcázar un tomamos algo en la terraza con vistas que tienen, comimos unas raciones en un sitio de la plaza Mayor que se llama el Tartare y después de comer dimos otro paseo hasta el acueducto. Cuando nos íbamos a ir al coche empezó a llover y nos cayó un peazo tormenta de flipar. Estuvimos como media hora en los soportales de la avenida del Acueducto hasta que escampó y pudimos ir corriendo hasta el coche antes de que volviese a llover.

Catedral de Segovia
Iglesia de San Andrés
Alcázar 
Plaza de Medina del Campo
Acueducto 
Como resumen, me ha encantado la escapada. Tal vez demasiada ruralidad para mi marido, que es un urbanita empedernido, pero nos paisajes son espectaculares y merece la pena darse un paseo por el campo para admirarlos. La comida espectacular en toda la zona, y los pueblos, con ese aire medieval, parecen de cuento. Y Segovia, preciosa como siempre. Lo único que cambiaría, sería haber ido en otra época. Supongo que en primavera u otoño será mucho más agradable, porque el calor ha apretado, a pesar de no haber tenido temperaturas muy altas. Y me gustaría haber hecho la excursión en piragua, pero ya tenemos excusa para volver cuando la chiquinina sea un poco más mayor.

lunes, 16 de julio de 2018

Cuesta abajo y sin frenos.

Llevo un par de meses poco prolífica por aquí, pero la vida 1.0 y mi lista infinita de to do's me deja sin tiempo, ni espacio mental que es peor aún, para escribir o pensar en algún tema para hacerlo. Y como siempre que me pasa esto, voy con un popurrí o lista de cosas sin mucha conexión ni sentido.

Ya tenemos la casa nueva habitable y en orden de marcha. Ya no me siento como si fuera una casa nueva y desconocida. Supongo que tener nuestras cosas y que la distribución sea parecida, ayuda bastante. Cada día que pasa me va gustando más. Tener aire acondicionado en verano es un puntazo.

Nos hemos hecho socios de una asociación que tiene piscina de verano y estamos abonados a salir corriendo del trabajo/guarde para ir a pegarnos un chapuzón y merendar fresquitos en el césped y a la sombra de un árbol. La verdad es que así se lleva mucho mejor el calor y tener que trabajar todo Julio.

Y sobre trabajar e ir a la guarde, la chiquinina está en las últimas de batería y necesita vacaciones con urgencia (su madre también, pero yo tengo un poco más de capacidad de ajo y agua). La pobre lleva un par de semanas diciendo que ya no quiere ir a la guarde y que cuándo nos vamos de vacaciones, y yo ya no sé qué decirle, me da una congoja... La cuestión es que aún nos quedan dos semanas. Que llegar, llegaremos, pero nos está costando un triunfo.

Pero cambiando de tema a cosas más guays (megasúperextrachulis), este finde ha sido completito, con muchas reuniones de amigos, buenas noticias y celebraciones y planes varios. Hemos estado de cena y de comida con amigos. La chiquinina ha disfrutado de una tarde en un parque de bolas. Hemos ido pa' Madriiiiiiss a hacernos la tradicional foto en el templo de Debod, y hemos montado en el teleférico con la peque por primera vez.

Así estoy yo hoy, que parece que me han dado una paliza XD

Y ya.