De nevadas, despedidas y japoneses.
¡Hola invierno! Ya ha llegado el frío, la lluvia, el viento y la nieve, para que nos vayamos aclimatando y acostumbrando para los próximos tres meses. Aunque la nevada de ayer fue una despedida a lo grande del otoño. Yo creo que, como aquí en Madrid aún no se habían caído las hojas, el otoño dijo... Mierda, este año me he dejado demasiado trabajo para última hora... ¿Cómo hago para que se caigan todas las hojas en un sólo día? Y toma nevada que te crió. Pero bueno, mola que nieve en Madrid de vez en cuando, que no estamos acostumbrados a ello.
Y me acabo de despedir del otoño y ya estoy pensando en despedirme del año también. Pero bueno, eso tendrá un post más adelante.
Más cosas. Ayer me fui de cena de Navidad con mis compis del curro. Moló bastante. Fuimos primero a cenar a un japo en el que pude recordar cómo se come con palillos (cosa que me resulta bastante adictiva). Luego estuvimos tomando un té y fumando una cachimba en un marroquí. Muchas risas, algunas seriedades, pero muy buen rollo al fin y al cabo. Así sí que mola hacer una cena de empresa.
Rememoro más. El sábado estuve con Andrea viendo a Luis Piedrahita. La verdad es que estuvo bien. Bastante recomendable, sobre todo su universal visión de las madres:
Aunque pone un poco nerviosa todo el rato con el flequillo XD
Y por último me quiero despedir del kikimóvil. El viernes, de camino a Alcorcón (no podía ser a otro sitio..), el kikimóvil se recalentó y dijo basta. Bueno, más bien su radiador dijo basta. Con sus 14 añitos que se gasta ya, y los 190001 kilómetros que marcaba el cuentakilómetros cuando se paró, ya no merece la pena paga el arreglo (según mis padres), así que me he quedado sin coche. Vale que era heredado y estaba más viejuno que ná, pero ha sido mi primer coche, en el que he aprendido a conducir, el que me ha llevado a un montón de sitios, el que me llevaba a la universidad, en el que he cantando a pleno pulmón, con el que me he quedado tirada varias veces. En fin... Dani me dice que no merece la pena disgustarse, que sólo es un coche, pero después de 10 años conduciéndolo parece que le he cogido cariño.
Un último homenaje con una de las canciones más gritadas en su interior:
Y me acabo de despedir del otoño y ya estoy pensando en despedirme del año también. Pero bueno, eso tendrá un post más adelante.
Más cosas. Ayer me fui de cena de Navidad con mis compis del curro. Moló bastante. Fuimos primero a cenar a un japo en el que pude recordar cómo se come con palillos (cosa que me resulta bastante adictiva). Luego estuvimos tomando un té y fumando una cachimba en un marroquí. Muchas risas, algunas seriedades, pero muy buen rollo al fin y al cabo. Así sí que mola hacer una cena de empresa.
Rememoro más. El sábado estuve con Andrea viendo a Luis Piedrahita. La verdad es que estuvo bien. Bastante recomendable, sobre todo su universal visión de las madres:
Aunque pone un poco nerviosa todo el rato con el flequillo XD
Y por último me quiero despedir del kikimóvil. El viernes, de camino a Alcorcón (no podía ser a otro sitio..), el kikimóvil se recalentó y dijo basta. Bueno, más bien su radiador dijo basta. Con sus 14 añitos que se gasta ya, y los 190001 kilómetros que marcaba el cuentakilómetros cuando se paró, ya no merece la pena paga el arreglo (según mis padres), así que me he quedado sin coche. Vale que era heredado y estaba más viejuno que ná, pero ha sido mi primer coche, en el que he aprendido a conducir, el que me ha llevado a un montón de sitios, el que me llevaba a la universidad, en el que he cantando a pleno pulmón, con el que me he quedado tirada varias veces. En fin... Dani me dice que no merece la pena disgustarse, que sólo es un coche, pero después de 10 años conduciéndolo parece que le he cogido cariño.
Un último homenaje con una de las canciones más gritadas en su interior:
Y ya.
2 comentarios:
No me molan los temporales de invierno. Y me quejo de vicio, por que aquí con el mediterráneo tan cerca que nos suaviza las temperaturas todo el año no solemos tener tantos inconvenientes como en la meseta. Pedazo nevada!
Qué bueno es Piedrahita! No he tenido la oportunidad de verlo en directo, aunque creo que ya me sé todos sus monólogos.
Y nada, te acompaño en el sentimiento. Yo también me estrené con un Fiesta del 82 y le cogí mucho cariño. Eso sí, cuando me pude comprar otro, lo hice sin contemplaciones.
Felices fiestas Ana! Y feliz año nuevo!
Muchas gracias, Quico. Que pases felices fiestas tú también y disfrutes mucho estos días :)
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